Conejito de pascua
Licorice despertó ese día abriendo los ojos rápidamente ya que algo se le había subido encima a su cama, más bien dicho alguien, y era alguien que conocía perfectamente, era su hermana mayor quien comenzó a saltar – Licorice, Licorice ¡Licorice despierta!- decía mientras seguía saltando – ¿qué pasa hermana?- respondió el pequeño algo aturdido aun por la hiperactividad de Poemi – hoy es pascua, papá esconderá huevos de chocolate para nosotros, si no te apuras los encontraré todos antes que tú y no te daré – dijo la niña divertida, bajándose de la cama de un salto y corriendo fuera de la habitación de su hermano menor- ¿¡que!? ¡Noooo! ¡yo también quiero chocolate Poemi! ¡No seas mala! - dijo preocupado porque no le dejaran dulces que comer, su hermana generalmente se quedaba con las mejores cosas por ser más grande, así que se levantó rápidamente, lo malo es que aún no se sabía abotonar la ropa por lo que salió todo desordenado de su pieza corriendo para alcanzar a Poemi, en eso vio a su querida madre quien sonreía algo nervioso – ¿madre...? -dijo al toparse con Ivlis, notó que estaba nervioso así que le preguntó que sucedía – no pasa nada Licorice... - vio que el niño estaba todo desordenado y le acomodó la camisa y la corbata para luego acariciarle la cabeza – ve a buscar huevos de chocolate que he escondido por el castillo, haremos una competencia para ver quien encuentra más chocolates antes de la las 11 de la mañana, a esa hora nos veremos en la puerta del castillo – Licorice estaba más que sonrojado, por fin su mamá amado le había ordenado la ropa como tanto quería y no tuvo que hacer nada, sonrió mas que feliz – si mami- entonces Ivlis sonrió –mami... pero antes ¿para que es esa cosa que llevas en la cabeza y por qué tienes esas líneas en la cara? Y estas vestido de blanco, eso es raro en ti mami– pregunto antes de irse el menor, Ivlis se sonrojó y miro al pequeño – Poemi quería que me vistiera de conejo para que fuese más real el juego... - dijo algo molesto – así que me colocó estas orejas de conejo y me hizo bigotes con un plumón... -suspiró- tenía una cola de algodón blanca, pero no acepté eso... bueno basta de conversaciones, ve a buscar chocolates o tu hermana los encontrará antes-
-Si mami- Licorice iba feliz buscando huevos por el lugar, buscó en el comedor y encontró un huevito muy pequeño, se alegró bastante por lo que se motivó a buscar más, sin embargo por más y más que buscaba, no lograba encontrar nada, en eso vio a Poemi pasar y la niña lo miró con cara triunfante mostrándole una bolsa llena de huevos de chocolate para luego salir corriendo, a Licorice se le llenaron los ojos de lágrimas, al parecer su hermana nuevamente le iba a ganar, sentía que iba a decepcionar a su mami por esto, en eso pasó Rieta y vio triste al pequeño- oye ... Licorice... no le digas a nadie, pero encontré esto en la cocina hace unos minutos, toma es para ti –le pasa un huevo de chocolate- al menor se le llena la cara de alegría – gracias Rieta- sonríe feliz – no te preocupes, el señor Ivlis se pondrá feliz de verte contento así que sigue buscando y por cierto, Poemi no ha buscado en la lavandería – entonces al menor se le iluminaron los ojos y salió corriendo hacia esa habitación, seguramente alguno debía estar dentro de la lavadora, saltó entonces arriba de esta, pero se resbaló y calló dentro aplastando los dos huevitos que había podido conseguir, se puso a llorar porque no podía salir, sus cuernos se habían atorado allá adentro y ya iban a ser las once y no podía salir, si se volvía grande se iba a atorar más ahí adentro, en lo que lloraba escuchó a Poemi llegar al lugar – ¿Li...Licorice?- la menor vio los pies que salían de la lavadora y sintió el llanto que provenía de esta- ¿e...estas bien? ¿Qué paso hermanito?-
-Me... Me atoré... y aplasté los huevos que había encontrado... ¡buaaaaaaaa!- dijo sollozando y a la vez llorando, Poemi suspiró y dejó la bolsa de huevos en el suelo – tranquilo hermanito, yo te sacaré de ahí – tomó entonces a Licorice de los pies y empezó a halar de ellos, no quería salir, realmente estaban demasiado atorados sus cuernos, tiró y tiró hasta que resbaló cayendo arriba de su bolsa, pero Licorice salió de la lavadora y calló arriba de ella – te...tenía miedo... - se puso a llorar nuevamente el menor, mientras Poemi se puso a llorar porque aplasto todo el chocolate y se le manchó el vestido nuevo que estaba usando, así pasaron unos minutos y ambos llegaron a la puerta donde los esperaba Ivlis el cual se asustó por verlos llorar a ambos y todos manchados de chocolate por todas partes- ¿pe...pero que paso?- preguntó – papi... -Poemi corrió a abrazarlo, acto seguido de su hermano menor quien abrazó la pierna del más alto – había encontrado casi todos los huevos, pero me caí arriba de ellos y los aplasté...- Licorice solo miraba triste tratando de no llorar porque sabía que todo había sido su culpa, el diablo suspiró - aghhh tranquilos, ya no lloren, hay más en mi pieza, los tenia para comerlos después, pero se los doy – dijo de una forma brusca pero amable, ambos niños abrazaron fuerte a su padre – papi eres el mejor – dijo Poemi dándole un besito en la mejilla, Licorice por su parte se convirtió en grande, abrazó fuertemente a su madre también besándo la mejilla para luego volver a ser pequeño – te amo mami- dijo y salió corriendo atrás de su hermana, Ivlis solo sonrió algo nervioso, abrió la puerta y fue a buscar un huevo gigante que les tenía como sorpresa a los niños , fue cuando sorpresivamente notó que habían conejos corriendo por su mundo, eran demasiados, tomó entonces el huevo gigante para llevarlo consigo ignorándolos cuando sintió una presencia atrás de él y un apretón de trasero que lo hizo enfurecer, volteo la cara a mirar al degenerado de Satanick, con un enojo notorio, lo malo fue que por esto su temperatura se elevó y el huevo se derritió en sus brazos manchandolo todo de chocolate – mierda...-
-vaya vaya, ¿que tenemos aquí? un conejito de chocolate para comer, pero que servicial eres mi querida cucaracha, fufufufuf, justo como me gustan- dijo mientras pasaba su lengua por el mentón de Ivlis que tenía lleno de chocolate – no creo que los niños se enojen si les rapto su conejito por la tarde- se rió pervertido mientras Ivlis abrió unos ojos gigantes colocándose nervioso, fue entonces que todos tuvieron una bonita celebración ese día.
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Comentario: Felices pascua a todos :D
pd: para los que siguen mi otra historia el cap 16 sale apenas termine de arreglarle la ortografía ^0^
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