Licorice, es un demonio pequeño, hijo de dos diablos, en si es un niño bastante amigable, reservado y cariñoso, aunque claro depende con la persona con la que se esté relacionando, ama los dulces, ama la calma y por sobre todas las cosas en este mundo y en los 5 mundos más ama a su papi, bueno si nos ponemos a pensar tiene dos padres, pero ama a uno por sobre todas las cosas, y nos referimos a su papi Ivlis, y de exactamente este tema es de lo que se van a referir estos relatos.

El día de éste pequeño niño comienza cuando despierta, es algo obvio, pero hay una pequeña diferencia, el lucha por ser el primero quien salude a su cotizado padre y vaya que tiene competencia, sí, competencia, por ende cada vez que habría los ojos debía correr desesperadamente a la habitación de su papi para darle el primer beso de buenos días que recibiera en el día y como aún era pequeño y no sabía desaparecer y aparecer en otro lado solo le quedaba levantarse temprano y correr. Ese día se despertó justo 10 minutos antes de la hora que habitualmente se despertaba su papi, como era aún pequeño y no sabía vestirse muy bien solo, corrió con su pijama por el castillo, sabía que Poemi, su hermana mayor, se despertaba justo a la misma hora que su padre así que corría con todas sus fuerzas por los pasillos, y no es como que le cayera mal su hermana, pero le tenía una ventaja, una ventaja de edad y experiencia como demonio y eso lo alteraba, además... ¿porque tenía que darle el beso de buenos días?, ella tenía más años que él, debía ser generosa y dejar que los niños pequeños tengan ese beneficio, se decía mientras corría con sus cortas piernas, a veces le disgustaba que su habitación quedase tan lejos de la del señor Ivlis pero solo había una habitación cercana a la de su amado padre, su segunda contrincante era Rieta, esa mujer que era aliada de su papi no le desagradaba es más le agradaba mucho y a veces llegaba a pensar en ella hasta como en una figura materna, aunque claro nunca nadie superaría a su querido papá Ivlis, no obstante, si lo analizaba de otra perspectiva Ivlis era más su mami que su papi, ya que él lo había tenido y criado todo el tiempo, él le enseñaba y lo consolaba en sus penas entre otras cosas, pero era hombre por ende no le podía decir mami, además él siempre había pensado que Poemi era hija de Rieta, cuando se enteró que no lo era le dio miedo preguntarle a su papá de quien era hija Poemi y Adauchi asi que prefirió quedarse con la duda, sabía muy bien que era el único hijo de su ¿actual pareja? La verdad tampoco sabía que era Satanick para su papá Ivlis, y por otra parte su hermano mayor no le caía muy en gracia por qué no lo conocía bien y le habían contado que era malo con su papá Ivlis, y volviendo al caso de Rieta, lo que le molestaba de ella es que solía dormir en una lámpara y esa lámpara se encontraba en la pieza de su papi ya que era la guerrera más fuerte de ese mundo en caso que su papi estuviese en peligro debía tenerla cerca y eso le disgustaba, que ella estuviese más cerca de papi que él y además que a ella también le gustaba darle el primer saludo cordial de la mañana aunque no fuese un beso al pequeño Licorice le molestaba no ser el primero que viesen los ojos de su amado padre... se paró a descansar un momento ya solo le quedaba el ultimo pasillo, le gustaría crecer pronto para aprender nuevas técnicas de demonio. Por ultimo estaba el enemigo más grande de todos, la peste inmunda que odiaba con todo el corazón, que deseaba realmente deshacerse de él y ojala no verlo nunca más en la larga vida que le deparaba el ser un demonio, estaba su papá Satanick, no siempre era un oponente en éste caso en específico, pero muchas veces llegaba y él se encontraba durmiendo con su preciado papi Ivlis y por culpa de su presencia él no podía entrar a la pieza e incluso Poemi y Rieta tampoco podían entrar, como lo odiaba, además de obtener el primer beso de la mañana de papá Ivlis, dormía toda la noche con él, era tan injusto ni a él por ser un niño pequeño le otorgaban ese maravilloso permiso. Ya estaba cansado de correr así que el ultimo trecho caminó para recuperarse y no llegar sin aire a saludar a su papá, tocó la puerta, giró la manilla y fue cuando vio a Poemi junto a su papi sonriendo mientras Ivlis le hacía cariño en la cabeza, los ojos de Licorice se cristalizaron y bajó la cabeza intentando no llorar, Poemi notó la presencia del más pequeño y le saco la lengua en señal que ese día ella había obtenido la victoria, eran rivales en el cariño de su papi, fuera de eso se llevaban bien, Licorice iba a cerrar la puerta para evitar ver como su hermana mayor se burlaba por llegar tarde y además quería llorar un poco, sin embargo hubo una luz que llegó iluminó su tristeza, era Ivlis que le señalaba con la mano que fuese donde él, una sonrisa se formó en su rostro y corrió alegre subiéndose a la cama de un salto y abrazar a su querido padre.