Capítulo 8: "Solo queda luchar"
Yirene intentó sacar un cuchillo del bolsillo, pero del nerviosismo no podía, ya las espinas estaban muy cerca, así que solo cerró los ojos esperando lo peor, y sin que nadie se lo esperase la enredadera fue cortada por alguien, y ese alguien fue aquella muchacha con la que se habían encontrado, era Naely Eif.
—¿Qué pasó?... ¿Tú me salvaste? — Yirene habló asombrada al momento de abrir los ojos y ver a Naely —¿qué haces aquí? — Le parecía irreal lo sucedido.
—¡Ya cállate, no me molestes! — Respondió de forma altanera Naely.
Al ver que ella salvó a su hermana, Daine suspiró y se tranquilizó un poco.
—Con que tenían más compañía, no importa... — Comentó el capitán expresando molestia. —¡Solo son basura! — De su mano derecha expulsó varias enredaderas de espinas hacia Naely, pero ella fácilmente las destrozó con su espada.
—¿Qué pasa, capitán? ¿Eso es todo? — Ella expresó una ligera sonrisa.
—Que molesta eres... — Respondió el capitán con un serio semblante.
La joven empuñó su espada y lo atacó. Él esquivó sus primeros ataques, pero Naely no se detuvo y siguió atacándolo, logrando cortar unos cuantos mechones de su cabello, lo cual hizo que él retrocediera dando un gran salto. Naely aprovechó y cortó las enredaderas que tenían atado a Daine, que de inmediato comenzó a frotarse con las manos donde las espinas alcanzaron a hacerle heridas.
—¡Muchas gracias por ayudarnos! — Le agradeció alegre Daine poniéndose de pie.
—¿Así pensaban ganarle? — Cuestionó Naely con notable decepción.
—Como te dijimos, solo pensábamos buscar información sobre él, nada más... Simplemente las cosas se salieron de control... — Contestó decaído el joven de mechones morados — no teníamos otra opción más que intentar enfrentarlo, nos tenía acorralados y para empeorar la situación un vecino que nos acompañaba resultó gravemente herido, a quien justo ahora acaba de asesinar... — Explicó el desastroso estado en que se hallaban.
—No pudimos salvarlo... Todo esto es nuestra culpa... — Yirene se culpaba por lo acontecido, al tiempo que contemplaba el cuerpo inerte de Marc que se desangraba con rapidez.
Naely cerró brevemente los ojos y dio unos pasos al frente de los hermanos.
—¡Silencio! ¡Aún podemos intentar derrotarlo, no hay otra alternativa! ¡Si van a luchar recojan sus armas y ataquémoslo! — Estableció la espadachina.
Los hermanos intercambiaron miradas de asombro por la actitud de la chica, pero ella tenía razón, no había forma de escapar. Si no hacían nada, Daine sería capturado y Yirene asesinada, por lo tanto solo les quedaba luchar con todas sus fuerzas. Teniendo esto en mente, los jóvenes Lish sin mediar palabra le obedecieron a Naely.
—No importa cuántos sean los que me ataquen, yo ganaré, ¡esto es solo un juego para mi! — Declaró con orgullo el capitán.
Ellos no prestaron atención a sus palabras y atacaron al mismo tiempo al capitán, Yirene; con la lanza, Daine; con un cuchillo y Naely con la espada.
—¡Garras de espina! — Gritó el C1. Al instante de pronunciar dichas palabras, sus uñas tornaron la forma de espinas y crecieron varios centímetros.
Naely lo atacó de primeras al pecho; pero él agarró la espada con sus uñas deteniendo su movimiento inicial. En eso, Yirene arremetió con la lanza, pero con sus garras de un solo golpe la trozó en dos. Daine aprovechó que estaba ocupado con ellas y lo atacó por un lado, logrando hacerle una cortada en el brazo derecho. El capitán retrocedió unos pasos y mandó su mano agresivamente hacia el hombro de Daine haciéndole 4 rasguños leves, esto gracias a que Daine alcanzó a protegerse.
Los hermanos retrocedieron, mientras que Naely seguía forcejeando con el capitán. Él con sus uñas de espinas empujó la espada hacia Naely, haciendo que ella perdiera el equilibrio y cayera al suelo. Él C1 la iba a atacar cuando vio que Yirene lanzó un cuchillo, así que se agachó y retrocedió. Naely se levantó rápidamente retomando su pose de batalla.
—¿Estás bien, Daine? — Preguntó algo preocupada Yirene.
Él se estaba apretando con una mano la herida que el capitán le hizo con las garras, que aunque leve, fue suficiente para provocarle un sangrado que comenzaba a pintar de rojo carmesí su brazo derecho.
—Si... Tranquila Yirene — respondió soportando lo mejor que podía el dolor.
—Felicidades, aún están vivos, después de todo no son tan malos — sonrió hipócritamente — veamos cómo les va con esto — el capitán colocó sus manos hacia el frente y abriendo sus garras se comenzaron a crear dos esferas que estaban formadas con pequeñas espinas que giraban de un lado para otro.
Los 3 se sentían inquietos ante las habilidades del capitán.
—¿Ahora qué hace? — Dijo Yirene asustada.
—No sé, pero prepárense — Naely les aconsejó empuñando su espada.
—¡Esferas espinosas! — Exclamó el capitán alzando la voz. Dicho esto, les lanzó su técnica.
Ellos se preparaban para defenderse con sus armas de lucha, pero el C1 hizo que las esferas se desagruparan y así las espinas se esparcieron por todo el lugar, siendo prácticamente imposible detenerlas. Aún así, trataron de protegerse lo mejor que podían. Cuando el ataque terminó, el capitán miró con satisfacción su acometido, puesto que varias espinas habían logrado herir a sus rivales.
—¿Y qué tal? ¿Cómo les pareció? — Indagó con aires de grandeza.
—Maldición... Duele — Con gran dolor, Yirene se retiró las espinas que se incrustaron en varias partes de su cuerpo.
—¡Malnacido! — Exclamó Daine quitándose las espinas al tiempo que miraba con odio al capitán. —¡Te arrepentirás de esto! — Le advirtió.
Por su parte, tratando de aguantar el dolor, Naely retiró las espinas que le hicieron daño.
—Aunque fueron pocas, fue doloroso... ¡Pagarás por lo que me has hecho! ¡Te mataré! — Dictaminó notablemente furiosa la espadachina.
Naely se fue con gran prisa a atacarlo con su espada. El capitán logró esquivar su primer asalto, e intentó herirla con sus garras de espinas, pero ella logró esquivarlo con gran habilidad. De nuevo, ella atacó tratando de cortarle una pierna, sin embargo, él hizo uso de su buena velocidad de reacción y mandó hacia atrás su pierna, haciendo que solo se cortara el pantalón. El capitán, molesto, entrelazó sus dedos y lanzó con gran fuerza sus garras contra la espada de Naely, quien intentó amortiguar el golpe, pero fue tan fuerte que la hizo ir hacia atrás, chocando contra la pared de una casa.
Daine apareció inesperadamente por un lado del capitán e intentó apuñalarlo con un cuchillo, ante este movimiento, el C1 se apreció algo sorprendió y sintiéndose presionado, retrocedió unos pasos y como por arte de magia desapareció del lugar y a los pocos segundos reapareció a unos cuantos metros de donde estaba Daine.
Todos estaban sin palabras por lo que acababan de ver.
—¿Cómo puede desaparecer de esa forma? — Se preguntó Yirene, pero ella al ver donde hace segundos estaba el capitán, se percató que en ese lugar había una planta de espinas, luego, volteó a mirar el lugar donde apareció el C1 y se dio cuenta que también había una de esas plantas —.Creo saber cómo es que pudo hacer eso — comentó Yirene de forma insegura.
Los dos jóvenes la miraron con admiración.
—¿Cómo? ¡Dinos como! — Le pidió su hermano agitado.
—Cómo podemos ver, él puede crear y manejar plantas espinosas, pero es probable que además de eso pueda valerse de ellas para transportarse. Si se dan cuenta, el lugar en donde estaba antes de desaparecer hay una de esas plantas y donde está parado ahora mismo también hay otra... — Les indicó —por lo tanto, es muy posible que pueda utilizarlas para desaparecer o aparecer cuando entra en contacto con ellas — les explicó la rubia su hipótesis.
Daine y Naely quedaron asombrados por la rápida conjetura de Yirene.
—¡Me has sorprendido, eres muy observadora! — La elogió su hermano.
—Si eso es verdad, él tiene ventaja en esta pelea — afirmó Naely visiblemente pensativa.
—Si, tienes razón, ¿qué hacemos? — Cuestionó Daine ante la incertidumbre del alcance de las habilidades del capitán número 1.
Naely cortó aquella planta de espinas que el capitán utilizó para desaparecerse.
—De ahora en adelante cuando vean una planta o arbusto que tenga espinas, deben destrozarlas, así reducimos la probabilidad de que vuelva a usarlas a su favor — les habló casi a manera de una orden la joven de ojos negros.
—¡De acuerdo! — Ellos respondieron al tiempo.
El C1 volvió a la normalidad sus uñas, desapareciendo así su grandes garras de espinas, y de la nada, su mirada se tornó llena de frialdad.
—Aunque son persistentes, no lograrán derrotarme, y la verdad, ya me aburrí... ¡Los mataré ahora mismo! — Declaró con un rugido.
De repente, en cada uno de sus hombros en los que le sobresalían la punta de unas espinas, estas comenzaron a emerger de su cuerpo, demostrando que en realidad se trataban de 2 espinas gigantes, con un tamaño similar al de una espada.
En ese mismo momento, Naely a toda marcha se desplazó hasta donde el capitán.
—¡Espera! ¡¿Qué haces?! — Gritó Daine con sobresalto.
—¡No hay que dejar que haga más cosas extrañas, si lo atacamos rápidamente no tendrá oportunidad de nada! — Explicó con prisa.
Daine y Yirene cruzaron miradas y comenzaron a buscar con desesperó sus otras armas de pelea. Entretanto, Naely con gran destreza manipulaba la espada para atacarlo, sin embargo, el C1 tomó una de las espinas de sus hombros, y sacándola de su cuerpo detuvo el feroz ataque de Naely, chocando su espina contra la espada; forcejearon unos pocos segundos, para luego ella retroceder.
—No puedo creerlo, detuvo mi ataque con esa espina, es como si se tratase de una espada... Es muy resistente — murmuró Naely con desconcierto.
El capitán sonrió levemente al ver la reacción de la chica.
—Así es, puedo usar estas espinas como espadas, gracias a su tamaño y grosor son muy fuertes... Y su punta es tan temible como tu espada — expuso con orgullo inflando el pecho.
Naely, ante lo dicho por el capitán, escupió al suelo como señal de arrogancia.
—Así que es como una batalla de espadas, interesante, ¡entonces comencemos! — Declaró enérgicamente.
Ella lo atacó directo a la cabeza pero fue detenida fácilmente con la gran espina. Naely deslizó su espada y contraatacó, sin embargo, nuevamente fue bloqueado su ataque. Ella retrocedió y comenzó a correr alrededor del capitán.
—¿Qué intentas hacer, mocosa? — Le cuestionó el C1, quien giraba el cuerpo tratando de no perderla de vista.
Ella siguió dando vueltas y cuando vio que el capitán se tardó en girar su cabeza, lo atacó por detrás, tratando de aprovechar aquel punto ciego, pero al momento que se giraba el C1, rápidamente colocó su espina y frenó el ataque en seco, después con su larga pierna le dio una patada en el abdomen, lanzándola al piso.
—¡Muere! — Le gritó el C1 colocando la espina cerca de su pequeño rostro y justo cuando se disponía a enterrarla, por su nariz pasó rozando una lanza, él giró su cabeza y vio a los hermanos corriendo hacia él, quienes enseguida le arrojaron 2 cuchillos con rapidez, los cuales nuevamente logró evadir, dando unos pasos al costado.
Yirene, en muestra de amabilidad le ofreció su mano a Naely para que se levantara, pero ella simplemente la ignoró y se puso de pie por su cuenta.
—No necesito tu ayuda, puedo valerme por mí misma — le habló la chica con un tono altanero.
—¡Que grosera! Si no fuera por nosotros te hubiera enterrado esa espina — Yirene se alteró alzando la voz.
—Y si no fuera por mí, ustedes ya estarían muertos hace rato — replicó Naely de inmediato.
Yirene apretó una de sus manos conteniendo el enojo que sentía.
—¡No es tiempo de discusiones, en este momento tenemos que atacarlo! — Interrumpió Daine el pequeño altercado.
—Está bien... Vamos a derrotarlo... — Acordó su hermana, aún molesta.
Los tres rodearon al capitán, pero él no se sentía para nada intimidado.
—¡No sean ilusos, nunca podrán derrotarme! — Decía el C1 con gran ego.
—¡Cállate! Eso no lo sabremos hasta que no lo intentemos con todas nuestras fuerzas — exclamó decidido Daine.
Naely sin mediar palabra arremetió de primeras contra el C1, atacando de frente, mientras que Daine y Yirene se lanzaron por detrás del capitán. La espada de Naely fue frenada a pocos centímetros del rostro del capitán gracias a la espina gigante, ella lo volvió a intentar pero el C1 con gran poder embistió la espada de Naely, haciendo que ella cediera y cayera arrodillada. En ese momento Yirene lo atacó por detrás con un cuchillo, aún así, el capitán logró esquivarlo, sintiendo la fría brisa que recorrió su mejilla.
Naely, sin pensarlo dos veces, aprovechó que él estaba ocupado con Yirene y con la espada le dio un gran golpe a la espina, zafándosela de la mano. El capitán exaltado observó a Naely con ansias de matarla, pero sin darle tiempo de hacerlo Yirene con un cuchillo se abalanzó sobre él, ante ello, el C1 alcanzó a girar su cabeza, pero Yirene fue más rápida y logró hacer una cortadura en su mejilla.
El C1 —casi como por reflejo—, le encestó con cólera un puño en el vientre a Yirene lanzándola con gran violencia al piso. A Daine le hirvió la sangre el ver que lastimó a su hermana y valiéndose de la distracción del capitán, con rapidez le clavó la lanza en un pie y como un destello sacó un cuchillo de su ropa, enterrándolo en la parte posterior de la pierna derecha y despiadadamente lo deslizó hasta la rodilla, dejándole la pierna desgarrada con un gran derrame de sangre de un extraño color morado brillante. El capitán bramaba del intenso dolor, pero aun así, de la ira pareció olvidarlo momentáneamente, y dando media vuelta con la otra pierna le propinó fuertemente una patada en el pecho, provocando que Daine rodara por el suelo varios metros. Segundos después el capitán se desvaneció sobre sus piernas por el intenso malestar.
—¡Mi sangre se paga con la muerte, malditos! — Vociferó el C1, quien sacando la otra espina gigante de su hombro, se acercó a Yirene, que aún no se reponía del fuerte golpe, y apuntando a su cabeza pensaba darle el golpe final, sin embargo, la rubia en un estado de máximo nerviosismo se movió bruscamente, lo que hizo que donde le enterrara la espina fuera en un brazo; alcanzando a traspasarlo, desprendiéndole un profundo grito del inmenso dolor.
—¡Yirene! — La llamó aterrorizado su hermano desde el piso, viendo como brotaban chorros de sangre.
Naely, que estaba más cerca del capitán, empuñó su espada y con vigor lo atacó, quien visiblemente agotado no alcanzó a esquivar del todo la espada, rebanándole un poco de piel de un hombro, ella volvió a atacarlo pero el capitán desapareció.
—¡¿Qué se hizo?! ¿Dónde está? — Se preguntaba Naely con efervescencia.
Daine se levantó aliviado de que ella salvara a su hermana, y aunque se preocupaba por la herida que ella sufrió, por ahora no podía hacer nada para ayudarla, solo deseaba que no fuera de gravedad.
—¿Se transportó de nuevo? — También se preguntó el joven de rayos morados —¡Es lo único que sabe hacer ese bastardo! — Afirmó impaciente.
Naely observó una planta de espinas cerca de Yirene y de inmediato la cortó en pedazos.
—Claro, por medio de esta planta se pudo escapar nuevamente — entendió la muchacha.
Yirene, con suavidad y resistiendo las ganas de gritar, se quitó la espina de su brazo y se tapó la herida con una mano, intentando detener la sangre que brotaba como agua de un manantial.
Naely cortó un pedazo de tela del vestido de Yirene y se lo amarró en el brazo.
—Con esto se detendrá el flujo de sangre — aseguró la pelinegra.
Yirene la vio con cierto asombro por haberla ayudado y en voz baja le dio las gracias, aunque Naely no dijo nada, pero ella ya se esperaba esa actitud.
El capitán apareció sentado a varios metros de donde estaban ellos; cerca de unas escaleras, justo donde había un arbusto de espinas. Estaba sangrando demasiado por su pierna y también en su hombro, se notaba algo pálido y su respiración estaba agitada.
-----------------------
Nota de autor:
¿Será que por fin habrán logrado detener al temible capitán numero 1?
A pesar de las heridas ocasionadas, las cosas todavía son muy inciertas y el rumbo de la batalla desconocida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro