Capítulo 13: "Decisión"
Ante la barrera de espinas, Naely comenzó a pensar con rapidez de qué forma Daine podría traspasarla, y sin darle muchas vueltas al asunto, optó por lo primero que se le cruzó por la cabeza.
—¡No te desesperes!... Ya sé... Toma mi espada — le propuso Naely, mientras le lanzaba su preciada arma de batalla.
Daine algo asombrado por tal gesto, agradeció y empuñó la espada.
—Ahora si no tienes salvación — declaró con seguridad.
«Que molestia, parece ser que no tengo escapatoria... Pero por lo menos haré una última cosa» se planteó con determinación remordiéndose de la ira.
El C1 puso la huella de su dedo índice derecho en el dorso de su mano izquierda y sosteniéndolo comenzó a hablar algo agitado y cansado.
—Se reporta Naro, el capitán número 1, para informar que en este momento estoy peleando con el hombre más fuerte de la ciudad, estoy bastante herido y lo más probable es que muera... El sujeto es un joven aproximadamente de 16 a 20 años, el color del cabello es negro, pero con los distintivos mechones, aunque al parecer no tiene los anillos que se nos había indicado, si parece tener poderes... Pero lo raro es que... — En ese momento salió de su mano un sonido, como si fuera un pitido bastante agudo.
El capitán se irritó y suspirando dio una palmada en el piso.
—¡Rayos!, no me acordaba que solo tiene una capacidad de grabación de 30 segundos... Pero, aunque sea alcance a decir lo más importante — dijo para sí mismo en voz baja.
Daine, sin percatarse de lo que había hecho el capitán, siguió cortando las espinas; pero tenía que ser cuidadoso, ya que debía esperar a cuando las espinas subían para trozarlas y a la vez estar muy atento para no llegar pisarlas, ya que eso sería fatal.
—¡Que efectiva es la espada, las corta con gran facilidad! — Decía gratamente sorprendido, mientras cortaba las últimas espinas de la barrera.
Ahora, solo le quedaban las espinas gigantes que rodeaban al capitán. Daine se detuvo un momento para respirar, ya el cansancio se estaba haciendo más insoportable a estas alturas del combate.
—Solo quedan esas espinas gigantes... Serán más difíciles de cortar, pero lo haré — Daine empuñó la espada con gran fuerza y atacó, tajando una sola espina para su sorpresa.
—¿Solo una? Realmente son más resistentes de las que salían de la tierra, tendré que esforzarme más — mencionó con gran voluntad.
El capitán, al ver cómo iban cayendo sus últimas espinas de protección, no pudo evitar sentir miedo y desesperación, pero su prepotencia era mayor aún en estas condiciones.
—¡No te lo dejaré tan fácil niño! ¡Soy el capitán número 1, pertenezco a la organización más poderosa de este universo, no permitiré que un simple humano me gane, lucharé hasta el último momento! — Afirmó con un bramido. —Este será mi último recurso de ataque... — Declaró formando 2 grandes espinas en la palma de sus manos.
Daine estaba exhausto, el sudor le escurría por la frente, pero por fin había logrado acabar con todas las espinas.
—Ahora sí, estás indefenso capitán — advirtió con una frialdad impropia de él.
—¡Cállate! — El capitán lo atacó con una de las espinas gigantes, sin embargo, Daine la esquivó con cierta facilidad, el C1 contraatacó; pero esta vez, el joven con la espada se protegió e hizo que la espina se quebrara del impacto.
—¿Cómo te atreves? ¡Muere! — Gruñó de la furia. Con la otra espina, de nuevo intentó herir a Daine, pero una vez más, este, con la espada rápidamente rebanó la espina.
—¡Noo! — Gritó con enfado el capitán.
—¡Ya no tienes escapatoria! — Exclamó el joven guerrero.
Daine alzó la espada y a segundos de atacarlo, el capitán —como si disparase una bala—, de la palma de su mano arrojó una espina, que se incrustó en una rodilla de Daine, haciéndolo caer y gritar del dolor.
Yirene y Naely, desde la distancia miraron impactadas lo que acababa de acontecer.
—¡No puede ser, lo hirió! — Comentó su hermana horrorizada al ver fluir la sangre de su rodilla.
Naely se puso de pie con mucho esfuerzo, e intentó caminar, pero la pierna le temblaba bastante, dando solo unos pocos pasos antes de caer.
El capitán observó desesperadamente a su alrededor, tratando de encontrar alguna forma de escapar, y como un regalo del cielo, vio un arbusto de espinas a pocos metros de donde estaba Yirene.
«Esa podría ser mi oportunidad de escapar, pero no sé si podré transportarme con la energía que tengo ahora... Aparte de eso, esa rubia está cerca y podría suponer algo de peligro si llega a atacarme sin que pueda reaccionar a tiempo... Por otro lado, sí logro tomarla como rehén, voltearía las cosas a mi favor... Solo me queda intentarlo» Pensó el C1, tratando de salvarse a toda costa.
Daine, con mucho sufrimiento, logró sacarse la espina de su pierna, pero estaba sangrando demasiado, sentía que sus fuerzas se desvanecían con cada segundo que pasaba.
—¡Maldición, duele! — A pesar de ello, pudo ponerse de pie con dificultad y apoyándose en la espada, logró desplazarse poco a poco.
El capitán por sus 2 manos lanzó una luz verde a la tierra, y casi sin alientos, intentaba con su poder restante crear una planta de espinas.
«¿Creará otra vez una rosa que lance espinas?... » Se preguntó confundida Naely al ver lo que hacía, «a esta altura del combate, no debe tener las fuerzas para hacerlo... O tal vez, esté tratando de transportarse nuevamente...» Ella miró a su alrededor y se percató que había un arbusto cerca de Yirene — ¡claro, esa es la planta con la cual planea escapar, no veo una más cercana!
En vista de que ella estaba imposibilitada para desplazarse hasta ese lugar, la única que lo podría hacer, a pesar de que se encontraba en las mismas condiciones, era Yirene.
—¡Destruye ese arbusto de espinas, ahora! ¡Planea usarlo para trasladarse! — Le lanzó un grito a Yirene, haciendo que todos la miraran con sorpresa.
—¡Desgraciada! ¡Ojalá te hubiera podido matar! — Exclamó el capitán con coraje, luego dirigió su mirada a la pequeña rosa que estaba creando — ya casi... ¡Vamos, rápido!
Daine se intentó apresurar, pero cayó de rodillas sobre las piedras de la calle, el dolor era demasiado intenso en su articulación.
Yirene giró su cabeza y vio que detrás de ella, a solo unos 2 metros estaba aquel arbusto que Naely mencionó. Ella buscó un cuchillo para cortarlo; pero no encontró ninguno cerca, así que se arrastró como pudo y lo tomó con la única mano con la que podía ejercer fuerza e intentó arrancarlo. La pobre chica se retorcía del dolor, su mano no dejaba de sangrar por todas las espinas que se le estaban enterrando.
—¡Vamos, tú puedes! — La animó Naely desde la distancia.
—¡Si, por fin! — Sonrió el capitán al terminarse de crear la planta de espinas.
—Tengo que impedir que se escape... — Murmuraba Daine, arrastrándose hacía el capitán.
—¡Ya es tarde! ¡Transportación! — Entonó el C1 colocando sus manos encima de la planta, ante lo cual, Daine gritó con desespero, pensando que el capitán escaparía.
Sin embargo, para sorpresa de todos, incluso para el mismo capitán, nada ocurrió. Él seguía en el mismo lugar, no se había transportado, ¡su técnica había fallado!
—¿Por qué no pude trasladarme? — Se preguntó histérico el C1, no obstante, una vez puso su mirada en Yirene lo comprendió, ella había arrancado segundos antes el arbusto, anulando la técnica.
Las punzadas que sentía la rubia eran tremendas, toda su mano ardía de una forma indescriptible. A pesar de ello, Yirene observó su mano llena de sangre con una leve sonrisa de labios cerrados, mezclada con sufrimiento y satisfacción.
—Que dolor... Casi no puedo sacarlo de la tierra... Pero al final lo logre... — Dio un suspiro más y cayó desmayada, sus energías habían llegado a su límite.
—¡Yirene!, ¡¿estás bien?! ¡Yirene! — Gritó su hermano preocupado.
—Tranquilo, ella estará bien, más bien apúrate y mata al capitán de una buena vez por todas —contestó Naely.
Daine suspiró profundamente, tratando de creer en las palabras de la pelinegra.
—Que bien, Yirene pudo impedir que se transportara... Solo espero que se encuentre bien... — Deseó —¡ahora si llego tu turno, desgraciado! — Expresó fijando su vista en el capitán.
«Tal vez, este es mi final... El capitán supremo aunque es muy poderoso no puede venir a ayudarme y los demás capitanes están ocupados con sus misiones... Solo queda una opción... Aunque es muy patética, pero en este punto eso ya no importa» pensó mirando a Daine, ya sin energías para seguir luchando.
Daine agarró fuertemente la espada y atacó; el C1 en un intento de protegerse perdió una de sus manos, desprendiendo un profundo grito de dolor.
—¡Ya sé! Mira... ¿Qué tal si hacemos un trato?... Si me dejas vivir no mataré a una sola persona más y me iré de este planeta para siempre, nunca más volveré ¡te lo prometo! ¿Qué opinas? — Le planteó desesperadamente.
—¡¿Perdonarte la vida?! ¡¿Crees que una basura como tu merece tal cosa?! ¡No me hagas reír, gusano! ¡Solo mereces la muerte! — Respondió Daine, sujetando la espada con más ira.
El joven de mechones morados se disponía a atacarlo otra vez, pero el C1 con notable angustia le rogó nuevamente:
—¡Por favor! Yo solo... ¡Recibía órdenes!, solo soy un pobre soldado que hace lo que le ordenan... ¡Nada más! Entiéndeme... Yo no quería matar a nadie, ni causar algún daño... Pero... ¡Esas eran las órdenes!
Daine se detuvo al escucharlo, no podía procesar bien las palabras que él decía, se sentía algo confundido.
—Así que ahora ruegas por tu vida... Cuando arrebataste la de miles sin importante nada... Pero, aún así, ¡¿crees que tu vida es importante?!... No me importa si eres solo un subordinado de alguien más, lo único que sé, ¡es que todo lo que has hecho es imperdonable! — Expuso Daine con una expresión de odio sin precedentes.
—¡Ya te lo dije!... No mataré a nadie más, desapareceré de este planeta si me lo permites, sé que lo que hice es algo horrible, ¡pero no tenía opción!, si me das esta oportunidad cambiare para bien, te lo aseguro, me di cuenta que no tiene sentido todo lo que hice... ¡Solo necesito una oportunidad! — Insistió casi llorando el C1 (o bueno, eso parecía).
Daine lo miró con asombro, no podía pensar claramente, tenía muchos sentimientos encontrados.
«¿Por qué me detengo?, tengo que matarlo... Pero creo que simplemente no puedo hacerlo... Es mucho para mí... ¿Qué hago?, no me gusta hacer estas cosas, nunca en mi vida he asesinado a alguien, ni siquiera en la academia de entrenamiento me gustaba herir a los demás... A pesar de que es un monstruo, en lo más profundo de mí ser hay una pequeña parte de mí que no lo quiere matar» reflexionaba con impaciencia.
El capitán, al ver que Daine estaba pensado las palabras que él le dijo, con mucho sigilo se acercó hacia él.
—Yo sé que eres un muchacho muy bueno y gentil, no serias capaz de acabar con la vida de alguien, inclusive con la mía, que soy un ser despreciable, pero solo te pido eso, perdóname la vida y desaparece para siempre ¡lo prometo! — Repitió.
— ¡Cállate! Esto no es fácil, no sé ni porque lo estoy pensando... En serio, que ser buena persona no me favorece para nada — contestó Daine desesperado.
—Ese idiota, bueno para nada, no va a ser capaz de matarlo, y tanto trabajo que nos costó derrotarlo... — Murmuraba Naely desde lo lejos, observando con enojo a Daine.
—No te cuesta nada hacerlo, te lo pido — continuó hablándole el C1, quien puso su única mano en el hombro de Daine —siempre te tendré en mi mente, como el hombre que me cambió y me dio una segunda oportunidad en la vida... ¡Te estaré siempre en deuda!
Daine se sentía muy raro; sentía desconfianza e ira, pero a la vez su piadoso corazón le decía otra cosa.
—Vamos, piénsalo — le susurró el C1 con una leve sonrisa amigable.
«Bien, parece que el ingenuo realmente está pensando eso, tengo que aprovechar esta situación» Se dijo para sí mismo el capitán.
—Me dices que no matarás a nadie más y te largarás del planeta para nunca volver ¡¿verdad?! ¿Lo prometes? — Le interrogó Daine, ya algo más tranquilo.
—¡Claro que sí, así será! — Afirmó el capitán enérgicamente, al tiempo que por la palma de su mano, lentamente se iba formando una espina.
—Entonces creo que te perdo... — Antes de que pudiera terminar la oración, fue sorpresivamente interrumpido por un grito de Naely.
—¡Daine, cuidado! ¡Está creando una espina detrás tuyo, en su mano! — Le advirtió con un estruendoso rugido.
El capitán rugió con furia y terminando de crear la espina intentó atacar a Daine, pero para su mala suerte, al haber escuchado a Naely, pudo reaccionar a tiempo y sin pensarlo 2 veces se agachó, empuñó la espada y atravesó el abdomen del capitán.
El C1 se desvaneció, cayendo al suelo. Enseguida, volteó a ver a Naely con gran impotencia y le lanzó la espina con sus últimas fuerzas. Daine dio un grito alertando a Naely, pero ella solo alcanzó a cruzar sus brazos para protegerse y la espina se enterró en su hombro, lanzándola con gran potencia al piso, haciendo que chocara con una piedra y perdiera la conciencia.
—¡Eres el ser más despreciable que he conocido en toda mi vida!... Me estabas engañando con tu falso arrepentimiento y yo como un estúpido te estaba creyendo... Definitivamente soy muy idiota en creer en las palabras de un asesino, ¡pero ya no más! — Estableció Daine enfurecido.
El C1 soltó una carcajada, digna de un demente.
—¡Correcto!, ¡eres un completo iluso, de hecho, el mayor que he conocido, en ningún momento me arrepiento de haber matado a todas esas personas, nunca me importaron, solo eran basura, de lo único que me arrepiento es de no poder culminar mi misión y de llevarte ante el capitán supremo! — Confesó, sin descaro alguno.
—¡¡¡¿En serio una misión como esa es motivo suficiente para haber causado tanta muerte y destrucción?!!! — Soltó con un gran vozarrón escupiendo cientos de gotas de saliva al aire —¡¡¡¿Tan simple eres que solo por eso actuaste así?!!! ¡¡¡No tiene sentido para mi!!! — Bramó con tanta ira que todas las venas de su cuello y cara se marcaron.
—¡¿Quieres que te de mis motivos para haber matado a tantos humanos? ¿Acaso quieres que te cuente una historia triste o algo por el estilo para que me entiendas y te compadezcas de mí? ¡Pues no la hay! ¡No pase por nada traumático que justifique mi actuar! ¡Nadie me obligó a ser un capitán y acabar con toda esta plaga! — El C1 acezaba cada vez más con cada oración que salía de su boca ensangrentada — ¡lo único que quería era ser un peón útil para el capitán supremo!, ¡que él ser más poderoso de este universo me reconociera era todo lo que deseaba! — Adicionó con una siniestra sonrisa en su rostro.
—¡¡Ya ni puedo escuchar una sola palabra más!! ¡¡Muere desgraciado!! — Daine lo atacó en repetidas ocasiones, haciendo un gran corte en una pierna, luego en un brazo, después en el pecho y por último, decapitó al C1 como si de un animal se tratase, sin una sola pizca de piedad, no parecía el mismo, y como toque final partió en 2 la cabeza.
Daine respiraba muy fuerte, sus ojos se movían descontroladamente, sus manos y piernas temblaban sin cesar, y una vez volvió en sí mismo, un gran escalofrío pasó por todo su cuerpo y sin más fuerzas se desplomó, perdiendo el conocimiento.
De esta manera; con esfuerzo, dolor y valentía, el capitán número 1 fue derrotado, otorgando un leve respiro a la preocupante situación que enfrentaban los habitantes en donde los capitanes se habían hecho presentes. Aunque está era una victoria para la humanidad, la verdad es que el futuro aún era incierto para todos en el planeta Tierra, quienes aún no habían visto el lado más oscuro y perverso de los capitanes.
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