Capítulo 78
POV Narrador
—¡Keiko! —Bokuto la detuvo al ver que se disponía a volver a golpearlo—.
—Suéltame porque lo voy a matar.
—¡Fujiwara! —el entrenador la llamó molesto haciendo que lo mirase—explica la causa de tu molestia o te expulsaré definitivamente del equipo —la castaña volvió a dirigir su mirada a Akui—.
—Este maldito ha golpeado a Shoyo —todos la miraron preocupados —le he pedido a Tsumu que se quedase con él —al escucharla, Sakusa corrió a las afueras del lugar—.
—¿Eso es verdad Tucker? —le preguntó al entrenador al morocho quien ya estaba de pie bajo la atenta mirada de Keiko y Bokuto—.
—Él me amenazó —al escucharlo la castaña intentó volver a golpearlo pero el agarre de Bokuto no cesaba—.
—¿Entonces es verdad lo que ha dicho Keiko?
—Si.
—Ya tenía pensado hacerte una suspensión de varios partidos, pero con esto cambio de opinión, recoge tus cosas, estás expulsado del equipo —en silencio, bajo la atenta mirada de todos cogió su mochila y se fue del lugar, al terminar de ver como este se iba, el entrenador miró a la castaña —y lo lamento mucho pero, Keiko quedas expulsada durante una semana del equipo.
—¿Qué? —preguntaron sorprendidos tanto Bokuto como Keiko—.
—Entiendo tu actuación pero debes entender la causa de hacerlo, además así podrás cuidar de Hinata tranquilamente.
—Está bien —el mayor soltó el agarre pero Keiko, ya más tranquila, no se alejó de él—.
—Dado lo ocurrido iros cada uno para su casa, el lunes volveremos al entrenamiento como siempre.
Justo cuando estaban en el auto Keiko recibió una llamada de Atsumu. Este ya se encontraba en el hospital, antes de a ella había llamado a Kageyama dado que se encontraba en Osaka, lo ocurrido a Hinata había sido más la sorpresa del momento que a lo que le había ocurrido, pero eso no disminuía el enfado de Keiko, antes de dar por finalizada la llamada Bokuto le dijo que iría al hospital tras dejar a Keiko en el apartamento. Tras eso el mayor arrancó el auto y se dirigió al departamento de ambos.
Al llegar Kuroo se encontraba en el sofá y tras escuchar la puerta abrirse se levantó para darles la bienvenida a sus compañeros de piso recibiendo un abrazo de la castaña lo cual al principio lo dejó con sorpresa pero después aceptó el abrazo.
—¿Qué ha ocurrido?
—Akui —dijo el mayor de los tres soltando su maleta en los primeros escalones, Kuroo por su parte tragó duro al escuchar ese nombre —el entrenador lo ha echado del equipo.
—¿Qué...? ¿por qué? —Keiko se alejó un poco para poder responder—.
—Había gritado a Tsum en mitad del partido, después por su brusquedad le hizo daño a Rin, eso me enfadó y fui a hablar con él enfadada —se rozó el cuello haciendo que el mayor se percatara de las marcas que esta tenía por el agarre de Akui haciendo que se molestara —no sé exactamente como ocurrió pero... después de yo irme le dio una paliza a Shoyo —conforme hablaba sus lágrimas iban en aumentó, Kuroo al verla la abrazó suavemente y comenzó a acariciarle el cabello—.
—Pero no solo ha ocurrido eso —continuó hablando Bokuto —al enterarse, Keiko seguramente al juntar lo cabreada que estaba por ti y lo de Shoyo, le hizo sacar tal fuerza que golpeó a Akui y lo tiró al suelo, debido a eso el entrenador la ha suspendido una semana.
—No podía quedarme de brazos cruzados, aunque creo que también se sumó mi enfado contra Nyoko.
—Eres una caja de sorpresa Kei —dijo acariciándole el cabello—.
—Voy a ducharme, me cambio y me voy al hospital.
—Déjame ir contigo.
—Negativo, necesitas relajarte.
—Estoy relajada.
—Keiko —el mayor se acercó a su amiga y le acarició la cabeza—has vivido muchas emociones en poco tiempo, necesitas sentarte y respirar tranquilamente.
—Está bien... —se separó de los dos hombres y se tiró al sofá boca abajo, Bokuto solo suspiró y subió rápidamente Kuroo por su parte se acercó a la castaña y se sentó en el otro sofá—.
Bokuto rápidamente se duchó y se cambió cuando Kuroo se quiso dar cuenta ya había bajado completamente preparado para irse, se acercó a los sofá y tras acariciar la cabeza de la castaña recibiendo solo un leve gruñido de Keiko como respuesta y tras despedirse de Kuroo, el oji-dorado abandonó el departamento. Ya en soledad, Kuroo le preguntó a Keiko si tendría hambre, esta gruño a lo que el menor supuso que era un sí, se levantó y se dirigió a la cocina para volver un tiempo después con un recipiente de cartón en sus manos, al volver le quitó la tapadera de plástico y lo dejó encima de la mesa, a los segundos el olor de lo que contenía el recipiente llegó a Keiko haciendo que esta se levantara y quedase sentada en el sofá.
—Donuts pops con relleno de mermelada de frambuesa —la castaña alargó su brazo y tras coger el recipiente de cartón comió uno de ellos y una sonrisa se formó en su rostro —sabía que te gustarían.
—Pero Kuroo-san, ¿y si te hubieran visto? —con una sonrisa Kuroo se sentó al lado de Keiko y le limpió un poco de azúcar glas que tenía en su mejilla—.
—No podía no mimar a mi... —se quedó callado al darse cuenta de lo que iba a decir, hacía cinco años que no llamaba a su amiga de esa manera y no quería hacerlo por miedo a como podía actuar la castaña, Keiko al darse cuenta de los sentimientos de miedo de Kuroo apoyó su cabeza en el pecho del mayor mientras lucía una sonrisa calmada—.
—Gracias gatito... —el mayor sonrió y abrazó a la castaña, justo cuando volvió a tomar fuerzas para decirle a Keiko lo que sentía, el teléfono de esta comenzó a sonar haciendo que se separaran —es Samu... —miró al mayor sin saber exactamente que hacer con la llamada—.
—Tranquila cógelo.
Keiko aceptó la llamada, se levantó del sofá y se alejó para poder hablar tranquilamente con su amigo mientras Kuroo se llevaba uno de donut pop a la boca mientras observaba a la castaña con una leve sonrisa, la amaba aunque en ese entonces no sabía exactamente si podría llegar a decirle algún día lo que sentía.
Continuará...
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