POV Narrador

Desde su cocina a la vez que daba el primer sorbo de la taza que tenía en su mano el telefonillo de su departamento sonó varias veces, ¿Quién podía tener tanta prisa a esa hora de la mañana? Lentamente mientras seguía bebiendo de la taza caminó desde la cocina hasta la puerta de entrada y tras bostezar tomó el teléfono del interfono.

—¿Quién? —preguntó con las pocas ganas que le salía—.

—Buenos días Bokuto-san, perdón por la hora pero ¿Keiko-san está despierta? Tengo que pedirle un favor —el mayor miró a la chica que bajaba las escaleras mientras rascaba su cuello—.

—Sí se acaba de levantar, te abro —pulsó el botón para abrir la entrada y después colocó el teléfono en su lugar—.

—¿Quién era?

—Hinata, ha dicho que quería pedirte un favor.

—Está bien, voy a hacerme un té.

—Vale —poco después de Keiko irse a la cocina el timbre de la puerta sonó, Bokuto la abrió y al encontrarse a Hinata, le dijo donde se encontraba Keiko con lo que el menor tras agradecerle se dirigió al lugar, al llegar la castaña lo esperaba apoyado en la barra de la cocina bebiendo de su taza—.

—Buenos días Keiko-san.

—Buenos días Shoyo, ¿cúal era el favor que me querías pedir?

—¿Puedes venir conmigo a Tokio? —al escucharlo, la castaña casi se ahogó con el té—.

—Pero Shoyo...—dejó la taza en la barra—.

—Por favor, me sentiría más seguro si vinieras conmigo —dijo mientras miraba a la mayor con los ojos brillantes—.

—Pero Sho-chan, Kuroo-san te dijo que te recogería en la estación y te llevaría a la casa de Kenma, no necesitas que vaya contigo.

—Por favor... —pidió a la vez que caminaba hasta estar al lado de la castaña—.

—En Brasil estuviste solo y no te pasó nada.

—Porfi... —pidió de nuevo aumentando los brillos de su mirada, haciendo que a los segundos la castaña suspirase cansada—.

—Está bien, ¿a qué hora tienes que coger el tren?

—Tranquila quedan dos horas.

—Vale, ¿has desayunado?

—Si tranquila, te espero —dijo con una sonrisa de oreja a oreja—.

—Está bien, vete al sofá —tras acariciarle la cabeza al menor, se dirigió a su habitación y comenzó a buscar que conjunto podría ponerse, el mayor sin decirle nada al menor la siguió y cuando Keiko escuchó como entró en su habitación tras cerrar la puerta comenzó a hablarle —¿Qué te pasa Kou?

—¿Vas a querer que vaya contigo?

—No es necesario que vengas Kou, puedo defenderme sola —dijo asomando la cabeza por la puerta de su vestidor para mirar al mayor el cual se había sentado en la silla de la mesa de maquillaje—.

—Eso lo sé —respondió a la castaña mientras veía como esta volvía a seguir vistiéndose —a lo que me refiero es que va a estar él —al escuchar como esta se estaba poniendo los zapatos se asomó—.

—Lo sé, pero es que Sho-chan ha aprendido del mejor —se levantó del banco al terminar de ponerse las botas y tras dirigirse a la entrada del vestidor golpeó suavemente la nariz de Bokuto —ponéis los dos los mismos ojos de pedir y yo tengo debilidad ante esa mirada —el mayor rió a la par que la siguió hasta el baño privado de la habitación donde esta comenzó a peinarse para ponerse una cola alta—.

—¿Se lo vas a decir a Hinata?

—¿Se lo vas a decir tú? —dijo mirándolo a los ojos—.

—No —la castaña terminó de peinarse y al dirigirse al mayor le dio un beso en la mejilla antes de salir ambos de la habitación y dirigirse a la parte baja de su casa— Hinata he estado pensando que para que no te tengas que poner a buscar aparcamiento y perdáis el tren, os llevo y después os recojo al volver.

—¿No te importa Bokuto-san?

—Claro que no —dijo acariciando la cabeza de su alumno—.

—Pues vámonos ya —dijo la castaña tras ir junto a los chicos—.

—Perfecto.

Bajaron a los aparcamientos del edificio y tras subirse al auto, el mayor de los tres condujo hasta la estación donde dejó a los otros dos pasajeros, Keiko antes de alejarse del auto le dijo a Bokuto que le avisaría antes de coger el tren y cuando quedase poco para llegar.

Después de eso mientras esperaban el tren, debido a que quedaban unos cuarenta minutos, Keiko fue al Starbuck donde compró un paquete de seis galletas de chispas de chocolate blanco y nueces, además de un frappuccino de "Cookies & Cream". Al terminar bajaron y se dirigieron al lugar donde esperaban tren el cual llegó al poco tiempo y subieron, al sentarse poco después de que este comenzara su recorrido Hinata se preparó a hablarle a Keiko.

—Keiko-san ¿eso no es mucho azúcar?

—Primero Sho-chan, un día es un día y segundo necesito azúcar —la razón de esto no se debía a que esta tuviera alguna enfermedad o algo parecido, pero en los últimos años siempre que pensaba en cierto azabache su cuerpo le pedía azúcar—.

—Está bien, de nuevo muchas gracias por venir conmigo, no sabía a quién podía pedírselo —le dijo a la vez que le mostraba una gran sonrisa—.

Keiko suspiró cansada pero después, mientras sonreía, le acarició la cabeza al menor. No le hacía ninguna gracia tener que encontrarse con Kuroo, pero tampoco podía decirle que no a esa sonrisa.

En la estación de Japón mientras el menor no se percataba de lo que ocurría entre Keiko y Kuroo, estos dos estaban fijos el uno en el otro.

Continuará...