Creo que por la imagen se sabe, pero aún así lo digo, en este capítulo hay una parte para mayores de edad, si eres menor de edad y lo lees queda bajo tu conciencia, no vengas después a mí, que si no tengo para pagarme yo el psicólogo, no te lo voy a poder pagar a ti. Bueno allá vamos.

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POV Narrador

Sakusa y Keiko se unieron a los chicos, los cuales ya estaban en el agua y la castaña seguía sin creérselo, aunque ellas los shipeaba, siempre llego a creer que Tsumu sería el primero que lo diría y no el azabache y más de esa manera tan directa, al punto de que comenzó a dudar si de verdad conocía a su amigo ya que aunque era mucho más callado que los otros tres, a ninguno de los otros tres los imaginaría hablando de que lo han hecho así como el que habla del tiempo.

Mientras ambos se dirigieron al agua Keiko comenzó a pensar en un plan para poder decirle a Hinata que se fuera con ella y Bokuto a su habitación dejando solos a Tsumu y Sakusa, el menor comenzó a entrar al agua con cuidado y se dirigió a sus amigos, la castaña nada más que supo que plan hacer, se sumergió y nadó hasta el mayor de todos y al estar tras él saltó y se trepó a su espalda abrazando su cuello y la cintura del mayor con sus piernas.

—Te atrapé.

—Me atrapaste pequeñaja —giró la cabeza y se besaron—.

—Chicos, Sakusa y yo hemos estado hablando, de que anoche cuando salimos del restaurante vi que la piscina estaba todavía abierta además de que el bar de esta estaba abierta, podemos ir hoy al salir de cenar —el azabache al escucharla la miró aunque después afirmó que había hablado con la castaña—.

—Me parece buena idea cariño —dijo el mayor sonriendo a su pareja—.

—¿Habrá alcohol? —al escuchar la pregunta del teñido, la castaña sonrió internamente—.

—Claro que habrá alcohol Tsumu.

—Perfecto.

Gracias al reloj acuático de la castaña estuvieron pendiente de la hora para estar en el agua cuando pudieran almorzar. Esto lo hicieron en el bar del hotel en la playa y después volvieron a la playa hasta dos horas antes de la cena, cuando todos recogieron las cosas y se dirigieron a la habitación para ducharse y prepararse para la cena. Mientras la pareja se vestía Keiko decidió hablarle de su plan a Bokuto.

—Kou escúchame, Sakusa me ha pedido que esta noche nos traigamos a Shoyo a esta habitación, por eso he pensado lo de beber después de cenar, tú y yo tenemos buen control del alcohol pero Tsumu no, ¿vale?

—Jajajaja, está bien.

Tras terminar de prepararse, salieron de la habitación y fueron a la de sus amigos los cuales comenzaron a salir casi a la par que la pareja llegase a la puerta. Con eso el grupo se dirigió al comedor y tras cenar, como habían decidido esa mañana, en vez de dirigirse a sus habitaciones fueron al bar del hotel, pidieron sus copas salvó el más joven que decidió tomar solamente una cola, este nunca había sido muy fan de las bebidas alcohólicas y aunque Keiko y Bokuto si lo eran, como buenos padres le decían que hiciera lo que quisiera y amenazaban a cualquiera que obligase a Shoyo a beber. Las horas como las copas fueron pasando, y como tres personas habían supuesto, el teñido ya estaba comenzando a verse afectado por el alcohol pero sin llegar a desmayarse.

—Bueno ya deberíamos de irnos para la cama, antes de que este idiota beba más y vomite —dijo el azabache echándose el brazo de Tsumu por encima de sus hombros—.

—Sho-chan, ¿quieres venirte está noche a nuestra habitación y así Tsum no te molesta?

—Puedes dormir conmigo, con Keiko o dormir solo en una cama mientras que yo duermo con Keiko, te prometo que si decides la segunda opción no haremos nada.

—Creo que sí lo haré aunque antes iré a mi habitación para coger algo para esta noche y mañana por la mañana.

—Claro, vámonos todos para las habitaciones.

Sakusa solo pudo con el cuerpo de Atsumu, entre muchas razones, sobre todo era porque aun con el alcohol que el teñido había ingerido seguía pudiendo caminar en suelo liso. Los cinco fueron hasta la habitación que compartían los tres, mientras el rizado entraba y dejaba a Miya en la cama, Shoyo como había dicho, cogió ropa para dormir, para el día siguiente y su cepillo de dientes, además de una de las dos tarjetas de la habitación por petición de la castaña, con todo salió al pasillo donde lo esperaban Keiko y Bokuto.

Ya en su habitación uno por uno fue entrando en el baño para cambiarse y cepillarse los dientes, al estar los tres listos Hinata pidió compartir la cama con Bokuto y los mayores aceptaron sin ninguna objeción, minutos después de meterse en las camas los tres acabaron dormidos, mientras en la otra habitación.

(Aquí empieza, si queréis lo podéis saltar ya que no tiene interfiere en el desarrollo, pero si lo queréis leer, disfrutadlo :D).

—Emborracharme y sacar a Shoyo-kun de la habitación, eres un chico malo Omi-kun —por la cara del menor, Tsumu decidió seguir hablando —me percaté de tu plan en la playa, pero quería saber hasta donde llegabas, por eso —se levantó de la cama y se comenzó a acercar al más alto—he bebido lo justo para estar animado, pero disfrutar esta noche —al llegar a la altura del otro sin dudarlo juntó sus labios con pasión, al poco se separaron —porque quieres follar mi culo ¿me equivoco?

Sin dejarle tiempo a reaccionar Sakusa volvió a unir sus labios pero esta vez el beso era salvaje, Sakusa quería hacer suyo el cuerpo del más bajo y quería dejarle claro al otro que quien era el que mandaba. A pesar de lo que muchos podrían pensar, a Tsumu le encantaba lo dominante que era Sakusa con él. Ambos se quitaron las camisas que llevaban y los zapatos dejándose solamente los pantalones, Sakusa por su parte se guardó su corbata en el pantalón, y comenzó a besar el cuello y clavícula del más bajo dejando su marca por varios sitios, esto ocasionaba sonoros gemidos del más bajo, de un momento a otro este fue tirado boca abajo a la cama, Sakusa comenzó a besar su nuca mientras que ató las manos del otro a la espalda con su corbata.

—No te muevas —el más alto se levantó de la cama para coger la caja de condones, pero tras un rato buscándola no la encontraba—.

—¿Estás buscando los condones?

—¿Qué has hecho Tsumu? —dijo mirando a su pareja enfadado—.

—No me gustan usarlos así que los tiré —el más alto en total silencio se quitó su pantalón y ropa interior y se acercó a la cama —¿Omi-kun te has enfadado? Venga solo fue una broma —comenzó a asustarse por no saber lo que a su pareja le estaba pasando por la cabeza, este miedo se confirmó al sentir que fue atraído hasta el filo de la cama y que en un solo movimiento su pantalón y bóxer acabaron en uno de sus tobillos, sintió el frío y espeso lubricante en su agujero para después sentir el agarre en su atadura —Omi-kun, ¿qué estás pensan...?—.

No pudo terminar de hablar al sentir como el otro de una sola vez entró en su interior aunque en poco tiempo de su boca solo salían fuertes gemidos, Sakusa para asegurar su control, unió un agarre a la cintura del mayor, marcando un fuerte ritmo, mientras al contrario que el teñido se mantuvo en silencio. Antes de que se corriera salió, desató las muñecas de Atsumu y tras girarlo volvió a entrar otra vez de una sola estocada, el rizado se encontraba totalmente en no bajar el ritmo de las estocadas hasta que escuchó la voz del teñido.

—Omi...Omi-kun —levantó la cabeza quedando enamorado del rostro lleno de sudor, sus pupilas estaban dilatadas y sus labios estaban rojos y húmedos de habérselo mordido —te amo Omi-kun... —aunque lo dijo porque lo sentía, en su interior había un poco de miedo de que el otro no lo aceptase, por eso se sorprendió al ver como Sakusa ponía cada uno de sus brazos a los lados de su cabeza y se acercó hasta quedar mirándole a los ojos—.

—Yo también te amo —sus labios volvieron a unirse pero esta vez el beso fue dulce, mientras entrelazó sus dedos en los mechones rizados, pequeñas lágrimas corrieron por las mejillas del rubio—.

Continuará...