Capítulo 26
POV Narrador
El teléfono de Keiko comenzó a sonar justo cuando iba a comenzar su media hora de ejercicio diario en su casa, miró sin importarle quien era pero se puso nerviosa al ver que era de la universidad.
—Hola.
—Buenos días señorita Fujiwara, ¿está ocupada?
—No, ¿ocurre algo?
—Hemos hablado con el equipo al cual la hemos designado, y hemos acordado que la llevaremos hoy al lugar, en una hora iré a por usted para dirigirnos al lugar.
—¿Puedo preguntar a que equipo se me ha designado?
—La han elegido en el equipo en el que usted quería —al escuchar eso la felicidad llenó a Keiko—.
—Vale muchas gracias, estaré preparada.
—De acuerdo, ahora nos vemos.
—Adiós —se dio por finalizada la llamada, y cuando Keiko se aseguró de ello, comenzó a saltar y a gritar de felicidad hasta que se dio cuenta de una cosa, solamente se podía decir que conocía al hermano de Samu y no al 100%, sino que solamente sabía lo que Samu le había explicado de su hermano, al sentir que ese pensamiento la estaba llenando se golpeó ambas mejillas —tranquila Keiko, todo saldrá bien.
Se duchó recogiendo su cabello en una coleta alta, al salir ya seca del baño pero con una toalla envolviéndola subió a vestirse, debido a donde iba se colocó sus deportivas blancas, unas mallas negras y por arriba una camiseta básica de color turquesa y en la cual delante ponía con letra fina perfectamente y debajo con fuente cursiva imperfecta. De la estantería que se encontraba encima de su escritorio cogió un bloc de notas de color negro que había comprado para ese momento y del primer cajón del escritorio tomó un bolígrafo negro y un subrayador de color beige, todo eso lo guardó en bolso y tras mirar la hora y asegurarse que quedaban 10 minutos para la hora acordada decidió irse a la entrada del gran edificio.
A la hora acordada, el profesor llegó al lugar y tras montarse Keiko en el auto, se dirigieron al lugar, al llegar y salir del vehículo la felicidad volvió a llenar a Keiko pero esta se mezclaba con los nervios de encontrarse con personas desconocidas. Llegaron a la entrada y allí ya había una persona esperándonos.
—Hola soy Shūgo Meian, el capitán del equipo.
—Hola soy Yamada Yoshio, el profesor encargado de la especialización, ¿hemos llegado tarde?
—No tranquilo, acabo de salir —el moreno dirigió la mirada a la castaña —tú debes ser la chica, ¿no?
—Si, encantada, mi nombre es Keiko Fujiwara.
—Encantado.
—Bueno, pues aquí te dejo, ayuda en todo lo que necesite al equipo —miró al jugador —ella es una de las mejores estudiantes que hemos tenido, seguro que sabrá exactamente que hacer.
—Estoy seguro —tras despedirse con una reverencia el profesor la dejó allí y se fue del lugar —bueno, por lo que he oído tienes mucha experiencia como mánager, primero te enseñaré las instalaciones y después te presentaré al equipo.
—De acuerdo.
POV Keiko
Tranquila y educadamente fue mostrándome cada uno de los lugares de interés para mí, mientras yo iba tomando notas de cada cosa que yo veía importante. Y por fin llegó el momento de conocer al equipo, en ese momento los nervios volvieron a mi cabeza.
—Bueno, ¿Estás preparada?
—No lo sé.
—Jajaja, tranquila, los chicos te tratarán genial —al sonreírme hizo que me tranquilizara un poco y con eso entramos en la pista principal—.
—Chicos —todos los jugadores que estaban allí junto al entrenador miraron hacia el capitán del equipo y hacia mí, dios, ¿por qué me tienen que mirar todos? —Os presento a la chica que hará las prácticas de dietista deportiva en el equipo —antes de que pudiera darme cuenta uno de los jugadores vino corriendo hacia mí y me abrazó haciendo que mi cara se volviera un maldito tomate, sobre todo al notar la musculatura de este—.
—Bokuto vas a asustarla —al separarnos aunque seguía colorada miré hacia la persona que habló y me di cuenta que era el entrenador, pero...espera... volví a mirar hacia ese jugador y mis nervios se fueron por completo—.
—Bokuto-san —de un salto lo abracé agarrándome de su cuello y me solté al segundo manteniendo una gran sonrisa en mi rostro —que alegría volver a verte Bokuto-san, aunque jamás te hubiera reconocido, estás enorme.
—He llegado al metro noventa.
—Guau pero no me refiero solo a eso —no solo era su altura, su musculatura había crecido, si ya en la preparatoria tenía una buena musculatura, ahora estaba al mismo nivel que un dios olímpico—.
—Tú también has crecido y no solo en altura —me sonrió y no pude evitar sonrojarme—.
—Hola Keiko-san, ¡qué alegría volver a verla! —me giré y me sorprendí casi tanto como al ver a Bokuto—.
—Hola Sho-chan —no dudé en abrazarlo también a él hasta que noté a alguien al lado de Bokuto, el cual al mirar hacia ese chico me di cuenta de la molestia con la que Bokuto lo miraba—.
—Jamás pensé que elegirían a alguien tan guapa como mánager.
—Primero no soy mánager, soy dietista, y si decido hacer más cosas será por decisión propia y segundo, sé que eres Tsumu, tienes la misma cara que Samu pero más idiota, además tu hermano me habló lo suficiente de ti como para saber que no tengo que hacerte caso —al decir eso escuché como Bokuto y Hinata se rieron—.
—¿Tú no estabas nerviosa? —al hablar en capitán todos lo miramos—.
—Sí, pero era porque solo sabía que el hermano de Samu estaba aquí, no sabía que también estaban Bokuto-san y Sho-chan.
—Ya pero hay otros jugadores —esta vez miró a Bokuto y a Shoyo, mientras Shoyo volvía sin rechistar a su sitio, Bokuto lo hizo con mala cara, en el fondo sigue siendo el Bokuto de siempre, después de eso cada uno se fue presentando, hasta que escuchamos los pasos del entrenador el cual había salido de la habitación y volvió con una bolsa con el logo del equipo—.
—A partir de mañana deberás venir vestida adecuadamente —tras darme la bolsa miré el interior y en esta venía una chaqueta dorada con los bordes de las mangas, el borde inferior y el cuello en negro, además de un pantalón negro y un polo con el logo del equipo en pequeño en la esquina superior izquierda mientras que en la derecha estaba el logo del ics—.
—De acuerdo, muchísimas gracias a todos.
Tras darme una libreta con algunos datos importantes del equipo todos se despidieron de mí hasta el día siguiente, incluso Bokuto me volvió a abrazar antes de despedirnos, por primera vez en mucho tiempo tenía ganas de que el día siguiente llegara.
Continuará...
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