Capítulo 5: El Misterio Del Asesino Parte 2
Alister despierta por la mañana en su habitación después de quedarse dormido en su cama al pensar sobre cómo evitar que Alicia muera dentro de una semana.
La única información que tiene sobre el asesino es que él los captura en el parque mientras jugaban. Primero les ofreció helado a cambio de ayudarlo a limpiar el almacén y ellos en su inocencia accedieron.
Una vez ahí los encerró, amordazo y amarró De las muñecas con alambre de púas, además una soga los mantenía amarrados a las sillas sin poder moverse.
—No recuerdo haberlo visto antes de todo eso, pero ¿por qué nosotros?—se preguntaba Alister mientras se arreglaba para ir a la escuela.
Una vez terminó de arreglarse desayuno rápido y su madre lo llevó nuevamente en coche hasta la entrada a la escuela. Alister observó por la ventana del coche buscando pistas o indicios del asesino durante el camino sin tener éxito alguno.
Antes de bajar del coche pensó que sería una buena idea que su madre los recogiera el día del secuestro.
—Mama ¿podrías pasar a recogerme el próximo martes? Quiero que Alicia pase a visitarnos ese día a casa, pero no queremos caminar tanto para llegar—preguntó Alister.
Su madre frunce el ceño arrugado la frente y parecía molesta, pero en lugar de gritarle solo acarició su cabeza y denegó moviendo la cabeza.
—Escucha hijo, sabes que trabajo hasta tarde en la noche y tu padre no sabe conducir así que lo siento, pero tendrán que caminar los dos—Respondió su madre.
—E-Está bien mamá… No te preocupes, pero puede que nos pase algo malo.
—¿A qué te refieres con eso?—Preguntó su madre algo preocupada.
—H-Hace días que un hombre nos vigila y creó que quiere lastimarnos—Respondió Alister actuando como si tuviera miedo.
—Mmm… Seguro es mentira tuya para que los pase a recoger… Hijo sabes que no puedo faltar al trabajo—Dijo su madre revisando la hora en su celular pues se le hacía tarde para llegar al trabajo.
—¡No es mentira madre! ¡El martes un hombre nos va a secuestrar! —Grito Alister casi apuntó de llorar.
—¡No me grites! Obviamente mientes
¿Cómo sabes que un hombre los va a secuestrar específicamente el martes?
¡Solo quieres jugar con Alicia!—Grito su madre golpeando el volante con su puño.
Los demás padres empezaron a prestarles atención por los gritos y Alister pensó que sería mejor no destacar demasiado así que se bajó sin decir una palabra más.
Mientras caminaba hacia el salón, Alicia llegó corriendo tras de él y nuevamente le dio un fuerte abrazo causando que Alister se pusiera rojo como un tomate.
—¿por qué no me esperaste?—preguntó Alicia inflando sus mejillas como prueba de su enojo.
—¡perdón! ¡Olvide que siempre te esperaba en la entrada de la escuela!—Exclamó Alister nervioso.
—¿Esperaba? Todavía lo haces excepto por hoy y el día de ayer—Comento Alicia confundida.
—¡Oh! ¡Cierto! ¡Jajaja!
—Que raro estas estos días… Bueno entremos al salón—Dijo Alicia yendo al salón aferrada del brazo de Alister.
Una vez llegaron platicaron sobre programas de televisión hasta que la profesora llegó, pero antes de que ella iniciará con la clase tenía un anuncio que dar a todos.
—¡Buenos días, alumnos! Hoy les presentaré a un nuevo estudiante transferido.
Después de que la profesora dijera eso, un niño de cabello rubio y ojos azules entra lentamente al salón sosteniendo con ambos brazos un peluche con forma de tiburón, además era mucho más pequeño que Alister.
—Preséntate ante la clase mi niño—Dijo la maestra acariciándole la cabeza con delicadeza mientras sonríe.
—H-Hola a todos… Me llamo Nicolás García y me trasferí a esta escuela porque me queda más cerca de casa… Eso es todo—Dijo Nicolás sin mostrar alguna expresión en su rostro.
Todos aplauden su llegada y después de eso Nicolás se sienta en un pupitre justo al lado derecho de Alister.
—Cierto, este niño llegó a la escuela este día y era bastante tímido por lo que nunca logró hacer amigos… Talvez debería hablar con él durante el recreo esta vez—pensó Alister.
Las clases continuaron y esta vez Alister fallaba intencionalmente algunas respuestas de sus exámenes para evitar destacar como la última vez.
El timbre del recreo suena después de unas horas y todos los demás niños y niñas salen corriendo excepto por Alister, Alicia y Nicolás quienes solo se quedaron sentados.
—¿De qué hablaremos hoy Alister? —preguntó Alicia frotando su mejilla con la de Alister.
—V-Voy a hablar con ese chico, espérame un momento por favor.
—¿Eh? Oh… Bueno está bien, pero no tardes que quiero pasar más tiempo juntos.
Alister se pone de pie y camina hasta estar frente al pupitre de Nicolás y este lo mira fijamente con una mirada vacía sin emoción alguna.
—¡Hola, Nicolás un gusto conocerte!
¡Me llamo Alister y ella es Alicia!
Me preguntaba si querías jugar con nosotros a la pelota en las canchas ¿te gustaría?—
Pregunto Alister so riendo y extendiendo la mano.
—Mmm… Apenas nos conocemos, no me parece correcto además no soy muy bueno con los deportes—Respondió Nicolás volteando su mirada para otro lado.
—Todo está bien no te preocupes, por eso mismo quiero jugar contigo, para que te acostumbres a esta escuela y ser tu amigo.
—¿Quieres ser amigo?—preguntó Nicolás
—Exacto, seamos amigos—Respondió Alister sin dejar de sonreír y Nicolás le toma la mano algo ruborizado.
Los tres salen a la cancha y comienzan a jugar con la pelota pasándosela con los pies una y otra vez hasta que alguno se cansara.
Nicolás seguía inexpresivo y apenas le ponía fuerza al patear la pelota como si no tuviera ganas de hacer nada, además la luz del sol parecía molestarle.
—¡Puedes hacerlo Nicolás! ¡Yo confío en que puedes hacerlo mejor!—exclamaba Alister dándole ánimos a Nicolás y este al escucharlo en seguida le comenzó a poner más empeño.
Pronto Nicolás patea la pelota tan fuerte que termina cayendo en una casa vecina cerca de la escuela. Se pudo escuchar que algo se rompió y los tres de inmediato trataron de correr para evitar que los regañen, pero Alicia tropezó con una cuerda de saltar.
Alicia se raspó la rodilla al caer y sangre brotaba de la herida por lo que ella comenzó a llorar por el dolor.
Alister se da cuenta y exaltado regresa para ayudarla mientras su rostro expresaba preocupación. Nicolás solo se queda quieto observando todo.
—¡Mi rodilla duele! Sniff… Sniff… ¡Sangra! ¡Alister ayúdame!—Gritaba Alicia mientras lloraba e incluso algo de moco salía de su nariz.
—¡No te preocupes! ¡Te llevaré a la enfermería! ¡Súbete a mi espalda!—Exclamó Alister y de inmediato ella se sube a su espalda, pero antes de que Alister comenzará a caminar fue detenido por un hombre que lo agarro del hombro.
El hombre era alto y tenía el cabello de color rojo, unas ojeras como las de un mapache y vestía un traje de negro.
—¿Ustedes rompieron mi ventana?
Les pregunté a sus compañeros y todos me dijeron que ustedes tres jugaban con la pelota—Preguntó aquel hombre y resultó ser la viva imagen del asesino.
Alister temblaba de miedo a la vez que sentía una gran rabia por ver de frente al hombre que asesinaría a su amiga dentro de una semana.
Nicolás se dio cuenta como Alister temblaba y le confesó al hombre que él fue quien rompió la ventana al patear la puerta.
—¡No! ¡Yo lo hice! ¡Así que no le hagas nada a este chico ni tampoco a Alicia! —Grito Alister apretando los dientes de ira que sentía al verlo.
—¿Qué te pasa chico? Yo soy quien debería estar enojado… Como sea vamos con el director, ahí podrás confesar—Dijo aquel hombre.
Nicolás no podía creer que Alister lo defendiera y se echara la culpa, además sonrió un poco al ver cómo protegía a su amiga del hombre. Nicolás por primera vez estaba sonriendo.
Después de eso el hombre los escolta hasta la dirección, pero antes de eso Alister dejó a Alicia en la enfermería para qué le tratarán su herida.
El director se disculpó con el hombre y regaño a los chicos, advirtiendo que la próxima vez que hicieran algo parecido sería expulsión.
El hombre recibe un pago por la ventana rota y se retira de la escuela mientras que Alister no paraba de verlo con odio.
—¿Ese sujeto te cae mal Alister?—Preguntó Nicolás.
—Lo odio y deseo que se muera, pero no debemos acercarnos a él por ningún motivo, es peligroso—Respondió Alister.
—Por cierto… De verdad me divertí hoy así que quisiera seguro jugando con ustedes a partir de hoy por favor—Dijo Nicolás agachando la cabeza.
—¡Seguro! ¡Ya somos amigos así que no te preocupes y juega con nosotros! —Exclamó Alister sonriendo y enseguida se fue a los baños.
Alister grita el nombre de Crimson una y otra vez hasta que aparece atravesando una pared.
—¿Lo vistes?—preguntó Alister.
—Al hombre con cabello rojo… si lo vi muy bien, estuve observando todo este tiempo así que no te preocupes—Respondió Crimson despreocupado.
—¿Podrías vigilar todo lo que hace y contarme algo que parezca sospechoso?
—Claro que puedo, te avisaré si lo veo haciendo algo que parezca malo—Respondió Crimson y enseguida se fue volando, después entró a la casa del hombre atravesando la pared.
Después de eso Alister regresa con Alicia para ver como estaba y al entrar a la enfermería ella se lanza sobre él para abrazarlo y darle un beso en la mejilla.
—¡¿Por qué lo hiciste?! —Grito Alister sonrojado y el corazón le latía rápido.
—¡Es mi forma de felicitar a mi héroe!
Me llevaste cargando hasta la enfermería y no dejaste que es hombre me gritara—
Explicó Alicia ruborizada.
Nicolás los observa desde lejos sonriendo de Cuenca a Cuenca como si estuviera feliz por verlos juntos.
—Ya veo así que ustedes dos son novios—
Dijo Nicolás burlándose de los dos.
—¡¡NOVIOS!!—gritaron los dos al mismo tiempo.
—B-Bueno… N-No me importaría ser su novio en el futuro—Confesó Alister y Alicia se puso roja, además parecía estar apuntó de llorar.
—¡Qué caras tan graciosas! ¡jajaja!
¡Ustedes dos son divertidos!—Exclamó Nicolás riendo como loco.
—¡Ya no te burles Nicolás! ¡Basta!
Por cierto ¿por qué no vamos a un café cosplay este martes?—preguntó Alicia.
—¿café cosplay?—preguntaron Alister y Nicolás al mismo tiempo.
Alicia le explica que es un café donde los empleados se disfrazan de personajes de anime o películas para atender a los clientes e incluso los dejan disfrazarse también por un costo extra.
Alister pensó que sería mejor hacer esto, ya que evitarían ser secuestrados por aquel hombre, además está vez serían 3 con Nicolás acompañándolos.
Los tres se ponen de acuerdo y llegando el día martes los tres asisten al café cosplay, además una vez dentro Alister se disfraza de mago, Alicia de princesa y Nicolás de mosquetero.
Una mesera vestida de traje de sirvienta con orejas de gato los atendió y les dio bebidas gratis, ya que eran niños, pero la comida fue lo único que pagaron.
La mesera era muy atenta con los tres y Alister no dejaba de echarle ojo a su escote,
Cosa de la que Alicia se dio cuenta y lo miró enojada haciendo pucheros.
—Pervertido—lo llamó.
—¡No es así!—Grito Alister.
—Pervertido… Ya veo… Te gustan las chicas vestidas así—Lo llamo de igual forma Nicolás.
En todo ese tiempo Alister no obtuvo ninguna información por parte de Crimson y llegó a pensar que el asesino está vez no estaría tras ellos, pero algo en su corazón no lo dejaba tranquilo.
De pronto se escuchan sirenas de ambulancia afuera del café y patrullas conducían a toda velocidad en dirección a la escuela.
Todos se preguntaban que pasaba y los empleados cambiaron el canal de la televisión para ver el noticiero en vivo.
Los reporteros anunciaron que un hombre había sido encontrado muerto dentro de su casa y al parecer le habían cortado la garganta con un cuchillo.
El noticiero mostró una foto del sujeto junto con su familia y Alister se sorprendió bastante al igual que sus amigos pues se trataba del hombre de cabello rojo, El asesino había muerto.
—¿Qué está pasando? Esto nunca ocurrió antes… No pudo ser Crimson, ya que de otra forma habría otro desastre natural sobre la ciudad—pensaba Alister confundido con todo esto.
En ese momento Crimson llega de tras de él y le indica que guarde silencio con el dedo, después le pide que lo siga hasta la parte trasera del restaurante, además por suerte las demás personas no podían ver a Crimson.
Una vez que están los dos detrás del café,
Alister le pregunta que había pasado y porque el asesino estaba muerto.
—Escucha Alister… Ese hombre no hizo nada sospechoso estos días y ayer por las 11:00 de la noche un hombre obeso tocó la puerta… Para cuando el pelirrojo abrió la puerta el hombre obeso se lanzó sobre él y le corto la garganta con un cuchillo.
—¿Qué? Eso es imposible, además
¿por qué lo haría?—preguntaba Alister.
—Después de eso se marchó y no volvió,
En la mañana unos vecinos reportaron el ruido que escucharon a noche y la policía llegó al lugar… No tengo idea de porque, pero ahora tú y tu amiga están a salvo.
Alister estaba aliviado de saber eso y regreso para divertirse con sus amigos, además la madre de Alister salió del trabajo y pasó a recogerlos en el coche tras ver las noticias.
Todo parecía estar bien ese día y Alister pensó que todo se había acabado por ese motivo decidió convivir con sus amigos unos cuantos días antes de regresar a su tiempo original, pero él no sabía que todo era un gran error.
El peligro no se había ido y los esperaba al día siguiente. El asesino no era el pelirrojo.
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