Capítulo 2: Un Día Extraño
Un chico llamado Alister despierta por la mañana tras caer de la cama debido a la terrible pesadilla que tuvo e incluso sudaba por todos lados.
-Otra vez ese sueño... No debo ver más películas de ciencia ficción-Decía Alister levantándose del suelo algo adolorido por el golpe.
Verifica la hora con su celular y se da cuenta de que ya es muy tarde para ir a la escuela por lo que decide faltar.
Cuando baja al comedor buscando el desayuno, solo pudo encontrar una nota de sus padres que decía:
"Nos fuimos al trabajo una hora más de lo normal, pero te dejamos dinero y el desayuno en la mesa, cuídate hasta que regresemos... No faltes a la escuela"
Alister se sentía culpable así que se puso su uniforme y saliendo de su casa tomó su bicicleta para ir al colegio. Él tenía planeado saltar la barda para entrar.
-El cielo se está nublado... Debo darme prisa o la lluvia me alcanzará.
Alister pedalea a toda velocidad hasta llegar a la parte trasera de la escuela y avienta su mochila para después escalar la barda para entrar, cayendo en un bulto de hojas sin que nadie se diera cuenta.
Todos parecían ya estar en clases así que decidió esconderse entre las hojas esperando que su clase de Filosofía terminará para entrar a la siguiente.
-La clase que sigue es historia... Que aburrido, siempre me duermo-pensó Mientras jugaba con las hojas.
Pasando media hora llegaron 3 estudiantes llevando por la fuerza a uno de sus compañeros hasta estar cerca de Alister, solamente que ninguno se había dado cuenta de que él estaba ahí.
-¿Dónde está el dinero de esta semana?
¡Tus padres siempre te dan dinero para el almuerzo así que date prisa y danos todo lo que tengas!-Exclamó el más alto y fuerte de los chicos.
-N-No me dieron esta vez lo juro...
Mis padres no llegaron a casa hoy así que por favor Pedro ¿podrían esperar hasta mañana?
-Frenigan... Sabes que hoy sirven en la cafetería la comida que me gusta y sabe mejor si la compro con dinero de alguien más... ¿Me quieres hacer enojar?
-C-Claro que no... Solo me queda el dinero del pasaje y no puedo dártelo o tendré que caminar por 3 horas para llegar a mi casa,
Te lo pido... Hoy no-Suplicaba Frenigan entre lágrimas.
Frenigan tenía una apariencia parecida a la de un nerd, con lentes de aumento, cabello corto al estilo casquete corto, su cuerpo era muy delgado y media 1.68 a diferencia de Pedro que media 1.80.
-Frenigan... Mis amigos y yo queríamos jugar en el árcade después de la escuela y sin tu dinero eso no será posible así que tú eliges... Te golpeó y te quito el dinero o me los das por tu propia voluntad-Amenazaba Pedro mientras sus otros dos amigos levantaban rocas grandes del suelo.
Era muy claro que planeaban golpearlo con ellas, pero Alister decidió no interferir debido a que no era muy fuerte y el miedo por el ser golpeado era más fuerte que su valor.
-No puedo salir o también me golpeará antes de que pueda llamar a un maestro,
Esto apesta... No debí venir-pensó Alister sintiéndose culpable por no poder ayudar.
Frenigan saca su cartera y le entrega a regañadientes todo su dinero lleno de miedo a la vez que sentía una gran frustración.
-Eso es ¿vieron amigos? Este pequeño de aquí es mi cajero personal y más le vale seguir así.
-N-No es justo... Solo déjame en paz-Dijo Frenigan molesto, pero Pedro de inmediato le dio una bofetada tan fuerte que lo hizo morder su propio labio y sus lentes cayeron al suelo.
Pedro recoge los lentes y se los prueba burlándose de Frenigan, después los restriega por debajo de su pantalón y le escupe en la cara. Al final le regresa los lentes mal olientes para después retirarse.
Frenigan no hace más que llorar una vez que ellos se marchan. Lava sus lentes en el lavado con jabón y se los vuelve a colocar pues no podía ver nada en absoluto sin ellos.
-Algún día me las pagarán... Este mundo ya no tiene personas de buen corazón...
Todos son doble cara y nadie apoya al débil cuando lo necesita-Se dijo a sí mismo Frenigan para después retirarse del lugar.
La campana suena y Alister sale del montón de hojas para dirigirse a su clase aún pensando en lo que había visto.
Él no sabía si mencionarle esto a los maestros pues esos tres podrían tenerlo como objetivo de venganza.
Después de la escuela se dirige a casa montando en su bici, pero por alguna rara razón se sintió observado por alguien.
-Mmm... Desde hace rato que tengo esta sensación de ser observado, pero no veo a nadie en los alrededores, debe ser mi imaginación.
Alister continúa su camino sin darse cuenta de que sus sospechas eran reales pues un sujeto extraño vestido de una túnica color carmesí y un sombrero parecido al de un mago de fantasía lo estaba observando flotando desde el cielo a una gran altura.
-Este chico... Debe ser el siguiente,
Si él no logra hacerlo nadie más podrá-
Dijo aquel mago desapareciendo al momento.
Alister se detiene cerca de una casa para tomar algo de agua de su mochila pues ya se había cansado de tanto pedalear, puesto que su casa quedaba cuesta arriba.
Por suerte aún no llovía, pero de repente escucho a una persona gritando frente a la casa donde él se había detenido así que se escondió detrás de un auto para evitar problemas.
-¡Silvia! ¡Silvia! ¡Sal ahora por favor!
¡Sé que estás ahí con tu tío!-Gritaba una chica de cabello color negro tan largo que le llegaba hasta la espalda, tenía puesto el uniforme de la escuela, además tenía ojos azules y su rostro era bello.
La puerta se abre y un sujeto algo gordo y sin cabello sale de ahí molesto por tanto alboroto.
-¿Qué rayos quieres? ¡Mi sobrina está ocupada en estos momentos!-grito el tío mientras se ajustaba el cinturón.
-¡Quiero hablar con ella y no me iré hasta que salga!
Ellos dos discutían hasta que una chica algo regordeta con el cabello en forma de hongo muy descuidado y de aspecto desalineado aún con el uniforme de la escuela salió para calmar a su amiga.
-H-Hola Matilda... Disculpa que te diga esto, pero estoy ocupada haciendo la tarea así que ven otro día por favor-Decía aquella chica con un aspecto muy descuidado con varios moretones en el brazo y rostro.
La chica temblaba y se abrochaba la camisa a la vez que cerraba el cierre de su falda con vergüenza entre lágrimas, además parecía escupir algo sin que Matilda se diera cuenta.
-¡¡¿Qué LE HICISTE BASTARDO!!-Grito Matilda llena de ira y parecía querer sacar algo de su bolsillo, pero Su amiga Silvia se interpuso.
-¡Por favor Matilda! Ve a casa... No Quiero que arruines tu futuro por mí... Yo estaré bien mientras no haga enojar a mi tío así que... -Decía Silvia, pero Matilda la interrumpió antes de terminar.
-¡No dejaré que mi mejor amiga sea abusada de esta forma! ¡Lo voy a denunciar al maldito hijo de perra!-Gritaba Matilda aparentando los dientes de la rabia que sentía.
-Aquí no pasa nada, además Servicios infantiles y la policía no van a creer nada de lo que diga esta chica, después de todo soy el jefe de ambos lugares ¡Jajaja!.
-¡¡DESGRACIADO!!-Grito Matilda apuntó de sacar lo que tenía guardado en su bolsillo, pero Silvia la detiene por el brazo antes de que lo sacara.
-Matilda... Te quiero mucho y te valoro más que a nada... Por eso no quiero que desperdicies tu vida en alguien como yo...
Podré reponerme ya verás... Seré libre pronto así que esp... -Decía Silvia hasta que su tío la jalo del cabello y la obligó a entrar a la casa por la fuerza.
-¡Mi sobrina tiene hambre y le preparé una salchicha jugosa así que no interrumpas de nuevo perra!-Grito el tío azotando la puerta y cerrando con llave.
Matilda pegaba en la puerta una y otra vez, pero era inútil. Alister aprovecha esto y se escabulle sin que lo viera.
-No debo meterme en ese asunto... Ese hombre es el jefe de policía y si digo algo de seguro me mandara a encerrar o peor-pensaba Alister retirándose del lugar.
Más tarde llega a casa y en la casa de junto había un chico subiendo cajas pesadas una tras otra mientras otro sujeto estaba sentado sin hacer nada.
-Gracias por hacer esto Macnelly, la espalda me duele mucho y no puedo hacer nada para terminar con esto-Decía el hombre sentado en una banca.
-No se preocupe señor, yo siempre ayudo al necesitado porque algún día... Yo...
¡Me convertiré en un superhéroe!-Exclamó el chico lleno de alegría y emoción.
-Ya veo y es cierto joven, después de todo siempre nos ayudas.
Macnelly era un chico alto de 2 metros, su cabello era de color rojo y su ropa era de calle con camisa, jeans y tenis, además tenía un físico bastante fuerte.
El chico seguía subiendo las cajas y mientras lo hacía otro vecino llegó para charlar con el señor que estaba sentado en la banca.
-Este chico es tan ingenuo... Si le pides un favor lo hace sin Pedir nada a cambio y se hace llamar héroe ¡jajaja!-Dijo el vecino.
-Lo sé y ni siquiera me duele nada, solo tengo flojera-mencionó el señor de la banca.
-Una vez me dio 10,000 pesos con la excusa de que habían secuestrado a mi hija y el muy iluso se la creyó ¡jajaja!
-Shhh... te vaya a escuchar, pero seguro con otra mentira nos salimos de esta ¡jajaja!
Macnelly seguía trabajando mientras los dos ancianos seguían burlándose de él a sus espaldas. Alister decide no meterse en donde no le llaman y entra así casa.
Después de cenar sube a su habitación y se coloca sus audífonos de Diadema para pensar en todo lo ocurrido hoy.
-Hoy fue un día muy extraño... Me siento mal por no hacer nada para ayudar a ninguno de ellos, pero si me meto seguro saldré lastimado también-pensaba Alister.
Alister no sabía que alguien estaba dentro de su habitación a un lado de su cama sentado en la silla.
-Yo diría que Deberías hacer algo...
De otra forma el mundo será destruido por alguno de ellos tres-Dijo la persona que estaba sentada quien resultó ser aquel mago que lo vigilaba al salir de la escuela.
Alister al notarlo salta del susto y se quita sus audífonos para llamar a la policía con su celular mientras trataba de abrir la puerta de su habitación y correr, pero por alguna razón la puerta no abría y el celular no tenía señal.
-Tranquilo amigo... Solo quiero hablar contigo... Eso es todo ¿recuerdas aquellos sueños donde terminas cayendo de tu cama?
-¿Sueños? Como sabes de mis pesadillas-. Pregunto Alister dejando de tratar de escapar pues sintió bastante curiosidad por ese dato, pero le inquietaba que ese mago estuviera dentro de su cuarto.
-No tengas miedo... Empezaré por decir que soy un viajero del tiempo y vine a esta época para encontrar a alguien capaz de salvar el mundo.
-No entiendo... ¿Cómo entraste?
-Por la ventana... Ejem... Regresando al tema, yo soy la razón por la cual no puedes abrir la puerta o tener señal, ya que uso mi magia para eso, además te elegí para ser mi protagonista.
-¿protagonista?-preguntó Alister tragando saliva.
-La persona que salvará el mundo...
¿Hoy conociste a 3 personas diferentes? -preguntó el mago husmeando en la habitación.
-¿tres personas? Deben ser ellos.
-Bingo... Ellos tres se convertirán en villanos en el futuro y cada uno de ellos tendrá la capacidad de destruir el mundo,
Yo fui testigo de ello.
-¿Por qué no lo haces tú?-preguntó Alister desconfiando.
-Solo soy un viajero en el tiempo y al usar este poder no puedo intervenir más que observar, pero decidí darle parte de mi poder a una persona para que trate de evitar este futuro... Al ser una persona diferente a mí, pueden intervenir en el tiempo sin problemas.
-¿me puedo negar?.
-No, después de todo yo ya te otorgué mi poder sin que te dieras cuenta, además tras verte me di cuenta de que podría funcionar si es contigo.
-Debe ser mentira... Te ves sospechoso.
-Entonces te mostraré la verdad-Después de decir eso el mago toco la frente de Alister y enseguida varías imágenes de lo que pasaría se revelaron ante sus ojos.
Tales como dos mundos apuntó de chocar,
Las llamas destruyendo todo a su paso y El gigantesco Golem aniquilando al mundo entero.
Alister sudaba y sentía un miedo profundo al ver tales imágenes e incluso vómito un poco.
-¿Qué debo hacer?-preguntó Alister pensando que era imposible para él, pero que debería intentarlo.
-Me llamó Crimson magician y seré tu guía en tus viajes, pero no podré intervenir directamente así que debes tener cuidado.
Mientras ellos hablaban de repente el suelo comenzó a temblar y personas afuera de la casa gritaban asustadas.
-¿Qué fue eso?-preguntó Alister asustado.
-No puede ser... Una ruptura del tiempo.
-¡¿Qué?! ¡No entiendo nada!
-Bueno así les digo yo... Esto ocurre cuando intervengo demasiado en el tiempo... Termine por crear un desastre natural.
Alister se asoma por la ventana de su casa y logra ver como un enorme tsunami de por lo menos 1000 metros de alto se acerca destruyendo todo a su paso
-Olvida ese detalle... Solo dime si serás mi protagonista, ya que de otra forma esta ciudad será destruida en este instante.
-¡¿No puedes hacer nada?!
-Si accedes lo haré... Si dices que no dejaré que este Tsunami destruya la ciudad por completo, después de todo solo debo tronar los dedos para regresar en el tiempo y empezar de nuevo.
-Espera, pero si las personas que serán villanos en el futuro mueren ¿no sería mejor?
-No es así... Si ellos mueren algo peor vendrá para exterminar a la humanidad.
Mi objetivo es que esos 3 villanos se vuelvan héroes en el futuro.
Alister ahora debía decidir si volverse un viajero en el tiempo y evitar que las 3 personas que conoció el día de hoy se conviertan en villanos en el futuro o morir con la ciudad entera.
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