Capítulo 12: Veredicto
La deidad de la felicidad guarda el historial de Crimson tras considerarlo innecesario para el caso tras ver el contenido ridículo en gran parte del mismo.
Ella suspira un poco y exclama:
“Crimson se te acusa por haber intervenido bastante en el mundo humano y tu castigo de ser cierto será uno muy severo”
—¿intervenir bastante? Saben que no tenía muchas opciones—Se defendió Crimson.
—Eso no es todo, ya que también le permitiste obtener un poder prohibido y no habló de tu poder del tiempo—Explicó Rachel tratando de resumir todo.
—¿Qué poder? No recuerdo permitirle adquirir algún otro poder aparte del tiempo y es injusto que me acusen sin tener alguna prueba— Negaba Crimson insistentemente.
La deidad de la ira enfurece al escuchar que Crimson niega todo y de un salto llega enfrente de él haciendo temblar todo el tribunal, además de mantener postura muy imponente.
La deidad de la ira o mejor conocido como Dinamo mide 3 metros de alto y su musculatura es aún impresionante que la de cualquier ser humano.
Pará Crimson era como tener a Zeus o a hércules frente de él, pero no le tenía miedo en absoluto y la razón es muy simple.
—La deidad de la ira es extremadamente fuerte más que alguna otra deidad, sin embargo le falta cerebro—pensó Crimson viendo directamente a los ojos de Dinamo.
—¡Déjame castigar a este sin vergüenza y me aseguraré de romperle todos los huesos de su cuerpo! —Grito Dinamo furioso.
—¿Te podrías calmar? Tú solo buscas una excusa para pelear con alguien, maldito simio salvaje que eres—Dijo Crimson furioso de igual manera, no obstante esto era debido a la influencia de la deidad de la ira.
Cualquier ser vivo que se acerque a la deidad de la ira en persona, sufrirá de una rabieta incontrolable como un animal salvaje hacia cualquiera.
Solamente los elegidos por la ira son los únicos capaces de usar su inmenso poder destructivo sin perderse en su propia furia.
En el caso contrario, aquellos que no son capaces de soportar su presencia desatan su ira contra cualquier persona hasta el punto de matar amigos, familia e incluso llegan al punto del suicidio sin darse cuenta de todo.
—Admito que eres fuerte, sin embargo te falta lo más importante simio de pacotilla y eso sería... ¡CEREBRO!—Grito Crimson.
—¡¿Qué dijiste miserable de mierda?!
¡¡TE VOY A ROMPER LA MADRE MALDITO INFELIZ!!
—¡COMO VEAS ORANGUTÁN DE MIERDA!.
El cuerpo de la ira se veía envuelto en llamas y con solo apretar los puños causó una onda expansiva muy fuerte que destruyó los cristales del tribunal, no obstante estos los reparo la realidad en un segundo con tan solo aplaudir.
En cualquier momento estos dos podrían terminar peleando, pero Crimson estaba en desventaja al tener los guantes de acero que impedían usar su poder del tiempo.
La deidad de la felicidad hizo aparecer un báculo luminoso de la nada y para evitar este conflicto golpeó el suelo con este para crear una Ráfaga de viento.
El aire entró por las fosas nasales de ambas deidades y en tan solo 5 segundos los dos se calmaron como si nada hubiera pasado.
Los dos se quedaron quietos por un segundo sin decir una sola palabra y de la nada comenzaron a reírse como locos e incluso la deidad de la ira golpeo ligeramente la espalda Crimson de forma amistosa.
—¡Vaya lo siento mucho! ¡Disculpa mi descortesía, amigo!—Se disculpó Crimson mientras continuaba riendo.
—¡Fue mi culpa! ¡Regresaré a mi trono!
¡Perdón por molestarte hermano!—Exclamó la deidad de la ira y regreso hasta su trono.
Después de un minuto tras separarse, ambos regresaron a ser los de antes y se sentían derrotados de alguna manera.
—¿Cómo llegué aquí? Se supone que estaba por darle una paliza a Crimson—pensó Dinamo.
—¿Qué sucedió? Me duele un poco la garganta —pensó Crimson.
El poder de la Felicidad es uno de los más nobles y peligrosos que hay, esto debido a que tiene diversas maneras de hacer feliz a cualquier persona.
La felicidad en sí no es el problema, ya que a simple vista parece de lo mejor que hay para aquellas personas de buen corazón, pero también es usado como arma.
¿Pueden imaginarse a una persona creyendo que al matar a sus aliados sería feliz para siempre?
Rachel ha eliminado a una gran cantidad de villanos poderosos y personas malas sin tener que mover un solo dedo pues solo tenía que dejar que se mataran solos o se quitaran la vida pensando que de esa forma, a serían felices.
Aun así ella ha salvado a varias personas de la depresión, reconciliado familias que nunca se hablaron y le dio lo más importante a los guerreros que luchan por la paz y eso era “esperanza”.
“La felicidad puede ser buena o mala en exceso, sin embargo Eso solamente puede obtenerlo la persona que la busque de verdad”
—Siempre tan aterradora, pero a si son las mujeres supongo—Comento Alexander.
—¡Qué grosero! No me compares con esas mortales… Yo no te he dicho una grosería tan mala, pero volviendo al tema espero se centren más de lo que estábamos hablando
¿Entendido? —preguntó Rachel y tanto Crimson y Dinamo se calmaron.
La deidad de la muerte no podía más que estar estresado por tanto alboroto y se distraía matando y reviviendo uno de los tantos cuervos que lo rodeaban.
La deidad del miedo aún no se presentaba y causaba esto un gran alivio para Alexander pues parece que no deja de mirar de vez en cuando su trono vacío.
—Crimson ¿es verdad que le permitiste obtener un poder prohibido al chico?—preguntó Rachel.
—No tengo ni idea de qué están hablando,
Yo solamente le di mi poder del tiempo y ningún otro más—Respondió Crimson negando con la cabeza.
—Él no sabe de qué estás hablando Rachel,
No detectó mentiras en sus palabras y eso te lo puedo asegurar, ya que a mí nadie me puede mentir—Comento la muerte.
—Aun si no lo sabe, no cabe duda de que fue su culpa… Después de todo peleó contra un kraken en plena ciudad humana y no se aseguró de vigilar a su protagonista durante ese tiempo —Comentó Dinamo.
—¿Me están culpando por algo que ni siquiera sé que paso?—preguntó Crimson frunciendo el ceño.
—Eso es injusto saben ¿Por qué no dejamos que él resuelva este problema?—propuso Alexander tratando de apresurar el juicio.
Rachel no tiene más que dudas sobre todo esto pues todo indica que no fue culpa suya, pero algo más le preocupaba.
—Escucha Crimson… Entiendo que no lo sepas, no obstante era tu obligación retroceder el tiempo si algo así pasaba—Dijo Rachel.
—¿Qué me tratas de decir? —pregunta Crimson confuso.
—Es algo que me deja inquieta y es que no había razón para dejar que las cosas se salieran de control… Después de todo solo tenías que tronar los dedos para advertirle al chico del kraken y volver a intentarlo.
—Bueno…no me lo había pensado, simplemente sentí que debía dejar todo correr si curso actual, además Nicolás rompió un cristal de la luz y eso evitó que usará mi poder del tiempo.
—Patrañas… Ese cristal únicamente evitó que Alister pudiera utilizar tu poder, sin embargo no evitaba que usaras el tuyo.
—Eso no lo sabía para nada.
—Eso es porque ni siquiera intentaste tronar los dedos… Bueno lo dejaré como otro error a tu historial y te encargo quitarle el poder prohibido al chico así que declaró este juicio…
Justo antes de que Rachel terminará de hablar, una voz muy atemorizante se escuchó dentro de todo el tribunal y provenía detrás de Crimson.
Esa voz fue lo suficiente para hacer temblar a todos excepto a la muerte.
“Veo que todos son unos idiotas al ignorar el verdadero problema”
Crimson se da la vuelta y tanto como él y las demás deidades se sorprenden pues se trataba de la deidad del miedo que estaba justo atrás de él.
La apariencia de la deidad del miedo es muy simple. Una gran túnica negra envuelta en una Neblina cubre todo su cuerpo y por debajo de ella lleva puesto un traje negro.
Una bufanda cubre desde su nariz hasta su boca y las puntas de esta parecen estar flotando. Su cabello es corto de color negro y sus ojos de color rojo como la sangre son suficientes para infundir miedo a cualquiera, incluso a las deidades.
Siendo la muerte el único que no le afecta su presencia en lo más mínimo.
—Esta persona no es la deidad del tiempo,
Es solo un impostor y eso es algo que ustedes ignoran desde hace siglos—Comento el miedo apuntando con su dedo índice.
—Ya vas de nuevo con esas cosas
¿Cómo no va a ser la deidad del tiempo teniendo tal poder?—preguntó Alexander.
—Solamente mírenlo… Parece que todos incluyendo al impostor han olvidado muchas cosas, pero a mí no me afecta la magia así que mis recuerdos están intactos.
—¿Estás loco? Únicamente veniste e a decir tonterías como siempre—Comento Crimson inflando su mejilla como muestra de enojo.
La deidad del miedo camina al rededor de Crimson y se pasea cerca de los tronos de las demás deidades, provocando un temor bastante notable.
Crimson no podía evitar temblar cada vez que el miedo se le acercaba e incluso la deidad de la ira se mantuvo quieto en su trono.
—No tienes pruebas de ello de esta forma olvídalo,
Él es 100 % una deidad—Defendió Alexander.
—En ese caso que lo compruebe la muerte y los sacara de dudas.
—¿Qué? No piensas que… —Mencionaba Rachel.
—Uno de los tantos poderes de la muerte es matar a todo lo que toca excepto a las deidades ¿no es así? —preguntó el miedo ya la muerte asintió con la cabeza sin mencionar una palabra.
—Si solo es eso me parece perfec… —Decía Crimson hasta que Alexander se opuso.
—¡Qué tontería! ¡Es innecesario!
¡Dejate ya de tonterías y terminemos este juicio!—Exclamó Alexander.
—¿Por qué tan nervioso? Solamente será un momento y ya… No es cosa de tu incumbencia—Dijo el miedo.
—Lo permito… Yo también siento inquietud desde hace mucho, pero no sé la razón de eso… Muerte… Adelante—Ordeno Rachel y la muerte en un abrir y cerrar de ojos ya se encontraba frente a Crimson.
—Solamente un humano moriría a manos de la muerte y tranquilo que sí se muere solo bastara con revivirlo.
—Está bien, no es para tanto—mencionó Crimson.
—¡¿Están locos?! ¡Dudan de uno de nosotros! —Exclamó Alexander molesto.
La muerte a cerca su mano poco a poco para tocar la mejilla de Crimson.
Uno de los tantos poderes de la muerte le permite matar a cualquiera con el toque más ligero o simplemente con decirles que mueran, pero pensó que de esta forma sería más divertido que usar las palabras.
Alexander de repente hizo aparecer una bocina reproduciendo música en su trono.
—Bueno sigan con lo suyo—Dijo Alexander recostado en su trono mientras mueve sus palmas al ritmo de la Música.
—Apresuren esto de una vez, vamos muerte tocarme todo lo que quieras… Bueno no todo ¿no eres un pervertido verdad? —preguntó Crimson.
—Solo cállate y no hables—Replicó la muerte molesta por ese comentario y justo antes de tocarle la mejilla se escuchó el ruido de un aplauso.
La deidad del miedo voltea de inmediato para observar a Alexander, pero este parecía aplaudir por la música.
Cuando la muerte finalmente tocó la mejilla, no pasó absolutamente nada y Crimson seguí vivo.
—¿Tú hiciste algo no es así Alexander?—preguntó el miedo molesto.
—¿yo? Como crees, solamente aplaudía por la música.
Rachel y el miedo sospechaban, no obstante dejaron de insistir.
—Está bien, ya lo descubrirán algún día, pero de momento les diré que yo también tengo un protagonista en la tierra y le encargue exterminar a Alister—Explicó el miedo.
—¿Qué? ¿Por qué? ¡Si no salvamos el mundo nuestro poder disminuirá! —Exclamó La ira.
—Hay más de un mundo y no lo saben,
Después de todo la muerte lo sabe y se alimenta de esas vidas al igual que yo de su miedo.
Tras declarar esto la deidad del miedo desapareció y dejó lleno de dudas a todos, sin embargo al final Rachel decidió que Crimson era inocente.
Crimson aún debía responder algunas preguntas, pero le pidió el favor a Alexander para que le advirtiera a Alister sobre los planes del miedo y que un protagonista con su poder lo estaba Cazando.
Pronto Alister y sus amigos conocerían el miedo mismo al igual que Crimson.
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