Capítulo 9
El reloj marcó las siete con veinte cuando su teléfono soñó, apenas y pudo contestar en el tercer tono.
Tenía todo el peso del cuerpo de Susana sobre el. Voltea sus ojos cuando descubre que lo estaba abrazando con demasiado posesividad.
Alejandro estira su brazo libre para alcanzar su teléfono.
—¿Diga? —preguntó con voz quedada a causa del sueño.
—Alejandro, amigo mio, buenos días, ¿estás muy ocupado? ¿interrumpo algún polvo mañanero? —en la otra linea suena la voz de Lucas.
Alejandro miro el cuerpo desnudo de Susana e hizo una mueca.
—No tanto. Estaba... Haciendo ejercicio, ¿por qué? —se interesa y agarra la mano de su amante apartándola de su cuerpo.
Susana se remueve inconsciente mente y se gira, dándole la espalda. Alejandro suspiro aliviado, le fastidiaba el grado de familiaridad en que se encontraba Susana, era muy cierto que ella le proporcionaba cierto grado de placer en sus momentos de soledad pero la escena de celos de ayer fue la gota que rebazó su copa y se encargaría de eso asunto despues.
—Te llamaba para invitarte este fin a una pequeñita reunión que daré en mi mansión de Acapulco —explica.
Alejando se levanta de la cama sin cubrir su cuerpo y se encamina a salir de la habitación. Una vez afuera, se adentra a la cocina y abre la nevera, sacando de ella una jarra con jugo de naranja y se impina, bebiendo su contenido y sintiéndose aliviado de pronto.
—¿Abran chicas sexys? — preguntó empinandose la jara a causa de la sed.
Luca suelta una rosilla pícaro.
—Por supuesto amigo, sabes que en mis reuniones siempre hay chicas y mucho alcohol — aseguró su amigo con muy orgullo.— ¡y esta vez celebraremos por todo lo alto!.
Alejandro asintió recordando de pronto que muy probablemente su madre lo obligue a seguir viendo a la chica con que tendría esa "cita a ciegas" sin pasar por alto que ya la presencia de Susana le resultaba asfixiante.
—Entonces...no se diga más caballero, no se diga más — cantó sabiendo que este era tal vez el fin de semana mas feliz de su vida. Porque pensaba disfrutarselo. Luca sonríe y da vuelta en la silla.—¿cuándo salimos?— preguntó interesado.
—El viernes en la tarde, ya le avisé a Carlos, y él esta encantado con la idea solo falta Joel —se apresura a responder, y luego, se le escuchó bufar.— aunque como esta de conquista no creo que vaya. Ayer lo ví muy enrumbado con una mujer, ¡y no me vas a creer la clase de mujer que era!. Eso es lo que pasa cuando cupido lanza la flecha y esta te rompe el trasero, te emboba. Allí aplica el dicho: el amor es ciego, muy ciego a mi parecer — Alejandro ríe ante lo dicho por su amigo pero no lo interrumpd. Luca vuelve a largar un suspiro.— en fin, ya te enterarás mas adelante... Tu si tienes que ir si o si, sera como una despedida de soltero para ti— más que una advertencia era una sugerencia.
¿Y cómo olvidar que ya todos sus amigos lo emparejaban con una desconocida?.
Alejandro quizo golpearse contra la pared mas cercana, pero en cambio, bufo dejando la jara medio vacia en la nevera.
—Ya te dije que allí estaré — escucho el sonido de la regadera y supo que Susana había despertado. Entro al cuarto y se coloco unos calzones.—¡y deja de decir que ya me atraparon!, al gran Alejandro Alcalá nadie, escucha me bien, ¡nadie! Lo enamora. Esas cursilerías dejaselas a Joel y por cierto, yo me comunicó con el. Ese cabrón me debe una muy buena explicación. Entonces nos pillamos en el aeropuerto.
—Va, yo te envió un mensaje confirmando la hora. Amigo, ten una buena mañana. ¡Ah y no dejes a una dama bañarse sola! Es de mala educacion.
Alejandro ríe carcajadas y cualga la llamada en el momento exacto en que Susana envuelta en una tohalla sale del baño.
—¿por qué la risa? —le pregunta interesada.
Alejandro no contesta de inmediato. Abre el closed y saca una camisa y pantalón , loa coloca con sumo cuidado en la cama y se encamina al cuarto de baño, pasando por el lado de su amante. Susana se gira siguiéndolo con la mirada.
—¿No vas a contestar? — insiste.
—No veo porque tenga que hacerlo —dijo serio y sin ninguna expresión en su rostro, girandose para verla — y cuando salga de la ducha no quiero encontrarte en mi departamento.
Susana abrió mucho loa ojos y la boca y de su nariz salía humo.
—¿Me estás dejando? ¿¡A mi!? ¿Qué pasa con lo que paso a noche? —se apresura a preguntar. Sintiendo su mundo romperse. Alejandro suspiro, maldiciendose internamente por no a verle hecho caso a sus amigos hace algunos meses.— No puedes acerme esto, ¡yo te amo!.
—Tus palabras me aburren — dijo.— por favor antes de irte recoge la ropa que déjaste en mi casa, odio el desorden.
Y cerró la puerta del baño. Susana chillo de la rabia e impotencia y lanzo la tohalla con que se estaba secando el cabello.
—Me las vas a pagar Alejandro Alcalá —decía en tono bajo entre dientes y con odio impregnado en su voz, mientras se cambiaba.— no sabes con quién te haz metido. A Susana Romero nadie la rechaza maldito miserable. Pronto la gran familia Alcalá caerá y yo estaré allí para verlo. ¡Ya lo veras! —se terminó de vestir y sin esforzarse en recoger las tohallas que había utilizado y tirado en el suelo, sale del apartamento.
Cuando Alejandro salió del baño ya no había rastro alguno de Susana. Hizo una mueca al ver la toallas en el suelo y arrodillándose las recoge y volviendo al baño, la hecha en el sesto de la ropa sucia.
Se apresura a cambiarse. Por mas que no quería ir sabia que su madre lo estaría esperando. Como era costumbre en la familia Alcalá, cada domingo se reunían para almorzar y este día no iba hacer la excepción.
Alejandro se apresuro a vestirse y cuando estuvo listo salio de su residencia, se monta su coche y arranca rumbo a casa de sus padres.
La castaña sintió volver a la vida cuando se adentro a su casa. Alan la seguia de cerca, pero este en vez de tirarse al sofá como lo había hecho su hermana, se adentro a la cocina. Sin percatarse que la menor de los Gutierrez había montado los pies en la mesa del juego de comedor.
—¡Juff,estoy muerta! Realmente esta caminata se me hizo eterna —la escuchó quejarse.
—Tan poco fue para tanto, no seas exagerada. Solo corrimos un par de metros —se apresura a decir, preparando una bebida.
—¡Que no exagere! —chilla Adamaris.—hoy corrimos como ochenta kilometros. Yo creo que más.
Alan torció los ojos.
—Solo corrimos cinco metros y si estuvieses en condiciones para más tenlo por seguro que hubieses corrido el doble. Pero la señorita prefiere irse de rumba que cuidar su salud—dijo, sacando toda la mala leche que tenia atorado entre su garganta desde que se dio cuenta que esos wiskys que pedía su jefe era para su hermana y amiga.
—¡Entonces era una venganza! —exclama su hermana y su voz estaba llena de incredulidad.
—Solo era una pequeña reprimenda —se defiende entrando a la sala.— y baja los pies de la mesa, tu eres demasiado floja como para asear la casa —agrega viendo la posición en que se encuentra su hermana.
Adamaris lo ignora, agarra el vaso que le tiende su hermano y lo bebe de un solo trago. Cuando acaba, vuelve a llenarlo.
—¡No es justo que me hagas pagar algo que ni al caso! — acusa.— yo no era la que pedía esas bebidas, por si no te diste cuenta la mayor parte de la noche la pase fue tomando el primer trago que me diste... Y bailando con Joel. Y tampoco fue que dure mucho tiempo en el lugar el repentino cambio de actitud de Maria me alarmó bastante, creí que iba a empezar con una crisis nerviosa.— lo último lo dijo muy seria. Y es que pasados las una de la mañana y a pleno baile, Maria detuvo sus movimientos y empezó a balbucear palabras mientras lloraba y encistia en abandonar el lugar. Joel lo interpreto como borrachera pero la castaña sabia que su amiga no había ingerido tanto alcohol para estar tan borracha y a punto de tener una crisis nervioso. Insistió en acompañarla y Joel el llevarlas, por supuesto que ella no se nego pues estaba muy asustada como para irse en un taxi a tan altas horas de la madrugada. Mientras Joel manejaba ella trataba de calmar a su amiga que no paraba de hipar, maldecir y repetir un nombre.
—Si me entere de lo que pasó, pero ¿qué fue lo que paso realmente? —pregunto su hermano, sacándola de la burbuja de recuerdo.
Adamaris se encoge de hombros.
—No sé, estábamos bailando y de un momento a otro ella se detuvo por un largo rato y cuando quise preguntar, ya estaba llorando y...nerviosa. Si no fuera sido por Joel que se encontraba con nosotras y que me ayudo con ella, yo no se lo que hubiese sucedido.
—Pero, ¿está bien? ¿te has comunicado con ella? — pregunta preocupado. Para el, Maria era su otra hermana.
Adamaris asintió bebiendo del vaso.
—Si, esta mañana antes de irnos a correr —se apresura a responder.— me aseguró que estaba bien, pero ya no hemos vuelto hablar.
Alan asintió y se terminó el jugo de su vaso.
—Tal vez ingerió algo que le dio algún extraño —sugirió dudoso, tratando de pensar e hilar algún indicio de lo que paso con Maria.
Adamaris negó y lo voltea a ver, montando sus piernas en el sofá.
—Imposible —la defiende.— yo estuve toda la noche con ella y solo bebió wisky. Sabes que a ella le encanta esa bebida.
Alan suspira y hecha su cabeza hacia atrás, recostandola en el espaldor del mueble.
—Entonces descarto la idea de la mezcla de alcohol — aseguró y Adamaris asintió. Ambos se quedan en silencio por unos momento pensando.
—Y si...algo vio —habla Alan.
—Esa era mi tercera opción — siguió su hermana.
—¿Tu viste quien podría ser?.
—Con lo luminoso del lugar apenas y pude reconocer tu cara de simio.
Alan suelta una risilla y permite que su hermana monte los pies en sus piernas.
—Aunque... —murmura Adamaris.
—¿Aunque? —repite Alan, ansioso por oír lo que su hermana tenia por decir.
—Maria mencionaba un nombre.
—¿Y cual era?.
Adamaris se toma su tiempo para responder. Tratando de recordar el nombre.
—Mmm... Creo que era algo parecido con el nombre de su hijo, Carlos.
—¿Carlitos? ¿Carlitos estuvo en el bar? —pregunto Alan, entre confuso y alarmado.
Su hermana contuvo una carcajada.Alan a veces podía llegar a tacharse de ingenuo.
—No tonto —niega divertida y se queda en silencio tratando de recordar. Y cuando lo hace, chasquea los dedos.— Carlos —menciona convencida.— el nombre que repetía era Carlos.
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Duda shipeadora.
Teorías! Teorías sobre Maria! Que habrá pasado? Sera cierto que algo vio? 😐😉😁
Otra duda existencial 🙅👌...
¿8.33 k? Estoy bastante sorprendida y satisfecha con los resultados.
Y todo gracias a ustedes! 🙆 👏 a cada uno de ustedes les regalo una rosa 👉🌹👈 ¿la aceptan?
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