Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

-O58-

La inmensa felicidad dentro de su pecho parecía querer estallar en un millón de estrellas fugases, Riel jamás había llorado tanto de felicidad como ahora, por un momento había pensado que se trataba de una mala jugada que su cerebro le hacía, pero no, era Yoongi, el mismo cachorro, lo podía palpar, podía sentir su presencia, su calidez en ese abrazo, las pequeñas caricias que el joven chico le daba, su aroma, Riel frunció levemente el ceño, Yoongi no tiene ningún aroma, ni siquiera se había presentado antes de desaparecer, a menos que...

La mujer rompió con el abrazo para tomar a Yoongi por los hombros, el omega se sorprendió por el acto repentino, los ojos de Riel tuvieron contacto con los de Yoongi, y antes de que el omega pudiera decir algo más, Riel hablo.

—Te has presentado —menciono ella y sonrió levemente—, un omega...

—Sí —dijo Yoongi mientras le regalaba una cálida sonrisa—, soy un omega.

—Por la diosa luna, si su madre estuviera viva apuesto a que me hubiera dicho contenta un enorme; te lo dije —soltó una suave risa y paso una mano por los cabellos del omega, despejando un poco su frente—, gracias a la luna que estás aquí, por un momento pensamos que habías muerto.

—En realidad no fue lo que paso —una tercera voz hizo que la burbuja creada entre ellos se rompiera, Riel dirigió su mirada detrás del omega, y ahí los vio, conto y miro a cada uno de ellos, eran seis hombres jóvenes, todos alfas—, el omega al parecer fue secuestrado.

Riel parpadeo un par de veces al escuchar al alfa hablar, Namjoon fue quien dio esa explicación breve.

—¿Quiénes son ellos? —pregunto Riel a Yoongi.

—¡Cierto, lo olvide! —sintió sus mejillas arder, y miro a Namjoon primero—, él es Kim Namjoon —el alfa saludo con una leve inclinación de cabeza—, él es Jeon Jungkook —el mencionado no tardo en sonreír y dar una leve reverencia—, él es Jung Hoseok —el alfa levanto la mano y la sacudió de un lado a otro de forma frenética—, él es Kim Taehyung —el alfa se limito a desviar la mirada—, él es Park Jimin —el alfa dio una pequeña inclinación con la cabeza mientras sonreía—, y él es Kim Seokjin —el alfa solamente le dedico una sonrisa a Riel, en cuanto Yoongi termino de presentarlos la miro—, ellos me trajeron de vuelta a casa, Riel.

—¿Qué? Pero —miro al omega—, ¿qué paso en realidad? En un momento estabas en casa y a la mañana siguiente te habías esfumado por completo —apretó levemente sus labios—, ¿en dónde estuviste todo este tiempo, Yoongi?

—Wonju —hablo Taehyung llamando la atención—, él estuvo en Wonju.

—¿Wonju? —soltó un resoplido—. Pero, ¿cómo?

—Pues... —Yoongi soltó un resoplido—, antes de llegar allí, estuve con Jindae, me pidió que conversáramos, no vi problema alguno, tomábamos té, pero en un punto me comencé a sentir mareado y muy somnoliento, Jindae me sugirió que debía dormir, y me llevo a mi habitación, pero ni siquiera recuerdo haber estado en mis aposentos, simplemente desperté y ya me encontraba en otro lugar diferente.

Riel relajo sus facciones al escuchar eso, era una locura.

—Pero —el omega continuo—, afortunadamente ellos me encontraron —sonrió hacia los alfas—, me dieron comida y un lugar en donde dormir, y también me ayudaron a comprender algo.

—¿Qué cosa, Yoongi?

—Jindae... —Riel frunció levemente el ceño—, él fue quien me dejo en Wonju.

Entonces Riel sintió como un pequeño escalofrió recorrió su espalda por completo, y no pudo evitar recordar las palabras que antes había escuchado decir a Jindae hace unos días, el joven alfa estaba contento, y en todo este tiempo en que Yoongi no había estado no parecía nada preocupado, ahora todo concordaba a la perfección, por eso Jindae se mantenía tan sereno y apacible, por eso le daba igual las búsquedas, por eso la señora Min estaba preocupada por dejar la herencia en manos de ese bastardo, sus ojos se abrieron en grande al recordar la herencia, todavía no era demasiado tarde.

—Apresúrate —Riel tomo ambas muñecas de Yoongi y lo jalo levemente para que entrará—, tienes que ir rápido a la oficina de tu abuela.

—¿Por qué? —pregunto el omega—. ¿Qué pasa?

—La señora Min ha terminado con las modificaciones a su testamento —los alfas escuchaban atentos—, ha colocado a Jindae como único y legitimo heredero —Jimin gruño por lo bajo al escuchar eso—, pero no es tarde, ella aún no lo firma, puedes ir y detener todo esto, si Jindae fue quien te hizo esto, no merece nada.

Volvió a jalar a Yoongi y el omega miro a los alfas que se encontraban afuera.

—Alfas —los llamo—, acompáñenme, por favor.

—No es necesario que lo pidas —menciono Jungkook—, estoy dispuesto a acompañarte hasta el fin del mundo, mi omega.

—Jamás dejaríamos que te enfrentes a ese malnacido tu solo, omega —dijo Namjoon.

—Prometimos no dejarte solo, y una promesa como esa jamás será rota por nosotros, bonito —hablo Hoseok.

—Te protegeremos a toda costa, amor —dijo Jimin.

—Y no permitiremos que alguien más te vuelva a hacer daño, omega —dijo Seokjin.

—Siempre estaremos para ti, Yoongi —menciono Taehyung.

El omega sonrió ante sus palabras y les regalo un asentimiento, fue la señal suficiente para que los alfas comenzaran a entrar a la casa.

Riel soltó las manos del omega al escuchar cada una de esas palabras, no podía creer lo que estaba escuchando, ¿qué significaba todo aquello? ¿Por qué todos decían prácticamente que Yoongi les pertenecía como su omega? No lo comprendía, pero este no se trataba de un buen momento para hacerle un pequeño interrogatorio al omega para pedirle unas buenas explicaciones, no este era un momento crucial, así que sin más los guio a las escaleras.

—No toques la puerta, Yoongi —menciono Riel—, sólo entra y hazlo rápido, si esos papeles se firman, estoy segura de que Jindae no dejará que esto se anule, así que será mejor que se den prisa.

Yoongi dio un asentimiento mientras comenzaba a subir las escaleras.

—¡Muchas gracias, Riel! —sin más Yoongi corrió apresurado, subiendo cada uno de los peldaños hasta llegar al siguiente piso, los alfas fueron corriendo hacia él casi pisándole los talones.

Pronto en cuanto llegaron todos al siguiente piso y desaparecieron por la izquierda para tomar el pasillo que los dirigiría a la oficina de la señora Min, Riel pudo sonreír con alivio.

—Los caballeros del príncipe —dijo ella—, siempre fieles siguiéndolo —solamente esperaba que todo saliera bien y que no se complicaran las cosas.



...




La mirada afilada de Jindae estaba sobre aquella anciana, los dedos del joven alfa tamborileaban sobre el escritorio frente a él con parsimonia y leve desespero, mientras que trataba en sobremanera de retener un enorme gruñido de fastidio por ver lo que estaba presenciando, no sabía si aquella anciana lo estaba haciendo adrede, aunque ahora que la miraba con detenimiento parecía ser que en verdad estaba siendo juguetona, y la estaba detestado por esto, llevaba más de quince minutos leyendo una y otra vez la misma maldita hoja, era la ultima de ellas, y Jindae sabía con exactitud que la ultima hoja ni siquiera estaba llena de texto, no por completo, la luz podía reflejarse y él pudo prestar atención al texto, no era ni un cuarto de la hoja y eso le estaba sacando de sus casillas.

La anciana solamente tenía que firmas y listo, pero no lo hacía, parecía esperar algo, pero ¿qué cosa? No es como si algo fuera a pasar, Jindae no sabía que hacer, pero la fiera dentro de él le pedía que se acercará y que le arrebatase ese estúpido testamento a aquella anciana y que la obligase a firmar para que dejará de estar haciendo la misma tontería de leer y releer las mismas cinco líneas como si fueran la clausula más importante de todo ese estúpido testamento, el desespero era palpable en todo su ser, y la señora Min lo sabía, o sí, ella sabía muy bien que sus acciones provocaban frustración en ese bastardo y le encantaba provocarlo de esa manera, sentía el dulce sabor de la venganza con cada mirada llena de odio que ese alfa le lanzaba, no le importaba lo que pensará en ese momento, ella quería disfrutar de ese gesto poco reprimido de odio que tenía Jindae.

El joven alfa quería sacar sus garras y amenazar a la anciana para que firmará de una buena vez y estuvo a pocos segundos de hacerlo, pero hubo algo que lo detuvo por completo, y fue el estruendoso golpe que se dio a la puerta de la oficina para que esta se abriera con fuerza y azotará contra la pared, Jindae, quien se encontraba sentado a un par de metros lejos de la puerta fue quien primero vio lo que pasaba, su corazón se detuvo y pareció que todo sonido a su alrededor se volvió completamente silencioso, sus labios se entreabrieron y no pudo caber en su sorpresa al verlo a él, estaba tal y como lo recordaba esos cabellos levemente platinados y cafés largos que cubrían su frente, esa piel tan pálida como el azúcar misma, esos ojos gatunos de color marrón que lo miraron por breves momentos antes de pasar corriendo a la oficina, era él, era Yoongi, pero ¿cómo? Él había pagado para que esos malnacidos le pusieran fin, él había hecho lo posible por desaparecerlo, además habían encontrado el cadáver de ese imbécil, ¿cómo era posible que ahora estuviera allí, mirando alrededor, mirando hacia la anciana y corriendo hacia ella?

—Imposible —dijo en voz baja mientras miraba a Yoongi caminar hacia la anciana—, no, no es posible...

La señora Min iba a gritar, estaba dispuesta a gritarle a Riel que no abriera la puerta de esa manera, pero ni siquiera pudo decir palabra alguna, no cuando ante sus ojos apareció Yoongi, su delgado y afinado cuerpo se dirigía corriendo hacia ella, mientras le regalaba una sonrisa.

—Abuela —menciono Yoongi deteniendo sus pasos a un metro de la mujer.

—No puede ser —menciono ella mientras miraba a Yoongi de pies a cabeza una y otra vez—, no —negó con la cabeza levemente—, t-tú... tú estás muerto... no...

—No lo estoy, abuela —comenzó a caminar hacia ella—, he estado perdido durante todo este tiempo.

Unos pasos más se escucharon, tanto Jindae como la señora Min dirigieron su mirada hacia la entrada y entonces allí entraron, eran seis personas más, Jindae estaba sorprendido, eran alfas, y no eran recién presentados como él, pues sus cuerpos estaban bien formados, más que él suyo. La señora Min elevo las cejas al ver a esos seis alfas entrar a su oficina y colocarse detrás del omega.

—Abuela —hablo Yoongi de nuevo—, ellos me han traído desde Wonju, me cuidaron durante mi estadía en ese lugar.

—Wonju —el omega dio un asentimiento, la anciana no pudo evitar mirar hacia Jindae, ella sabía con certeza que algo andaba mal, y ahora lo podía ver tan claro, apretó sus dientes con fuerza, después le daría una lección a ese insolente, miro a Yoongi y le regalo una sonrisa—, es un alivio tenerte de vuelta, Yoongi —y en verdad lo era.

La mujer miro el testamento que todavía tenía en sus manos, inclusive ella misma se sorprendió al no haberlo tirado al suelo por la sorpresa de ver con vida y nuevamente a Yoongi.

—Hablaré con mi abogado de nuevo —menciono ella, llamando la atención de Jindae—, este nuevo cambio en el testamento no será necesario después de todo.

Jindae apretó la mandíbula al escuchar aquello, no, no lo iba a permitir, no después de todo lo que le costo hacer todo ese estúpido plan, todo era perfecto, pero ese tonto de su medio hermano, ¿por qué? ¿Por qué ahora que estaba a punto de regocijarse en la victoria, él aparecía para hacer añicos todo? No, no lo permitiría jamás.

—¡Yoongi, Yoongi! —la voz de Jindae hizo que todos los presentes lo miraran, el alfa sonrió con sorna—. ¡Gracias a la diosa luna estás vivo! —soltó una pequeña risa—. Aunque —Jindae metió su mano por debajo de su saco y en un movimiento rápido saco el pequeño revolver que guardaba bajo el saco—, el gusto te durará poco.

—Pero que... —la anciana dejo de hablar cuando Jindae le apunto con el arma.

—¡Guarda silencio, anciana decrepita! —bramo Jindae, esto era el colmo para él, no podía soportar perder, no de nuevo.

El omega sentía su piel erizarse ante el miedo, Yoongi no podía creer lo que sus ojos presenciaban, si bien había sido convencido por los alfas de que Jindae había sido quien planeo todo, no se sentía del todo convencido, porque muy en el fondo, todavía creía que su hermano menor no era una mala persona. Pero ahora no sabe que pensar.

—Bien, escúchame bien, vieja del demonio —Jindae quito el seguro del arma—, firmarás ese maldito testamento de una maldita vez, y será mejor que lo hagas rápido o consideraré darte un tiro en la cabeza.

Yoongi no podía permitir algo como eso.

—Jindae —el joven alfa al escuchar su nombre salir de los labios de su hermano lo hizo mirarlo—, ¿por qué haces esto?

El alfa al escuchar eso no evito soltar una carcajada, ¿acaso su hermano no lo sabe?

—Me sorprende lo estúpido que puedes llegar a ser, hermanito —Jungkook gruño en lo alto al escuchar como insultaban a su omega—, pero creí que era más que obvio —rodo los ojos.

—No lo entiendo —dijo Yoongi—, lo tienes todo, el cariño de nuestra familia, la aprobación de todos, un hogar en donde poder refugiarte, ¿por qué de repente hacer algo como esto?

—¡Dirás que eso lo tenías, tú, mi querido hermanito! —sonrió sin gracia—. Verás, quizás cuando éramos pequeños no lo notaba mucho, pero en cuanto fui creciendo y sabía el significado de distintas palabras, supe de inmediato que yo no recibía lo mismo que tú.

—¿Qué?

—En efecto no lo notaste —soltó un resoplido—, déjame explicarte —comenzó—, cuando tu recibías cariño, yo recibía desprecio, cuando tu recibías miradas de admiración, yo las recibía de asco —su rostro no denotaba ninguna expresión—, puede que vieras el mundo de colores brillantes en toda tu vida, porque así es como siempre te trataron, como un príncipe, mientras que yo solamente era un pordiosero con ropas costosas —soltó una suave risa—, pero eso se acabó, hermanito.

Volvió a apuntar a Yoongi con el arma.

—Estoy cansado del desprecio y odio de los demás por ser el bastardo de esta pútrida familia, y no pienso seguir soportando algo así.

—Suelta esa arma, Jindae —dijo Yoongi con desespero—, no sabes lo que haces.

—¡Oh, claro que lo sé! —sonrió de oreja a oreja en cuanto diviso el pecho del omega, quería darle un tiro certero, uno que fuera mortal—. Estoy a punto de quitar al obstáculo principal, tú —Yoongi palideció al escuchar aquello.

Y en cuanto termino de hablar no dudo en disparar, la bala salió proyectada hacia una sola dirección, el punto más débil de cualquier persona, su corazón, y el omega esperaba el impacto, el golpe certero de la bala contra su pecho, pero no fue así, el omega cerro sus ojos con fuerza mientras esperaba el impacto de la bala, ni siquiera se percato cuando alguien se interpuso entre él y la bala, el omega sintió como unos fuertes brazos tomaron su cuerpo, abrazándolo con fuerza y empujándolo hacia el suelo para que no recibiera el disparo, seguido de un quejido de una voz que ya conocía perfectamente.

—¡Con un carajo! —exclamo Jindae con frustración al no poder darle a su objetivo principal, y estuvo a punto de volver a disparar, pero unos gruñidos lo desconcentraron por unos momentos, miro hacia su lado izquierdo y allí los vio, dientes afilados y ojos inyectados en sangre, pelajes de color gris y negro, lobos—. C-cambia formas...

El miedo estaba paralizando a Jindae, pero no debía quedarse quieto, así que sin más dirigió el arma hacia ellos, pero antes de que siquiera pensará en disparar, el lobo gris se le vino encima, soltó un enorme quejido al sentir como aquella bestia le mordía con fuerza el brazo que sostenía el arma, sin querer Jindae volvió a accionar el gatillo, dándole un disparo al suelo y soltando después el arma al sentir que los dientes filosos del animal se incrustaban con severa fuerza sobre su brazo, el lobo negro lo empujo para que cayera al suelo, para después colocársele encima y gruñirle de forma amenazadora para que no hiciera ningún movimiento.

Lo habían detenido.

El omega al escuchar el segundo disparo, abrió los ojos, los brazos que lo sostenían aún lo pegaban al cuerpo ajeno, y un leve quejido le hizo reaccionar, se separo un poco para mirar el rostro de quien le había salvado la vida.

—Jimin... —el alfa al escuchar al omega sonrió, estaba aliviado, había sido rápido, pensó que por un momento no lograría salvar a Yoongi, pero lo había logrado, y se sentía sumamente complacido—, alfa...

—Me alegra que estés bien, omega —menciono Jimin, pero apretó los dientes levemente al sentir de nuevo el dolor sobre su hombro, se quejo e hizo que Yoongi mirase su hombro, el traje que utilizaba tenía una mancha de sangre que iba creciendo poco a poco.

—E-estás herido —el omega de inmediato quiso ayudar quitándole el saco al alfa para mirar la herida, pero Jimin detuvo sus manos.

—No es nada, Yoongi —le regalo una sonrisa—, me recuperaré pronto, descuida —el omega se colocó de rodillas, sentándose sobre sus piernas, mientras que el alfa se sentaba poco a poco sobre el suelo, las punzadas que sentía sobre su hombro no lo hacían gritar en agonía, pero en verdad dolían demasiado, Jimin miro a Yoongi quien todavía miraba con preocupación su herida—, hey, pequeño —el omega lo miro—, estaré bien, no tienes de que preocuparte.

El omega debía confiar en sus palabras.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro