Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

-O57-

El atardecer anunciaba su llegada y con eso anunciaba la bienvenida a la nueva noche, las luces dentro de la capital eran tenues, casi como si no quisieran que fueran tan perceptibles ante los demás, pues todos esperaban con ansias que el carnaval comenzase, el pequeño desfile de bailarines con ropas llamativas había comenzado, y había logrado captar la atención del publico presente entre las avenidas principales, omegas, alfas y betas vestían sus mejores ropas, vestidos elegantes con perlados por doquier, trajes de telares finos y sombreros que destacaban sobre las cabezas, además de que todos portaban un antifaz, esta no se trataba de una fiesta que los niños pudieran disfrutar, pues se trataba de uno en el cual los adultos podían disfrutar con sus parejas, o inclusive para buscar una.

Quizás los diferentes bailes animados, la música, el alcohol dentro del sistema y el olor a tabaco había sido suficiente para opacar a las personas, o inclusive los antifaces habían sido suficientes para que nadie se percatará de la presencia de ciertas personas, las cuales se escabullían entre la multitud de gente que se encontraba allí, el bullicio era bastante, los collares de perlas falsas eran lanzados, al igual que plumas de pavos reales y aves coloridas, pequeños confetis de diversos colores y pocas véngalas eran encendidas, todas las calles estaban totalmente llenas de personas que en lo único que pensaban era en beber, encontrar pareja, y vivir una noche inolvidable, todo era perfecto.

El omega miraba con un poco de atención las calles, mientras era seguido por los seis alfas, Yoongi era la única persona que conocía el camino a la mansión Min, sus pasos apenas y eran audibles debido a todo el bullicio del lugar, pero lo agradecían, porque de esa forma no serían descubiertos tan fácilmente, había sido una grandiosa idea ir en ese mismo instante, pues pasarían desapercibidos en cuestión de tiempo.

—Es por aquí —menciono el omega mientras caminaba a pasos apresurados para dar vuelta hacia una calle, la cual los dirigiría de inmediato a su casa.

—¿Cuántas calles nos faltan? —pregunto Namjoon, estaba algo nervioso, pues temía que alguien los descubriera, pero al parecer ni siquiera la policía se encontraba tan concentrada en buscar criminales.

—Solamente tenemos que ir por esta avenida —menciono el omega y miro al frente, allí a lo lejos, a pesar de que la oscuridad estaba dando fin al atardecer, pudo reconocer de inmediato su propio hogar al final de la avenida—, es allí...

Al escuchar eso, los alfas no evitaron mirar al frente, se trataba de una casa que ocupaba por lo menos gran parte del terreno que podrían ocupar más de cinco casas juntas, la estructura era victoriana, con grandes ventanales y pilares cercanos a la entrada, la puerta principal era enorme y hecha de madera, y la gran mansión era rodeada por jardines en los cuales se podían destacar pinos perfectamente podados y algunos arbustos de los cuales seguramente emergían flores durante la primavera, el césped estaba pulcramente cortado y todo aquello era rodeado por una enorme barrera de concreto puro no mayor a medio metro, y decorada por encima con rejas de color negro en elegantes contornos simulando una enredadera que rodeaba el lugar, la puerta principal del jardín eran diferentes pilares delgados de metal, unidos por otros tres que se cruzaban entre ellos, y no estaba custodiada por nadie.

—¿Cómo se supone que entraremos? —pregunto Hoseok, estaba curioso por saber lo que pasaría.

—¿Olvidas que Yoongi vive aquí? —Taehyung rodo los ojos en cuanto dijo su pregunta.

—Pero ellos piensan que esta muerto —comento Hoseok—, eso podría ser un impedimento para entrar.

—No lo será —dijo Yoongi—, descuiden, entraremos por allí, la reja principal tiene un pequeño truco en la puerta, Jindae me lo mostro, me dijo que la abriera cuando perdiera las llaves o nadie estuviera allí para abrirme.

—Para ser un mal hermano, te enseño muchas cosas —comento Seokjin.

Yoongi no dijo nada al respecto, para él Jindae no era una mala persona, quizás se separaron un poco con el pasar de los años, pero siempre habían sido buenos hermanos, cuidándose uno al otro. Siguieron avanzando, cada vez estaban más cerca, solamente un poco más y llegarían a su destino.



...




La mujer pudo seguir concentrada en su lectura, de no ser que alguien la interrumpió, el sonido de la puerta abriéndose de forma brusca la sacó de su interés por la lectura, su mirada fue a dar hacia la entrada, mientras se escuchaban algunos pasos aproximarse.

—Joven Jindae —la voz de Riel se escucho de inmediato al igual que sus pasos y delante de ella, apareció él, Min Jindae—, le he dicho que su abuela fue muy especifica al decirme que no podía ser interrumpida por nadie.

—Y yo no soy nadie —gruño por lo bajo Jindae—, además es mi casa, puedo hacer lo que me plazca, no necesito ordenes de una sirvienta.

—¿Qué es todo este escándalo? —la mujer logro llamar la atención de ambos.

Riel no dudo en colocarse derecha y sacudir levemente su larga falda para después bajar la cabeza, Jindae sonrió ladino y rodo los ojos, Riel siempre era tan obediente ante los demás, eso le exasperaba demasiado y más que ella le diera ordenes, era repugnante, cruzo sus brazos sobre su pecho y miro en dirección a su abuela, la cual mantenía algunos papeles en sus manos, Jindae no paso desapercibida la presencia del abogado de la familia allí presente, eso solamente significaba una cosa, esa anciana estaba a punto de firmar su nuevo testamento.

—Riel —hablo la mujer hacia la sirvienta—, ¿qué es lo que hace Jindae aquí? Te especifique que no quería que nadie entrase aquí hasta que saliera.

—L-lo lamento, mi señora —menciono Riel dando una pequeña reverencia, elevo un poco su rostro—, pero el joven Jindae, insistió en entrar y no pude detenerlo, mis más grandes disculpas, mi señora, lamento que esto haya pasado, le pido me perdone.

La mujer paso a mirar al joven alfa, notar esa burla en su rostro sereno le daba asco, sabe perfectamente que ese niño no tiene nada de bueno, miro el documento que estaba leyendo, y por un momento el arrepentimiento llego a ella.

¿En qué demonios estaba pensando?

Estaba a punto de dejarle la herencia a alguien como él, a un alfa tonto que seguramente desperdiciaría la fortuna de toda su vida tanto de ella como de su hijo, llevaría a toda la familia Min a la ruina en cuestión de tiempo, su pulso tembló, de solo imaginar lo que podía pasar le asustaba, porque si firmaba ese documento, sería la perdición completa para la familia Min, años y años de trabajo se irían a la basura por completo en cuanto el bolígrafo comenzase a trazar su firma en tinta negra sobre aquellas hojas, y aprobará lo escrito en ese documento.

—¿Qué pasa, abuela? —hablo Jindae remarcando la última palabra como si la aborreciera por completo, la mujer no tardo en mirarlo—. ¿Deseas que lea el documento por ti? Quizás tu vista se ha cansado.

—Mi vista esta en perfectas condiciones, gracias —mascullo la mujer entre dientes, sabe que esa amabilidad es falsa, todo en Min Jindae es sumamente falso—, ¿a qué debo la espantosa irrupción?

—A nada en especifico —Jindae le regalo media sonrisa y comenzó a caminar dentro de la oficina de la mujer, bajo su atenta mirada, Jindae recorría con parsimonia el lugar, dejando que sus pasos se escucharan claros sobre el suelo alfombrado—, solamente quería verte.

—Ya lo has hecho —menciono la mujer—, puedes marcharte ahora y dejar de interrumpir —Jindae no lo hizo, en cambio, se dispuso a tomar asiento cerca de un pequeño escritorio que se encontraba allí, soltó un largo suspiro y miro alrededor, las paredes estaban cubiertas por estanterías de libros, era interesante, pero después de que heredará toda la fortuna, haría unos pequeños cambios a ese espantoso y lúgubre lugar—. ¿Acaso no fui clara?

Jindae la miro.

—¡Oh! ¿En verdad me echarás? —la mujer mordió su lengua en el interior de su boca—. No me gustaría que lo hicieras, seguramente crees que haré ruido o algo para interrumpir tu lectura.

—El ruido ya fue hecho.

—En ese caso —sonrió levemente—, prometo no hacer más ruido, si me dejas quedarme aquí.

La mujer quería gruñirle, gritarle que se largará de su oficina de inmediato, pero tampoco podía perder la cordura, si lo hacía Jindae ganaría y es lo que menos quería, ni un alfa jovial como él derrotaría a una alfa con años como ella, jamás dejaría que las niñerías de Jindae la sacarán de sus cabales, así que no tuvo más remedio que aceptar.

—Bien, puedes quedarte —menciono de mala gana, su mirada paso a Riel—, retírate, Riel, y esta vez, que nadie me interrumpa, asegúrate de eso.

—Sí, mi señora —respondió Riel y dio una reverencia—, permiso.

En cuanto Riel salió, la mujer miro a Jindae.

—Cualquier ruido que hagas y sea impertinente, hará que salgas de esta oficina, ¿quedo claro?

—A sus órdenes, madame.

La señora Min quería gruñir al escuchar esa mofa en su voz, pero se contendría, ya tendría tiempo para darle una buena lección a ese mocoso, por el momento, necesitaba concentrarse lo más que pueda en leer las dos hojas faltantes.



...




Entrar a la casa no fue complicado, Yoongi abrió la reja con el pequeño truco que Jindae le había mostrado, solo había necesitado de un pequeño alfiler para lograrlo, siempre cargaba con uno cuando necesitaba alguna ayuda para la costura, se quito el antifaz en cuanto estuvo dentro de los jardines, y los demás alfas copiaron sus acciones, el retumbar del corazón del omega era pesado, trago saliva con pesadez para tratar de calmar la ansiedad que invadía su cuerpo, relamió sus labios y miro la mansión.

Todo parecía estar totalmente idéntico a como se fue, o a menos como lo recordaba antes de haberse desvanecido por completo y haber despertado en Wonju, soltó un largo suspiro y miro a los alfas que esperaban detrás de él mientras miraban la gran casa frente a ellos.

—H-hay que entrar —menciono el omega en voz baja, tenía algo de temor, ¿cómo reaccionarían al verlo? No estaba muy seguro de si tan siquiera lo aceptarían de nuevo, ¿pensarían que se escapó? Quizás...

—Vamos —dijo Jimin siendo el primero en aproximarse, el omega lo miro, pero no lo siguió.

Después de eso Taehyung fue el siguiente en animarse a seguir a Jimin, y seguido de él comenzó a caminar Namjoon, los demás poco a poco fueron acercándose, pero Yoongi seguía parado allí, sin saber si era correcto acercarse, al percatarse de eso, Namjoon dejo de caminar en cuanto paso al lado del omega, miro al omega que parecía totalmente sumido en sus pensamientos.

—Yoongi —el omega lo miro—, no temas, estamos contigo.

—¿Y sí ellos me rechazan?

—No lo harán.

—¿Y qué pasa si piensan que me escape de casa? —apretó ligeramente sus labios—. No me gustaría que piensen que soy esa clase de persona.

—No lo pensarán.

—¿Cómo puedes estar tan seguro?

—Porque no eres esa clase de persona, ¿o sí? —Yoongi entreabrió los labios para decir algo, pero no pudo, era cierto, él jamás se escapaba de casa—. Deja de hacerte preguntas absurdas —el alfa le regalo una sonrisa—, es tu familia, ellos siempre te recibirán con los brazos abiertos a pesar de todo, y debes comprender eso —Namjoon estiro su brazo hacia el frente, y mostro su palma hacia el omega, invitándolo a tomar su mano—, vamos, omega.

Yoongi inhalo profundamente y soltó el aire poco a poco antes de acercar su mano izquierda hacia la de Namjoon, y en cuanto las yemas de sus dedos rozaron la cálida piel de la palma del alfa, Namjoon no dudo en aprisionar la mano del omega con la suya en un leve apretón, lo jalo levemente indicándole que debían seguir con su camino.

—Ven y deja de tener miedo, omega —menciono Namjoon antes de jalarlo con más energía y comenzar a correr.

Ante el repentino movimiento Yoongi soltó una pequeña risa y comenzó a correr siendo jalado por aquel alfa, miro hacia el frente en donde los demás seguían caminando con tranquilidad, la entrada estaba más cerca que nunca.

A pesar de que los demás estaban a pocos pasos de la puerta, Namjoon y Yoongi los pasaron debido a la pequeña carrera que ambos habían emprendido para alcanzarlos. En cuanto se detuvieron y los demás llegaban a pasos calmados al mismo sitio, la puerta principal rechino ligeramente, haciendo que todos mirasen la entrada.

Yoongi giro de inmediato su rostro hacia la puerta y cuando esta se entreabrió ligeramente, los ojos del omega brillaron, era ella, la chica que siempre le acompaño cuando sus padres no estaban, la que siempre le enseñaba a cocinar, pero no se veía como siempre, con una sonrisa plasmada en su rostro y los pómulos levemente esponjosos, sus cabellos negros parecían desarreglados, pero su vestimenta era la misma, la de trabajo, ella no miraba al frente por lo que ni siquiera se percato de la presencia detrás de la puerta, por lo que Yoongi se atrevió a hablar.

—Riel —dijo el nombre de la chica, y espero su reacción.

Riel estaba apenada, haber dejado que Jindae entrase de esa manera tan brusca a la oficina de la señora Min, había sido un grave error, uno que ella había cometido, temía por su empleo, no quería ser despedida, y mucho menos ahora que la situación parecía empeorar, dentro de su corazón deseaba que un milagro apareciera para que todo esto se terminará, sabe perfectamente que quizás la señora Min no la despediría, no por un error como ese, pero Jindae... él si era capaz de hacerlo, había decidido que lo mejor era salir a los jardines para tomar algo de aire y así evitar el llanto venidero que estaba encima de ella, pero justo cuando sus pensamientos la aturdían y el miedo y la tristeza la embriagaban lentamente, una voz ya tan conocida para ella le brindo la calidez que necesitaba.

Detuvo sus pasos y mantuvo la puerta entreabierta, su piel se erizo, y el latido de su corazón comenzó más desenfrenado, ella sabe que ese tono de voz era el de Min Yoongi, el de ese precioso cachorro que ella había considerado como su propio hijo, aunque no lo fuera, siempre le había tenido un especial cariño a ese pequeño y cuando supo de su muerte, ni siquiera ella se lo perdono, pero ahora, ¿por qué escuchaba su voz? En todos estos días jamás la escucho, y ahora lo estaba haciendo, ¿se estaba volviendo loca?

—Riel —y cuando lo escucho de nuevo, decidió levantar la mirada, poco a poco su rostro se elevo y pudo notar que detrás de la puerta había alguien allí, parado, las ropas no las reconocía, pero pudo percatarse de lo fina que era la tela, siguió mirando parte de la persona que estaba allí hasta que llego a su rostro y fue allí cuando sus ojos se abrieron en demasía al reconocer esa piel porcelana y esos ojos gatunos que la miraban.

—Y-yoongi... —murmuro por lo bajo, no creyendo lo que sus ojos miraban, el omega le sonrió y dio un asentimiento.

No espero más, con las manos temblorosas abrió por completo la puerta y su vista ignoro por completo el hecho de que hubiera más personas detrás del omega, lo único que a Riel le importaba en ese preciso momento era comprobar que no estaba viendo a un fantasma.

—E-en v-v-verdad... —Riel salió por completo, dejando la puerta entreabierta y miro de pies a cabeza a Yoongi, el omega sonrió al verla, Riel no podía creerlo—, t-tú... —y las manos de la mujer fueron a dar con las mejillas del omega, tocando con miedo a que de un de repente desapareciera, pero no, el calor tibio en sus mejillas era real, sus cabellos sedosos eran reales, era él, era Yoongi—, ¡P-por la diosa l-luna! Y-yoongi.

Y sin esperar más lo envolvió en un abrazo, Yoongi correspondió de inmediato el abrazo que aquella mujer le brindaba, y se permitió esconder su rostro en el hombro de ella, mientras la escuchaba llorar, porque sí, Riel no pudo resistir más sus emociones, pero no lloraba por la creciente tristeza que se había acumulado, no, ella lloraba de felicidad, porque la diosa luna había logrado escuchar cada una de sus suplicas, y estaba agradecida de que Yoongi estuviera con vida. Los alfas miraban atentos la escena, sonriendo levemente por aquel acontecimiento.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro