Regresar a la capital...

La mirada del omega se encontraba perdida, sus pensamientos estaban logrando abrumarlo por completo, y todos y cada uno de ellos eran acerca de la capital, Seúl, no es como si hubiera pasado tanto tiempo en Wonju, pero d alguna u otra forma, tener la certeza de regresar lo hacía ponerse mucho más nostálgico, y detestaba recordar, porque cada uno de esos recuerdos que inundaba sus pensamientos eran acerca de sus padres, de como su hermosa madre le sonreía mientras se encontraba sentada frente a la chimenea y bordaba sosteniendo con sus delgados dedos la aguja, de como su padre le dedicaba palabras amables para que dejase de jugar con la comida a la hora del almuerzo, de como todos juntos como una familia paseaban por las calles en ese elegante vehículo que su padre había conseguido con tanto esfuerzo, y no podía evitarlo, también pensaba en Jindae... puede que los alfas lo pusieran a reflexionar seriamente sobre las acciones de su medio hermano, pero eso no quitaba el hecho de que Yoongi sintiera cariño por él, jamás lo considero una mala persona, mucho menos alguien que lo detestará.

Pudo seguir soportando esos dulces y amargos recuerdos durante más tiempo, pero el pequeño toque sobre su hombro izquierdo lo hizo regresar a la realidad, parpadeo un par de veces, mirando que frente a él se encontraba un plato con fideos, el aroma tan delicioso del caldo hizo que por breves instantes su boca salivará, elevo la mirada, encontrándose con la mirada de todos los alfas puesta sobre él, esperando sus acciones, aprecio que cada uno de ellos había terminado con la sopa, a excepción de él. Sus mejillas adquirieron calor debido a la vergüenza del momento, pues no sabía exactamente cuanto tiempo había estado ensimismado por sus propios recuerdos.

—Parece que nuestro pequeño está distraído —comento Jungkook mientras le sonreía. Yoongi no dijo nada.

—Deberías comer antes de que se enfríe —la voz a su lado izquierdo lo hizo mirarlo, Seokjin le dedico una pequeña sonrisa—, anda, Yoongi.

—¿Qué es lo que te tiene tan distante? —su mirada fue a dar hacia el alfa que se encontraba sentado frente a él, Taehyung no apartaba en ningún momento su mirada, esperaba una respuesta—. ¿Pasa algo?

—N-no pasa nada —dijo en voz baja, relamió sus labios y por fin decidió tomar los palillos—, estoy bien —trato de sonreír, pero más que una sonrisa, parecía ser una pequeña mueca sin gracia.

—Omega —la voz de Jimin llamo su atención—, sino te sientes bien, puedes decírnoslo, no tenemos problema con escucharte.

—Sí —dijo Namjoon—, has pasado los últimos días aquí en nuestro hogar, sabes algunas cosas de nosotros y viceversa, no tienes porque ocultar tus emociones aquí, Yoongi —el alfa le miro—, te escucharemos siempre, así como tú nos escuchas a nosotros.

—Sí, bonito —Hoseok le regalo una radiante sonrisa—, estamos para ti y tú para nosotros, cualquier cosa que te incomode puedes decirla, siempre estaremos gustosos de escucharte.

Yoongi no pudo evitar mirar a cada uno de ellos, sin que él pudiera notarlo a la primera, una calidez comenzó a inundar su pecho, haciendo que su corazón latiera con más rapidez, ¿qué era esa sensación de seguridad y tranquilidad que se estaba instalando dentro suyo? ¿Por qué la sola presencia de todos ellos allí prestándole su total atención le hacía sentir en casa? ¿Por qué sentía sus ojos picar al tener esa sensación sino se sentía tan triste como para llorar? No, no eran lagrimas de tristeza, era todo lo contrario, y Yoongi no pudo evitar sonreír tenuemente ante la mirada de todos, no era tristeza, era alegría, y esa alegría ya no la había sentido tan fuerte como ahora lo hacía, esta felicidad, esta euforia burbujeando dentro de él era tan hermosa y difícil de explicar que lo único que quería hacer el omega era permanecer allí con ellos, porque esa sensación lo hacía sentir protegido, amado, lo hacía sentir que estaba en el lugar correcto.

—Alfas —el omega no evito sonreírles en grande—, muchas gracias, alfas.

Yoongi no era el único que sentía esa calidez.

—¿Nos dirás lo que acontece por tus pensamientos? —se atrevió a preguntar Jimin.

El omega no dudo ni un segundo en dar un asentimiento con la cabeza, indicando que se sentía listo para hablar.

—E-es solo que —soltó un resoplido—, me siento algo abrumado por lo que han dicho, es decir, regresar a Seúl es una buena noticia, pero no puedo evitar llenar mi cabeza con los recuerdos de mis padres fallecidos —sonrió levemente, su mirada bajo, concentrándose de nuevo en aquel plato de sopa—, sé que es tonto, pero...

—No me parece que sea tonto —interrumpió Taehyung, el omega lo miro—, recordar a las personas que amaste y amas no es tonto, es inevitable, a veces puede ser triste, pero debemos recordar que fueron parte de nuestras vidas, y que jamás debemos olvidarlos, al contrario, recordarlos con alegría en vez de tristeza es una manera más dulce de tener un abrazo de los que ya no están.

—Y yo que pensé que este bastardo no sería tan dulce —Taehyung le regalo un gruñido a Jungkook mientras los demás soltaban una risa por su comentario—, pero tiene razón, no es malo que los recuerdes, tampoco que te sientas abrumado por regresar —se encogió de hombros—, además apuesto a que extrañas mucho la capital.

—Un poco —dijo Yoongi mientras sonreía—, y debo admitir que también lo extraño a él... a Jindae —los rostros de los alfas se pusieron serios—, sé que quizás él tiene la culpa de que esté aquí, en Wonju, pero eso no quita el hecho de que lo quiero, es mi hermano y siempre lo consideraré como tal.

—Es comprensible —dijo Hoseok—, y no te preocupes, pequeño omega, regresarás a donde perteneces y nosotros nos encargaremos de que llegues con bien allá.

—Sobre eso —las miradas fueron a dar de inmediato hacia Namjoon quien mantenía cruzados sus brazos sobre su pecho—, tenemos un diminuto problema.

—¿De qué hablas? —pregunto Jungkook.

Namjoon soltó un pequeño resoplido antes de apretar los labios levemente.

—Regresar a Yoongi a la capital puede que sea una tarea fácil, pero no lo es —Namjoon continuo—, cada uno de nosotros tiene antecedentes, y somos buscados por las autoridades de la capital.

—Es cierto —dijo Seokjin—, entrar a la capital es fácil, pero permanecer en ella será complicado, ninguno de nosotros podrá estar tranquilo caminando por esas calles, tenemos que hacer algo.

—¿Y qué se supone que haremos? —pregunto Jimin—. A la mayoría de nosotros nos buscan por crímenes de alto rango, en cuanto nos vean no dudarán en atraparnos para enviarnos tras las rejas.

—Será peligroso para nosotros entrar a la capital —comento Taehyung—, necesitaremos un buen plan.

—Pero ¿cuál? —pregunto Seokjin—. Pasar desapercibido es imposible.

¿Desapercibido?

El omega frunció el ceño al escuchar esa palabra, si el problema era que a ellos los vieran, entonces podría haber una oportunidad para pasar desapercibido, y tenía que buscarla. Yoongi dejo de escuchar la conversación de los alfas mientras comenzaba a pensar.

—Esto es una estupidez —bufo Hoseok—, sino encontramos algo de inmediato, esto jamás funcionará.

—Tiene razón —Jungkook frunció el ceño—, esto es una idiotez, si nos atrapan en cuanto estemos en la capital, esto habrá sido una perdida de tiempo, y ni siquiera podremos disfrutar de todo el festival de la luna.

¿Festival?

Con esa pequeña palabra había llegado un recuerdo de infancia de Yoongi, uno al cual, hasta ese momento, no había prestado la suficiente atención, en Wonju existía el festival de la luna, pero en Seúl, había algo muy similar, solamente que se trataba de un pequeño carnaval que se realizaba como festividad para recibir los días de luna llena, su madre y su padre siempre iban a ese lugar y... no había momento del festival en que no llevasen antifaces...

—¡Eso es! —exclamo entusiasmado el omega, llamando la atención de los demás presentes, Yoongi sonrió, tenía un plan—. Ya sé como pueden entrar a la capital sin el riesgo de ser atrapados por la policía.

—¿De qué hablas, Yoongi? —pregunto Seokjin.

—No sé si alguno de ustedes lo sepa, pero en Seúl, hay un pequeño carnaval, el cual siempre se realiza por las horas en que el cielo se llena de arreboles —sonrió—, todos siempre llevan sus mejores ropas a esa fiesta que se realiza en las calles, y, sobre todo, cada uno lleva un antifaz...

—El carnaval de la luna llena —comento Namjoon—, es cierto, pero olvidas un pequeño detalle, Yoongi.

—¿Qué?

—En ese lugar solamente hay personas con el suficiente dinero, y visten sus mejores trajes y vestidos, los ricos son los únicos que disfrutan de esa festividad —Namjoon soltó un suspiro—, nosotros no tenemos la ropa adecuada para ir allí, mucho menos la tienes tú, ¿cómo piensas que iremos?

—Yo puedo robarla —las miradas fueron a dar hacia Hoseok—, claro que... —miro hacia Taehyung—, necesitaré un poquito de ayuda.

Taehyung rodo los ojos al escuchar eso.

—No sabía que también eras un ladrón —comento Yoongi, Taehyung cerro los ojos con fuerza, y no tardo en sentir sus mejillas arder en vergüenza, mataría a Hoseok después de esto.

—Auuuu —dijo Jungkook con la voz más aguja—, ¿qué pasa? ¿El pequeño TaeTae le avergüenza que le digan sus verdades?

—¡Cállate sino quieres que te parte la cara! —Taehyung en verdad quería matar a ese idiota.

—Pero eso es excelente —dijo Yoongi, Taehyung de inmediato lo miro—, Hoseok —el alfa lo miro—, ¿crees poder encontrar la ropa que necesitamos?

—¡Por supuesto que sí, bonito!

Namjoon sonrió, quizás el plan de Yoongi pueda funcionar, ese carnaval siempre se satura de personas, y se realiza dos días después del festival de la luna en Wonju, era perfecto para ocultarse entre las multitudes, nadie los notaría porque serían parte de toda la fiesta.

El plan era perfecto.

...

Todo estaba hecho, Hoseok se encargaría de conseguir las prendas de vestir, y para eso necesitaba de toda la ayuda posible, y Taehyung era la respuesta a sus problemas, pues ambos siempre habían pasado tiempo juntos, y Taehyung había aprendido uno que otro pequeño truco para desaparecer cosas, quizás inclusive Hoseok podía considerarse como un mago, inclusive mejor que Park Jimin.

Hoseok sabía exactamente cuales eran las zonas en donde las personas más adineradas de Wonju vivían, pero sobre todo necesitaban buscar las zonas en donde las familias más ricas vivián, el plan era sencillo, Hoseok se encargaría de irrumpir dentro de las casas para abrirlas e ingresar, ser sigiloso siempre ha sido su especialidad, mientras que Taehyung se encargaría de vigilar y por supuesto mirar que hubiera ropa para el omega, lo más difícil de buscar ropa entre las prendas de los millonarios, era que los omegas de la clase alta usualmente no se trataba de hombres, y más cuando estabas en un sitio como Wonju, pero lo intentarían, no perdían el tiempo con hacerlo.

El robo tenía que ser rápido, no podían darse el lujo de realizarlo por más de una sola noche, ya que, si se descubriera que alguien a robado ropa costosa de las casas adineradas en más de dos noches, la policía estaría en alerta, y lo que menos querían era tener que esconderse, así que debían ser rápidos y precisos, sin margen de error.

Hoseok miro el saco que tenía en sus manos, era del tamaño perfecto para llenarlo de las prendas de vestir y quizás una que otra joya preciosa, la sola idea era tentadora.

—Creo que esto será perfecto —Hoseok miro a Taehyung—, ¿estás listo mi gran amigo de los atracos?

—No me llames así —dijo Taehyung mientras rodaba los ojos—, solamente tenemos que conseguir ropa, ¿verdad?

—Eso y quizás un par de collares, o diamante, o quizás anillos ¡me gustan los anillos! —Taehyung volvió a rodar los ojos.

—Nunca cambiarás —ambos caminaron hacia la puerta de la casa, necesitaban la ayuda de la oscuridad profunda de las calles para esconderse, y ahora mismo inclusive la luna estaba de su lado, porque no brillaba tan intensamente, eso les daba una gran oportunidad—, regresaremos antes de que las aves canten.

—¡No nos esperen despiertos! —dijo Hoseok, dirigió su mirada hacia Taehyung—. Hay que darnos prisa.

Taehyung le regalo un asentimiento, antes de abrir la puerta y salir.

Sus pasos apenas eran audibles bajo el sonido leve de los grillos, y la profunda oscuridad nocturna era su aliado para que sus siluetas se perdieran entre las sombras.

Ahora solo era cuestión de esperar el regreso de ambos.

...

Puede que ellos hubieran mencionado que regresarían antes de que las primeras aves se despertaran para cantar en la mañana, o que Hoseok mencionase que no los esperasen despiertos, pero eso no quitaba el hecho de que Yoongi se sintiera levemente preocupado por esos dos, ¿a quién engañaba? Estaba a poco de comenzar a comer sus uñas debido a la pequeña ansiedad que le provocaba tener que esperar, ni siquiera podía conciliar el sueño, girar de un lado a otro sobre su cama no hacía más que fastidiarle, así que no pudo quedarse más tiempo allí acostado.

El omega se incorporo quitando la sabana que cubría su cuerpo para después dejar la cama, levantándose y sintiendo el frío de la noche sobre su piel, comenzó su camino para dirigirse hacia la puerta de su habitación y abrirla.

Camino un par de pasos saliendo de su habitación para después ir y acercarse a la ventana más próxima que le diera vista hacia las afueras de la casa, con la esperanza de ver a ambos alfas que regresasen a casa, pero para sus ilusiones todo fue en vano, porque la oscuridad afuera no le permitía ver mucho, y sobre todo la luna no iluminaba lo suficiente el camino como para darle alguna señal de que ellos ya estaban de regreso, soltó un pequeño resoplido, decepcionado por no poder ver algún indicio de ellos.

—¿No puedes dormir? —una voz lo hizo saltar en su sitio, ganándose una pequeña risa de la persona que lo había hecho exaltarse de ese modo.

Yoongi miro detrás de él, encontrándose a Jimin quien no dejaba de sonreír por la repentina sorpresa que causo en el omega.

—Por la luna, Jimin —dijo el omega—, casi me matas de un susto.

—Tranquilo, cariño —respondió Jimin—, lo siento, omega —Yoongi regreso la mirada a la ventana—, deberías ir a la cama.

—Lo sé, pero —apretó levemente sus labios—, no puedo evitar sentirme preocupado, ellos aún no llegan...

Jimin sonrió enternecido por la preocupación del omega, le parecía tan dulce, camino los pasos que lo separaban del omega, y en cuanto estuvo cerca suyo, no dudo en abrazar a Yoongi por su cintura, rodeándolo por completo con sus brazos fornidos, el omega sintió un cosquilleo en su piel al sentir como los brazos del alfa lo rodeaban, y el sentir el torso y pecho fornido del alfa detrás de él lo hizo sentirse más pequeño.

—No deberías de sentirte preocupado, omega —menciono Jimin para después tomarse la libertad de colocar su mentón sobre la cabeza de Yoongi—, ellos estarán bien, y regresarán como lo prometieron.

—¿E-eso crees? —Yoongi no podía evitar sentirse levemente nervioso, pero la cercanía y las palabras de aquel alfa lo hacían sentirse más tranquilo.

—Confía en ellos —Jimin dejo de abrazarlo—, ellos son los reyes de los ladrones, esto es solo un juego de niños para ellos —Yoongi lo miro—, descuida, regresarán...

Yoongi le regalo una sonrisa.

—Ve a descansar, no quiero que te desveles.

—Gracias, Jimin...