-O43-
—Es una lástima —menciono un hombre mientras de su boca soltaba el humo de su cigarrillo, soltó un breve suspiro y miro de nuevo la hoja de papel en la que estaba escrita la que sería en ese momento la noticia más abrumadora que podría publicarse en la capital—, muerto, él está muerto.
—Sí —menciono la mujer frente a él, la cual mostraba un semblante tranquilo, pero eso no quitaba que muy dentro de ella sintiera las terribles ganas de soltar sus primeras lágrimas, Riel sabe que su trabajo no es involucrar sus emociones con las personas a las que les brindaba sus servicios, pero le era imposible, conoció al joven Min Yoongi desde que era un cachorro de cinco años, y ahora... saber que ese joven de diecinueve años había perdido la vida... su corazón estaba totalmente aplastado por la noticia—, el joven Min... f-fue un buen chico...
Riel no quería hablar mucho, en cualquier momento sentía que se quebraría por completo, su garganta estaba caliente debido a las ganas inmensas que sentía de soltar sus primeras lágrimas, sus ojos amenazaban con picar en cualquier momento y la opresión en su corazón parecía no querer desaparecer. Se torturo mucho así misma al aceptar escribir la noticia en esa hoja que ahora sostenía uno de los hombres del periódico, el dueño de la imprenta, la señora Min había sido especifica, escribe y no llores, pero era imposible, y ahora Riel estaba tan desbastada y abatida que sentía que en cualquier instante se desmayaría a causa de la tristeza.
—Bien —comento el hombre después de terminar de leer, sus ojos se dirigieron a la sirvienta frente a él—, dígale a la señora Min que lamento su perdida —Riel dio un asentimiento—, ¿le comento cuando quiere que salga esto en el periódico?
—S-sí —contesto ella—, menciono que le gustaría que salga lo más pronto posible... —trago con pesadez intentando inútilmente de deshacerse del nudo en su garganta—, quiere que las búsquedas paren y q-que todos se enteren de l-lo sucedido... es todo...
—Entendido —dejo la hoja sobre su escritorio—, se publicará a primera hora el día de mañana, el periódico será distribuido por la capital, y por supuesto las búsquedas terminarán.
—G-gracias...
Riel no tardo en realizar una reverencia antes de darle la espalda a aquel hombre y comenzar a caminar a pasos rápidos fuera de la oficina, Riel camino por el pequeño pasillo que la llevo hacia las escaleras, bajo cada peldaño de forma apresurada y paso cerca de las enormes maquinas que seguían imprimiendo más periódicos, el periódico de aquel día, miro los encabezados, ninguno hablaba de muertes, sino de que la industria estaba acrecentando las ventas en el mercado, pero no podía evitar imaginar el siguiente encabezado de mañana por la mañana...
En cuanto cruzo la puerta, saliendo por fin de aquel infierno de ruido de la maquinaria y del horrible olor de la tinta, se permitió llorar... Riel siempre era considerada como una de las más fuertes, alguien que ni siquiera se dejaba doblegar por las malas noticias, inclusive Yoongi la admiraba mucho, sonrió con tristeza mientras las primeras lagrimas recorrían sus mejillas en una línea recta, Yoongi... ¿en verdad ese eras tú? ¿En verdad estás muerto? Riel no quiere creerlo, es imposible, pero decían que era él, que habían encontrado el cuerpo correcto, pero ella, muy dentro de su corazón sabía que no, esto no era verdad, Yoongi seguía vivo, lo sabe, pero lo que no sabe es como demostrarlo.
"Déjalo ir, Riel" dijo la señora Min. "Sé que lo amabas como si hubiera sido hijo tuyo, convivieron mucho, pero ahora sabemos lo que le paso, ha muerto, Riel, déjalo ir."
¿Cómo?
¿Cómo iba a lograr dejarlo ir cuando siente que él esta más vivo que nunca?
—Joven Min... l-lamento no haber sido de a-ayuda... —y siguió su camino despacio, mientras se fundía en su propio llanto.
...
Las cosas no podían estar más a su favor, su sonrisa se ensancho a más no poder al escuchar a uno de los sirvientes que tenía que ir a la estancia, pues la anciana lo buscaba, Min Jindae sabía que esto solamente significaba una cosa, su abuela estaba a punto de hablarle acerca de su herencia, y eso era tan satisfactorio como comer una jugosa mandarina en pleno verano bajo los rayos del sol.
—Querida abuela —menciono Jindae en cuanto entro a la estancia, le regalo una reverencia sumamente exagerada, algo que hizo sentir un espantoso amargor en la boca a la mujer—, me has mandado a llamar, ¿puedo saber el motivo?
La mujer quería gritarle que se largará y regresará cuando esos ánimos se le bajarán hasta el infierno, pero no, debía mantener su compostura, no podía desequilibrar sus emociones solamente por un pobre infeliz como lo es Jindae, además estaba el hecho de que no quería peleas, ni discusión alguna, no ahora, a sus años esas cosas ya no son saludables, además de que no podía permitir que ese bastardo le hiciera algo. Jindae podrá tener una cara angelical, pero por dentro era inclusive peor que un demonio.
—Pasa —menciono la mujer sin interés, Jindae obedeció las ordenes y camino en dirección de su abuela, colocándose de pie frente a ella, a un par de metros que él consideraba como prudentes—, seré breve, porque sinceramente recordar la muerte de tu hermano me tiene mal.
—Sí, la muerte de Yoongi ha sido un acontecimiento sumamente desbastador para esta familia —la señora Min casi podía sentir la burla en sus palabras, Jindae saboreaba la palabra muerte con gratitud y era más dulce cuando mencionaba a su hermano—, pero dime, abuela, ¿a qué debo el honor de tu llamado?
—Mi testamento —comenzó a hablar la anciana—, la redacción del mismo fue hecha justo cuando mi hijo menciono que había tenido a su primer heredero, Yoongi —Jindae dio un asentimiento—, en aquel documento plasme mi voluntad de que quería que él fuese el heredero legitimo de la familia Min. Pero me temo que ahora habrá un cambio.
—En efecto lo habrá, después de todo, Min Yoongi ya no está.
La señora Min se mordió la lengua en el interior de su boca para evitar soltarle una blasfemia a Jindae.
—Sí —contesto de forma corta, con un tono duro—, en efecto el cambio se realizará.
—¿Eso es todo?
—No —la mujer soltó un pequeño suspiro—, debido a que Yoongi ya no se encuentra con nosotros, además de que mi hijo, ha muerto al igual que su esposa, y no tengo más herederos, además de ti —lo miro a los ojos—, la herencia pasará a ser tuya de inmediato.
—¿De verdad? —Jindae entreabrió los labios al escucharla, sus cejas se elevaron ligeramente, la señora Min sabía muy bien descifrar a un mentiroso, y esa sorpresa era una clara señal de falsedad—. A-abuela, eso es...
—Es lo único que se puede hacer —menciono ella—, no dejaré que la riqueza de esta familia se vaya a manos de los interesados, por lo que serás tú quien esté ahora dentro del testamento y como mi único heredero —Jindae quería sonreír, esto era perfecto—, por supuesto, como sabrás, mi muerte es lo único que te dará la herencia, ¿lo sabes?
—Lo sé perfectamente, abuela —Jindae se mostro serio—, pero claro, no es como si te murieras el día de mañana, ¿verdad?
La mujer dejo de mirarlo.
—El abogado de la familia vendrá dentro de dos semanas, y traerá el documento en donde cambie al heredero, le he pedido que estés presente para que te lea el documento, así que no habrá problema, a menos que no quieras estar presente.
—Me gustaría estar presente —Jindae quería asegurarse de que todo esto no sea una broma, sabe perfectamente que tiene que tener cuidado de esa anciana—, mi presencia no será una molestia por lo visto.
—No, no lo será...
Jindae dio un asentimiento, nada podría salir mal, en cuanto esa anciana firmase su nuevo testamento, él no dejará pasar la oportunidad de hacerla desaparecer como lo hizo con Yoongi, debía estar preparado, pero primero lo primero, empezaba la cuenta regresiva, contaría cada día, solamente quedaban exactamente catorce días para que su futuro se viera cada vez más próspero.
...
La cena había transcurrido con tranquilidad, aunque para muchos hubiera sido todo menos una cena tranquila, en la mesa siempre se escucharon halagos de parte de Hoseok, murmullos de parte de Taehyung quien no estaba dispuesto a aceptar del todo que la comida estaba deliciosa, gritos de parte de Jungkook y por supuesto gruñidos de parte de Seokjin quien siempre le daba golpes para que dejase de decir tonterías, Namjoon simplemente se concentraba en masticar mientras de vez en cuando rodaba los ojos al ver lo salvajes que seguían siendo sus compañeros, y Jimin solamente podía concentrarse en tratar de llamar la atención del omega con miradas, pero claro la atención de Yoongi era llamada por cada alfa en esa mesa, pero eso no dejaba que el omega no pudiese dejar de pensar en las palabras de aquella bella mujer beta.
Las ultimas que le dijo eran las que lo tenían demasiado aturdido.
"Te reencontrarás con él, pero no será un encuentro agradable..."
¿Qué es lo que ella le trato de decir con aquellas palabras? Yoongi no entendía del todo y mucho menos lo entendía por la razón de que había pensado de inmediato en su medio hermano, en Jindae.
Pensó en los alfas, ellos le habían mencionado la posibilidad de que Jindae fuese el culpable de que ahora se encontrase en Wonju, pero él no podía creer en eso, o quizás no quería... soltó un largo suspiro mientras miraba hacia la luna, se encontraba en su habitación mientras los demás estaban en la planta baja disfrutando del postre que les preparo, él no tenía apetito para probar algo dulce, no cuando la leve acidez y amargura invadían su boca al pensar en lo sucedido.
Quizás dormir sería una solución mucho más agradable en ese momento, de esa forma podría olvidarse de todo por unos momentos, pero ni siquiera la oscuridad y la suave luz de la luna le ayudarían a dormir, estaba muy seguro de eso.
—¿Yoongi? —el omega miro por sobre su hombro la puerta, conocía esa voz, se obligo a mostrar una pequeña sonrisa.
—Adelante —hablo y de inmediato la puerta fue abierta, dejando ver a Kim Namjoon quien en sus manos traía un plato pequeño con una taza encima, a las fosas nasales de Yoongi llego el aroma del té de hojas de naranjo y flores de azahar, tan aromático y relajante, se permitió cerrar sus ojos por breves segundos antes de mirar al alfa—, ¿pasa algo?
—Eso debería preguntártelo a ti, omega —Namjoon camino dentro de la habitación, dejando la taza sobre la mesita de noche al lado de la cama del omega para después mirarlo—, parecías distraído en la cena.
—No es nada —Yoongi dejo de mirarlo, volvió a prestar atención al cielo nocturno detrás de su ventana—, creo que solamente necesito dormir.
Namjoon sabía que algo estaba abrumando al omega, sabe que seguramente le es difícil hablar sobre el tema, pero espera ser de ayuda para Yoongi, nadie debería quedarse con sus pensamientos de por vida, siempre es bueno sacarlos a flote para liberarse de algunas cosas que a veces podían ser sumamente aplastantes.
—Sabes que puedes hablar con cualquiera de nosotros, omega —Namjoon aproximo sus pasos, Yoongi lo escucho acercarse, sintió un leve cosquilleo en su cuerpo en cuanto sintió como la mano de Namjoon se colocaba sobre su cabeza y revolvía con leve dureza sus cabellos, soltó un pequeño quejido haciendo a Namjoon sonreír, Yoongi de inmediato aparto la mano para mirarlo, su ceño estaba fruncido, esa acción no había sido para nada delicada, pero parecía que Namjoon lo había hecho a propósito, porque no dejaba de sonreírle—, lo siento —le regalo una pequeña sonrisa—, pero hablo en serio, Yoongi, no dejes que los pensamientos arruinen tu humor, si quieres hablar con nosotros, hazlo, ¿bien?
—Bien —dijo Yoongi—, pero no vuelvas a revolver mis cabellos de esa forma.
Namjoon soltó una risa corta al escuchar el reclamo.
—Trataré de no volver a hacerlo, omega...
Yoongi sonrió, y miro al alfa alejarse poco a poco de él hasta por fin salir de su habitación, olvidando cerrar la puerta, pero eso a Yoongi no le importo, porque parecía ser más una invitación a seguirlo, quizás si necesitaba hablar con ellos, pero no sentía que era el momento correcto para hacerlo.
Mañana sería otro día, uno en el que quizás si tenga el animo suficiente para hablar con ellos sobre las palabras que esa mujer le dijo.
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