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Para algunos alfas, tener a su disposición varios omegas, se trataba de algo admirable, inclusive los hacía sentir mucho más superiores a todos los demás, envidiados por los alfas que no pueden obtener ni siquiera la mirada de un omega, pero para Jeon Jungkook se trataba de un problema del cual definitivamente ahora ya no podía librarse con facilidad, ¿la razón? Pues, los omegas podían llegar a ser demasiado insistentes en otros aspectos que eran fuera del contexto de solamente sexo.
—¡Cómo es que no puedes llevarme a mí! —por fin exclamo una omega, se trataba de la hija de uno de los mercaderes más reconocidos de Wonju, y estaba furiosa, porque Jungkook siempre la buscaba, pero para sólo una cosa; tener relaciones sexuales y eso era todo—. Tú, alfa de pacotilla, quiero explicaciones, y será mejor que seas claro.
—Hyori —Jungkook soltó un suspiro—, ya te lo he dicho cientos de veces, no pienso invitarte al festival de luna.
—Eso no me parece una razón, sigues diciendo lo mismo, una y otra, y otra vez, pero no me das la razón —la voz chillona de la chica estaba haciéndolo sentir un inmenso dolor de cabeza, y lo peor era que tenía que soportarla no solamente a ella, sino a los demás omegas que por supuesto vendrían tras él esperando por una invitación de su parte a ese tonto festival—, será mejor que hables, alfa, o sino ya no dejaré que me pongas un dedo encima.
Jungkook rodo los ojos, por el momento, no le interesaba tener que buscarla a ella para complacer sus deseos carnales, además estaba el hecho de que ya no le estaba importando en lo absoluto tener sexo con cualquier omega que se le atravesase en el camino y él considerase apropiado para calmar su ansiedad carnal, relamió sus labios, era ridículo seguir con esa discusión con esa omega tan terca y más porque ahora se encontraba mucho más interesado en alguien más.
—No me interesa si me quitas el privilegio de tocarte —comento Jungkook, haciendo que la omega elevara ambas cejas al escucharlo—, no tengo excusas para no invitarte, simplemente no quiero hacerlo, jamás has sido parte de mis citas, así que será mejor que dejes de fastidiarme con lo mismo.
Hyori no pudo evitar mirar a los ojos a Jungkook, ese alfa parece no percibirlo, pero siempre se ha tratado de un hombre demasiado expresivo, y la mayor parte del tiempo sus emociones se veían claramente escritas en su mirada, era por eso que ella no pudo evitar mirar esos ojos negros suyos, algo estaba mal, lo presentía, ese alfa frente a ella no era Jeon Jungkook, puede que en apariencia sea él, pero en su persona, en ese lado oculto del psique, había algo que ni a ella misma le resultaba familiar, Jungkook es coqueto, atrevido, impulsivo, lleno de energía, un blasfemo, y por supuesto alguien que no rechazaría la oportunidad de tener sexo en el festival de luna, porque sí, ella era consciente de que Jungkook llevaba a más de un omega al festival, y que siempre disfrutaba la noche complaciendo esos deseos tanto de los omegas como los suyos propios, pero ahora, algo en esa mirada suya le decía algo completamente extraño.
—¿Qué es lo que tanto miras? —Hyori se sorprendió ante la pregunta, así que no pudo evitar caminar un par de pasos hacia atrás mientras su ceño se fruncía levemente.
Había encontrado algo, ese tono de voz, golpeado, lleno de fuerza, no tenía ni siquiera nada de coquetería, o amabilidad, o tan siquiera un poco de seducción, nada, solamente parecía que estaba dispuesto a que ella se alejará por completo de él, y eso solamente la hizo pensar de inmediato en que había encontrado lo que pasaba por los pensamientos de Jungkook, en el tiempo en que conoce a Jungkook, en que ha pasado un par de horas con él, supo de inmediato que no sería fácil aferrarlo a ella de por vida, Jungkook no es un alfa que quiera comprometerse y serle fiel a un omega por toda una vida, no, a él le encanta la diversión y entre más omegas tenga con los cuales divertirse, era mejor para él, pero ahora... ahora estaba muy extraño.
—Ya veo —menciono Hyori al comprenderlo, puede que Jungkook sea alguien que es inalcanzable para cualquier omega, porque él no estaba dispuesto a una relación duradera, ni siquiera una relación, pero los ojos del alfa estaban tan diferentes que no pudo evitar captar su completa atención, ahora lo veía, ese alfa ya no era de ella, y quizás ni siquiera de ninguno de los demás omegas con los que Jungkook se acostaba, ahora le pertenece a alguien más, pero ¿quién es el omega que logró lo que ni ella ni los demás pudieron hacer? Necesitaba respuestas—, ¿quién es?
—¿Qué? —pregunto Jungkook, ya veía venir un nuevo drama y quizás una buena bofetada, hace ya un par de horas había recibido una, no necesitaba otro golpe, todavía le ardía un poco la mejilla izquierda.
—No tienes porque ocultarlo —la omega le regalo una sonrisa, una en la que Jungkook pudo leer la burla—, estás extraño, alfa.
El alfa no evito soltar un pequeño gruñido desde el interior de su garganta, nadie más debía llamarlo alfa, solamente un omega era digno de llamarle por su jerarquía, los demás eran totalmente despreciables.
—Lo sabía —menciono Hyori al escuchar el gruñido—, te molesta que te llame por tu jerarquía —soltó un largo suspiro mientras se acercaba al alfa—, antes no eras así, te gustaba que inclusive gimiera por ti, ¿qué pasa, Jungkook? —el alfa permaneció inmóvil mientras miraba a la mujer acercarse a él—. ¿Alguien por fin te atrapo?
Al escuchar esa pregunta el cuerpo del alfa se tenso y el gruñido dejo de emitirse, de inmediato Hyori supo que había dado en el blanco, ahora lo sabía, había alguien más, alguien que había logrado lo que los demás, incluyéndola, no habían logrado, alguien por fin había puesto un collar y una correa a ese alfa, alguien por fin podía decir que Jungkook le pertenece y que esta de acuerdo con eso, la omega soltó una suave risa, estaba decepcionada por no ser ella la que se ganase a tan apuesto alfa, pero no podía hacer mucho, no ahora, mucho menos después, ya que cuando un alfa elige a un omega, lo hace para toda la vida, se aferran a la idea de que debe ser su omega, y no se cansan hasta obtener por completo el corazón de dicho omega, siempre es así, ahora Jungkook le pertenecía a otro omega, ya no había vuelta atrás.
—Bien —menciono Hyori—, espero que tengas suerte con ese o esa omega, Jeon, ¿sabes? —ella se comenzó a alejar más de él, se giro un poco casi dándole la espalda—. Fue divertido estar contigo mientras duro, será un poco aburrido ahora, ya no podré verte a escondidas de mi madre —sonrió—, pero espero que ese omega que te atrapo sepa tratarte tan bien como lo hacía yo —y por fin le dio la espalda al alfa para comenzar su camino—, adiós Jeon Jungkook.
El alfa no respondió, simplemente la vio alejarse, rodo los ojos, fastidiado, pero al fin ya se había librado de esa omega, ahora podía disfrutar un poco del alcohol en su bebida, no necesitaba seguir escuchando a omegas fastidiosos, agradecía que por lo menos ella no se le hubiera echado encima para golpearlo, soltó un largo suspiro, ella tenía razón, alguien lo había "atrapado" sí, alguien de linda piel nívea que podía ser comparada con un campo nevado, alguien con un corazón tan puro y una inocencia tan dulce que no sabía de sus acciones tan insinuadas, alguien que podía robarte el corazón con solamente darte un poco de comida, alguien tan amable que con su sola presencia te sentías en plena confianza de confesarle todos tus secretos, alguien tan único... soltó un largo suspiro, esta enamorado de ese omega, no puede evitarlo, quizás Yoongi jamás debió entrar a su vida.
—¡Jungkook! —y una nueva voz lo saco de su pequeña ensoñación en la que se encontraba Yoongi, ahí venía otra omega, o más bien, los problemas se estaban acercando a él de nuevo.
...
La amabilidad era una característica muy atractiva, y por supuesto más de un omega sabía perfectamente que cuando un alfa se comportaba amable, se trataba de la persona perfecta para ellos, aunque quizás la amabilidad de parte de Park Jimin, se estaba volviendo demasiado dura, porque el rechazo era lo peor que un omega podía recibir de parte de un alfa.
—¿Por qué no? —hablo un omega mientras mostraba su mejor mirada, esperando que la tristeza y suplica en sus ojos se viera tan notoria que hiciera al alfa sentirse mal en el proceso y así aceptase invitarlo al festival.
—Lo siento, pero no puedo invitarte al festival —comento Jimin con una pequeña sonrisa, estaba incomodo, quizás más que otras veces.
—¿Y a mí? —una omega se acerco a él ahora, sus manos estaban detrás de su espalda mientras le regalaba una dulce sonrisa al alfa frente a ella—. Es que piensas invitarme, ¿verdad? Por eso rechazas a todos.
—Yo... —pero Jimin fue interrumpido de nuevo.
—Eso es una gran mentira —comento otra omega—, mi Jimin no sería capaz de invitarte a ti, ni a los demás, porque él —el alfa sintió un fuerte tirón en su brazo izquierdo, la omega lo había abrazado a modo de marcar su territorio—, será quien me lleve a mí al festival de luna, ¿verdad, alfa?
—Bueno, la verdad es que... —y lo volvieron a interrumpir.
—¡Quita tus sucias manos de mi alfa! —exclamo otra omega que se acercaba, alejando a la omega que se encontraba abrazando el brazo de Jimin—. Jimin no te invitará a ti al festival, a mí es a quien va a llevar, lo prometió, y un buen alfa no rompe sus promesas, ¿verdad, Jimin?
Quizás si se estaba metiendo en aprietos, él no había prometido nada, de hecho, ni siquiera invitaba omegas al festival, solamente si veía a alguien que le llamase la atención invitaba a esa persona, pero solamente para pasar una buena noche de sexo, y eso era todo, siempre lo dejaba en claro, además ahora... este festival sería diferente, porque él planeaba invitar a alguien más...
Namjoon miraba a lo lejos, él tenía sus propios problemas, como por ejemplo la omega que se había ido todo porque él le dijo que no le interesaba y que estaba planeando invitar a un omega más bonito que ella al festival, por supuesto no fue una agradable respuesta, por lo que había recibido una bofetada demasiado fuerte en su mejilla derecha, ¡y vaya que golpe le dio! Todavía dolía, inclusive Namjoon pensaba que su mejilla se hincaría después de esto.
Ahora le interesaba ver como Jimin alejaba a todos esos omegas que se estaban arremolinando a su alrededor, pero claro al parecer su amigo se encontraba en verdad muy incomodo frente a los omegas y parecía que no sabía que palabras utilizar para alejarlos, se veía completamente tonto, Namjoon sonrió, la situación le parecía en verdad muy divertida.
—Me invitará a mí.
—Te equivocas, será a mí a quien invite.
Jimin soltó un largo resoplido, esto sería cuento de nunca acabar, miro a Namjoon que se encontraba a unos pasos de él y parecía en verdad muy divertido con lo que le estaba pasando, Jimin le pidió con la mirada que viniera a echarle una mano para que así esos omegas se alejarán de él, pero Namjoon parecía querer ignorar sus llamados de auxilio, ¡qué gran amigo!
—Alfa, ¿verdad que seré yo tu acompañante? —de nuevo esos jaloneos, Jimin no era la clase de alfa que le gustase gritarle a los omegas, pero esta vez en verdad quería hacerlo, detesta que lo toquen con esa confianza y mucha insistencia.
Quizás era hora de ponerse firme y dejar de ser amable, además, toda su atención ahora solamente estaba dedicada a una sola persona, y por supuesto debía dejar de comportarse tan dulce con los demás omegas, solamente tiene ojos para Min Yoongi, nadie más podía tener su completa atención, así que sin más frunció el ceño y jalo su brazo con brusquedad para así soltarse de aquel agarre, sorprendiendo no solamente a esa omega, sino a los demás que lo rodeaban.
—¿Alfa? —hablo una omega al ver ese comportamiento—. ¿Estás bien?
—No soy tu alfa —dijo por fin Jimin, su voz había salido grave, cerro sus ojos por breves momentos antes de abrirlos de nuevo, los omegas que lo rodeaban temblaron en miedo al ver los ojos carmín de Jimin—, de ninguno de ustedes, dejen de fastidiarme, no invitaré a ninguno de ustedes a ese estúpido festival.
—Pero —Jimin gruño al escuchar al omega hablar.
—He dicho que a ninguno —volvió a repetir—, planeo invitar a mi omega, así que dejen de insistir, ninguno de ustedes me interesa.
Jimin no espero alguna queja, simplemente camino alejándose de ellos, Namjoon lo miraba perplejo por lo que había pasado, de alguna forma, Jimin se había puesto totalmente firme con sus palabras y con su decisión, pues ni siquiera los omegas pusieron alguna protesta por lo que dijo, en cuanto Jimin estuvo a su lado, sonrió ladino.
—Así que —su amigo lo miro—, ¿planeas invitar a alguien más? —Jimin no respondió, Namjoon sonrió—, ¿tu omega?
—¿Por qué te interesa?
—No tienes omega, Park —dijo Namjoon—, o a menos no que yo sepa.
Jimin soltó un resoplido, metió sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón y dejo de mirar a Namjoon.
—No es necesario que te hable de mi vida personal, además jamás te ha interesado.
—Bueno, puede que ahora me interese —la mirada de Jimin volvió a caer sobre él, Namjoon comenzó a caminar—, porque tal vez, sólo tal vez... —detuvo sus pasos para mirar por sobre su hombro a Jimin—, estemos compartiendo el mismo gusto.
—¿A qué te refieres?
—Jimin —dejo de mirarlo—, creo que hablo por todos al decir que no solamente tú quieres invitar a Min Yoongi al festival.
—¿Cómo estás tan seguro de que mi omega es Yoongi?
—Yo nunca dije que fuera tu omega —Namjoon volvió a mirarlo, a Jimin no le sorprendió ver en los ojos de Namjoon ese color carmín tan característico de los cambia formas cuando juntaban su lado animal con el humano—, y me refiero a que, no eres el único que siente que Yoongi es el omega indicado.
Namjoon volvió a caminar, mientras Jimin se quedo allí parado por unos escasos segundos, pensando en las palabras de Namjoon, sí quizás no sea solamente él con alguna clase de sentimiento por el omega, lo supo en cuanto vio a Hoseok besar a Yoongi, pero no importaba, no se sentía celoso, pensándolo bien, no sabía lo que sentía realmente, era extraño, pensaba que inclusive se sentiría enfadado e iría a apartar a Hoseok de Yoongi, pero no, le pareció de lo más normal.
...
Seokjin había sido preciso, iría a comprar algo de carne, pero ya había tardado mucho en regresar, pero claro Yoongi podía entender la razón, pues no pudo evitar mirar como a lo lejos nuevamente era sofocado por todas las insistencias de los omegas, Yoongi soltó una suave risa al ver al alfa, ni siquiera las omegas lo dejaban comprar un poco de carne tranquilamente, era muy divertido ver el rostro de desesperación de Seokjin.
No había opción, Yoongi quería ayudar, pero no quería meterse en problemas, sabe que los omegas podían ser crueles y muy territoriales, no eran tan malos enojados como un alfa, pero no dejaban de ser aterradores, así que mejor decidió evitarse problemas, camino un poco por el lugar, sin alejarse mucho de la zona en donde el alfa se encontraba, y algo logró llamar su atención de trataba de una mujer beta la cual ocultaba la mitad de su rostro con una pañoleta de tela delgada de color rojo y vestía un largo vestido de color blanco, su cabello era corto y de color castaño, y tenía en los dorsos de sus manos tatuajes de flores, sus uñas estaban pintadas de lo que parecía ser alguna clase de tinte de color rojizo, parpadeo un par de veces, ella tenía una pequeña mesa frente a ella, y podía leerse un pequeño letrero en el cual decía que se trataba de una mujer que podía leer tu destino.
El omega no lo quería admitir, pero le gustaban mucho esas cosas, algunas veces le parecían interesantes, había leído mucho sobre los adivinos y brujos que se encontraban por todas partes del país y del mundo, y siempre quiso que alguien le leyera su destino, aunque quizás si hubiera escuchado algo de lo que le estaba pasando ahora, quizás no lo creería. Quería acercarse, pero no sabía si sería lo correcto, miro detrás suyo, observando que Seokjin seguía un poco ocupado.
—Ven, acércate —la voz suave de esa mujer lo saco de sus pensamientos, Yoongi miro hacia la adivina que tenía sus ojos puestos sobre él—, vamos pequeño, las betas como yo, no mordemos —soltó una suave risa, y eso hizo que Yoongi se sintiera un poco más animado para acercarse.
Sin pensarlo más, se acercó, y se sentó justo frente a la mujer que se encontraba allí, la adivina lo miro a los ojos.
—Mi nombre es Dasom, ¿deseas que lea tu destino? —pregunto la mujer.
Yoongi sentía que su corazón se estaba acelerando un poco, estaba ansioso, usualmente prefiere que las cosas surjan conforme va en su camino, pero en verdad ahora se sentía muy curioso al respecto, sus dedos picaron levemente y la mujer no dudo en tomar ambas manos del omega para que las acercará a ella.
—No eres de por aquí, ¿no es así, Yoongi? —el omega abrió sus ojos en grande al escucharla.
—¿Cómo sabe mi...? —los ojos de ella le sonrieron—. Lo olvidaba —menciono el omega—, usted es una adivina.
—Es correcto, joven omega —comento ella y miro las palmas de sus manos—, eres afortunado, Yoongi, veo que en ambas manos portas un destino sumamente favorable, veo prosperidad, una gran riqueza, muchas parejas y muchos cachorros... —las mejillas del omega se calentaron al escuchar eso.
—¿P-parejas? —la adivina dio un asentimiento—. Pero, ¿cómo? Se supone que solamente debo de tener una pareja y...
—Oh, joven omega —comento la adivina interrumpiéndolo—, no todos estamos solamente atados a una sola pareja.
—Pero, usted adivina mi destino ¿no? —la mujer asintió—. Entonces esas parejas pueden ser las que tendré a lo largo de mi vida —la mujer negó de inmediato.
—Estás parejas —sintió como ella pasaba un dedo por la palma de su mano derecha—, no son las que conocerás a lo largo de tu vida, no son relaciones cortas, ni pasajeras, veo un matrimonio entre tú y más... no uno, ni dos, veo más, todos son alfas, y a todos los conoces.
Yoongi trago saliva con pesadez al escuchar eso.
—Descuida, todos son personas bondadosas, con pasados terribles, pero los amas tal y cual son —menciono la adivina, Yoongi miro como ella fruncia levemente el ceño—, pero debes saber que antes de tu felicidad, hay algo que la corrompe.
—¿Qué?
—Sí —lo miro a los ojos—, escucha, joven omega, sea lo que sea, no temas, los tendrás a ellos para brindarte la ayuda necesaria, hay alguien que te envidia constantemente, alguien que quiere verte sin vida, alguien que desea con fervor que jamás hubieras aparecido en su vida, te ha hecho daño, y no te percatas de ello, quizás inclusive niegues que él te ha hecho daño.
"Jindae..." Aquel nombre apareció en los pensamientos del omega sin que él mismo lo esperase.
—Te reencontrarás con él, pero no será un encuentro agradable —ella dejo las manos de Yoongi—, es todo lo que puedo decirte, joven omega, ten cuidado, pero no debes preocupar mucho.
—¿Por qué lo dice?
—Porque los tienes a ellos.
—¡Yoongi! —el omega se levanto al escuchar esa voz, y allí lo vio, Seokjin venía corriendo hacia él mientras elevaba su brazo derecho para que lo viera—. Vamos a casa.
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