—¡Agh! —el quejido de Seokjin hizo que Yoongi lo mirase de inmediato—. Detesto cuando el maldito de Jungkook decide que es una buena idea comerse todo lo que hay en la cocina.

—¿Siempre a sido así? —pregunto Yoongi mientras se dedicaban a seguir caminando en aquella calle con los puestos de víveres.

Seokjin podía ser algo dramático, pero no para algunas cosas, y es que quien lo sacaba más de sus cabales casi siempre era Jeon Jungkook, esto debido a que se trataba de un problemático de primera, no solamente se metía con los omegas que quería y cuando él quería, sino que también le gustaba comer demás, y eso afectaba mucho a todos, ya que la comida se acababa más pronto de lo que debería, y eso solamente significaba una cosa, comprar más —claro que hacían que Jungkook pusiera un poco más de dinero para que compraran cosas que él quería, como la carne de primera—, Yoongi lo único que quería era salir a compara algunas hierbas de aromas mucho más fuertes y que aliviaran la sensación de no poder percibir los aromas, y aunque Seokjin le insistió en que podía conseguírselas, Yoongi quería acompañarlo.

Pero no solamente estaban ellos.

—Siempre —dijo Jimin mientras caminaba del lado derecho del omega—, es un maldito glotón —soltó un resoplido—, come como si no hubiera un mañana.

—Supongo que lo hace por si algún día algún alguien lo mata por acostarse con sus hijos —Jimin no pudo evitar soltar una risa ante el comentario de Seokjin—, por cierto, ¿por qué quisiste venir tú? Se supone que deberías estar haciendo tus malditas ilusiones para traer dinero a la casa.

—Lo sé, lo sé —Jimin soltó un bufido—, pero —miro a Yoongi quien estaba más concentrado en mirar a los alrededores, buscando lo que quería comparar—, s-sólo quería hacerles compañía.

Seokjin entrecerró los ojos al escucharlo, miro hacia Yoongi por unos breves instantes antes de volver a pasar su mirada hacia Jimin.

—¿Viniste a por Yoongi? —Jimin abrió sus ojos en grande al escuchar eso—. ¡Eso es! —Seokjin sonrió en grande—. Me lo imagine, a ti ni siquiera te gusta venir a este lugar, siempre dices que se te hace muy polvoriento y lleno de ratas.

—¿Ratas? —pregunto Yoongi, no era que les tuviera miedo, de hecho, le daban asco, mucho asco, al igual que las cucarachas, las lombrices y los malditos escarabajos, sintió como un pequeño escalofrió le recorría la espalda, haciendo que se encogiera en su sitio—. No me gustan esas cosas.

—No te preocupes, YoonYoon —dijo Seokjin mientras colocaba su mano sobre la cabeza del omega—, aquí —señalo con su cabeza a Jimin—, tu caballero de armadura oxidada te defenderá.

—¿Armadura oxidada? —Jimin gruño por lo bajo—. ¿Qué quieres decir con eso?

El bullicio en la calle era más que evidente, los gritos de los vendedores más las conversaciones a su alrededor hacían que el ambiente se viera más animado, Yoongi no podía evitar sentirse feliz de ver a las personas a su alrededor comprando frutas, vegetales, carnes frescas, panes, cereales, y otros productos que abundaban por el lugar, se sentía feliz, y se preguntaba si sería igual salir por Seúl, la mayor parte del tiempo se mantenía en casa, nunca acompañaba a la servidumbre por las compras de los víveres, sus padres no le dejaban, a duras penas y lo dejaban estar en la cocina, por eso aprovecho que Riel se dispuso a enseñarle a cocinar, eso fue de gran ayuda, y más ahora que prácticamente estaba por su cuenta en ese lugar, pero claro, tenía a esos alfas que le brindaban mucha ayuda, y eso era lo que lo tenía mucho más contento.

—Iré por algunas frutas —menciono Seokjin—, no te alejes de Yoongi —le advirtió Seokjin a Jimin—, y Yoongi, si ese tonto se pierde aquí, házmelo saber, ¿bien?

—Esta bien —dijo Yoongi dando un asentimiento mientras le regalaba una sonrisa—, prometo que no se perderá.

—¡No soy tan idiota como para perderme! —mascullo Jimin por lo bajo, cruzo sus brazos sobre su pecho y aparto la mirada de esos dos.

—Ajá —dijo Seokjin para después soltar un resoplido—, nos vemos en unos cuantos minutos cerca del puesto de especias, ¿bien? —Yoongi dio un asentimiento—, no se demoren mucho buscando las hierbas.

—No lo haremos —el omega aseguro—, nos vemos después.

Sin más por decir, Seokjin dio un asentimiento antes de darles la espalda y comenzar a caminar hacia uno de los puestos en donde se vendían frutas, Yoongi soltó un pequeño suspiro antes de girarse y encontrarse con Jimin quien parecía seguir algo molesto por el comentario de Seokjin.

—Vamos, Jimin —dijo el omega mientras comenzaba a caminar, el alfa lo miro de soslayo por unos instantes—, quiero encontrar las hierbas para la nueva infusión que haré para Hoseok.

En otras circunstancias y con otras personas, Jimin se habría negado rotundamente a brindarle compañía, pero simplemente no podía decirle que no a Yoongi, el omega tenía algo que le obligaba a querer seguirlo en todo momento y cuidarlo, por supuesto de sus pensamientos no había salido el recuerdo del beso que tuvieron bajo la atenta mirada del cielo nocturno y de la sagrada luna, quizás Jimin había demostrado demasiado pronto su interés en Yoongi, pero era peor no hacerlo, quería dejarle en claro a Yoongi lo que siente por él, y lo había hecho.

El omega había hecho algo que ni siquiera él podía creer, era como si Yoongi le hubiera echado alguna clase de embrujo, porque ahora Jimin se sentía con la enorme necesidad de cuidarlo y no dejar que nada malo le pase, quería al omega para él, y no quería que alguien más se interpusiera en su camino con Yoongi, inclusive estaba dispuesto a pelear por su atención si es que era necesario, por eso había logrado sentir un leve amargor en su boca al escuchar a Yoongi hablar sobre Hoseok.

Hizo una pequeña mueca con sus labios antes de caminar para estar detrás del omega, quien miraba de un lado a otro con atención buscando las hierbas que necesitaba, el alfa soltó un resoplido, ¿por qué se siente tan mal al escucharlo preocupado por Hoseok? ¿A Yoongi le gustará Hoseok? De sólo pensarlo sentía incomodidad.

—¡Allí esta el laurel! —hablo con emoción el omega mientras se acercaba al puesto y tomaba una de las hojas secas, el leve aroma llego a sus fosas nasales, sí, ese sería perfecto—. Jimin ¿crees qué también vendan algo de menta o...?

—¿Acaso importa? —el omega no tardo en mirar hacia el alfa, percatándose de que Jimin mantenía sus brazos cruzados sobre su pecho, su ceño estaba levemente fruncido y su mandíbula apretada, todo le indicaba al omega que el alfa se encontraba molesto, parpadeo un par de veces.

—Claro que importa —dijo Yoongi.

Jimin rodo los ojos ante esa respuesta.

—No debería de importarte otro alfa —dijo Jimin por lo bajo, y Yoongi elevo una ceja al no comprender aquellas palabras—, dime, ¿en verdad te importa ir tras otro alfa después de lo que te dije?

El rostro de Yoongi no tardo en adquirir un color rojo sumamente intenso, ¿en verdad Jimin tenía que hablar de eso ahora mismo? El omega trago en seco al sentir como su garganta se cerraba un poco ante las palabras del alfa, y es que en verdad no podía ni siquiera creer lo que estaba escuchando, además estaba el hecho de que Jimin se estaba molestando porque no le prestaba más atención a él, el omega no lo entendía, no del todo.

—¿No vas a responder? —pregunto Jimin.

—Jimin —soltó un suspiro pequeño—, no es que no me importe tu confesión, en verdad es muy h-halagadora —aparto la mirada—, me preocupo por Hoseok porque le prometí que le ayudaría a recuperar su olfato, no entiendo porque te molesta que quiera ayudarlo.

—Me molesta porque eres mi omega —gruño Jimin haciendo que Yoongi se apartase un poco—, no me gusta que hables de otros alfas.

—No soy tu omega —declaro Yoongi de inmediato—, por favor, Jimin, deja esto de lado.

Jimin sabe que Yoongi tenía un buen punto, pues no es su omega, no hay marca que lo pruebe, quizás se estaba sobrepasando un poco, pero jamás se había sentido de esa manera, tan temeroso porque le quitasen a alguien, ni siquiera con sus amigos se sentía de ese modo, y ahora...

Miro al omega que volvía a concentrarse en sus acciones, tomando algunas hojas de laurel, además de tomar algunas otras hierbas, tomo algo de ruda y manzanilla bajo la mirada del alfa que estaba atento a sus acciones, Jimin ahora se sentía un completo idiota, le había gruñido a Yoongi por celos, ¿qué le estaba pasando?

—Omega —la voz de Jimin hizo que Yoongi lo mirase—, discúlpame —bajo la mirada—, no debí... no tengo derecho de reclamarte nada... lo lamento.

—Descuida, Jimin —Yoongi le regalo una sonrisa—, no me molesta —pago las hierbas antes de continuar caminando—, supongo que es normal que un alfa sienta celos.

El alfa le siguió el paso, no perdiéndolo de vista para cuidarlo.

—Me comporte como un idiota, Yoongi —dijo Jimin—, tener celos no justifica nada —soltó un resoplido—, ahora mucho menos te gustará estar conmigo, ¿verdad?

—Me gusta estar contigo —dijo Yoongi—, siempre sueltas un aroma a menta que ms gusta, es relajante, además —se giro para mirar a Jimin—, fuiste tu quien me salvo, así que —le regalo una sonrisa al alfa—, no puedo decir que no me gusta tu compañía, me encanta, pero también debes de entender que le debo mucho a todos ustedes, no solamente a ti, Jimin, por eso me preocupo por Hoseok, porque quiero que recupere su olfato, seguramente se pondrá muy feliz cuando lo haga, debo dar mi mayor esfuerzo para lograrlo.

El corazón del alfa dio un vuelco, comenzando a palpitar mucho más rápido mientras que su animal interior le pedía salir para poder ir hacia Yoongi y lamer su rostro dándole cariño, Jimin no evito sentirse cálido ante las palabras de Yoongi, era de esperarse, el omega se sentía sumamente en deuda con todos, y quería ayudarlos en lo más que pudiera para demostrar lo agradecido que se encontraba por lo que han hecho por él. Yoongi es sumamente encantador, tan encantador que era imposible no enamorarse de él.

Sin querer Jimin había caído un poco más ante esos encantos que seguramente Yoongi ni siquiera se percata que tiene.

—En ese caso —dijo Jimin mientas se acercaba al omega—, creo que sé que puede ser de ayuda para esto —le regalo una sonrisa al omega—, hay una hierba especial, pero no la encontrarás aquí.

—¿Especial? —Jimin dio un asentimiento—. ¿Cómo sabes que puede ayudarle?

—No sé mucho de herbolaria —el alfa apretó levemente sus labios—, pero, he escuchado acerca de una hierba, su aroma es tan fuerte, que te hace inclusive percibir los otros aromas a tu alrededor, pienso que esto puede ser de ayuda, y más si agregas las otras hierbas que has comprado a la infusión.

—¡Eso sería de gran ayuda! —los ojos del omega se iluminaron—. ¿Crees que podamos conseguirla?

—No te preocupes, omega —Jimin termino con la poca distancia que había entre ellos, y sin pensarlo mucho, tomo al omega por la cintura, abrazándolo con su brazo derecho—, yo me encargaré de conseguirla.

Yoongi sonrió feliz por escuchar aquello, y Jimin se sintió cálido, una sonrisa de Yoongi era lo único que necesitaba para sentirse mucho mejor, no volvería a mostrarse fúrico ante el omega solamente por celos, no tenía por qué sentirse celoso, no cuando Yoongi le demuestra que esta allí para él.