La anciana miraba con atención al bastardo que se la pasaba caminando de un lado a otro dentro de la estancia, hace apenas unos minutos que le había llamado y le había indicado que necesitaba hablar con él sobre un asunto urgente, la mujer de avanzada edad no tardo en decirle lo que había pasado con la herencia, y el supuesto nuevo heredero por fin había caído en la cuenta de que no había sido suficiente deshacerse de su odioso hermano para obtener lo que quería. Aquella mujer le había jugado sucio.

—No lo comprendo —menciono Jindae sin dejar de caminar, la mujer trago grueso y de mala gana miro al muchacho—, en verdad no logró comprenderlo.

—Es tan claro como el agua, Jindae —menciono la anciana—, no tengo porque volver a darte explicaciones.

—¡Pero esto es un...! —dejo de lado su repentino enojo, debía controlarse, aquella mujer le odia, y por supuesto no es como si él le desease las mejores bendiciones, deseaba que esa señora se muriera para poder bailar encima de su tumba, pero por supuesto debía concentrarse, la herencia estaba en juego, y esa mujer parecía no querer cederle todos los derechos, soltó un resoplido—. No comprendo porque no quieres que sea el heredero legítimo, es claro que mi hermano no regresará.

—Todavía no pierdo la esperanza de que Yoongi regrese —comento la mujer, Jindae apretó la mandíbula—, deberías de hacer lo mismo, tu hermano está perdido en quien sabe dónde, y ni siquiera sabemos si acaso esta con personas razonables.

Jindae sonrió levemente, ¡claro que esta con personas razonables! Seguramente ahora su cuerpo ya había sido casi comido por completo por las alimañas, o inclusive por algún animal salvaje que lo haya encontrado, ahora estaba en el cielo con sus queridos padres, Yoongi seguramente estaba feliz caminando entre las nubes mientras hablaba con su padre y su madre, feliz como si la vida en el paraíso fuera lo máximo.

—Sé que no debo perder la esperanza —menciono Jindae—, pero ya han pasado varios días, y mi hermano ni siquiera ha sido encontrado por ninguna parte de Seúl.

—Sí, lo sé —dijo ella mientras apretaba levemente sus labios, su mirada afilada no tardo en ir hacia Jindae—, pero las búsquedas se seguirán haciendo por todo el lugar, hasta el rincón más pequeño de Seúl será revisado hasta dar con él.

—¿Y sí lo encuentras muerto? —se atrevió a preguntar.

—¿Cómo te atreves a decir algo como eso? —Jindae sonrió ladino.

—Por favor, todo puede ser posible, que Yoongi no haya dado ni siquiera un solo rastro de su presencia por todo Seúl es extraño, cualquiera reconocería al heredero de fortuna de los Min, todos saben quién es, pero nadie ha dado siquiera una pista sobre su paradero, nadie o ha visto, ¿cómo estás tan segura de que puede estar vivo? Quizás inclusive lo encuentren en una fosa común abandonado, o también enterrado en algún jardín, o...

—¡Cierra la boca, Min Jindae! —exclamo la mujer mientras se colocaba de pie, Jindae la había logrado sacar de sus cabales—. No puedo creer que sentencies que tu hermano mayor esta muerto, Yoongi no está muerto.

—No puedes asegurar algo así.

—¡Silencio! —volvió a decir la mujer, su respiración era errática—. Las búsquedas no pararán hasta que encuentren a Yoongi, si esta vivo, será lo mejor para la familia Min —Jindae apretó sus manos en puños—, sin embargo —miro de mala gana al muchacho frente a ella—, si se da el caso de que Yoongi este muerto o completamente desaparecido, serás tú quien obtenga todo.

Esas palabras fueron las más dulces que jamás ha escuchado.

—¿Cuánto tiempo?

—¿Disculpa? —pregunto la mujer.

—¿Cuánto tiempo durarán esas dichosas búsquedas?

—Hasta que termine el año —comento ella.

Jindae sonrió, casi siete meses, ese tiempo era perfecto, tan perfecto como para buscar restos de otro para que fueran los indicados para hacer creer a ala anciana que Yoongi estaba muerto y cerca de Seúl, un nuevo plan estaba procesándose en su cabeza, todo saldría de acuerdo al plan, él obtendría lo que tanto a anhelado desde hace años.

...

—¡Auch! —grito Jungkook en cuanto el paño húmedo paso por su mejilla, el omega alejo su mano de inmediato—. Eso dolió, ¿qué tiene?

—Es sólo agua —menciono Yoongi, de inmediato una suave risa de parte de Hoseok se escuchó.

—Eres un llorón —comento Taehyung mientras rodaba los ojos.

Después de aquella pequeña pelea que habían tenido, Yoongi se dispuso a curar las heridas más notables que todos los alfas tenían, Yoongi había aprendido un poco de medicina tradicional gracias a algunos libros que su padre guardaba celosamente en la biblioteca, eran de los libros que más le gustaba leer cuando no tenía algo en particular que hacer, o cuando Jindae no se encontraba de humor como para pasar tiempo con él, Yoongi aprendió a preparar ungüentos con hierbas aromáticas y medicinales, tanto para tratar heridas pequeñas como raspones hasta poder curar mucho más rápido un moretón en la piel.

El omega había logrado encontrar las hierbas necesarias en la cocina para poder hacer las distintas pomadas para los alfas, casi todos estaban curados y casi todos podrían decir que las heridas se curarían en cuestión de un par de días, Namjoon tardaría un poco más debido a que las heridas que le provoco Jimin eran las más profundas. Termino de limpiar las heridas en el rostro de Jungkook para después tomar un poco de la reciente pomada que había creado, tomo un poco con sus dedos y después se acerco de nuevo al alfa para poder colocarle el ungüento sobre su piel, Jungkook no tardo en volver a soltar un nuevo quejido.

—Quejumbroso —dijo Taehyung por lo bajo.

—¡Vuelve a decir algo y te partiré la cara con mis dientes! —reclamo Jungkook fastidiado de seguir siendo molestado por Taehyung.

—Quédate quieto —dijo Yoongi y el alfa rodo los ojos para volver a ver al omega, Yoongi soltó un suspiro, Jungkook era quien más se quejaba de todos ellos a la hora de curarlos, ni siquiera Namjoon había hecho protesta alguna cuando coloco la pomada sobre su pecho herido.

—Yoongi es bueno en esto —comento Jimin sin dejar de mirar al omega que le daba la espalda mientras curaba a Jungkook.

Mientras el omega estaba concentrado en curar las heridas del alfa, todos los demás miraban al omega concentrados en sus acciones, jamás los habían curado, casi siempre dejaban que el dolor siguiera o si era mucho más grave iban al médico, pero jamás habían tenido a alguien que les dijera que estaba totalmente a brindarles ayuda médica sin alguna paga.

—Listo —dijo Yoongi y se coloco de pie—, es todo —Jungkook pudo suspirar tranquilo, mientras que Yoongi se daba la vuelta para ver a los demás—, no deberían de pelear más.

—Yo creo todo lo contrario —comento Hoseok—, si peleamos, entonces tus lindas manos tocaran mi cuerpo, y créeme que eso es lo mejor que puede pasarme.

Las mejillas del omega no tardaron en adquirir un tono rojizo, parpadeo un par de veces antes de dejar de mirar a Hoseok y miro hacia la puerta.

—V-voy a la cocina —menciono el omega—, les prepararé el almuerzo —Yoongi les dedico una diminuta sonrisa antes de volverse y caminar hacia la puerta, la atenta mirada de los alfas estuvo sobre él todo el tiempo, Yoongi lo sabía, pero no le incomodaba, en cuanto llegó a la puerta, no dudo en abrirla para disponerse a salir de allí y cerrarla tras de él.

En cuanto el omega salió de la habitación, el silencio se hizo presente dentro de la misma, los alfas se mantenían en aquel silencio sepulcral que no les incomodaba del todo, aunque Namjoon fue quien rompió con aquella paz.

—Saltaron a la defensiva más pronto de lo que creí —comento, respiraba tranquilamente, aunque el pecho le dolía como nunca.

—¿Pensabas que te dejaríamos hacerle daño? —pregunto Taehyung.

—Me sorprende que seas tu quien haga esa pregunta —dijo Namjoon y Taehyung aparto la mirada—, siempre eras quien más exigía que ese omega nos dejará en paz, ¿qué paso contigo, Kim Taehyung?

—No vuelvas a mencionar mi apellido —mascullo entre dientes, odiaba que mencionaran su apellido, sólo debían de conocerlo por su nombre, no por su apellido—, salí a la defensiva porque sé que no debemos hacerle daño.

—¿Por qué lo dices? —pregunto Hoseok.

—Porque ese omega sigue siendo de los Min —dijo Jungkook—, es obvio que no deberíamos ni siquiera pensar en tocarlo, ¿verdad, Jimin?

El mencionado rodo los ojos.

—Jamás he pensado en tocarlo —dijo Jimin en su defensa.

—Ajá —Jungkook sonrió ladino—, eres quien más desea marcarlo, no lo niegues.

—De todas formas, ninguno de nosotros podría hacer algo como eso —hablo Seokjin, llamando la atención de sus compañeros—, un omega de linaje con un alfa mediocre que aluna vez fue algo en su vida —sonrió sin gracia—, ¿en verdad creen que la familia Min aceptaría a cerdos como nosotros?

—¿A quién le importa? —dijo Taehyung—. Ese omega no debería de incumbirnos en lo absoluto, además, seguramente se irá pronto.

—¿Ahora vuelves a menospreciarlo? —Hoseok casi se ríe al escuchar a Taehyung hablar—. Eres un maldito doble cara.

Taehyung gruño en respuesta hacia Hoseok, detestaba que lo llamaran de ese modo, su actitud no debía de incumbir en los asuntos de otros, detestaba que lo pusieran en evidencia, su carácter puede ser distinto cuando se le viniera en gana y eso no debía importarle ni a un comino.

—Basta de gruñidos —menciono Namjoon, los demás no tardaron en mirarlo—, escuchen —soltó un resoplido—, sé que Yoongi es de familia con dinero, pero también sé que lo tenemos ahora aquí con nosotros y debemos protegerlo.

—¿Protegerlo? —pregunto Jimin.

—Sí —respondió Namjoon.

De nueva cuenta se hizo un pequeño silencio, y Namjoon aprovecho tener la absoluta atención de todos sus compañeros para seguir hablando.

—El desgraciado de mi jefe menciono que le hubiese gustado tener a Yoongi como su próximo omega —Jimin no tardo en soltar un gruñido por lo bajo al escuchar eso.

—Es de esperarse —comento Seokjin—, ese malnacido siempre esta en busca de omegas jóvenes con quienes puede satisfacerse, tu mismo le encubres sus compras de omegas en el mercado negro.

—Así es —Namjoon sintió un amargo sabor en su boca, odiaba admitirlo—, cuidar a Yoongi es prioridad, ahora por el momento él cree que esta muerto, pero si descubre que está aquí en Wonju, y que también la familia cree que esta desaparecido de por vida, no perderá el tiempo para tenerlo para él.

—Sí intenta algo —dijo Jungkook—, no dudaré en arrancarle la cabeza y metérsela en el estómago —apretó la mandíbula—, no dejaré que lo toque.

—Ni yo lo haré —los ojos de Jimin brillaban en un rojo carmín—, desearía tenerlo frente a mí para matarlo, ese desgraciado merece la muerte.

—¿Tienes algún plan para que ese maldito no se acerque a Yoongi? —pregunto Taehyung.

Namjoon sonrió ladino al escuchar la pregunta.

La estaba esperando.

Por supuesto que tenía un plan, uno que involucraba a cada uno de ellos, Namjoon había logrado desviar varios fondos de aquel hombre, pasándolos directamente a su nombre, había estado haciendo la misma maniobra durante ya casi dos años, y ese bastardo ni siquiera se había percatado de nada, Namjoon sabía que aquella empresa llena de toneladas de deudas sin pagar, además de algunos pasos de dinero ilegal, y otros desastres internos en la economía que Namjoon se encargaba de arreglar, serían el mayor problema para el nuevo heredero, que se trataba de un chico de casi veintitrés años que no tenía ni siquiera la menor idea de lo que tenía que hacer en la empresa. El plan de Namjoon era sencillo, matar a aquel imbécil con ayuda de sus compañeros, renunciar a su trabajo por motivos de que no serviría a un mocoso en ese trabajo de mala muerte y por supuesto tener el dinero para vivir lo mejor posible con los demás, nadie sospecharía, porque Namjoon también estaba seguro de que algunos más se irían deslindando de aquella empresa.

—Iremos de casería —comento Namjoon.

Esas eran las palabras suficientes para hacer comprender a todos que alguien moriría muy pronto.