El alba anunciaba de aquel modo el nuevo día, y Yoongi definitivamente no se podía sentir más aliviado, abrió sus ojos despacio, acostumbrándolos poco a poco a la luz diurna que se filtraba por la ventana de su habitación, y cuando por fin pudo abrir mejor sus ojos, dejo salir por sus labios un largo bostezo, ciertamente la noche se había hecho sumamente corta para él, después de la cena, se había quedado un rato con los alfas, quienes hablaban de muchas cosas distintas, pero sobre todo de sus hazañas del día, Yoongi no comprendía porque algunas de las cosas que decían se escuchaban como crímenes pequeños, pero seguramente los alfas tenían sus propias razones para llevar acabo cada una de sus acciones y no debía culparlos.

Al final, Yoongi se había ido a dormir primero y ahora que despertaba, sentía que le faltaban horas de sueño, pero no estaba en sus planes dormirse de nuevo, tenía que darse prisa y preparar el desayuno para el día de hoy. Salió de la cama, tambaleándose un poco en el proceso y sintiendo un leve mareo por la rapidez de sus movimientos, y sin prestarle mucha atención a su vestimenta, se encamino hacia la puerta de la habitación para después abrirla. Grande fue su sorpresa al encontrarse con uno de los alfas que caminaba por el pasillo.

Yoongi lo miro detenidamente, mientras que Namjoon le miraba sin expresión alguna en su rostro, el aroma del alfa, que era una combinación de madera húmeda con un toque de canela, había llamado por completo la atención del omega.

—Buenos días... —dijo Yoongi en voz baja.

Namjoon soltó un suspiro, nunca se imagino que tendría que lidiar con omegas más allá del placer, pero no tenían muchas opciones, y más por ese omega, que parecía ser de una familia importante, cosa que comprobó cuando su jefe había dicho aquellas palabras, pero eso no quitaba el hecho de que Namjoon estuviera considerando a Yoongi como un pequeño estorbo en la vida de todos, Taehyung lo hacía ver de ese modo, y Namjoon tenía la leve sospecha de que las palabras de Taehyung fueran ciertas, después de todo, son alfas, y tener a un omega allí, implicaba autocontrol y sobre todo no sobrepasarse de sus límites, cosa que definitivamente jamás han hecho.

—Supongo te levantaste para hacer el desayuno —el omega dio un pequeño asentimiento, se sentía sumamente pequeño, todos los alfas eran imponentes, pero aquel que se encontraba frente a él, le daba un aura sumamente pesada y llena de poder—, Yoongi...

El omega lo miro a los ojos, aunque sentía que no resistiría ni siquiera cinco segundos en verlo directamente a los ojos, por lo que volvió a apartar la mirada en cuanto lo vio, Namjoon al ver aquello no lo pensó mucho, se acerco el par de pasos que lo separaban del omega, y llevo su mano izquierda justo hacia el rostro del omega, tomando su mentón con la punta de sus dedos y obligándolo a levantar la mirada para que de ese modo se dignará a verlo a los ojos, Yoongi abrió los ojos en grande ante las acciones del alfa.

—¿S-sí? —pregunto el omega, la cercanía de aquel alfa definitivamente le intimidaba más de lo que pensaba, no entendía que le pasaba a todo su cuerpo, pero era extraño sentirse de aquel modo y más en ese momento.

—¿Alguna vez ayudaste a un alfa en su celo?

Yoongi no podía creer lo que estaba escuchando, era una locura.

—No... —trago saliva para tratar de aliviar la tensión en su cuerpo—, como dije, mi familia se encargaba de conseguir pretendientes para mí, en su mayoría alfas, por alguna razón creían siempre que me iba a presentar como omega —apretó sus labios—, jamás tuve algo intimo con alguno de ellos.

Namjoon sonrió ladino.

—Ustedes los millonarios, son a veces algo que no puedo comprender del todo —menciono Namjoon para después soltar un suspiro—, y es extraño, alguna vez tuve riqueza, y recuerdo que todo era maravilloso cuando se trataba de pasar tu celo, me traían muchos omegas, algunos tenían la piel tan suave como la tuya.

—¿Por qué me dices esto? —necesitaba explicaciones.

—Porque, me temo que no podemos protegerte de nosotros mismos —menciono Namjoon—, escucha bien, el celo de casi todos nosotros es increíblemente incontrolable.

El omega había leído mucho sobre la anatomía de tanto alfas como omegas, y casi siempre en todos los libros que leía acerca de los alfas, decía que los celos variaban mucho dependiendo de cada alfa, algunos tenían celos que solamente duraban un par de horas y eran levemente fuertes, mientras que en otros, el celo podía durar hasta dos días completos, y que casi nunca lograban sentirse satisfechos con solamente tener a un omega para ellos. Era un reto inclusive conseguir omegas, Yoongi recuerda que una vez su padre discutió con su madre por las decenas de amantes que había tenido en su juventud debido a sus celos fuertes.

—Ustedes no me harían daño —dijo Yoongi en un hilo de voz—, lo sé...

—¿Estás seguro de eso? —hubo una pausa, una que parecía ser eterna, una en la que se miraron a los ojos, aunque la mirada del omega temblaba ante el alfa—. Toma esto como una advertencia, Yoongi, te lo digo, porque no podemos controlarnos muy bien si es que hay un omega cerca, puede que ni siquiera te guste que te toquen.

El corazón de Yoongi latía en desenfreno, no entendía lo que estaba pasando, pero no le gustaba nada lo que estaba escuchando, el omega podía sentir la leve corriente de miedo inundar su mente por completo y no le gustaba sentirse atemorizado, aunque la presencia de todos los alfas no le causaba incomodidad alguna, en ese preciso momento sentía que su animal interno se iba corriendo a esconderse con la cola entre las patas, asustado, temeroso por lo que pudiera llegar a pasar, y no entendía la razón por la que se sentía de aquel modo, tan pequeño, tan débil y tan vulnerable ante la mirada y presencia del alfa frente a él.

—No entiendo porque me dices todo esto —menciono Yoongi—, ¿a qué quieres llegar con esas palabras?

Namjoon soltó un suave gruñido haciendo que el omega soltase un chillido al sentir como el alfa lo tomaba con leve fuerza por el cuello, Yoongi miro los ojos del alfa, y entonces vio aquel brillo de color carmín en sus ojos y sintió el aroma del alfa inundar más sus fosas nasales, haciéndolo sentir levemente mareado.

Ahora entendía perfectamente lo que estaba pasando, aquel alfa estaba en celo, por eso se sentía tan débil, tan sumiso e indefenso, eso no era una buena señal, llevo ambas manos hacia el agarre en que el alfa lo tenía, tomando la muñeca del alfa y haciendo que se separara un poco más de su cuello, el agarre no era fuerte, solamente lo estaba tomando por el cuello sin apretarlo, y eso era un alivio.

—S-suéltame... —dijo Yoongi en voz baja.

—¡Cállate! —demando el alfa, Yoongi se encogió en su sitio.

El omega sentía que está sería su perdición, el aroma del alfa lo estaba mareando demasiado, a este paso terminaría por ceder a los deseos del alfa, pero ni siquiera se sentía listo para algo como eso, estaba asustado por lo que podría pasar si se negaba a tener algo con aquel alfa, y estaba mucho más aterrado por el hecho de que ni siquiera estaba alguno de los otros cerca para que pudiera detener a Namjoon.

O eso era lo que pensaba.

—¡Namjoon! —el mencionado soltó un fuerte gruñido al escuchar aquella voz, tanto alfa como omega miraron del lado derecho, allí estaba Seokjin, quien había despertado temprano para ir a comprar algunas frutas frescas y había regresado, estaba a punto de ir a la cocina, cuando un aroma muy fuerte y desagradablemente picante había llegado a sus fosas nasales, nunca pensó que, al decidir seguir el aroma hasta su origen, se encontraría con Namjoon tomando por el cuello a Yoongi de aquella forma—. Suéltalo —demando Seokjin—, lo estás lastimando.

—¿Y? —Namjoon no se veía con la intención de soltar a Yoongi, y el omega no tenía ni idea de que debía hacer—. ¿Por qué no vienes y me lo arrebatas, idiota?

—S-seokjin... —tartamudeo Yoongi llamando la atención del alfa mayor—, ¿q-qué hago?

Yoongi jamás en su vida ha visto un alfa con aquel temperamento y mucho menos uno en celo, estaba aterrado, nunca espero tener que presenciar el celo de alguno de ellos y eso le estaba dando miedo.

—Namjoon, te daré un supresor, pero suelta a Yoongi.

—¿Para qué soltarlo si puedo poseerlo?

—¡Te lo advierto, Namjoon!

Un nuevo gruñido escapo por los labios de Namjoon, advirtiéndole que, si se acercaba, aunque sea un paso hacia ellos, entonces lo atacaría, Yoongi podía ver el inminente peligro en que podía meter inclusive a Seokjin si acaso intentaba brindarle ayuda, no podía dejar que algo como eso pasará, lo sabía perfectamente.

Yoongi trago saliva con fuerza, y miro al alfa que seguía concentrando su mirada en Seokjin, el omega sabía que Namjoon no lo dejaría ir tan fácilmente, sabía que inclusive si Seokjin, o algún otro de los alfas se atrevía a brindarle ayuda, terminaría siendo lastimado por Namjoon, y no quería que algo como eso sucediera, tenía que hacer algo, un alfa en celo no es fácil de controlar, y por lo que podía apreciar, Namjoon era esa clase de alfa que tenía un celo que no lo dejaba pensar con claridad, y eso si era un grave problema.

El omega no sabía muy bien cual debía ser su decisión en ese momento, si es que intentaba soltarse del agarre en que lo tenía, había una gran probabilidad de que no lo dejase ir y que incrementará la fuerza para apretar su cuello, haciendo que se sintiera asfixiado por la falta de aire. Si Seokjin se acercaba Namjoon lo atacaría sin pensarlo dos veces, estaba entre la espalda y la pared, apretó los dientes con fuerza, sentía a su animal interior removerse levemente, estaba ansioso.

Yoongi quizás estaba pensando en una locura, una que definitivamente le dejaba mucho que desear, jamás en su vida a compartido algo intimo con un alfa, a pesar de los cientos de pretendientes, ninguno fue algo tan especial para Yoongi como para compartir una relación como amantes íntimos, inclusive pensaba que ni siquiera lograría encontrar a alguien para estar de aquella forma. Quizás era una decisión demasiado precipitada, una que inclusive podría llegar a tomar después como un arrepentimiento, pero no podía encontrar otra solución más viable por el momento. Dejo de tomar con fuerza la muñeca de Namjoon, deslizando sus dedos con parsimonia sobre la piel del alfa haciendo de este modo que lo mirase.

—A-alfa... —Yoongi se maldijo internamente, pero el tartamudeo en su voz parecía no querer irse ahora mismo, su cuerpo temblaba, estaba aterrado, pero debía de actuar rápido antes de que ocurriera una tragedia—, te a-ayudaré...

—Yoongi, no tienes que hacerlo, le daré unos supresores y... —Yoongi miro a Seokjin.

—No... ni siquiera te dejará acercarte, a ninguno de ustedes los dejará... —Yoongi era consciente de eso—, estaré bien...

Sin dejar que Yoongi dijera algo más, Namjoon lo soltó del cuello para después y con fuerza, tomarlo por ambas muñecas y jalarlo hacia su cuerpo para que comenzará a caminar, Namjoon lo llevaría a su territorio privado, a su habitación.

Para Seokjin era increíble el hecho de que Namjoon quisiera acostarse con el omega en la casa, después de todo, todos tenían prohibido tener relaciones sexuales con omegas en la casa, y él había sido quien había puesto esa regla y quien ahora mismo estaba a punto de romperla.