—Muy bien, Yoongi —Seokjin le entrego una canasta al omega, quien al verla de inmediato no dudo en tomarla en sus manos—, me acompañarás por los víveres al mercado, espero no te desesperes, el mercado es algo escandaloso.

El mercado principal en el centro de Wonju se encontraba casi siempre atiborrado de personas, los mercaderes gustaban de ofrecer sus productos a gritos, mientras que a veces se podían escuchar trueques e inclusive peleas por los precios altos, Seokjin sabe que en Seúl las cosas son muy distintas, y esperaba que por lo menos Yoongi estuviese menos tímido a la hora de estar allí.

—¿Qué tan escandaloso? —pregunto Yoongi, ambos se dirigían a la puerta para salir—. Mi abuela siempre decía que el tránsito de la ciudad era un ruido infernal.

—Supongo no salías mucho antes, ¿no? —el omega sonrió nervioso, la realidad era que gustaba más de estar en casa, siempre le ponían a hacer actividades que estuvieran más colocadas con el estudio, y las bellas artes, dos que tres veces había logrado salir de casa, pero esos días habían sido muy tranquilos para él.

—Mis padres pocas veces me llevaban a reuniones con ellos —comento Yoongi—, la mayor parte de mi tiempo estaba en casa leyendo, y aprendiendo lecciones de piano y baile.

—¿Danza clásica? —Yoongi asintió—. Eso es bueno, a Taehyung le encanta ese tipo de danza —el recuerdo del alfa con mirada penetrante le hizo sentirse levemente cohibido, Taehyung parecía ser una persona demasiado seria.

—Ese chico siempre es así de ¿serio? —Seokjin sonrió por aquel calificativo.

Sus pasos seguían la calle tenía a varias personas caminando, el camino sin asfalto y los pocos vehículos que había se atoraban en el bullicio de las personas que caminaban por el lugar.

—Taehyung es de Daegu —comento Seokjin, Yoongi levanto ambas cejas al escuchar eso, la ciudad de Daegu estaba en un gran progreso era una de las mejores ciudades, pero por supuesto jamás supero a Seúl—, vivía con sus abuelos que trabajaban en un negocio prospero de ganadería —siguió el alfa—, pero él vino aquí por el hecho de que sus abuelos querían que se casará con el hijo omega de un empresario de una fábrica de textiles.

Yoongi aparto la mirada, eso explicaba su llegada aquí en Wonju.

—Entonces, supongo que él se escapó.

—El mismo día de su boda lo hizo —menciono Seokjin—, dejo vestido y alborotado al omega, y le dejo una nota a sus abuelos que decía claramente que no se casaría sólo para que ellos fuesen más ricos —soltó una risa al recordar la historia—, tomo un ten de carga y lamentablemente para él, fue echado a patadas del mismo en esté lugar.

El omega no pudo evitar soltar una risa ante eso, de sólo imaginar la escena le había dado risa.

—Bueno, al menos llego a un buen sitio comento Yoongi—, ¿él fue quien llego primero aquí? —Seokjin negó.

—Quien llego primero fue Namjoon —Yoongi asintió—. Él es un estafador maestro —Yoongi enarco las cejas al escuchar eso—, dejo a su tío en la ruina, no sé si escuchaste hablar del empresario Kim Minki.

—¡Por supuesto! —Yoongi estaba sorprendido—. Mi padre mantenía grandes lazos de amistad con él, recuerdo cuando vino a comer a nuestra casa —menciono el omega—, cielos, mi padre me había dicho que uno de sus empleados le había robado todo su dinero a su amigo y que por su culpa había cerrado su negocio y sus lazos con todo el país.

—Pues no era un simple empleado, Namjoon era prácticamente la mano derecha de su tío Minki, pero —Seokjin soltó un suspiro—, Namjoon sabía que su tío tenía negocios turbios con el mercado negro, y decidió dejarlo en la ruina total, pero ahora es muy buscado allá en Seúl, supongo lo sabes, ¿no?

—Algo así —Yoongi asintió—, sé que todavía es uno de los criminales más buscados en la capital, y que no han dado con su paradero.

—¿Prometes guardar el secreto? No me gustaría que lo atrapasen si es que vamos a dejarte a la capital.

—No abriré la boca —después de todo esos alfas le habían salvado la vida, no haría algo para perjudicarlos, definitivamente les agradecería toda su vida.

Dieron vuelta en una de las esquinas para continuar, las risas de los niños se escuchaban por el lugar, mientras que las pláticas parecían ser un poco estruendosas, Yoongi estaba acostumbrado a las pláticas que tenían leves risas, y comentarios que casi siempre eran puros susurros entre las personas.

—¿Qué me dices de ti, Seokjin? —el alfa le miro a los ojos por unos momentos—. ¿Cómo llegaste aquí?

—Soy de Gwacheon —comento Seokjin—, mi familia tenía un gran poder en la ciudad, casi nos consideraban como una de las familias que lograría gobernar todo el estado —Yoongi se sorprendió ante aquello—, sin embargo, yo no era lo que los medios esperaban.

—¿Por qué lo dices? —pregunto Yoongi, estaba muy interesado en saber todo de sus salvadores, eran historias interesantes.

—Mi madre siempre me reprochaba mi comportamiento, además de mi necedad por no querer conseguir un omega a mi lado, las responsabilidades por ser el mayor de la familia rehacían en mí, siempre era lo mismo, buscaban que me casará de inmediato, que manejará los negocios de la familia, y que diera una buena imagen ante todos —soltó un resoplido, estaba asqueado por tener que recordar todo eso—, pero, jamás hice caso, casi siempre me la pasaba en fiestas clandestinas hechas por los hijos de empresarios de varias partes del país, y lamentablemente termine liándome con la omega del hijo del mejor amigo de mi padre.

—¿De verdad? —Seokjin asintió.

—Esa arpía decía que había quedado embarazada, pero pronto fui yo quien descubrió que era una vil mentira suya. En fin, mi padre se enfureció, me pedía a gritos que me hiciera cargo de esa omega y de su hijo inexistente, pero a cambio, decidí irme de sus vidas para siempre, un día cualquiera les mencione que me iría a ver a Haewon a su casa para pedirle su mano a su padre, y es allí cuando me escape, termine en esté lugar porque sabía que no me encontrarían y ni siquiera tratarían de buscarme aquí en Wonju.

La historia de Seokjin sí que había dejado a Yoongi un tanto impresionado, y eso solamente estaba aumentando más su curiosidad por querer saber más acerca de los otros alfas.

—Debo admitir que me dejaste con ganas de seguir escuchando la historia de los demás —comento Yoongi divertido—, sus vidas son más complicadas de lo que esperaba, pensé inclusive que toda su vida la habían pasado aquí en Wonju.

—Usualmente, quienes vienen a Wonju, vienen para escapar de su pasado, no importa si ha sido muy tormentoso o glamuroso, todos vienen aquí para alejarse a toda costa de el —Yoongi dio un asentimiento ante las palabras dichas por Seokjin—, ¿sabías que Hoseok era hijo del vicepresidente de Gwangju?

Yoongi no pudo evitar abrir sus ojos en grande y abrir su boca por la sorpresa, ¿acaso todos esos alfas eran hijos de personas tan importantes? Estaba sumamente sorprendido por tal cosa, nunca lo espero, pero ahora con la explicación de Seokjin, podía creer cualquier cosa sin dudarlo.

—¿¡De verdad? —Seokjin soltó una risa ante la sorpresa del omega, se veía muy lindo—. Es increíble, pero ¿por qué ahora está aquí?

—Hoseok no tiene buen olfato, no sabe distinguir de un alfa, un omega o un beta, es un problema genético por parte de su padre omega —menciono Seokjin—, el vicepresidente odiaba a su esposa, y tenía un amorío con su secretario omega, lamentablemente en uno de tantos encuentros, el secretario quedo en cinta, así fue como llego Hoseok al mundo.

—Oh... —Yoongi entendía, siempre había muchos líos en cuanto se sabía de un amorío de un mandatario, no importaba si era el segundo, todo era un desastre y podría haber destituciones si acaso llegaba a salir a la luz la verdad.

—De inmediato su padre alfa, el vicepresidente no acepto, y obligo al secretario a que abortase al cachorro, por supuesto se negó, escapo y se mudó a Seúl, donde no le fue nada bien, cuando Hoseok nació, muchos notaban el parecido con el gobernante, lo que parecía le traería problemas, pero no paso a mayores, su padre lo cuido hasta los siete años y lo abandono en una feria local el día de su cumpleaños.

Yoongi se sintió mal por aquel alfa que al parecer siempre estaba sonriendo todo el tiempo.

—Después de eso, un grupo de ladrones le encontraron y lo unieron a ellos, Hoseok aprendió rápido muchas tácticas de robo, y después de casi diez años se separó de su grupo y vino aquí a Wonju, pues buscaba de igual forma algo para escapar un poco de la rutina que tenía en aquel grupo de ladrones —Seokjin detuvo su paso al ver la calle, ya habían llegado a ese mercado ambulante—, llegamos.

La calle estaba totalmente repleta de diferentes puestos, algunos vendían telares, otros vendían ropa, y zapatos, además de frutas y vegetales, otros tenían cortes de carne, joyería e inclusive pan, las personas iban de un lado a otro comprando, y era cierto, el escandalo era mucho, pero al menos no era tan ruidoso como se imaginó desde un principio, y estaba a gusto con ello.

—¿No te molesta el ruido? —pregunto Seokjin, pero Yoongi de inmediato negó repetidas veces con la cabeza, no dejaba de mirar todo lo que había, jamás había ido de compras, siempre los sirvientes eran quienes se encargaban de hacer las compras, por lo que Yoongi jamás fue a salir más a explorar los rumbos de la ciudad, apostaba que ir a los mercados de Seúl sería igual de interesante como los que estaban allí en Wonju—. Bien, iremos primero por algo de fruta y tal vez algunos vegetales, tendrás que aprender los gustos de cada uno de nosotros, a veces podemos ponernos algo quisquillosos —reconoció el alfa.

—No importa —menciono Yoongi—, será un placer complacerlos en lo que gusten —y Yoongi no mentía con sus palabras.

Caminaron un poco más dentro de la calle, las conversaciones podían oírse por doquiera que cambiaban, muchos invitaban a visitar sus puestos, leías los precios de los productos y a veces muchos los preguntaban, Yoongi casi no sabía por dónde debía de mirar, todo le parecía tan interesante que si fuese por él ya estaría visitando cada uno de los puestos de aquella calle.

—Yoongi —el mencionado miro al alfa a su lado, Seokjin noto el hermoso brillo en los ojos del omega, al parecer estaba demasiado contento de estar allí, y la esencia del omega se lo confirmaba, dulce y sumamente relajante para él—, ¿ves a esas chicas que conversan debajo de los arcos de aquella edificación? —señalo Seokjin con el mentón, el omega observo hacia la dirección del edificio, y efectivamente, se trataba de tres chicas, parecían animadas conversando, sus vestidos llegaban hasta el suelo, pero mostraban demasiado sus hombros, algo que de inmediato incomodo un poco al omega.

—¿Qué hay con ellas? —pregunto Yoongi, apartando la mirada de las mujeres, Seokjin sonrió ladino para después negar con la cabeza.

—Dos de ellas han estado más de una vez acompañando a Jungkook en sus celos y deseos carnales —Yoongi levanto ambas cejas ante las palabras de Seokjin—, pronto te acostumbrarás, Jungkook tiene dos pasiones muy grandes, una es acostarse con omegas y la otra es su gran ambición por robar oro y plata —sonrió a medias—, pero descuida, él no se meterá contigo.

Eso esperaba, Yoongi no encontraba disgusto por temas como aquellos, pero a veces le enfurecía saber que había alfas que solamente les gustaba vivir en su libertinaje sin tomar los verdaderos sentimientos de los omegas.

—Jungkook, ¿él siempre ha sido así? —Seokjin dio un asentimiento.

—Sí, él viene de Busan, era hijo de una alfa que siempre la habían considerado respetada, mano derecha de un mercader de alto prestigio en la ciudad, pero con un gran problema, y es que ella amaba estar con varios omegas, por supuesto no tenía mucho interés en tener una relación seria, hasta que dejo en cinta a una omega, se casaron por el cachorro por supuesto, y Jungkook nació de aquel matrimonio.

—Entiendo... —menciono Yoongi—, supongo que es igual que su madre alfa.

—En efecto, Jungkook adquirió la costumbre de su madre, desde pequeño la veía como metía a omegas desconocidos para acostarse con ellos, Jungkook lo tomo como algo normal y siguió esas enseñanzas, en un descuido había terminado por acostarse con la hija del gobernante de su ciudad natal —soltó una risa—, ¡dice que fue todo un caos! El padre omega de la chica quería muerto a Jungkook, lo que lo obligo a desaparecer de Busan y terminar en las calles de Wonju, aquí aprendió a valerse por sí mismo robando a las omegas más ricas de la ciudad, sabe que sus encantos le ayudan mucho a conseguir lo que busca.

Siguieron su camino, pasaron a algunos de los puestos, Seokjin compro algo de pescado y un poco más de arroz, además de comprar algunas frutas que sabía los demás estarían encantados de comer, Yoongi pensaba mucho en todas las historias que había escuchado, ciertamente ninguno de esos alfas había tenido una vida fácil, miro a Seokjin que estiraba su mano para recibir el cambio de su compra y caminaba para estar cerca de él.

—¿Qué me dices de Jimin? ¿Cómo es que termino aquí? —Seokjin sonrió, le agradaba que el omega pudiera prestarle una debida atención, usualmente no suele suceder seguido, los omegas casi siempre se trataban de interesados en el dinero y en sus puestos de trabajo además del rango que tenían en la sociedad, pero Yoongi no les discriminaba en lo absoluto a pesar de conocerlos apenas un poco.

—Al igual que Jungkook, Jimin viene de Busan, no sé si tu padre estuvo relacionado con alguna empresa de joyería de los Park —Yoongi negó.

—Mi padre no solía comprar muchas joyas, mi madre es la que gustaba de eso además de mi abuela —relamió sus labios—, creo que llegue una vez a escuchar una de sus conversaciones, mi abuela dijo que las joyas del señor Park eran las mejores en todo Seúl.

—En efecto lo son —contesto Seokjin—, Jimin nació en cuna de oro, único heredero de la empresa de su padre, una de las más importantes joyerías del país, dueños de una mina de diamantes —Yoongi abrió su boca sorprendido ante lo dicho—, a pesar de que su padre ambicionaba más, Jimin no era igual a él, teniendo discusiones de por medio debido a ello, Jimin casi siempre se escapaba de casa, allí fue cuando conoció a dos betas, eran gemelos, uno era un escapista mientras que el otro era un ilusionista, de ellos aprendió un poco de sus actos de magia.

Yoongi dio un asentimiento.

—Pero hubo algo que le obligo a escapar de Busan.

—¿Qué fue lo que paso?

—Mataron a su padre —comento Seokjin apartando la mirada del omega—, fue por envenenamiento, una muerte rápida, a pesar de que Jimin había acusado a uno de los sirvientes, él fue encontrado culpable por su asesinato, pues encontraron el veneno entre sus cosas, iban a arrestarlo, pero él logro escaparse, volver a Busan es para él un gran riesgo, si lo hace entonces lo mandaran a matar, la empresa ahora es propiedad de otra familia —Yoongi apretó sus labios, nunca pensó que todos ellos tendrían pasados así de oscuros—, los betas le dijeron que aquí estaría a salvo, y efectivamente lo está.

—Nunca pensé que... —Seokjin le miro a pesar de que Yoongi miraba al piso—, que ustedes tuvieran unas vidas como esas —levanto la mirada—, inclusive la mía parece un cuento de hadas a comparación de la de ustedes.

—Haz tenido mucha suerte, Yoongi —el omega le miro—, la vida de los millonarios es mucho peor para algunos, sólo unos cuantos logran decir que han vivido totalmente felices con lo que tienen, pero ve el lado bueno, estamos aquí, viviendo como queremos y nos gusta a pesar de todo.

Yoongi no evito sonreír, era cierto, ellos eran prácticamente sobrevivientes a lo amargo de la vida, y eso era bueno, de alguna forma no podía evitar admirar a cada uno de esos alfas que le habían dado un techo para dormir y comida, les estaría agradecido por toda una eternidad.