Las escaleras eran más escasas allí, todavía el recuerdo de bajar corriendo la media centena de escalones para ir al encuentro de sus padres le hacía sentir demasiado nostálgico, miraba sus pies mientras se dedicaba a bajar cada uno de esos escalones, un poco más separados a los que hay en casa.

Casa... ¿podía hacer un esfuerzo por regresar? Quizás no era una mala idea, pero apenas y conocía alrededores de Seúl, casi nunca le dejaban salir de casa mucho tiempo, no podía explorar cualquier zona de la ciudad, solamente podía ver lo más cercano a casa, las calles que colindaban y por supuesto siempre en compañía de algún sirviente o sus padres. Soltó un suspiro en cuanto se coloco sano y salvo en el piso, lejos de las escaleras, miro hacía la estancia, el aroma de la comida podía percibirse por casi toda la casa.

Parpadeo un par de segundos antes de disponerse a caminar hacía allí, miraba a su alrededor, por más que se sintiera en plena confianza, no podía dejar de sentirse levemente atemorizado, después de todo los alfas no habían reaccionado de la mejor manera desde un principio con su presencia, y eso todavía lo mantenía en un estado de alerta, no quería ser un problema para ellos.

- ¡Por fin estás aquí! -la voz de Hoseok hizo que diera un salto en su sitio, no le había visto debido a estar tan perdido en sus pensamientos-. Es bueno que aparezcas -el alfa miro detrás del omega.

- Será mejor que ya dejen de hablar -la voz de Namjoon hizo que Yoongi bajase un poco la cabeza-, Seokjin cocino por esta ocasión -hablo hacía el omega-, para la próxima serás tú, quien se encargue, si quieres quedarte con nosotros, esa será la condición -demando el alfa.

Yoongi dio un asentimiento con la cabeza, algunos de esos alfas lograban hacerlo sentir muy pero muy pequeño, sus presencias eran tan distintas que le impresionaban, Jimin era cálido, podías sentirte a gusto a su lado sin sentirte presionado, Jungkook le causaba lo mismo, pero le aterraba el hecho de que aquel alfa fuese demasiado directo con sus palabras y que le insinuara muchas cosas, es algo desagradable, Taehyung te demostraba frialdad con cada mirada que te daba, le causaba demasiado miedo a Yoongi tenerlo cerca, Hoseok era distinto también, podías sentirte bien a su lado a pesar de que ese alfa podía ser descarado con sus palabras, Seokjin tenía un aura muy diferente, él es demandante pero también tranquilo, algo que Yoongi todavía no acaba por comprender, en cuanto a Namjoon, él en verdad podía ser igual de atemorizante como Taehyung.

- No tienes porque hablarle de ese modo -la voz de Jimin hizo que Namjoon rodase los ojos-, Yoongi puede quedarse aunque no cocine.

- No seas idiota, Park -comento Namjoon-, es para lo único que nos sirve, a menos que quieras que lo usemos para pasar nuestros celos -Jimin frunció el ceño, odia que todos vean con ojos hambrientos a Yoongi, tal vez había sido una mala idea llevarlo con él-, Seokjin, asegúrate de mantenerlo aquí dentro, y que no se olvide de su deber.

El mencionado miro como Namjoon se alejaba, era hora de ir al trabajo, de nueva cuenta sin probar algún alimento, ya lo reprendería después por sus acciones tan bruscas, Namjoon siempre ha sido así después de todo, miro hacia los dos alfas y el omega que se encontraban cerca, de nuevo sin poder comer juntos, ya era una costumbre, pero era mucho mejor cuando todos estaban, fue un milagro que todos estuviesen cuando el omega había decidido cocinar.

- Vengan -menciono Seokjin-, prepare un poco de arroz frito con vegetales -Hoseok dio un asentimiento.

- Vamos, Yoongi -Hoseok tomo por la muñeca al omega para después tirar de él para avanzar hacía la mesa-, Seokjin es bueno cocinando, aunque no tan bueno como lo eres tú.

- ¡Hey! Te escuche -reclamo Seokjin, haciendo que Hoseok soltase una risa.

El omega tomo asiento junto a Hoseok, mientras que Jimin se sentó justo frente a él y Seokjin a su lado, mientras se dedicaba a repartir los platos con la respectiva porción de comida, el aroma inundo sus fosas nasales, olía delicioso, pronto el estomago de Yoongi gruño implorando por un poco de alimento, algo a lo que definitivamente no se negaría a darle, de inmediato tomo los palillos para llevarlos a su plato y tomar un bocadillo. ¡Delicioso!

- Parece que alguien si disfruta mucho de lo que cocinas -menciono Hoseok, haciendo que Seokjin sonriera al ver al omega encantado con la comida-, y dime Yoongi -el mencionado miro hacía su lado izquierdo, en donde Hoseok se encontraba sentado-, ¿tienes alfa? -Hoseok levanto ambas cejas hacía el omega.

Jimin en cuanto vio aquel gesto, no dudo en estirar su pierna para propinarle un golpe a Hoseok, quien de inmediato se quejo ante el repentino golpe que recibió.

- Esa pregunta no es muy apropiada en este momento, Jung -dijo Seokjin, haciendo que el omega riese-, pero lo más apropiado sería que todos comentemos algo acerca de nuestra vida, que no tenga que ver con parejas.

- ¿Y por qué no? -Hoseok miro al omega-. No he tenido un omega, jamás en mi vida he podido tener a uno, es una lastima, aunque no me molestaría que fuese el primer -de nuevo otro golpe-, ¡ya, Jimin!

- ¿Qué? -Jimin levanto ambas cejas-. No deberías acusarme, no soy yo quien te propina esos golpes -el alfa miro al omega dándole un guiño y haciéndolo reír en el proceso-, deberías dejar de molestarlo, Hoseok.

- No lo estoy molestando, ¿oh sí? -el omega negó en cuanto miro el gesto de preocupación en el alfa.

- No debes preocuparte, no me molesta, es normal, mis pretendientes siempre preguntaban aquello -tanto Jimin como Seokjin tosieron al escuchar eso, casi se atragantaban con la comida-, ¿están bien? -pregunto alarmado el omega al ver a ambos en mal estado.

- D-descuida -menciono Seokjin para tranquilizarlo, Jimin tomaba algo de agua, el comentario del omega había sido inesperado-, pero, en verdad ¿tienes pretendientes? -el omega asintió.

- En mi familia siempre es así, por alguna razón mi madre casi siempre me buscaba alfas o betas, decía que podía casarme antes de tiempo si quería, apenas tenía unos catorce años cuando me lo dijo -todos estaban atentos a las palabras del omega-, pero no quise, me presentaron a tres alfas distintos, pero ninguno me intereso, muchos de ellos ya habían cumplido la mayoría de edad, pero no estaban interesados en alguien que todavía no se presentaba -sonrió para sí mismo-, mi padre decía que esa podía ser mi maldición y que posiblemente mi hermano sería quien terminase casado primero -se encogió de hombros-, no me interesa una relación de todas formas.

Las familias ricas en Seúl, siempre buscaban lo mejor para sus hijos mayores, los alfas eran los que menos les llegaban a preocupar al respecto, después de todo ellos se encargaban de ser más llevados por las decisiones de sus padres en cuanto a un omega se trataba, en cuanto a los omegas, todo era muy distinto, ellos podían tener más de tres pretendientes, y solo aceptaban a uno para que pasase el resto de sus vidas juntos, lo que a veces no terminaba del todo bien, eran pocas las parejas que podían decir que tenían un alfa fiel.

- Es comprensible que ellos quisieran buscarte pareja, un omega como tú, a esta edad ya debió tener a su primer cachorro -Yoongi sabe eso, su abuela llegaba a comentar muchas veces aquello, haciéndolo a veces sentir inferior, pero le restaba importancia a las palabras de aquella mujer-, supongo te lo decían a menudo.

- Mi abuela era quien lo decía, discretamente siempre lo hacía, no me intereso de todas formas, aunque me presentasen a un rey, jamás hubiese aceptado -Jimin miraba atento al omega, demonios, no podía dejar de hacerlo, la vida de los ricos no era para nada linda, lo sabe por el semblante de Yoongi.

- Jimin, si quieres besarlo solo levántate y ya hazlo -menciono Hoseok, haciendo que el omega se percate de la intensa mirada del alfa sobre él.

- Hoseok, a veces era un imbécil -mascullo Jimin, haciendo que de nueva cuenta las risas se escuchasen en la mesa.

Para Yoongi todo con esos alfas se sentía tan diferente a comparación con su casa, siempre los modales estaban presentes, cero conversaciones mientras se comía, cuando sirviesen el té debían tomarlo con elegancia y allí es cuando podían iniciar con platicas, Yoongi casi siempre odiaba estar sentado allí más de veinte minutos escuchando las risas tan falsas entre su madre y su abuela, odiaba eso, casi siempre lograba terminar el té rápido y pedir retirarse, aunque a veces su abuela le obligaba a quedarse. Estar ahora entre platicas y risas mientras disfrutaban del desayuno del día, hacía que su corazón se sintiese tranquilo y mucho más cómodo que antes.

...

- ¿No sientes algo de intriga? -Taehyung miro de soslayo a Jungkook quien tenía sus manos metidas en los bolsillos delanteros de su pantalón.

- ¿Intriga, dices? -Jungkook asintió con la cabeza en respuesta-. No tengo porque sentir intriga en estos momentos, lo único que necesito es ir y conseguir algo de dinero ahora mismo, ¿irás a robarle a la tonta con al que te acostaste hace cinco días?

Jungkook sonrió al recordar ese día, otro de sus buenos polvos, a excepción del más reciente por supuesto, Micaela se trataba de una chica demasiado ingenua y enamoradiza, hija de uno de los malditos traficantes de café que había en la zona de Wonju, el tipo era un millonario que te restregaba su fortuna una y otra vez sin piedad, definitivamente alguien que no es para nada de su agrado, pero bueno, no era como si pudiese deshacerse de toda persona que le disgustase, además podía darle su merecido obteniendo su hija como premio.

- ¡Tienes razón! Micaela hace tiempo aguarda por mi regreso -soltó una suave risa, haciendo que Taehyung rodase los ojos-, pero eso no quita el hecho de que Yoongi me tenga con mucha intriga.

- ¿Qué quieres decir con eso? -pregunto Taehyung, mientras sus dedos de dedicaban a jugar con la flauta en sus manos.

- Piénsalo, ¿quién podría abandonarlo aquí? -era cierto, Yoongi se trataba de uno de los Min, ¿quién sería tan cruel como para dejarlo tan a la deriva sin protección alguna? Definitivamente era muy extraño-. De todas formas, es bueno tener a ese omega con nosotros, mientra él cocine como todo un buen chef de restaurante, lo amaré por siempre.

- No podrías amar a alguien, lo sabes -Jungkook levanto sus hombros restandole importancia a las palabras de Taehyung-. Apuesto a que no puedes jurarle amor eterno a esa tonta de Micaela sin pedirle un solo centavo.

- En ese caso, es muy distinto mi querido amigo -Taehyung levanto una ceja al escuchar eso.

- ¿En qué sentido puede ser diferente?

- Pues, en que ella, esta tan perdida por mí que me dará dinero para que siga complaciendola, y Yoongi... es distinto, por más que quise ser coqueto con él, no me hizo caso alguno -Taehyung detuvo sus pasos para después observar a Jungkook seguir con su camino-, iré a visitarla, los veré en el almuerzo.

...

- Espero Hoseok no te haya incomodado con tantas de sus preguntas -Yoongi sonrió al recordar las preguntas de Hoseok, ciertamente le parecían normales, después de todo no se trataba de una novedad el tener que escuchar esa clase de preguntas para él, siempre en la alta sociedad se escuchaban, sobretodo en las dichosas fiestas que se organizaban. A veces le parecían preguntas ridículas, y a veces le causaba mucha gracia el poder ver la reacción de las personas con su respuesta.

- Para nada -comento Yoongi-, de hecho siempre las hay, no es ninguna novedad -se encogió de hombros, Seokin le dio un vistazo rápido, ciertamente Yoongi le traía mucha intriga, desde su llegada hasta como era vivir en la clase alta, él nunca ha tenido ese privilegio, de hecho quien lo tuvo de ellos alguna vez fue Namjoon, y había terminado por dejarlo todo de lado para escaparse de un matrimonio forzado, en esos momentos pensó que Namjoon había sido un incompetente por no aceptar estar en la clase alta solamente por no casarse.

- Yoongi -el mencionado le miro-, poco a poco espero te puedas acostumbrar a estar aquí con nosotros.

- No hay problema -menciono el omega-, creo que será una estadía agradable.

- De todas formas, debes ir conociéndonos poco a poco -dijo Seokjin como sugerencia-, quizás algunas cosas no sean de tu agrado, y seguramente vas a querer escapar de nosotros de inmediato.

Yoongi parpadeo un par de veces confundido, ¿acaso se trataba de personas malas? Para él no lo eran, tener esa conclusión le parecía de lo más absurda, es decir uno de ellos le había salvado la vida, y también le había llevado a un sitio en dónde podía dormir más cómodo, en el corto tiempo que lleva conviviendo con ellos, se ha percatado de que se tratan de personas muy amables, por lo que creer en las palabras de Seokjin le estaba costando muchísimo trabajo.

No, ellos no son malos, son buenas personas, y tal vez las expectativas de Yoongi jamás cambiarían.