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-Epilogo-

Usualmente la casa de la familia Min se consideraba pacifica, los jardines se encontraban en perfecto estado, los pasillos por los que pasabas caminando dentro de la casa, eran silenciosos y cálidos, iluminados por la luz diurna, el orden predominaba dentro de toda esa gran mansión, aunque esto solamente pasaba cuando cierto omega estaba presente en casa, pero ahora todo era sumamente distinto.

Unas pisadas fuertes y espaciadas por breves segundos se escucharon haciendo que cada pequeña hebra de césped que era pisada crujiera bajo sus pies, su respiración era errática y sus ojos miraban de un lado a otro, tratando de mirar detrás de los arbustos sin mucho éxito que digamos, pero lo intentaba, entreabría sus labios mientras dejaba que el aire frío del otoño inundase sus pulmones, y entonces los vio, dos lobos de un tamaño mediano de pelaje grisáceo seguían jugueteando, fingiendo darse mordidas duras sobre sus pelajes y revoloteando a sus alrededores mientras mostraban la lengua, fue allí cuando Jungkook rodo los ojos.

—¿Quién diría que criar cachorros cambia formas sería tan complicado? —soltó un bufido y coloco sus manos tomando su propia cintura, frunció el ceño e inflo el pecho, mostrando su pose más autoritaria frente a sus dos hijos—. ¡Eunyeong, Haneul! —de inmediato los lobos que jugueteaban a lo lejos lo miraron—. Será mejor que regresen adentro y dejen sus formas lobunas, ya fue suficiente juego, niñas.

Para Jungkook la paternidad no estaba entre sus planes por supuesto, porque para el alfa tener cachorros era un sueño lejano o más bien una pesadilla, él quería vivir libre, y sin la responsabilidad de ser perseguido por pequeños cachorros a su alrededor, él se conocía perfectamente, y sabía que, si tenía hijos, serían igual de revoltosos que él. Pero claro, la idea de que tener hijos era una pesadilla se fue de inmediato cuando Yoongi le dijo que estaba en cinta, de hecho, la noticia lo abrumo al principio, creyó que era broma, pero al ver que Yoongi no parecía estar bromeando su emoción creció más. Y para la sorpresa de ambos, Yoongi dio a luz a dos pequeñas cachorras, gemelas idénticas, tenían los ojos grandes de su padre y el cabello del color de su padre omega, además Jungkook adoro que ambas niñas heredaran esa piel de porcelana de su padre omega, aunque Jungkook no estaba tan contento de que sus hijas fueran cambia formas, porque eran igual que él, revoltosas, ahora podía entender muy bien a las personas que decían que era insoportable. Eunyeong y Haneul tenían sus diez años cumplidos, y Jungkook sentía que cuando esas dos llegaran a la adolescencia, él terminaría volviéndose loco.

—No me miren así —dijo Jungkook al ver como sus hijas se acercaban con las orejas caídas y ojos de cachorro regañado hacia él, mientras chillaban ligeramente, suplicando para que las dejase seguir jugando—, nada de eso, cachorras —sonrió—, podrán seguir jugando después, ahora tienen que regresar dentro de casa, su padre omega llegará pronto, y saben que no le gusta que anden ensuciándose en el lodo.

Jungkook sabía que con la mención de Yoongi, convencería de todo a las pequeñas y así fue, porque ambas dejaron de colocarse suplicantes para después salir corriendo hacia la casa para transformarse y cambiarse de ropa, Jungkook sonrió, satisfecho con sus propias acciones.



...



—¡Vamos Heeyoung! —alentó su hermana mayor Bongcha—. ¡Puedes hacerlo, hazlo como papá te explico!

Para todo cambia formas, llamar a su lobo para tratar de transformarse en él, era una tarea que muy pocas personas podían completar en realidad, y que a veces era complicado, Namjoon lo había descubierto por sí solo, cuando el miedo lo había abrumado por completo y por accidente se había transformado en su forma animal para refugiarse y sentirse protegido, pero era inclusive más difícil cuando se trataba de enseñarle a los niños como debían transformarse, miraba atento a su hijo menor Heeyoung quien ahora se encontraba tratando de concentrarse para transformarse, pero no tenía éxito, el pequeño se forzaba tanto mentalmente que su rostro lograba adquirir un color rojizo al igual que sus manos debido a que las apretaba con intensidad.

—¿Crees que lo logre? —pregunto Bonhwa su primogénito—. Se está poniendo demasiado rojo.

—¡Claro que lo logrará! —contesto de inmediato Bongcha, la niña de siete años era persistente, mientras que su hermano de trece años parecía perder la esperanza en su hermanito de cinco años—. Papá dijo que podía, tiene la edad suficiente para lograrlo —miro a su padre alfa—, ¿no es así?

Kim Namjoon sonrió ante esos ojos gatunos que lo miraban, Bongcha se parecía todo a su padre omega, mientras que sus dos hijos restantes eran más parecidos a él, miro al pequeño Heeyoung, quizás Yoongi tenía razón, forzar al pequeño a hacerlo no era bueno, pero él siempre le insistía en que podía hacerlo, y no puede negarse ante esos hermosos ojos almendra que le suplican que le enseñe todo lo que sabe sobre transformarse en su forma animal.

—Ya es suficiente, pequeñín —menciono Namjoon mientras se acercaba y colocaba su mano sobre la cabeza de su hijo menor, el pequeño dejo de forzarse y soltó el aire que a duras penas lograba contener, respiro erráticamente y miro a su padre alfa mientras mostraba sus labios fruncidos, y fruncía el ceño, impotente por no lograr nada—, hey, campeón no tienes por qué enfadarte.

—Pero —el niño sacudió su cabeza haciendo que la mano de su padre se alejará—, yo quería transformarme en lobo como papá... —inflo sus mejillas.

—Y lo harás —animo su hermano Bonhwa—, pero a su tiempo, ¿verdad, papá?

Namjoon dio un asentimiento, y se coloco de cuclillas para estar a la altura de su hijo.

—Escucha, Heeyoung, transformarse en su forma animal no es una tarea fácil, requiere de mucho tiempo, sé que te dije que lo logré a la primera, pero eso fue porque tenía miedo, y mi animal interior quiso ser mi escudo para dejar de temer —le sonrió a su pequeño—, tarde o temprano lograrás transformarte, es cuestión de tiempo y practica —llevo de nuevo su mano a la cabeza de su pequeño y sacudió sus cabellos con leve fuerza haciéndolo reír en el proceso.

El alfa se sintió más que orgulloso de sus pequeños, dos habían logrado convertirse en su forma animal, y a pesar de que el más pequeño quería unirse a sus hermanos, no lo logró, pero Yoongi siempre le enseño que con algo de paciencia y con mucho cariño, podía lograr lo que quisiera, el omega había sido de gran ayuda para él, ahora las cosas ya no eran tan complicadas y su corazón estaba más en paz, Yoongi era quien siempre le apoyaba en todo, y lo que más le agradecía el alfa es que le concediera el privilegio de tener tres hermosos cachorros con él, eran su adoración por completo, al igual que el omega.



...



—¡Mira esto! —hablo un pequeño de cuatro años con cabellos negros mientras le mostraba a su hermano gemelo una hermosa cadena de oro—. Mira —la coloco sobre su muñeca, pero ni siquiera le ajustaba, porque era más grande, un collar—, es una pulsera para una persona muy, muy grande.

—¿Es una pulsera? —pregunto su gemelo, jamás había visto pulseras tan grandes en toda su corta vida, más bien, eso se parecía a lo que una vez su padre alfa le regalo a su padre omega por el aniversario de su marca, no sabía que significaba eso, lo que si recuerda es que Yoongi regaño a Hoseok porque pensó que había robado eso—. Eso va en el cuello —comento su hermano—, papá omega se lo pone en el cuello.

Su gemelo dudo de esas palabras, miro lo que él creía era una pulsera y luego a su gemelo, y así estuvo haciéndolo una y otra vez, imaginando que su hermano colocaba esa gran pulsera alrededor de su cuello, pero no, eso no podía ser para el cuello.

—No, no —dijo el niño—, es una pulsera, y las pulseras no van en el cuello.

—Pero... —iba a continuar, pero alguien más entro a la habitación, ambos menores se quedaron estáticos ante la entrada de alguien a casa, y suplicaban que no fuera su padre omega, porque Yoongi ya los había reprendido por andar hurgando entre la joyería de la casa, pero no podían evitarlo, el oro brillaba muy hermoso y las joyas preciosas hacían hermosos dibujos brillantes en el suelo cuando las exponías a la luz del sol y las alejabas un poco.

Pero para su fortuna o no, apareció ante ellos su padre alfa, Jung Hoseok.

—¡Papá! —menciono la adolescente mientras inflaba sus mejillas—. Es importante, solamente quiero prestado ese collar para la fiesta, papá Yoongi dijo que estaba bien.

—Sí, pero yo digo que no —Hoseok jamás pensó que empezar a criar a una adolescente fuera tan complicado, ahora podía entender por lo que estaban pasando sus amigos, aunque a Namjoon no le iba tan mal—, tu padre omega dijo que no iba a ser una reunión tan elegante, no es necesario que te arregles tanto, Aera.

La niña al escuchar aquello no pudo evitar fruncir el ceño de inmediato, a veces su padre alfa era tan injusto, cruzo sus brazos sobre su pecho mientras lo miraba.

—¿Ahora qué? —la niña dejo de mirarlo—. Aera, no es para que te pongas molesta, es solo una simple fiesta.

—Sí, pero en esa fiesta van a estar presentes personas importantes, y quiero destacar —Hoseok sonrió levemente—, arreglarme un poco hará que destaque, papá.

—Ya eres hermosa, así como eres, pequeña —la niña soltó un suspiro y entonces pudo ver a sus dos hermanos menores y no tardo en captar la atención de su padre alfa para que viera a esos dos revoltosos, y fue cuando los vio, estaban completamente paralizados mirándolos—, ¿qué se supone que están haciendo, Munhee, Manshik?

—Nada —respondieron los gemelos al mismo tiempo, para después y como si hubieran sido llamados por Yoongi, salieran corriendo de allí sin dejar el collar de oro, salieron de la habitación, Hoseok parpadeo un par de veces, si había visto el collar, pero sus pequeños ni siquiera le dieron tiempo de hablar.

Bien, ya tendría tiempo para regañarlos, y tenía que encontrarlos pronto para que no tomaran otra cosa más, o Yoongi lo mataría.

—Papá —una nueva voz hacia acto de presencia, y en la entrada de la habitación apareció la pequeña Hwayoung quien con la mirada buscaba por todas partes a su padre omega, pero no había nada, abrazo con fuerza el conejo de peluche que tenía en sus manos y apretó los labios—, papá Yoongi —lo llamo de nuevo, Hoseok sonrió levemente.

—Todavía no esta aquí, pequeña Hwayoung —la canturreo su padre alfa, pero la pequeña lo ignoro, quizás lo encuentre en otra habitación.

Sin decir adiós la pequeña niña continuo con su camino, esperando encontrar a su padre omega para que la arropará para dormir su siesta del medio día.

Hoseok soltó un largo suspiro, su pequeña niña de seis años se había vuelto muy dependiente de Yoongi, pero bueno, lo esperaba, ya que él también se había vuelto de esa manera, y más desde que estaban todos los alfas y cachorros reunidos en casa, porque todos querían un poco del cariño de Yoongi, y a pesar de ser muchos en casa, Yoongi siempre tenía tiempo para cada uno de ellos. Ama que su omega le guste repartir su amor entre todos y que sea equitativo.



...



Seokjin consideraba que lidiar con el primer cachorro de toda la familia era un reto, pero no se esperaba que fuera todo un reto, primero cuidar de Yoongi para que ninguno de los otros se le acercará mientras estaba esperando a su cachorro, verlo nacer fue también un reto, había sido entretenido pasar el rato con él cuando era pequeño, pero cuando entro a esa tan famosa edad adolescente, las cosas se complicaron un poco, pero pudo con eso, aunque ahora, la presentación de su hijo mayor... eso era otra anécdota.

—Esto es horrible —gruño por lo bajo Gyunghui mientras su ceño se mantenía fruncido, sus mejillas seguían sumamente rojas mientras sentía como su cuerpo había pasado de sentir un calor extremo a ahora sentir tibieza total, pero eso no quitaba lo espantoso que se sentía el maldito lubricante en su entrada.

Gyunghui se había presentado como omega a sus casi dieciocho años, estaba por cumplirlos en una semana más, era el primero de todos los menores de la casa en presentarse, pero parecía que había sido el primero en toda la familia, porque ni siquiera su padre alfa había logrado hacer algo bueno por él, o a menos eso creía él, Seokjin es muy paciente, aunque a veces lo saquen de sus casillas, cosa que Jungkook es experto en hacer, pero ahora ver que su hijo se estaba poniendo totalmente reacio a su presentación le daba mala espina, necesitaba la ayuda de Yoongi, pero ni siquiera estaba en casa ahora mismo, ya lo había mandado a llamar con uno de los sirvientes, y esperaba que el omega se diera prisa para que le ayudará.

—Vamos, mi pequeño —dijo su padre alfa, ganándose una mala mirada de su hijo—, n-no puede ser tan malo —su hijo dejo de mirarlo—, eres un omega igual que Yoongi, eso es bueno.

—¿Bueno? —su hijo gruño por lo bajo—. ¿Qué tiene de bueno ser un omega? Ni siquiera tengo la gracia de mi padre omega, parezco más un alfa o un beta que un omega, es espantoso.

Cruzo sus brazos y bufo, Seokjin soltó un suspiro, esto sería más difícil de lo que pensó, estuvo a punto de decirle algo más a su hijo, pero el sonido de tres toquidos a la puerta lo hicieron detenerse.

—Adelante —elevo la voz, y la puerta no tardo en ser abierta, y allí venían sus gemelas no idénticas hacia él, una tenía el cabello del mismo color que el de su omega, mientras que la otra tenía el color castaño claro característico de él—, gracias por traer la comida, cachorras.

—No hay de que, papá —dijo Soonbok mientras se acercaba con la bandeja que tenía encima un pequeño aperitivo, un plato lleno de fruta picada y un mouse de chocolate, miro a su hermano mayor—, ¿te sientes mejor, hermano?

El recién presentado omega dejo de fruncir el ceño un poco, sonrió ligeramente antes de negar con la cabeza, la niña de cabellos rubio cenizo no tardo en acercarse a su hermano a pasos lentos, ella llevaba una taza de té con más hierbas tranquilizantes para que su hermano dejase de tener dolor.

—Te trajimos comida y un té —menciono Heiran mientras se acercaba—, para que te recuperes mejor.

—Gracias —menciono el omega mientras recibía la taza de té con gusto.

Seokjin sonrió, al menos las gemelas le estaban ayudando a que su hijo mayor no se sintiera tan solo, esas dos tenían toda la bondad de Yoongi, y adoraba que así fuera, quizás su hijo había heredado algo de él, y eso no era nada bueno, a menos no por su actitud frente a algunas cosas, pero quizás estaba recibiendo un poco de la sopa del mismo plato que él daba, pero no importaba, su querido hijo de casi dieciocho años y sus gemelas de once años eran todo lo que más amaba en este mundo, además de Yoongi, claro está.



...



—Pa-pá —Taehyung tenía paciencia, pero a veces no mucha, aunque desde la llegada de sus hijos se sentía el hombre más paciente del mundo, soltó un resoplido, de nueva cuenta la pequeña Iseul separa en silabas esa palabra, la pequeña era inteligente, porque cuando le hablaba a Yoongi, no separaba la palabra en silabas, pero cuando se trataba de él, la separaba.

—No, pequeña —menciono el alfa mientras cargaba a la cachorra sobre sus hombros y ella se dedicaba a jugar con sus cabellos levemente rizados—, es papá, no pa-pá... ¿sí?

—Pa-pá —quizás esto tarde más de lo que pensó, relamió sus labios sintiendo que quizás tendría que repetirlo muchas veces para que ella lo dijera bien, pero esperaría.

Unas suaves risas lo hicieron mirar al frente, sus otros dos hijos lo miraban enternecidos por su actuar, Yoonsuh, su hijo de catorce años apretaba sus labios con fuerza evitando así la risa saliera más obvia, mientras que su hijo de ocho años Wonshik cubría con ambas manos sus labios para evitar soltar una nueva risa, les gustaba ver a su padre tan concentrado en enseñarle a hablar bien a su pequeña hermana de dos años. Después de todo, Taehyung podía comportarse como alguien dócil y agradable, pero no la mayor parte del tiempo, si bien Yoonsuh había disfrutado de su padre siendo tierno con él, no se comparaba con lo que ahora sus ojos veían.

Taehyung no era reacio al afecto, ni a recibirlo ni a darlo, pero cuando se trataba de la pequeña Iseul, el alfa pasaba de ser alguien obstinado y sin sonreír a ser un padre cariñoso y totalmente juguetón con ella, quizás era porque le recordaba a Yoongi, porque tenía esa hermosa piel blanca y esos ojos gatunos que te dejaban hipnotizado por completo, o quizás era porque la pequeña había sido quien le dijo papá primero a él y no a Yoongi.

—¿Qué es tan divertido, cachorros? —pregunto Taehyung, mientras sentía a la pequeña jalar sus cabellos levemente.

—Nada —dijo Wonshik mientras le regalaba una sonrisa a su padre alfa.

—Sí papá te viera ahora, se reiría también —comento Yoonsuh.

Sí, quizás Yoongi se ría de él, pero no sería una risa burlona, sería una melodiosa risa llena de dulzura que le diría claramente que se veía sumamente tierno, quizás también su omega se acerque a él con una radiante sonrisa y le regale un par de besos en la mejilla seguido de un beso en los labios, de solo pensar en los delicados y finos labios posarse sobre los suyos, no evito relamer sus propios labios, pues le encantaba besar a Yoongi, y ahora que lo pensaba mejor, podía actuar más tierno de vez en cuando y por supuesto bajo la atenta mirada de Yoongi, quizás de ese modo pueda obtener más besos de su omega, nunca lo deja sin besos, pero la necesidad de más es inevitable.



...



A Jihu, no le gustaba para nada que su pelaje blanco se ensuciará por lo que casi siempre evitaba transformarse a la intemperie, le gustaba más hacerlo dentro de casa, y en especial en su habitación, quizás se había vuelto algo vanidoso, pero no le interesaba eso, por eso no comprendía como su padre Park Jimin podía despreocuparse de manchar su pelaje a la hora de transformarse. El chico se encontraba en su habitación tranquilamente recostado prestando poca atención al libro que su padre omega le había prestado para que leyera, pero claro fue de inmediato interrumpido por su pequeño hermano que ingreso a su habitación sin permiso.

Iba a gritarle que se largará, pero al ver que lo que había entrado era un pequeño cachorro de lobo con las orejas algo caídas y comenzaba a olisquear de una parte a otra en la habitación mientras sus patas lo guiaban por todas partes se sintió levemente sorprendido, Suckchin apenas tenía tres años y ya se había transformado por primera vez, soltó una suave risa al ver al pequeño cachorro allí, corriendo en círculos mientras soltaba pequeños chillidos.

—Suckchin —dijo Jihu mientras se incorporaba y dejaba el libro cerrado a un lado—, pero ¿qué te paso? Tus orejas son muy afelpadas y casi ni se ven tus patas —soltó una risa al ver al cachorro detenerse y comenzar a ladrarle.

—¿Suckchin? —Jihu miro hacia la entrada de su habitación, pronto miro a su padre alfa que se acercaba—. ¿Puedo? —pregunto Jimin, su hijo mayor de inmediato dio un asentimiento y Jimin ingreso a la habitación.

En cuanto su padre alfa entro, Suckchin comenzó a mover su cola pequeña y esponjosa con frenesí mientras se acercaba a él.

—Aquí estás pequeño cachorro —Jimin se colocó en cuclillas para tomar al pequeño en sus manos, cargándolo de inmediato—, te dije que esperarás a transformarte, ahora Yoongi pensará que te he mostrado como —soltó un largo suspiro—, solo espero no me mate.

—¿Cómo es que lo logró? —pregunto Jihu mientras se acercaba a su hermano y su padre alfa.

—Me pidió que me transformará y cuando menos lo espere, él también se había convertido en un lobo —suspiro—, fue inesperado, pero creo que Suckchin lo único que quería era mostrarme que ya podía transformarse solo —el cachorro de inmediato ladro un par de veces, indicando que eso es lo que quería.

Jihu sonrió.

—¿Papá Yoongi ya regreso? —pregunto Jihu.

—Aún no —comento Jimin—, dijo que iría al médico, esta mañana sus nauseas crecieron, solo espero este bien.



...



Sus manos se mantenían juntas para evitar sentir el nerviosismo en su cuerpo, decir que se encontraba nervioso era poco, pero era la realidad, el omega se sentía nervioso, pero no era tanto por el hecho de estar esperando sus resultados de la prueba de embarazo que el doctor le indico que se hiciera, sino que era más por el hecho de dejar la casa sola, estaba a cargo de los alfas, pero sabía que sus hijos podían ser un poco desastrosos, además de que el mayor de todos ellos se había sentido mal desde la madrugada, Yoongi no quería perderse la presentación de su cachorro, pues presentía que eso era, pero lamentablemente sus nauseas matutinas pasaron a ser vómitos durante casi una semana completa, y necesitaba respuestas urgentes, por lo que ir a consultar un profesional en medicina era lo adecuado.

—Min Yoongi —una enfermera le llamo, el omega de inmediato se levanto de su sitio y camino hacia la enfermera que le iba a entregar los resultados.

—Aquí estoy —contesto el omega, la mujer con amabilidad le entrego una hoja en sus manos.

—¡Felicidades! —comento la enfermera con alegría—. Está esperando un cachorro.

Bien, no se sentía asustado ni nada por el estilo, pero si se sorprendió un poco por la inesperada noticia, aunque no evito llevar una de sus manos a su vientre para acariciarlo lentamente y casi sin tocar la tela que cubría su vientre, sonrió levemente, bien, al parecer habría un nuevo miembro en la familia Min, y estaba agradecido con eso.

Tomando sus resultados y agradeciendo por la consulta después de pagarla, se encamino disfrutando del momento de la nueva noticia de que tendría otro cachorro, aunque al salir del hospital, no pudo evitar detener sus pasos, pues recordó que necesitaba saber quien era el padre del cachorro.

Se quedo allí un par de minutos, recordando que había pasado en las ultimas semanas, según sus análisis, estaba en cinta desde hace dos semanas, claro que apenas había sentido los primeros síntomas, al menos no fueron tan instantáneos. Hace dos semanas no había sido su propio celo, solamente uno de sus alfas había entrado en celo y ese había sido Jimin, y ahora que lo recordaba mientras sentía sus mejillas arder en demasía por recordar lo que paso en ese celo, Jimin lo anudo, así que las probabilidades de quedar en cinta de nuevo era más que obvia, soltó un largo suspiro y sonrió.

—Jiminie estará feliz —miro hacia su vientre—, vamos a casa, cachorro o cachorra, hay que darle la noticia a tu padre alfa —canturreo en voz baja y volvió a comenzar su camino.

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