✧Capítulo 54✧
<<Demon>>
—De ti depende cuánto va a tardar esto—le digo al sujeto delante de mí mientras sigue retorciendo su cuerpo en el suelo como una lombriz.
Es sorprendente que aún siga vivo, teniendo en cuenta la enorme herida en su cabeza y la cantidad de sangre que había en el suelo cuando encontré a Elizabeth junto a él.
Salvatore gatea desorientado sin poder ponerse de pie y yo comienzo a impacientarme.
—¿Dónde Flavio la tiene? —le pregunto por enésima vez en lo que va de una hora y sigue mirándome desorientado.
Por un momento considero que tal vez Elizabeth le machacó lo poco de cerebro que tenía, pero por como tiembla claramente me reconoce y sabe quien soy y lo que voy a hacerle.
—¿De quién hablas? —Su voz sale dificultosa mientras
—¿De quién coño crees que estoy hablando? —La parte de atrás de mi pantorrilla impacta contra su espalda, tirándolo de nuevo al suelo— ¡Claramente de mi hermana!
Su rostro ensangrentado choca contra el piso y escucho algo quebrarse seguido de un chillido.
Suspiro y miro al techo buscando un motivo para no terminar con esto de una vez.
Aún no me dice dónde está mi hermana.
—Yo tenía razón —Lloriquea y su enorme cuerpo tiembla en el suelo húmedo—. Tú nos vas a matar a todos, a todos los que estábamos allí ese día.
Claramente me recuerda, él me vio y continuó haciéndole daño a mi madre, con una sonrisa sádica en el rostro. La misma puta sonrisa que le voy a sacar por parte.
Camino hacia la mesa donde están los instrumentos que bien podrían ser las herramientas de un cirujano y un odontólogo. Le echo un vistazo y me decido empezar por su maldita boca. La lengua será lo último ya que necesito que hable.
Salvatore me mira desde su posición en el suelo cuando ve la pinza para extraer dientes en mi mano.
—Rusia —dice en un chillido cuando mi mano envuelve su cuello.
Por muy grande que sea, se vuelve una mierda cuando un hombre lo golpea.
—¿Rusia? —Le doy la misma sonrisa con la que me miró hace años— Tendrás que ser más específico —Obligo su boca a abrirse y comienzo por su maldito diente de oro, la pieza asquerosa cae en algún lado de la habitación.
Su grito taladra mis oídos y lo abofeteo antes de que se desmaye.
—Marchetti dijo que se haría cargo de ella —Su rostro se contrae en dolor al hablar—. Flavio se la entregó y Marchetti hizo lo mismo con unos familiares rusos, unos campesinos.
—¿Desde cuando Marchetti tiene familia rusa?
—Ese idiota esconde mucha mierda —Escupe sangre en el suelo—. Los campesinos cultivaban droga para la Bratva.
—¡¿Quieres decir que mi hermana pertenece a la maldita Bratva?! —Mi puño impacta directamente contra sus costillas.
Mi hermana está en el mismo territorio que el psicótico de Mijaíl Golkov II, conocido por cortar mujeres como si fueran hechas de papel.
—¡Por favor perdóname, no quiero ir al infierno! —ruega entre lágrimas, sangre y otros fluidos corporales mientras me pongo de pie y busco una manopla.
Tengo que ser más cuidadoso con las manos que acaricio a mi esposa.
—Santino Salvatore, no sé si te has dado cuenta —Flexiono mis dedos, preparándome para la acción—. Pero ya estás en el puto infierno.
✧✧✧
—Ferrara ya reportó la desaparición de Salvatore y quiere una reunión urgente contigo y todo el concejo —Enzo me lanza una camisa limpia mientras sacudo mi cabello aún húmedo tras la ducha.
—Hijo de puta —mascullo—. ¿Tienes lo que te pedí?
Alza la botella con un licor extraño negro, pero jodidamente caro y fuerte.
—Supongo que yo te llevaré a casa esta noche —dice mientras tomamos el elevador y marca el subsuelo.
—¿Te he dicho que eres mi mejor amigo? —Empujo su hombro y él sonríe.
—Solo lo hago para conducir tu coche, cálmate que solo te mostré la botella.
Llegamos al subsuelo y le lanzo las llaves antes de subir al asiento de copiloto y prepararme mentalmente para otra hora de mierda fingiendo que todo está malditamente bien, que no acabo de matar a alguien y que no sentí absolutamente nada cuando vi el último suspiro abandonar su mísero cuerpo.
¿Donde mierda quedó el placer de la venganza?
Si es que alguna vez lo sentí.
Pero estoy cumpliendo mi promesa, uno tras otro irán cayendo.
Llevo mi mano a mi cuello donde tengo tatuado su nombre.
—Otro más, mamá —susurro mientras dejamos El Bronx detrás.
<<Elizabeth>>
Termino de colgar la llamada con Akiko cuando algo golpea la puerta del balcón dándome un susto de muerte.
Los rostros de Marchetti y Mijaíl inundan mi mente con imágenes cada vez más escalofriantes, y la dicatomía de buscar un alma o huir me abruma.
A través de la cortina la sombra de una figura se tambalea y a esto le sigue una maldición en una voz que conozco bien. Suelto un suspiro de alivio y hago mas fácil su misión de abrir la puerta. La brisa helada me acarcia el rostro seguida de un:
—Buenas noches Joya mía —Demon me mira demasiado alegre y con la mejillas sonrojadas.
Debido a la temperaturas bajas sus rostro es una mezcla entre palidez y enrojecimiento.
Apoya su peso en el marco de la puerta y cruza los brazos aún con un sonrisa tonta en sus labios. Sonríe tanto que sus ojos parecen pequeñas rendijas pobladas de pestañas húmedas.
Reparo en su vestimenta, se ha cambiado de ropa desde la ultima vez que lo vi esta tarde y lleva el cabello oscuro ligeramente despeinado con varios copos de nieves adheridos a él.
—Sabes que la puerta principal existe por algo —Mi tono de voz se escucha más ruda de lo que pretendía, pero bueno no soy yo la que llega demasiado sonriente y con otra ropa.
—No quiero darle una mala impresión a mi suegro —Sigue sonriendo antes de fruncir el ceño y agregar—: Bueno tal vez ya tenga una mala imagen de mí, no se tomó muy bien lo del matrimonio —Acaricia su mandíbula como su estuviera recordando algo.
—Igual, romperte un hueso o morir en el proceso no es nada agradable, deberías dejar de subir por el balcón.
La brisa vuelve a refrescar mi rostro, esta vez con un fragancia que permanece impregnada en mi cuerpo aún después de una ducha, y la cual he descubierto que puede ser potencialmente adictiva, la colonia masculina de Demon que aunque tomes uno de sus frascos sigue sin oler igual que cuando él la está usando.
—Te preocupas por mí —Sus brazos me envuelven en un abrazo y mi cuerpo despierta como si hubiera estado en un largo letargo, incluso a través de la ropa puedo sentir la calidez de su piel en cada parte de mi ser y cada una de ella hormiguea y memoriza la sensación como para no olvidarla hasta en los próximos siglos—. Pensé que sería un gesto romántico como Romeo y Julieta —dice en tono de burla, con su respiración acariciando mi cabello—. Subiría por tu balcón y te diría: Oh Julieta enséñame las te...
—Ni se te ocurra terminar esa frase —Lo interrumpo y me gano una risa de su parte—: Has estado bebiendo.
—¿Cómo lo supiste? —Se separa un poco de mí para que nuestros ojos se encuentren, pero sin soltarme completamente.
Lo sé porque te tengo completamente impregnado en mi psiquis y últimamente puedo notar cuando hay algo diferente a lo habitual en ti.
—Digamos que es mi sexto sentido —lo resumo—. ¿Cómo llegaste aquí? Dime por favor que no condujiste en ese estado.
De repente la idea de un accidente de coche pone a temblar mi cuerpo. Siempre pienso en lo que la mafia puede quitarme, en estar pendiente al enemigo, pero nunca he considerado que existen miles de cosas como enfermedades y accidentes que pueden arrebatarme a las personas que amo.
Tal vez eso tiene que ver con que nunca me había preocupado tanto por alguien.
O con que nunca había necesitado tanto a nadie.
—Enzo me trajo hasta aquí y fueron solo dos copas de alguna mierda japonesa —Alza cuatro dedos y camina hasta dejarse caer al borde de la cama.
—La mayoría de las personas beben para celebrar o para olvidar —Esta vez soy yo quien acorta la distancia entre nosotros, quedando de pie entre sus piernas separadas.— ¿Por qué bebiste Demon?
—Lo maté —responde mirándo mi abdomen por debajo de sus oscuras pestañas—. Y eso no cambió nada, eso no me devolvió a mi madre, me alimenté del sufrimiento de Salvatore para al final sentirme igual de vacío.
Dejo que mi mano acaricie su mejilla sonrojada y una calidez inunda mi pecho cuando se inclina hacia mi tacto cerrando los ojos.
—Después fui y me reuní con personas a las que odio y fingí preocuparme por sus inquietudes, cuando en realidad quería incendiar la habitación con ellos dentro y lagarme de allí para estar aquí —Su frente descansa sobre mi tórax y su cálida respiración me acaricia—. Recuerdas la noche en mi departamento.
—La noche en que mencionaste que la vista nocturna de Nueva York, te inspiraba ambición de poder.
—Sí —confirma—, ahora tengo ese poder y no sirve de nada. Tener poder sobre alguien significa infligir temor o pagarle, el miedo causa que la gente tome decisiones estúpidas, el dinero deja de ser suficiente cuando alguien paga más.
De repente pienso en Robert, el guardia de Demon que intentó raptarme, estoy segura que él aplica para el último caso.
—Dime que pasa por tu mente —me escucho decir y creo que nunca había sentido tanta curiosidad por algo, porque Demon Leone va más allá de ser un heredero de la mafia. Es igual que una moneda con sus dos caras. Está el que quita vidas sin parpadear, pero también él que se preocupa por su mascota embarazada.
—He dado mi vida para llegar a donde estoy —Se aparta un poco para que nuestros ojos se encuentren, pero sus manos no dejan de acariciar mis caderas—. Hasta hace unas semanas disfrutaba reconstruyendo a la Famiglia, por así decirlo, pero entonces me di cuenta que es imposible sanar algo que está completamente en estado de putrefacción y que tampoco tengo algún motivo para hacerlo.
—¿A qué te refieres?
—La trata de blancas, no era solo un negocio de Flavio y Marchetti, por supuesto que el resto estaba involucrado y claramente se llevaban su parte del pastel. Si yo intento parar este negocio, habrá una guerra interna.
Una guerra interna significa mucha sangre, específicamente de Demon.
—¿Cuáles eran tus planes para cuando te hicieras con el poder de la Famiglia?
—Tenía planes como O.R.O, invertir en cadenas hoteleras y en las empresas de construcción para el lavado del dinero, Enzo es un buen contador, se graduó de finanzas y Donato tiene un don especial para deshacerse de cuerpos. Luca puede hackear un banco si se lo propone —menciona con orgullo—. Sin embargo todos tienen algo en común...
—Han sido rechazados por la Famiglia —termino por él y entiendo su punto, por qué servirle a una organización que toda una vida te ha rechazado o te ha quitado a las personas que amas.
—¿Por qué tienes estas dudas ahora?
—Por ti.
Mi respiración se detiene y su agarre en mis caderas se fortalece.
—¿Por mí?
—Tengo miedo perderte a ti también Joya mía.
—¡Ey, estoy aprendiendo a defenderme! —Golpeo su hombro y evado el escrutinio de sus ojos.
—Lo sé, pero también sé que tarde o temprano te irás de aquí, porque al final aunque la jaula y los grilletes sean de oro, seguirás estando encerrada.
Bajo mi mirada para verlo y su rostro aún más pálido que antes me devuelve el gesto.
—Demon creo estás demasiado páli...—Antes de terminar la frase me separa de él y corre hacia el baño.
Lo sigo escuchando el sonido de las arcadas y cuando llego junto a él, me aseguro de sujetar su cabello mientras vierte el contenido de su estómago.
✧✧✧
—Esto no es nada sexy —comenta diez minutos después mientras estamos sentados, con la espalda apoyada en la pared de azulejos fríos del baño, esperando a que sus mareos se calmen.
—Piensa que ya estamos a mano, la primera vez que te besé casi te vomito encima —Sonrío.
—Fui un idiota esa noche —confiesa jugando con el recipiente de enjuague bocal.
—Normal en los de tu especie —me burlo y pechizca suavemente mi muslo por encima de la ropa del pijama.
—Pero sí, fui un imbécil asustado de sus propias emociones cuando me besaste.
—¿Qué sentiste a parte de ni notable inexperiencia besando?
—No estuvo tan mal —Esta vez sonríe él.
—Pero tampoco estuvo bien.
—Hubiera sido perfecto si la lengua hubiera participado, pero no quería asustarte —Hace un perfecto guiño del ojo, por el cual Bia seguro sentiría envidia—. Pero en cuanto a tu pregunta, sentí lo mismo que cuando O.R.O quedó completamente perfecta o como cuando termino un cuadro y el resultado es mucho mejor de lo que esperaba.
—¿Y eso cómo es? —pregunto con un cosquilleo en mi estómago.
—Es un cúmulo de emociones y sensaciones que van desde la euforia hasta el miedo.
Para ser Demon el señorito no repito nunca, es sorprendente la claridad con la que expresa sus sentimientos, yo por el contrario no puedo ni poner en dos simples palabras cada sensación que me sobrepasa.
—Correspondiste el beso y dijiste que era tu obra de caridad —Le recuerdo solo para ignorar mi propio miedo.
—Yo no dije eso.
—Lo diste a entender que es mucho peor.
—Estaba asustado.
—¿Por qué?
—Había besado a la prometida de mi padre y no quería detenerme ahí —Mira a la pared frente a nosotros—. Incluso si las cosas hubieran sido diferentes, creo que tú y yo juntos, sería inevitable.
—¿A qué te refieres? —Lo miro con más atención y siento envidia de como incluso todo pálido este chico luce como si esperara hacer fotografiado para una revista en cualquier momento.
—Si nunca hubiera sucedido el accidente de Rubí.
—¿Ah sí? ¿Cómo sería?
—Serías la prima siciliana que visitaría en vacaciones, malcriada y exasperante —Sonríe cuando esta vez soy yo quien lo pellizca, pues para sus músculos fue una simple caricia—. Sin embargo tu pasión por el esgrima y esa extraña agilidad con las armas blancas, me resultaría atrayente. Elizabeth Leone con un cuchillo en la mano es malditamente erótico.
—Deberías tratar con un especialista ese lado masoquista.
Sonríe.
—Serías toda una princesa de la mafia a la cual intentaría mantener lejos, pero por algún motivo siempre estaría apartando los imbéciles de tu camino, sin saber que el mayor imbécil o sea yo, me estaba enamorando de ella.
El corazón me da tres vuelcos y esta vez soy yo quien se siente mareada.
Solo está hablando en sentido figurado.
Pero prácticamente me entregó su corazón, así que claramente está enamorado de mí ¿o no?
—Al final, como sabría que no eras mi prima de sangre, terminaría secuestrándote un día de esos que me dieras una mirada retadora y bueno lo otro se lo dejamos al síndrome de Estocolmo.
—Franco te mataría.
—Valdría la pena morir si es por ti.
Sus palabras me estremecen y mi alma se retuerce en mi pecho al darme cuenta que no dudaría en hacer lo mismo por él.
Demon no solo tomó mi cuerpo, ahora también se está haciendo con el poder de mi mente y mis sentimientos.
Ambos entramos a esta partida intentando manipular al otro para lograr nuestros objetivos y en el camino nos hemos desviado tanto que ya no somos capaces de manejar nuestras propias emociones.
✧✧✧
El consultorio de Akiko resultó ser como la habitación de una chica hippie sacado de un tablero de pinterest. Es acogedor y en el ambiente predomina un extraño olor que Demon asegura que es alguna hierba alucinógena.
Al principio se mostró un poco reacio de que fuera a terapia para una consulta de hipnosis, porque él pasó por esto antes y los resultados aún le quitan el sueño, sin embargo entendió de que tal vez en la caja de Pandora de mi cerebro, estén muchas de las respuestas que necesitamos.
Por otro lado concertar una cita con Gema Parker es toda una odisea debido a su cargo en el gobierno, pero no imposible si buscas información en los lugares correctos.
Gracias a Lucas, Demon y yo estamos invitados a una famosa subasta que pocas personas conocen y un porcentaje a un menor tiene acceso a ella. Sólo estás dentro si tienes algo interesante que ofrecer y es ahí donde Franco nos obsequió un extraño rubí que cualquier elitista pretencioso quisiera tener.
Con esa pequeña piedra y la supuesta espada que usó Aquiles, la cual Donato robó de la iglesia, conseguimos dos códigos de acceso a la subasta organizada por el actual esposo de Gema Parker que tendrá lugar un día después de navidad.
Volviendo al presente, Akiko me recibe con sus dos besos en las mejillas y me indica que haga unos extraños ejercicios de estiramientos. Antes de darme cuenta me encuentro tendida sobre un montón de almohadas coloridas, escuchando su voz alejarse cada vez más y mi cuerpo relajarse como si flotara sobre nubes.
Todo se vuelve completamente oscuro durante varios segundos antes de abrir los ojos y encontrarme en uno de los pasillos de la casa Marchetti.
La voz de Giovanni se cuela por la rendija de una puerta entreabierta y por su tono sé que está discutiendo con Stella.
—¿En serio te vas a largar ahora? —Ella le recrimina.
—Fue apuñalada, necesito asegurarme de que está bien.
—Tenemos un evento importante, Flavio dejó claro que tú tenías que estar allí para cerrar ese trato, no puedes tomar un maldito avión y largarte a otro continente.
—Si ella muere, tanto tú como yo estaremos muertos.
—No sólo tengo que cargar con su hija, ahora también mi vida depende de esa maldita perra.
La puerta se abre inesperadamente y Giovanni se sorprende al verme allí
—¿Acaso estabas escuchando nuestra conversación, Eliza? —Sus manos van a su cinturón—. ¿No te he enseñado que es de mala educación escuchar detrás de las puertas? ¡Eso es pecado!
El cinturón corta el aire antes de caer sobre mi piel.
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HE REGRESADO.
Antes que nada perdón por no haber actualizado en lo que va de año, he leído sus comentarios y realmente me sentía triste por no tener tiempo para darles aunque sea un capítulo porque últimamente mi vida va sobre ruedas.
Insertar ruido de tambores*
¡HE COMENZADO LA UNIVERSIDAD!
Y no, no es como en los libros donde desde el primer día alguien te tira los libros y te enamoras mágicamente, o un tipo apuesta tu virginidad y terminan en una relación un poco tóxica pero gustosa (eso depende del punto de vista de cada cual) y tampoco te la pasas de fiesta (aunque en mi universidad haya hasta dos y tres cada semana) pero no tengo tiempo de ir, porque ajá soy una nerd que necesita para su salud mental salir bien en lo exámenes y más que nada aprender porque no es tan importante la nota sino lo que sabes a la hora de salvar una vida, porque ajá aquí su escritora querían que le dijeran doctora.
(Tengo exámenes casi todos los días, si hay algún error ortográfico les pido perdón, ya luego revisaré el capítulo con más tiempo, porque ahora mismo mi conciencia me está recriminando el no ponerme a estudiar para el examen del lunes sobre los embriones de 4 a 8 semanas de embarazo🥹)
Se preguntaran porque les cuento todo esto, bueno es en parte mi forma de disculparme y por otro lado este libro es un poco mi diario ya que cuando leo mis notas en los primeros capítulos me vienen recuerdos de cuando estaba en segundo de bachillerato y miren ya ahora estoy en la uni.
Les cuento que en estas semanas he llorado lo que no lloré en todo el año pasado porque siempre está la pregunta y las dudas de: Si no soy lo suficiente inteligente para esta carrera? Tal vez no sirvo para esto. Es demasiado, siento que no podré con tanto.
Y bueno esto va para mí y para ti que me lees si estás pasando por un momento similar:
ERES SUFICIENTE.
SI GENTE MÁS IRRESPONSABLE PUDO LOGRARLO TÚ TAMBIÉN PUEDES, NO ES ALGO QUE ALGUIEN MÁS NO HAYA HECHO ANTES.
NADA TE QUEDARÁ DEMASIADO GRANDE.
TOMA LAS COSAS COMO UN DESAFÍO.
NO TE COMPARES CON LOS DEMÁS, VE A TU PROPIO RITMO.
NO TE AGOBIES, PIENSA EN QUE TE HARÁS MÁS FUERTE.
UNA MALA NOTA NO DEFINE NI TU CAPACIDAD DE APRENDER, NI TE DEFINE COMO PERSONA, PERO TE DEPRIME ASÍ QUE SI NECESITAS LLORAR, HAZLO Y YA LUEGO TE LEVANTAS Y VAS DE NUEVO A POR ELLO.
¡NO TE RINDAS!
El miedo de no poder con tanto me abruma cada día desde que empecé la universidad, pero siempre me coloco los auriculares y escucho música para frenar esos pensamientos.
Los cambios para bien o para mal siempre son difíciles, en estas semanas no sólo tuve que comenzar a vivir en un cuarto con chicas desconocidas (ahora un poco conocidas) también tuve que comenzar a adaptarme y aún estoy en ello, a la forma de estudiar en la universidad.
Pero nada, lloren y sigan para adelante.
(Admito que he llorado hasta en el autobús, por suerte nadie se dio cuenta)
Como siempre te agradezco por darle una oportunidad a mi historia, he visto que hay lectores nuevos y tanto a ellos como a mis veteranos les agradezco su apoyo y el simple hecho de leerme. Significan mucho para mí.
Hasta un próximo capítulo y FELIZ AÑO NUEVO!
Pd¹: La canción del capítulo de hoy, la puse porque es la que ando escuchando últimamente jejeje (no porque tenga a Jimin de fondo y me lo quiera tatuar en las chichis. Ok no... oh sí?)
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