✧Capítulo 42✧
Si dejan comentarios en este capítulo prometo responder a todos y quién sabe, tal vez actualice más pronto de lo que creen...grrr
Disclosure - Sam Smith
<<Elizabeth>>
Caminamos juntos hacia el comedor, en absoluto silencio como si ambos supiéramos que este es el fin de algo que tal vez nunca debió haber iniciado.
Algo que tal vez, yo no debí haber iniciado al besarlo aquella noche en la playa.
Aunque creo que el cronómetro comenzó a correr desde la noche en que me quedé embelesada mirando al hijo de mi prometido.
— Creo que debería entrar uno primero y luego el otro, sería sospechoso entrar los dos juntos —sugiero.
Demon se me queda viendo por unos instantes y su rostro muestra esa expresión que aún no logro entender y posiblemente nunca lo haga.
Observo cada uno de sus rasgos y trato de memorizarlos, ya que la única foto que tenemos juntos, quien la tiene es él.
El rojo de sus iris sigue gustándome y creo que nunca volveré a ver algún color similar en ningún lado.
El sonido de un teléfono me saca de mis pensamientos y Demon saca el dispositivo de su bolsillo.
— Entra tú primero —expresa antes de posar su mirada en el número reflejado en la pantalla.
Me propongo eliminar los pocos metros que me separan de las puertas dobles, pero no he dado dos pasos cuando una mano tira de mí y antes de poder articular cualquier palabra unos labios se encuentran sobre los míos.
Dejo escapar un jadeo por la impresión y Demon aprovecha la oportunidad para profundizar el beso.
Sus labios se mueven sobre los míos como si está fuera la última vez que fuera a besarlo y lo más triste de todo es que sí lo es.
Esto es una despedida, en medio de un pasillo donde cualquiera podría vernos.
Pero mi lado razonable se encuentra ahora mismo correspondiendo el beso con la misma intensidad porque sabe que será el último.
Su dientes tiran de mi labio inferior y nuestras lenguas se unen a la acción.
Una de sus manos tira de mi cabello haciendo todo más intenso a un nivel no soportable para mi libido. Un calor se extiende por mi vientre y mis uñas rasguñan su suéter, mientras mi cuerpo se presionan contra el suyo.
No sé cuánto tiempo pasa hasta que nos separamos pero mi pulmones arden por la falta de aire.
Posiblemente haya estado todo un minuto besándolo.
Mis ojos van a sus labios más rojos e hinchados de lo normal y sonrío para mis adentros.
Quien necesita juego previo con besos como ese.
No sabía que besar pudiera ser tan adictivo.
Intercambiamos una última mirada antes de darme la vuelta y pasar por fin al comedor.
Lo primero que capto es que la chica asiática está aquí acompañada por su padre y un chico más joven.
Voy directo a la primer espacio libre que veo y tomo asiento. La señora Zinerva está junto a mí y frente a mí tengo a Fiorella.
Demon entra cinco minutos después, aún con los labios un poco rojizos y detrás de él, los tradicionalistas.
Estos últimos, como siempre ignoran mi presencia ya que para ellos soy ajena de la Famiglia.
Son cuatro ancianos que no tienen el apellido de ninguna familia fundadora pero sus antepasados siempre se han encargado de velar por qué se cumplan los diez mandamientos y ellos han seguido con el legado, rara vez haciendo concepciones.
Como hoy, que Demon, el Capo de la Famiglia dejará a una italiana para casarse con una extranjera.
— Gracias a todos por venir —se sienta en la silla que antes ocupaba Flavio, quien ahora está al lado de Fiorella.
Por primera vez siento el peso de estar en la misma mesa con la Famiglia.
Miles de soldados venderían su alma por ser invitado a algunos de estos almuerzos, ya que si eres hombre seguro sales de aquí comprometido y con mucho más dinero en el bolsillo.
Si eres mujer, sales de aquí con un marido rico.
A penas y comienzan a servir el vino cuando Demon suelta la primera bomba.
— No me voy a casar con Fiorella —directo y sin lubricante, eso diría Bianca si estuviera aquí.
Un enorme silencio se extiende por toda la mesa hasta que el sonido de una copa quebrándose estalla en nuestros oídos.
Fio dejó caer su copa, y una empleada corre a recoger su desastre.
— ¡¿Qué estás diciendo?! —reclama Marchetti quien ahora lleva un brazo escayolado— ¡Llevas ocho años retrasando tu matrimonio con mi hija y ahora planeas dejarla tirada!
— Tal vez eso debió darte una señal de que en realidad no planeaba casarme con ella. Ni hace unos años, ni ahora, ni nunca —responde Demon con calma.
— ¡Lleva comprometida contigo desde que era una niña! —se ponde pie pero la mirada gélida de Demon le hace volver a sentarse— ¡¿Crees qué ahora alguien importante la va a tomar como esposa, luego de que le deseches como basura?!
Incluso Fiorella es un objeto de intercambio, para Giovanni.
— ¡Mi hija no nació, ni fue criada para casarse con un soldado! —entra en la discusión Stella quien por primera vez ha dejado a media una bebida.
Demon lo mira a ambos y le da un sorbo a su copa.
— Estoy seguro que el padre de su nieto, no es un soldado, ni siquiera es de la Famiglia ¿No es eso cierto Fiorella?
Y ahí está la otra bomba que deja pasmados a todos.
La única que parece disfrutar de esto es la señora Zinerva, quien sonríe sin disimulo.
Y una parte retorcida de mí también está alegre.
— ¿A qué se refiere? —Giovanni taladra con la mirada a Fio.
— No lo sé, papá, no sé de qué habla —dos lágrimas se le escapan.
Esas lágrimas son de miedo no de inocencia.
De repente se abre un espacio en el techo, desplegándose lentamente una pantalla y todos miramos las imágenes que se proyectan.
En ellas aparece Fiorella bailando con un chico de cabello rizado. Las fotos fueron tomadas en algún club o pertenecen a las cámaras de seguridad de alguno.
Marchetti resopla.
— Solo están bailando, tu reputación es mucho más cuestionable que la de ella.
Sin embargo los tradicionalistas ven las imágenes como una gran blasfemia.
— Sí lo es, sin embargo no he traído hijos ilegítimos a esta familia, ni me he acostado con el enemigo.
La foto del chico de cabellos rizados se expande y todos observamos el rostro de Romeo Golkov.
Lástima que Marchetti no sea sensible de corazón o esto lo hubiera matado de un infarto.
— Para los que no lo conocen, ese es Romeo Golkov, el Underboss de la Bratva.
Un jadeo colectivo inunda la habitación mientras, yo solo me concentro en observar la imagen.
Nos parecemos muchísimo.
Por suerte nadie repara en eso.
— ¡Mi hija no está embarazada!
Marchetti mira a Fiorella en busca de apoyo; pero esta vez, Fio tiene la cabeza gacha.
— Se puede solucionar, aún estoy a tiempo de interrumpir el embarazo —susurra.
— ¡¿Cómo se te ocurre insinuar algo así, niña?! —habla por primera vez uno de los tradicionalistas, es un señor que bien podría hacer de Santa Claus cada navidad.— No sólo manchas tu pureza, sino que duermes con el enemigo, traes a su hijo en el vientre y ahora quieres matar a la criatura.
En la Famiglia, el aborto es considerado traición.
Demon ni siquiera mira a Fiorella.
— Deberíamos discutir este asunto en privado —pide Stella, ya que no sólo está la Famiglia en la mesa, tenemos a tres yakuzas acompañándonos.
— No hay nada que discutir —Demon los mira con aburrimiento, como si no acabara de poner sus vidas de cabeza.—
El asunto está cerrado, los problemas con su hija, esperen a llegar a su casa para resolverlos.
— ¡¿Cómo te atreviste a revolcarte con el enemigo?! —Marchetti se pone de pie y de un jalón a Fiorella también— ¡Y principalmente con él!
Eso me toma por sorpresa, Marchetti sabe quien es Romeo Golkov, me pregunto si se habrá sorprendido también, al notar nuestro parecido.
El sonido de un golpe cruza la habitación y veo como el rostro de Fiorella se gira hacia un lado.
Nadie dice nada al respecto y realmente espero a sentir pena por ella, pero esa sensación nunca llega.
Creo que me convertido en un monstruo.
— Tú no vas a decir nada —le reclama Giovanni a Flavio, quien se ha mantenido callado hasta ahora.— ¡La posición social de mi familia se verá muy afectada y yo soy tu mano derecha!
— Tu hija debió pensar en las consecuencias de lo que hacía —Rs lo único que le responde.
Sonará egoísta; pero tal vez Marchetti esté lo suficientemente enojado con Fiorella como para acordarse de mi castigo cuando lleguemos a casa y eso realmente me alivia.
Sino resulta ser que descarga su ira contra mí.
— Pasemos al segundo punto del día —pide Demon, mientras nos sirven el primer entrante.
La tensión en el aire podría cortarse con un cuchillo.
Si el primer punto del día fue ponerle fin a su compromiso de ocho años, el segundo podría matar a cualquiera.
—Tenemos que encontrarte una esposa, cuánto antes —sugiere otro de los tradicionalistas, delgado, con pelo cenizo y una mano llena de anillos pesados.
Es increíble como pasas a ser una escoria para todos en cuestión de segundos. A nadie le importa la presencia de Fiorella.
—En realidad ese asunto ya está zanjado.
Y aquí la parte que más temía.
—Ya estoy casado —suelta y el vuelco que da mi estómago es tan grande que tengo que tomar una fuerte bocanada de aire.
Mis ojos viajan por inercia a la chica asiática y ella me devuelve la mirada. Sin embargo no puedo leer su expresión.
—¿Cómo que estás casado? —cuestiona el señor parecido a Santa—. ¿Desde cuándo?
Demon nos mira a todos y sonríe.
—La fecha es irrelevante, pero para la salud mental de la familia Marchetti, les informo que no perderán su posición social. Mi matrimonio con su hija menor, los hará ascender aún más.
La sensación en mi estómago sube a mi corazón y puedo sentir cada latido, posiblemente todos lo escuchan.
¡¿Qué ha dicho?!
Y es así como creo que terminé en coma etílico y todo lo que ha sucedido hasta ahora lo he soñado.
Porque es imposible que Demon y yo estemos casados.
Yo no he firmado...
Sin querer derramo un poco de vino sobre mi suéter al percatarme de algo.
Los documentos... no eran un maldito permiso para ir al torneo de esgrima... ahí había un acta de matrimonio.
Esta vez el silencio se quiebra por el ruido del seguro de varias armas al ser desactivados.
Y basta con levantar la mirada para darme cuenta que soy la única que no tiene un glock en la mano, o apuntándole la cabeza.
Observo la mancha roja de vino en la tela blanca y sé que eso es solo un augurio de lo que está por venir.
Sonrío, es increíble todo lo que pasa en estas reuniones familiares.
Es increíble que ahora esté casada con Demon, para siempre... porque de los matrimonios en la Famiglia solo se sale muerto, principalmente si es con su Capo.
¡Figlio di puttana!
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Maratón 3/3
Busquen en mi Instagram liz_jiminie y entren a la history LBDLM para que vean un video de Demon y Elizabeth.
Gracias por llegar hasta aquí.
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Alerta de spoiler: El próximo capítulo narra Demon.
Alerta de spoiler 2: Faltan pocos días para el torneo de esgrima.
Por cierto... ¿Les gusta el zoológico?
Kisses en el siemprezucio😎
Pd: No odien a mi bb Demon.
Figlio di puttana (Hijo de puta)
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