🔸Capítulo 29🔸
*Aliniado por la sociedad*
*Toda esta presión me da ansiedad*
Sucker for pain — Imagine Dragons
<<Romeo>>
Todo ser humano viene al mundo con algún propósito. Unos para ser héroes otros para ser villanos, pero en su mayoría las personas nacen para tener una vida común y corriente donde su mayor objetivo es cubrir sus necesidades ya sea de amor o dinero.
Yo soy un punto intermedio.
No soy un héroe, porque los héroes ven a la familia como algo que cuidar, yo la veo como un medio para un fin, que alcanzado ese fin, no necesitaré. Así que entro en la categoría de: Villano ambicioso...
Muy ambicioso.
Soy de ese porcentaje de la población que corrió con la "suerte" de compartir sus primeros momentos con alguien más. Con primeros momentos me refiero a ese tiempo donde era un feto.
Sí, tengo un gemelo... O más bien gemela.
Por ahí dicen que los gemelos comparten un extraño lazo.
No es mi caso.
Tal vez más que compartir el mismo espacio por nueve meses influye en nuestros crecimientos juntos y como eso no sucedió puedo admitir ampliamente que mi preciosa gemela, Elizabeth Marchetti es solo una piedra en mi camino.
Una piedra valiosa.
— Joven Golkov, hemos llegado —la voz de mi chófer llega desde la parte delantera del auto.
Golkov
Si el apellido Leone hace temblar a todos aquellos que actúan bajo el telón en Italia, el apellido Golkov pone de rodillas a todos ser que habita en Rusia y mucho más allá de sus fronteras.
La Bratva
Termino que define los que somos, una hermandad de sangre, miedo, muerte, dinero y poder... Mucho poder.
Sin embargo no es suficiente para mí.
— Aquí está su té, joven.
Me retiro el antifaz que cubría mis ojos durante todo el recorrido y me tomo el té que Mérida —mi asistente personal— me entrega.
Ni siquiera en Italia pude librarme del maldito frío y ahora que estoy de vuelta a casa mucho menos.
Odio tener una garganta tan sensible.
Mis ojos se posan en el cristal empañado por la frialdad y lucho contra las ganas de colocarme el antifaz y volverme a dormir.
Me crié aquí pero siendo sincero no termino de adaptarme al clima invernal y ver la nieve caer solo me desespera.
Al parecer Elizabeth no sufre de estos males de forma crónica cuando se divertía en la nieve junto al otro bastardo.
Diez años atrás me hubiera gustado ser ella.
Crecí en un reino de hielo y ni siquiera pude disfrutarlo.
Otra razón para cumplir mi propósito y largarme de aquí.
La pelirroja junto a mí toma una paraguas en el momento que el auto atraviesa las enormes puertas de metal que ocultan la fortaleza Golkov.
Me tomo el tiempo de observar el lugar donde crecí como si fuera la primera vez que lo viera.
El castillo Golkov se oculta del mundo pero el mundo no puede ocultarse de castillo Golkov.
Grandes muros de piedras bordean la propiedad extendiéndose miles de hectáreas ocultando también al bosque sin vida y cubierto de blanco.
Todo lo que se oculta detrás de la extensa muralla parece estar carente de vitalidad, color y emoción.
Incluso las personas…
El auto se detiene y Mérida baja junto al chófer para abrir mi puerta.
Nada más poner un pie afuera el enorme paraguas me cubre de la espesa agua congelada y la pelirroja camina junto a mí.
Observo el jardín sin alguna flor y después a todos los hombres que se alinean al verme llegar y bajan su cabeza en señal de respeto.
No puedo evitar regocijarme por tal acto.
Amo el dinero pero sobretodo amo el poder que este me da sobre el resto de personas ordinarias.
Quiero más.
— Le prepararé un baño tibio, si lo desea, joven —sugiere Mérida y pasamos al interior del enorme castillo.
El calor de la calefacción me relaja aunque de alguna manera lo siento frío...
Supongo que eso de hogar dulce hogar, añoranza y nostalgia... No se aplica en mi caso.
Todas las sirvientas hacen lo mismo que los guardias al verme llegar y dejo que Mérida me retire el enorme abrigo. Es más baja que yo pero muy ágil... Y hermosa.
Por unos instantes mis ojos se fijan en leve sonrojo de sus mejillas aunque termino por apartar la mirada.
Para pasar por mis sábanas tiene que ser más que la simple hija de un campesino.
La empujo a un lado con brusquedad y termino por quitarme yo mismo el maldito abrigo.
No soporto tener tanto tiempo cerca a ninguna mujer, ni siquiera sé para qué la contraté.
Aunque admito que es bastante eficiente.
— ¿Dónde está mi hermano? —cuestiono y de manera sorprendente las veinte criadas responden al mismo tiempo como si fuera una base militar.
— ¡En la habitación de juego, joven Golkov!—exclaman.
Asiento y dejo a Mérida con la palabra en la boca quien al parecer iba a preguntarme otra estupidez.
Esa chica me pregunta más de diez veces al día si estoy bien, si tengo hambre, si necesito algo... Es sencillamente exasperante.
¥
Mijaíl pensó que no me daría cuenta que me siguió a Sicilia y estuvo haciendo de las suyas.
Inútil
Odio que interfieran en mis planes y si embargo tenerlo de mi lado es necesario para cumplir mi objetivo.
Camino a paso lento por los extensos pasillos con paredes color marfil y no tardo en cruzarme a dos guardias quienes sujetan a una chica desnuda más muerta que viva con el torso bañado en sangre.
Otra más.
Mis pies caminan en su dirección y los hombres bajan la mirada al verme.
— Buenas noches, joven —dicen al unísono.
Poso mi mano enguantada sobre la barbilla de la chica y miro sus ojos azules casi carentes de vida.
Lástima, era linda.
— Ya saben qué hacer con ella —expreso sin emoción alguna, este iba a ser su destino desde que la trajeron aquí.
Los guardias asienten y arrastran su cuerpo pálido hacia el desolado bosque.
Sigo mi camino hacia la habitación de donde proviene una conocida canción italiana entonada por una voz muy alejada de la afinación .
— O sole, o sole mio —chilla— Sta 'n fronte a te.
Si Luciano Pavarotti lo escucha es capaz de asesinarlo mientras entona dicha canción.
— ¿Vas a postularte para algún concurso de ópera? —Bajo el volumen de la música nada más ingresar al cuarto de "juegos" y mis ojos se encuentran con el cuerpo desnudo de mi hermano, totalmente cubierto de sangre.
Sangre que obviamente no es suya.
—Mi sei mancato fratellino — expresa con un italiano mal pronunciado.
— ¿Tanto como para seguirme a Sicilia? —suelto y sonríe de manera aterradora.
— Sentía curiosidad por la belleza a la que has estado siguiendo todo este tiempo —Vuelve a su labor de seguir cubriendo con sangre el lienzo en blanco— Admito que tu gemela es muy guapa.
Me tenso.
Él no debería saber esa información.
— Deberías vestirte de mujer —bromea aunque con él nunca se sabe si es una broma.
— ¿Tanto te impresionó?
— Lo suficiente como para hacerla mi próxima paleta de colores —Humedece otra vez el pincel en su paleta de sangre.
Sonrío.
— Tal vez pueda ayudarte con ello —Tomo una de las uvas de la cesta de frutas pero la devuelvo a su lugar al ver que tiene una mancha de sangre.
De por sí toda la habitación es un evidente desastre.
— ¿Por qué razón me darías a tu hermana para destruirla? —cuestiona y voltea a verme.
Quiere parecer serio pero noto que mi propuesta le emociona.
— ¿La buscaste por tantos años solo para asesinarla?
Qué bueno que ya entendió que tomar hasta la última gota de sangre de sus víctimas no es llenar su paleta de colores, es asesinar.
Avanzó bastante con la psiquiatra antes de preñarla y matarla.
— Elizabeth es solo una piedra en mi zapato —menciono— Una piedra valiosa.
Sus ojos grises me observan con curiosidad.
— Explícate, porque pensé que eso de ser gemelos era la verdadera causa por la que la buscabas.
— Que tierno sonó eso viniendo de ti —Rueda los ojos— En realidad mi objetivo es matarla... Aunque tú casi te me adelantas.
Idiota
— Vi la oportunidad y quise darte una ayuda, por eso me les atravesé en ese tráiler.
Lo miro con una cena arqueada.
— ¿Y cómo sabías tú que quiero deshacerme de ella?
Se cola unos pantalones cortos azules y se tumba sobre el sofá.
— No lo sabía pero tampoco iba dejar que alguien se robe a mi hermanito —Hace un horroroso puchero que parece más un gesto malévolo que tierno. — Vale, en realidad el objetivo era Demon, tu hermana sería un daño colateral. Por eso en la cafetería cuando la vi le dije: Cuídate —se carcajea sin ganas— Aunque tendría que haberle dicho cuídate de mí.
Se sienta e inclina su cabeza hacia un lado.
— ¿Por qué quieres asesinarla? —cuestiona frunciendo el ceño al punto de que sus cejas rubias casi se juntan.
— ¿Te enteraste del incendio en el palacio Leone?
Me mira con diversión.
— ¿Lo provocaste tú?
— Ya me hubiera gustado, pero no.
— ¿Entonces...?
— Digamos que tuve algo que ver de manera indirecta.
— ¿A qué te refieres?
— Yo saqué a Franco Leone II del manicomio donde estuvo los últimos 17 años.
Me observa atónito.
— ¿Cómo supiste dónde estaba? Según los chismes que corren el heredero de la Camorra lo mató.
Sonrío orgulloso.
— Digamos que coincidí con Julio Caruso mientras estuve en Las Vegas y como es un poco lengua larga cuando está borracho, me contó que su hermano mayor era quien estaba liderando la Camorra hasta que dieran con el paradero de Franco. Según ellos les debían mucho y bla bla bla…
— Eso quiere decir que ellos no lo mataron y que Franco... ¿Es el líder camorriano? ¿Cómo el principal heredero de la Famiglia terminó liderando otro clan?
— Pues eso es algo que no sé y ni me interesa, la cuestión aquí es que encontré a Franco.
— ¿Y qué hiciste tú qué no hizo la Camorra que lo ha buscado por años?
— La Camorra se dedicó a seguir a Flavio y muchas veces fueron pillados, yo solo estuve en el lugar correcto en el momento correcto.
— ¡Ilumíname! —exclama con sarcasmo y ruedo los ojos.
— Un mes atrás, en Nueva York coincidí en un bar con nada más y nada menos que Fiorella Marchetti. Cómo obtener información de Flavio, pues entrando a su círculo social pasando de ser percibido.
— ¿Te la follaste?
— Durante dos semanas —admito— Tiempo suficiente para que me soltara media borracha, que su padre viajaba con Flavio una vez cada tres meses a ver a alguien en un manicomio de Italia. Estuvo riéndose media hora mientras me decía que quien quiera que fuera ese alguien hacia que su padre regresara a casa temblando de pavor.
— Pensé que solo follabas a gente con clase —se burla.
— Me vi en la imperiosa necesidad de tirarme a esa víbora, además disfruté saber que me estaba tirando a la futura esposa de Demon.
— Pero aún sigo sin entender por qué quieres matar a tu hermana —cuestiona con cierto brillo de maldad en sus pupilas.
— Franco tarde o temprano reclamará su verdadero puesto en la Famiglia y quitará a Flavio del medio. Elizabeth es la primogénita por lo que si se casa, su esposo será el Capo.
— Pero quitando a Flavio del medio, no tendrá ningún prometido.
Observo mis guantes y me río.
— Ah ding dong —imito el sonido de una campana— Todos están moviendo sus cartas en este juego, Demon Leone sobretodo.
— ¿Crees que él sepa que Elizabeth es la primogénita y principal heredera de los Leone?
— No lo sé, pero ya sea intencional o no está envolviendo a Elizabeth en sus garras. Los he visto pocas veces y ha sido suficiente para notar que hay algo más entre ellos.
— ¿No será Elizabeth quien lo está envolviendo a él?
Sonrió para mis adentros.
— Tal vez, pero el punto en cuestión es que Franco reclamará lo que es suyo pronto y entonces apareceré yo como el hijo bueno que soy —Observo mi rostro en el espejo cercano a mí, soy hermoso— Luego de deshacerme de mi hermana y si es posible de Demon, ya sabes dos pájaros de un tiro. En cinco años me habré ganado la total confianza de Franco y lo convenceré de darme el poder. En pocas palabras seré el próximo Capo.
Aplaudo con emoción por mi perfecto plan y Mijaíl me imita.
— ¿Y qué te hace pensar que te cederá a ti el liderazgo?
— Según Julio, su hermano es un incompetente así que necesitan a Franco, mi padre no podrá liderar dos clanes con diferencias notables y estoy seguro de que escogerá a la Camorra por encima de la Famiglia. Y si no es así lo quitaré a él también del medio y asumiré el poder como su único heredero.
— En resumen necesitas quitar a Elizabeth del medio para ser tú el próximo Capo y no Demon.
— Veo que aprendiste mucho en las clases de gramática.
— Podríamos hacerlo de una manera más divertida —me mira sugerente— Tu hermana es hermosa.
— ¿Que propones? —cuestiono curioso por su mente sádica.
¥
Platicamos un poco más acerca de mis planes con mi " preciosa hermanita" quien me servirá para salir por fin del bastardo que mató a mi padre adoptivo.
Un medio para un fin, es la pequeña Elizabeth.
— ¿De qué va tu nueva obra de arte? —pregunto cambiando de tema y poso mi vista en el cuadro hecho con pinceladas de sangre.
A Mijaíl le gusta copiar las obras de otros artistas y pintarla con sus peculiares colores.
— Es un cuadro que ganó varios concursos de arte por expresar de manera precisa su nombre en cada detalle.
— ¿Cómo se llama la obra?
— Inocencia —responde acariciando el lienzo aún húmedo— Aún me falta el detalle de la mariposa posada en la nariz de la niña.
— ¿Cómo le llamarás a tu imitación?
— No es imitación es una versión más... macabra.
La palabra perfecta para describir lo que le hace a sus víctimas mientras se las folla. Múltiples laceraciones para tomar su sangre como si sacara la pintura de un recipiente.
Solo que este recipiente sufre y agoniza en el proceso.
Mijaíl es un sádico... todos los Golkov lo somos.
Unos golpes en la puerta interrumpen nuestra conversación y ordeno que pasen.
Mérida irrumpe en la habitación con una charola llena de comida que me coloca delante y baja su cabeza.
— No te pedí comida —aclaro con mala cara, no me gusta nada la manera en que Mijaíl la está mirando.
— Supuse que tendría hambre —responde sumisa.
— Pues no te pago para suponer ahora vete de aquí —asiente con la mirada baja y sale de la habitación.
Una extraña sensación se aloja en mi garganta.
— Esa chica es todo lo contrario a la princesa Mérida de Disney —se burla Mijaíl — Aunque está buena.
— No sabía que vieras películas de Disney —Siento los músculos de mi mandíbula tensarse.
— Es divertido imaginarme que entro en la peli y les arruino sus felices para siempre.
Ruedo los ojos y salgo yo también de la habitación.
Necesito darme una ducha, el estrés me está afectando y haciendo que reaccione de manera rara.
A penas pongo un pie afuera una pequeña cosa de cabellos rubios choca contra mí y me observa desde su estatura con sus ojos grises iguales a los de su padre.
Los suyos aún conservan la inocencia.
— Tío, te quielo —dice en inglés y noto que ya le están enseñando otro idioma para su corta edad de dos años.
— Yo no —Respondo y veo sus ojitos empañarse— Ahora quítate de mi camino Alexander y compórtate como un verdadero Golkov, nosotros no decimos te quiero.
La niñera aparece detrás de él y se disculpa llevándoselo consigo.
Él es el heredero Golkov tiene que ir aprendiendo desde pequeño, a su edad yo asesiné el odioso gato de mamá.
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Al llegar a mi habitación observo que Mérida me espera con la charola de plata aún llena de comida y me sonríe.
Esta chica no se cansa de tratarme bien todo el santo día.
— Pídele a una de las empleadas que le compre chocolates a Alexander — le ordeno y tomo una de las frutas que me ofrece. — ¿No estará envenenada? —cuestiono con burla mientras me retiro los guantes.
— No, pequeño adulto — vuelve a sonreír y mis comisuras tiemblan por imitarla.
Desde que nos conocemos siempre me ha dicho pequeño adulto ya que aparentemente parezco mayor de lo que soy y me esfuerzo por ello.
Mis ojos reparan en su cabello rojo y rizado y luego se posan en su rostro.
La miro a los ojos por unos instantes y después bajo mi mirada a sus labios...
— Dile a Sacha que quiero verla esta noche, a la misma hora de siempre —Noto como su semblante cambia en el momento que menciono a una de mis acostadas.
Mérida es una chica eficiente en lo que hace, si cruzo el límite con ella tendré que despedirla.
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Mi sei mancato fratellino — me extrañaste hermanito
O sole, o sole mio, Sta 'n fronte a te— Oh sol, oh mi sol, se para frente a ti
Wiii toy de regreso 🌝 q tal su semana, la mía muy ocupada. Espero q les haya gustado el capítulo, déjenme saber q les pareció en los comentarios.
¿Que creen de Romeo ?
Besos en el siemprezucio 🌝
Arrivederci
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