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🔸 Capítulo 26🔸

Maratón 2/2

*Todos mis amigos son unos bárbaros*

*Nunca sabrás que clase de psicópata tienes sentado al lado*

*Nunca sabrás que clase de asesino tienes sentado al lado*

*Puede ser que seas uno de nosotros...*

Heathens — Twenty One Pilots

<<Demon>>

— Tienes que firmar estos documentos —Le informo a Elizabeth y le entrego un folder que había dejado horas atrás en su habitación.

— ¿Qué son? —cuestiona mirando la carpeta.

— El permiso para ir a la competencia de esgrima así como para viajar en caso de que ganes el primer lugar.

— Pero si ya lo firmé — recalca — Incluso tú firmaste.

— No sé cómo pero Marchetti se enteró así que se enojó y rompió los papeles.

— ¿Es por eso que Flavio te pegó? —me interroga y la miro por unos instantes debatiéndome si contestar pero termino por asentir. — Lo siento no quería causarte problemas —Se disculpa y me encojo de hombros restándole importancia al asunto.

— Nada que no pueda solucionar, además logré convencerlo de dejarte participar —menciono y noto la ilusión brillar en sus bonitos ojos marrones.

— ¡Impresionante! —exclama pero al momento su gesto cambia— Aunque no he practicado mucho. Por un lado mi entrenador yace a tres metros bajo tierra y por otro no he... —Comienza a hablar pero pierdo el hilo de la conversación porque de repente todos mis sentidos se concentran en el movimiento de sus labios.

Son tan suaves como se ven... Me pregunto cómo se verían alre...

— ¿Demon? —Mueve las manos delante de mi rostro trayéndome de vuelta— ¿Me estás escuchando?

Paso un poco de saliva por mi garganta repentinamente seca.

¿Qué me está pasando?

— Aún falta una semana y media, podremos solucionarlo —le aseguro y firma los documentos.

Esta chica me está jodiendo la mente.

Mi vista la recorre desde su rostro hasta la piel expuesta de su cuello y noto unas marcas en él.

Me mintió, obviamente algo le pasó para desencadenar otro ataque de pánico...

— Tierra llamando a Demon... —Vuelve a mover un mano delante de mi rostro— ¿Estás bien?—frunce el ceño— Te noto algo raro ¿Pasó algo mientras dormía?

Ni yo sabría decirle solo sé que su silencio después de preguntarle anoche que quiere de mí de alguna extraña manera me escose.

Está más que claro que Elizabeth solo busca que la ayude a escapar de aquí y ese silencio fue mi respuesta.

Es el karma por nunca haber querido algo serio con ninguna mujer anteriormente.

Y a una gran parte de mí le importa poco si quiere usarme a su antojo por tal de deleitarme con el placer que me causa sentirla  cerca.

— No pasa nada, solo que tengo mil cosas en la cabeza justo ahora —Mentira, solo tú ocupa mis pensamientos en este momento— Tengo que resolver unos asuntos, vendré por ti luego para darte un recorrido por el barco.

Asiente emocionada y camino hacia la puerta dispuesto a salir pero no logro poner un pie a fuera sin antes girarme e ir hacia ella para depositar un beso en sus labios redonditos, que nos toma por sorpresa a ambos.

Definitivamente estoy perdiendo la razón.

Mis brazos rodean su cuerpo impregnándome del dulce olor a rosas y de su calidez.

Elizabeth fue tallada para mí.

¥

Luego de guardar los documentos en mi habitación, me encargo de revisar la grabación de las cámaras de seguridad de los pasillos dónde se encuentra la habitación de Elizabeth y no me demoro en dar con la causante de esas marcas en su cuello.

Hija de puta, te haré pagar por el más mínimo rasguño.

Si algo me jode es que alguien se tome el derecho de lastimar lo que es mío y más si se trata de MI Joya.

Flavio ya intentó hacerle daño una vez y solo es cuestión de tiempo para bañarme en su sangre...

Salgo de mi habitación azotando fuertemente la puerta mientras veo todo  prácticamente rojo de la ira.

— ¿A dónde vas? —cuestiona Donato pero justo ahora lo que menos me apetece es hablar, necesito golpear a algo—. Encontramos al tío que le pasó tu ubicación a Flavio —menciona y eso hace que me detenga.

— ¿Dónde está? —gruño a punto de perder los estribos.

— En la bodega, esperando por ti —Me mira preocupado— ¿Acaso estás teniendo otro ...?

— Ve a por Kendall —bramo— Dile que quiero verla en la bodega.

Voy hacia las escaleras y bajo el resto de los pisos en menos de un minuto.

Kendall no tienen idea de lo que soy capaz de hacer...

¥ 

Nada más llegar a la enorme bodega, un olor conocido invade mi olfato.

Sangre.

Al parecer Enzo comenzó la fiesta si mí.

— Tuve un día de mierda no me juzgues necesitaba liberar el estrés—habla y miro el cuerpo del tipo en el suelo con varios disparos pero aún sigue vivo.

Lo de Enzo es disparar, nunca se ensucia las manos con sangre ajena, en cambio yo necesito sentir la sangre del otro para saciarme.

— Podías haberte follado a alguien si querías liberar el estrés—gruño.

— Te lo dejé vivo, relájate —suelta el moreno pero entonces sus ojos reparan mejor la expresión de mi rostro— Pero si quieres pelea aquí estoy.

Y ahí está, lo está haciendo otra vez, Akiko le enseñó alguna extraña psicología inversa que extrañamente funciona porque lo tomo de la camisa e intento pegarle pero nada más levantar el puño y ver su cara me detengo y gran parte de la ira me abandona.

Enzo es mi hermano por elección.

Cabronazo.

Una sonrisa amenaza con dejarse ver en su rostro pero termino ignorándolo y camino hacia el sujeto en el suelo.

— Como ves carezco de paciencia—reparo en su deplorable aspecto— Así que dime cómo coño diste con mi ubicación y quién carajos te pagó para que se lo informaras a Flavio.

El hombre caucásico y cercano a los cincuenta me mira con desprecio e intenta escupir la sangre que sale por su boca en mis zapatillas.

В Братве верность священна —vocifera si aliento y mi ira vuelve a florecer— Prefiero morir.

— En ningún momento dije que ibas a vivir, de tu respuesta dependía la forma en que te mataría —aclaro y sus ojos se abren como platos mientras me pongo a su altura y coloco mi mano en su cuello— Salúdame a Mijaíl Golkov I en el infierno —Afianzo mi agarre y noto como comienza ahogarse con su propia sangre—. Al final tus palabras fueron todo lo que necesitaba saber así que rompiste tu juramento de lealtad —Presiono un poco más y bajo mi mano siento el crujir de su garganta mientras poco a poco la vida abandona sus ojos.

Resultó ser más fácil de lo que creí.

— Eso fue escalofriante —expresa la voz de Donato y me giro a verlo para notar que mi verdadero objetivo lo acompaña.

Kendall...

— Sabía que tarde o temprano ibas a querer mostrarme cómo has perfeccionado tus técnicas en la cama —expresa en un tono sugerente y camina hacia a mí moviendo sus caderas.

Le hago una seña a Enzo y a Donato para que nos dejen solo y se llevan el cuerpo del ruso con ellos.

— Me encantó ser tu maestra Demon y me encantaría hacerte un examen para saber si aprobaste la asignatura—Mi nombre sale de su boca en un tono que cuando tenía doce años me enloqueció hasta que descubrí que era la voz de puta que ponía con todos.

Iluso

— He notado como miras a la prometida de tu padre, Demon, como mismo me mirabas a mí —Hace una pausa y me recorre con la vista—. Tu primer amor... —susurra en intenta acariciar mis pectorales por encima de la camiseta pero la detengo apretando mi agarre en su muñeca.

— ¿Mi primer amor, Kendall? —Cuestiono con burla— Yo más bien diría el primer coño que follé y después de ti fueron muchas las que pasaron por mi sábanas —fortalezco mi agarre sacándole un quejido— ¡No te atrevas a comparar la manera en la que miro Elizabeth a como a alguna vez te miré! —bramo y siento mi mandíbula tensarse— A una emperatriz se le mira con veneración, a las concubinas solo se les ve como un objeto para satisfacerse.

Sus ojos se clavan en mí con evidente enojo y no tarda en escupir su veneno.

— Le diré a Flavio sobre esto y lo loco que estás por meterte entre las bragas de su prometida —Intenta pegarme una cachetada  pero tomo sus dos manos y afianzo más mi agarre.

— Hazlo —la reto— Todo es absolutamente cierto —sonrío sínico— Elizabeth es mi joya y si le vuelves a poner una de tus malditas pezuñas encima así será tu final...—La hago girar para que vea como se separan dos puertas transparentes en el suelo junto a nosotros dejando un estante a la vista y Enzo lanza desde el segundo piso de la bodega al ruso muerto quien no tarda en ser devorado por una manada de tiburones blancos.

Emocionante, excitante y escalofriante.

Un suspiro de satisfacción escapa de mis labios al ver el agua rojiza.

Las puertas se cierran y solo se visualiza algunas aletas y el agua ensangrentada.

Kendall mira la escena horrorizada y su rostro se torna pálido.

— Esos...so-son... ¿Tiburones? —su voz sale temblorosa y no puedo evitar disfrutarlo.

— Veo que conoces algo de la fauna marina —Suelto una de sus manos—. De ti depende no convertirte en su cena.

— ¿Por qué... tienes esos animales ahí?

— Pues en alta mar ocurren muchas cosas, de vez en cuando hay que deshacerse de algún que otro cadáver —susurro y la miro fijamente, viendo el temor en su mirada— Lanzarlo por la borda es muy aburrido—sonrío— prefiero ver la sangre de mi presa mientras mi chicos se alimentan.

— ¡Eres un sanguinario!—exclama— ¡Psicópata! —Chilla pero este chillido se convierte en un grito desgarrador en el momento que giro su brazo derecho fracturándolo— ¡Hijo.... de puta!

Tuerzo más su brazo.

— Lamento decirte que no soy tu hijo y estás advertida —la amenazo— Te veo cerca de Elizabeth y terminaras siendo devorada en este estante —me mira petrificada— estando aún viva por si te quedaba alguna duda al respecto.

Parece ver la parka reflejada en mis ojos porque asiente temblorosa y con las lágrimas corriendo por sus mejillas.

Víbora

Planeando cumplir mi palabra, dejo a Kendall agonizando y salgo de allí con el objetivo de darle a Elizabeth un recorrido por la embarcación pero a metros de su puerta me cruzo a otra de las serpientes...

Fiorella...

<<Elizabeth>>

Alrededor de las ocho de la noche tocan la puerta y me debato en si abrir o no, ya que puede ser Kendall o algún otro loco.

Por instantes finjo hacerme la dormida pero es tanta la insistencia que termino cediendo.

— Buenas noches señorita —saluda el hombre al otro lado. Su piel es tostada, lleva la cabeza rapada y posee un porte y una actitud intimidante.

Calculo que debe estar cerca de los cincuenta.

— No se asuste, si estoy aquí es para asegurarme de que nada le pase, mi nombre es Luigi —Me tiende su mano y acepto con un suave apretón.

Este hombre puede romperme cada hueso de la mano en dos segundos si desea.

— Lamento no haber estado presente durante el incidente con Kendall Brown —Se disculpa—. Pero no sabía cuál era su habitación y tengo que mantener un bajo perfil, realmente le pido disculpas —Baja su mirada en señal de respeto—. Mi misión aquí es cuidar de usted mientras el joven Leone no esté para hacerlo.

Así que lo contrató Demon.

¿Quiere mantenerme vigilada todo el santo día?

— Entiendo —sonrío amablemente— no se preocupe por nada Luigi, estaré el resto de la noche en la habitación.

Me observa unos instantes como si tuviera un debate mental y termina por sugerir:

— Yo que usted me colocaría el mejor vestido y asistiría a la fiesta que tiene lugar ahora mismo en el salón principal —suelta y me quedo de piedra.

¿Fiesta? ¿De qué fiesta habla? ¿Qué se celebra?

— No se me ha informado de ninguna fiesta —menciono mientras mi mente intenta recordar alguna celebración.

— Es exactamente por eso que debe de ir.

Lo miro extrañada y de pronto aparecen detrás de él dos chicas que ya conozco. Son las muchachas que se encargan de arreglar a las mujeres de la Famiglia para las celebraciones.

— Buenas noches señorita Marchetti —dicen ambas al unísono, les devuelvo el saludo y las invito a la habitación estando todavía un poco descolocada.

¿En qué momento decidí ir a la fiesta?

¥

Una hora más tarde miro mi reflejo en el espejo y observo el resultado de su trabajo. Mi cabello va recogido en una coleta alta y sofisticada, el maquillaje de ojos es ahumando y el color de labial como es de esperar, un rojo intenso.

Es raro sentirme tan diferente solo por usar maquillaje y una ropa que nada tiene que ver con la que suelo usar.

Mi cuerpo está cubierto por un vestido negro con una abertura en la pierna izquierda que no deja mucho a la imaginación y realmente no tengo idea de donde lo sacaron como el resto de cosas que hay en el vestidor entre ellas algunas joyas de fantasía como el collar de diamantes falsos que llevo el cuello.

— Se ve usted hermosa, señorita Marchetti, me alegro que las prendas de ropa que escogimos le hayan gustado —habla Gianna, quien es la hermana mayor de Giulia y ambas son hijas de Luigi, según me fueron contando.

Dejando a un lado los zapatos de tacón de doce centímetros, admito que la ropa es muy linda...y sexy... bueno los zapatos también lo son.

Solo espero no matarme con ellos puestos.

Les agradezco por su trabajo y acompaño a su padre quien me da un gran pequeño recorrido por todo el barco lleno de guardaespaldas hasta detenernos delante de unas puertas dobles doradas.

— Creo que no debería entrar —A último momento me entran los nervios—  Si nadie me informó debe ser por algo.

¿Qué están celebrando?

— Usted es la hija del Consigliere y futura esposa del Capo, tiene más derecho que muchos a estar ahí dentro —sus palabras me reconforta pero mi inseguridad sigue ahí como una pequeña espina.

— Durante toda mi vida nada de eso ha sido tomado en cuenta —admito— Siempre he permanecido en mi habitación durante las celebraciones excepto en el trágico cumpleaños de Flavio Leone.

— Pues ahora está comprometida con él —rarifica— Así que sáquele algo de provecho a ese compromiso —Coloca su mano en mi hombro tratando de darme el valor que necesito.

Solo soy una bastarda entre toda esta gente pero no estaría mal por una noche sentir que tengo algo de poder, solo un poco.

— Al menos dime que se celebra —pido.

— ¿Está segura que no quiere averiguarlo usted misma? —cuestiona y algo me dice que no quiero saber la respuesta.

— Solo dilo.

— Están celebrando que por fin el joven Demon le puso fecha a su boda con Fiorella — suelta y es así como siento que un balde de agua me cae encima metafóricamente hablando.

Demon se casa.

No es algo que no supiera, solo que la extraña punzada en la boca del estómago me dice que hubiera estado mejor si me hubiera dicho que pondría fecha a la boda.

¿Oh qué pensaste Elizabeth que por abrirle las piernas renunciaría a todo y a todos por ti?

Va a ser capo, necesita una esposa y Fiorella es la ideal para ese puesto.

No, no lo es, está embarazada de Adriano.

Y quién me dice a mí que no se acostaron en el tiempo que estuve dormida y ahora Demon pueden pensar que ese niño es suyo.

Imbécil, mentiroso, manipulador... Y ardiente como el fuego.

Mientras mi mente sigue buscando adjetivos que describan a Demon, Luigi da dos golpes en las enormes puertas y estás se abren dejándome a la vista de al menos cincuenta comensales celebrando con champagne.

¡Oh mierda!

Recibo una de las copa que me brinda un camarero nada más verme y camino a paso lento pero firme bajo la atenta mirada de todos.

Suficiente ignorada me siento como para caerme también en público.

Reparo en los rostros de cada persona y sus expresiones me dejan un poco fuera de lugar.

La mayoría están pálidos y parecen  haber visto un fantasma.

Un enorme silencio se forma interrumpido solamente por la suave música de fondo y el ruido que hace la copa de padre al estrellarse contra el suelo.

Buonanotte famiglia — alzo mi copa y luego le doy un sorbo sintiendo las burbujas quemar mi garganta.
Esto está bueno.

Mis pasos se detienen justo enfrente del futuro esposo y tanto él como Flavio no tardan en recorrer mi cuerpo sin disimulo alguno.

Para no compartir lazos sanguíneos son igual de descarados.

— Propongo un brindis por los novios —Poso mi vista en Fiorella ya que mis ojos traicioneros amenazan con hacerle un escáner completo a su prometido.

¿Por qué tiene que ser tan guapo el imbécil manipulador?

El chocar de las copas rompe el incómodo momento pero Padre no luce mucho mejor.

— Perdón, necesito retirarme un momento —se disculpa y sale casi despavorido de la fiesta.

Extraño

— ¡Está claro que escogí bien a mi prometida! —expresa Flavio chocando nuestras copas buscando poner fin al pesado ambiente.

— Gracias, cariño —Sonrío rezando para que nadie note mi incomodidad.

Le acabo de decir cariño sin tener arcadas, voy mejorando.

— Como dicen por ahí para el capo lo mejor —suelta otra risita y el resto de comensales lo acompaña menos el Underboss.

— Coincido con usted Padre —interviene Demon y le da un sorbo a su copa bebiéndose todo el contenido de una.

No puedo evitar mirar como sube y baja su nuez de Adán al pasar el líquido.

¿Es normal que un cuello me parezca sexy?

— Pensé que estabas enferma Cara mía—me habla Flavio— Eso nos dijo Demon, que no te habías sentido bien desde que despertaste.

¿En serio?

— Solo tenía un ligero dolor de cabeza pero ya estoy mejor — miento y vuelvo a centrar mi vista en el mencionado quien me devuelve la mirada con una ceja arqueada y sus ojos lucen más oscuros.

— Lamento haberte traído al barco de la manera que lo hice —agrega Flavio recuperando mi atención— Pero entiende que era solo por normas de seguridad.

Claro dormirme medio día era una norma de seguridad.

— Bien, cambiando de tema ¿Cuándo es la boda? —no puedo evitar preguntar.

— Las bodas serán el cuatro de enero —responde Fiorella y hasta ahora reparo en su presencia y en la de Madre.

Van con vestidos del mismo color, como siempre.

— Haremos una doble ceremonia matrimonial —informa Flavio y su emoción luce tan sincera que hasta yo le creería sino supiera de que es capaz.

Los rumores que me contó Bianca sobre una boda doble, eran verdad.

Me caso en un mes y medio.

Un mes y medio.

Hasta ahora no había sido consciente del paso del tiempo.

— Vaya, que emocionante —trato de fingir que no me afecta— Me alegro de compartir uno de los días más importantes de mi vida con mi hermana.

Demon suelta una risa irónica y me pregunto si me hipocresía es tan notable.

Imbécil, hasta su risa me causa sensaciones extrañas.

Un camarero se me acerca para ofrecerme unos aperitivos pero no llego ni a acercar mi mano a la bandeja cuando la voz de Demon vuelve a hacerse notar.

— Elizabeth es alérgica al ajo, tráigale algo más —su tono suena justo como luce ahora... muy cabreado.

No pensé que lo fuera a recordar

El mozo se disculpa y se marcha casi corriendo mientras Fiorella y su madre me dan una mirada glacial.

— Gracias por mencionarlo cariño, yo también soy alérgica al ajo —menciona una señora quien hasta ahora se había mantenido en silencio.

Sus penetrantes ojos esmeraldas se encuentran con los míos y la imagen de Franco Leone II viene a mi mente.

— Mi nombre es Zinerva Leone señorita, es un gusto para mí por fin conocerla.

¿Leone?

Inclino mi cabeza en señal de respeto y le devuelvo el saludo. Su porte recto y mirada helada me resultan intimidantes.

— Eliza, ella es Zinerva Leone, mi madre —nos presenta Flavio.

¿Su madre? Y la madre de Franco puedo asegurarlo, el parecido es notorio.

No sabía que estuviera viva, bueno tampoco es que sepa mucho de la familia Leone, todos los días me sorprenden con algo.

Pero esta señora de cabellos rubios no estuvo en la fiesta de compromiso con Flavio ni en su cumpleaños como la mayoría de primos y las familias élite.

Se le llama familias élite, a las fundadoras de la Famiglia.

Justo aquí se encuentra varios representantes de los Caputo, Lombardi, Russo y Ferrara. La mayoría me observan disimuladamente y no tardo en encontrarme con una cara conocida entre ellos: La viuda Caputo...

La extraña punzada en la boca del estómago regresa al recordar que ella tuvo algo que ver con Demon...

Presiento que será una noche muy larga...

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В Братве верность священна — En la Bratva la lealtad es sagrada ( ruso)

Buonanotte famiglia — Buenas noches Famiglia

Wii pos hasta un próximo día 🌝, esta vaina se a poner buena en ese yate 🌝🌝🌝 Grrr

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