🔸Capítulo 25🔸
Hola estoy de vuelta 🌝 la escuela no me deja ni respirar 😫, bueno nah pos la narración de este capítulo será en tercera persona 👀, espero y les guste, estoy abierta a sugerencias.
Nota: El nombre del padre adoptivo de Elizabeth es, Giovanni Marchetti (sé q al principio le puse Fabio pero me enredé con tantos nombres con F xd, supongo q error de principiante ;( en los capítulos q ya he ido corrigiendo aparece como Giovanni) La cosa queda así:
Giovanni Marchetti (padre adoptivo de Elizabeth)
Flavio Leone (Padre no biológico de Demon)
Franco Leone II (hermano menor de Flavio)
XD que loco todo, ahora sí el capítulo, espero y lo disfruten...
Maratón 1/2
_______
*Voy a vivir mil millones de vidas*
*Mi paciencia se está agotando*
*¿Es esto tan entretenido?*
*Yo tengo este sentimiento...*
*Si ya sabes... Cuando estoy perdiendo todo el control*
Bones - Imagine Dragons
<<Horas antes...>>
— ¿Cuánto tiempo estaremos aquí? —Cuestiona Fiorella hastiada de la situación— ¡No soporto estar ni un minuto más encerrada!
El búnker resultó ser una enorme habitación con puertas de metal sin ventanas y con cajas repletas de comida enlatada y los artículos necesarios para pasar allí una temporada. Varias literas así como una mesa ocupan gran parte de la misma. Un pequeño pasillo conduce hacia los baños
— ¡Giovanni más te vale que calmes a tu hija o me encargaré de calmar mi ira con ella! —ordena Flavio dando un fuerte golpe en la mesa viendo al rubio en la habitación y se toca el cinturón como una amenaza oculta.
Stella quien se encontraba ensimismada en tragarse hasta la última gota de alcohol posa sus zafiros en el capo y le da una mirada mucho más hastiada que la expresión de su hija.
— Viejo asqueroso —Escupe y deja ver su notable desprecio por su superior— Disfrutas amenazando a cada maldito ser que respira el mismo aire que tú pero no tienes lo cojones suficiente para matar con tus propias manos al bastardo que llamas hijo —vocifera y por su expresión se puede ver lo poco que le importa hablarle así a su capo.
Flavio decide ignorarla optando por callar y mirar su teléfono. Si algo es conocido es que el némesis de Flavio Leone y quién lo atormenta en sus pesadillas es el ser sanguinario que él crío, por eso sus innumerables intentos de ponerlo a tres metros bajo tierra. Es consciente que el día en que Demon recuerde lo que él y varios miembros de la Famiglia le hicieron a la joven Alessia no habrá lugar en este mundo donde poder ocultarse del mismísimo demonio sediento de venganza.
— Creo que lo mejor es que nos calmemos, han pasado horas desde que estamos aquí —interviene Kendall tratando de levantar los ánimos—. Los refuerzos de Flavio están en camino así que los más posible es que quién sea ese psicópata, se haya largado.
Stella chasquea la lengua y lanza su botella ya vacía contra el suelo para luego mirar a la morena en la habitación.
— Quien ha dicho que las putas tienen voz y voto cuando se pasan la vida con la boca llena por una polla, o era otra cosa lo que estabas haciendo cuando se formó todo este desastre —Se pone de pie y toma otra botella—. Mejor limítate hacer por lo que se te paga.
La morena decide callar al igual que su amante pues está claro que Stella borracha suele ser lo suficientemente directa y sincera.
— Por cierto...—vuelve a hablar la rubia y da una mirada a la enorme habitación—. ¿Dónde está la mascota?
— Espero que muerta —responde Fiorella mirando su manicura hecha a la perfección— Las posibilidades de que haya salido de aquí viva son mínimas, más si ese psicópata prácticamente pidió la cabeza de los Marchetti por los altavoces.
El Consigliere quien hasta ahora se había mantenido callado decide intervenir y su tono deja ver un extraño arrepentimiento.
— Tenía que haber ido por ella —Se lamenta— Te pedí que volviéramos a por Elizabeth pero no me hiciste caso —le reclama a su Capo y a cambio recibe una fuerte bofetada.
— Ya va siendo hora de que dejes tu obsesión con esa chica —sugiere arreglándose los gemelos de su mano izquierda como si no hubiera golpeado a su fiel seguidor. — Que haya muerto significa un problema menos en este mundo —le quita la botella a Stella con la bebida ámbar para servirse.
Giovanni lo mira con recelo y se sirve un trago también, para él.
— Esa estúpida leyenda o maldición no es más que eso un jodido mito —expresa y le da un trago largo a su bebida.
— ¿Cuál? —cuestiona el Capo mirándolo con notable aburrimiento ya que no la primera vez que hablan del tema— La de los Bastardos o la de Lilith reencarnada.
De pronto un silencio toma la habitación.
— Yo vi con mis propios ojos como esa mujer hizo caer a sus pies a los hombres más crueles de este planeta —su tono suena exasperado y necesitado de aprobación— Jugó con ellos y probó cuál de todos era el más sádico, se preñó del ganador y de su vientre salieron esos pequeños demonios —le da un sorbo a su trago y mira a Marchetti— Pero un ser tan insignificante como tú cayó también a sus pies —lo repara de arriba abajo con asco— y en vez de obedecer mi orden decidiste quedarte con una de esas pequeñas cosas diabólicas para ti —suelta una risa seca— Mírate ahora, a punto de hacer un berrinche por haberla perdido.
— Solo hablas sandeces —El aludido golpea con su vaso en la mesa— Elizabeth es una simple jovencita no el fruto del vientre del mismísimo demonio hecho mujer.
Una carcajada brota de los labios del de mayor rango.
— ¿Simple? —cuestiona con burla— Esa chica a la que llamas simple jovencita no tiene miedo a la hora de matar lo vi esa tarde en sus ojos —vocifera y se termina su bebida de un trago golpeando más fuerte en la mesa— No me sorprendería si un día te mata a ti y a las aves carroñeras que tienes como esposa e hija.
Esta última le prestaba gran interés a la conversación mientras cada poro de su piel desprende la envidia y los celos hacia su hermana adoptiva.
— Maldita Elizabeth —grita para sus adentros.
De pronto el vibrar de un teléfono se hace notar en la habitación y Flavio contesta alegre de por fin salir de ese lugar.
¥
— Me alegro de que hayas llegado lo antes posible —Palmea la cara del chico en señal de saludo apenas pone un pie en la mansión Leone—. Tan servicial igual que tu padre —suspira— hasta que cometió el error de enamorarse y terminó muerto por ello.
Esas palabras salidas de la boca del Capo toman por sorpresa a Enzo ya que a penas y conoce el nombre de su padre.
Su abuela nunca ha querido hablar del tema.
— Nada más recibir su llamada contacté a cada capitán y todos volamos para Sicilia con ciento de soldados por si ocurre un enfrentamiento —Le informa caminando junto a él— ¿Ya se conoce que clan lo atacó?
— No, aún no —responde Flavio y no deja de darle vueltas en la cabeza quien puede haber sido el psicópata que montó todo ese show.
Solo un nombre viene a su mente pero él mismo vio como lo asesinaba su mano negra Luigi en un vídeo.
Es imposible que esté vivo
— Los lugartenientes que estuvieron en la fiesta salieron ilícitos en su mayoría, sus escoltas actuaron rápido por ahora algunos se encuentran en su propiedades aquí en la isla y otros en los hoteles del joven Demon... —Sigue hablando el moreno y no deja de preguntarse dónde estará su amigo, ya que no ha podido contactarlo al estar rodeado todo el tiempo por gente que no se sabe si es de fiar en un vuelo de siete horas.
Eso sin contar el peludo acompañante que tuvo que controlar durante todo el viaje ya que extrañaba a su amo.
— ¿Cómo se encuentra el joven Demon? —No puede aguantarse así que suelta la pregunta con miedo a que Flavio sospeche sobre su lealtad.
El Capo solo mira la portada del periódico del día y responde...
-— Vivo sin duda y al parecer se tomó en serio lo de cuidar a mi prometida —Lanza el diario al suelo con evidente enojo y sale al exterior de la vivienda dispuesto a dictar órdenes a diestra y siniestra.
Enzo observa el periódico en el suelo y no duda en levantarlo para encontrarse con una foto de su hermano por elección junto a la señorita Marchetti desayunando en un café del centro.
— Mio fratellino, penso che tu sia nei guai —habla para sí mismo y no duda en marcar el número del mencionado.
Al tercer timbre una voz varonil lo saluda del otro lado.
— No sé dónde carajos estás y mejor no me lo digas solo te aviso que Flavio salió del búnker hace una hora y te está buscando hasta debajo de las piedras —toma una respiración y se asegura de que no haya nadie cerca— Donato está en Sicilia, llámalo —sin más cuelga y sale al exterior junto al resto de capitanes y soldados.
No pasan ni cinco minutos cuando Flavio recibe una llamada de un número desconocido y la voz al otro lado del teléfono le dice la dirección exacta de su hijo.
Enzo intenta escribirle al mismo para avisarle y lo logra mientras finge prestar atención a cada orden que se le dicta.
Solo espera que su hermano logre salir ilícito de todo esto.
¥
Demon Leone nunca ha sido un hombre que se cuestiona las cosas, siempre ha sido de los que actúan por impulso y su trastorno de personalidad antisocial ha influido mucho en ello. Así que no duda en subir a una moto con Elizabeth para ayudarla a escapar del infierno al que ambos están condenados.
Él le daría eso que ella tanto quería: libertad y regresaría a seguir sus planes en la Famiglia.
Pues a diferencia de ella, él no quiere huir, le ha tomado el gusto al infierno y a lo que significa tener poder.
Quiere más y no va a renunciar a ello.
Además esa chica se está convirtiendo en alguien demasiado relevante para él -sino es que ya lo es- pues la simple idea de dejar de verla le causa un extraño escozor.
Sin duda el peor error que cometió su padre fue poner a un bribón a cuidar de una Joya.
Porque como es de suponer tarde o temprano va a querer quedársela para él.
Aún recuerda cuando se reencontraron en el despacho de Marchetti, como sus manos rogaban por quitarle ese vestido azul que cubría hasta el último centímetro de su piel y descubrir que escondía bajo esa apariencia angelical.
Pero con el tiempo probó un poco del néctar de ese fruto prohibido y sin duda la poca cordura que tenía cuando se encontraba junto a ella la perdió.
Ahora solo pensamientos posesivos y lascivos ocupan su mente y aunque no es idiota para saber que la chica solo quiere utilizarlo como su pase a la libertad le importa muy poco que lo use sin con eso lo deja probarla.
Además él es Demon Leone, el rey de la manipulación y sabe usar bien sus dotes para cautivar a cualquier mujer y aunque Elizabeth no es cualquier chica tampoco siente indiferencia hacia él y el Underboss sabe que muy en el fondo su Joya fue tallada para él.
Sin embargo pesar de sus deseos más primitivos y reprimidos quiso darle esa oportunidad de volar lejos pero está claro que el destino los quiere juntos cuando de la nada las camionetas de Flavio Leone los abordaron en plena carretera.
— Pude haber tomado otro camino —se recrimina pero sabe que sería en vano pues los tienen rodeado y si algo está claro es que la Mafia solo se sale muerto.
¥
Durante el camino al puerto siciliano solo dedica a observar a través de sus lentes oscuros a una Elizabeth dormida en el asiento delante de él.
— Antes muerto que dejar que los hombres de Padre se hagan cargo de ella —expresa para sus adentros— Y menos estando inconsciente aunque eso significara tener que ir junto a Giovanni Marchetti durante todo el camino.
A Flavio se le había ocurrido la maldita idea de volver a Nueva York en su yate.
¡SU YATE!
El lugar donde de vez en cuando se pierde unas semanas para despejar la mente estará invadido por toda la Famiglia entre ella los perros de Flavio, las ratas carroñeras que se encargaron de destruir los cimientos de la verdadera Famiglia.
Cosa que el cambiaría tarde o temprano.
Pero viendo el lado bueno a la presente situación, pasará más tiempo a solas con Elizabeth sin ser descubiertos ya que nadie más que él se conoce de memoria cada rincón de la embarcación.
— Espero que hayas respetado su virtud en estos días que estuvieron solos —señala Marchetti con notable recelo.
— No eres quien para cuestionarme lo que hago Giovanni —recalca Demon sin prestarle la más remota atención al mismo, solo se concentra en repasar la expresión relajada de la chica frente a él.
Mi ángel caído... Mi joya...
— ¿Eso es un sí o un no? —sigue insistiendo Marchetti.
— Eso es un no —por ahora— Y si fuera tú me lo pienso seriamente antes de volver a dirigirte a mí de esa forma —su tono amenazante deja claro que no se deja intimidar fácilmente.
¥
Al llegar al puerto, Marchetti es el primero en bajar del coche ya que si por algo es conocido el joven Demon es por cumplir su palabra y lo que menos desea es estar cerca de él después de su evidente amenaza.
Mientras tanto el mencionado, sin importarle parecer un loco se acerca a Elizabeth y acaricia su mejilla con delicadeza. Cada rasgo de esa chica lo tiene fascinado y no ve la hora de plasmar una imagen de ella completamente desnuda en uno de sus lienzos.
Es una obra de arte hecha mujer y el ama todo lo relacionado con el arte
Coloca uno de sus rizos rebeldes detrás de su oreja y se inclina uniendo sus labios en un beso lento sin importarle que cualquiera pueda abrir la puerta del coche.
Elizabeth solo responde con un pequeño jadeo inconsciente y sigue perdida en el mundo de Morfeo.
Dos guardias de su padre van a por la chica pero él se niega rotundamente a dejar que alguno le ponga un dedo encima a su Joya.
— Son órdenes del señor Leone —replica uno.
— La joven Marchetti está bajo mi cuidado, pueden retirarse.
Baja del coche con ella en brazos y pasa por a lado de su prometida ignorando su presencia.
Sube las escaleras que unen la embarcación con el puente, bajo la atenta mirada de todos y no tarda en encaminarse hacia la habitación que considera perfecta para sus planes.
Deposita a Elizabeth en la enorme cama y luego de arroparla e inhalar el olor de su perfume tal cual adicto sale de la habitación.
Sin darse cuenta el Aquiles del siglo XXI está nadando en aguas peligrosas donde lo sentimientos comienzan a salir a la superficie.
¥
Luego de hablar con la tripulación el menor de los Leone se encarga de ir en busca de Donato y no tarda encontrarlo con la cosa parlante en su hombro como si fuera un pirata.
— No sé qué estás tramando pero conseguí lo que me pediste —le informa con notable curiosidad y Demon sonríe para así victorioso.
De pronto unos chillidos captan la atención de ambos y algunas exclamaciones de susto se hacen notar.
El Underboss gira su rostro en dirección al bullicio y lo único que ve es como un tigre o más bien una tigresa blanca corre hacia él con esa mirada felina atemorizando a todos.
— Ahí viene tu nena —expresa Donato ahogándose en su propia risa.
— ¿Quién la trajo? —cuestiona sorprendido.
— Esa cosa no puede vivir sin ti —señala— Y pues no quería comer, lo que en su estado es peligroso, así que a Enzo no le quedó otra que subirla al avión.
La bestia enorme de pelaje blanco y rayas negras sube a la embarcación y tarda en ir hacia su amo para acostarse ante él esperando que la acaricie.
Demon no duda en complacerla pasando sus manos sin temor o por el espeso pelaje mientras Venus se relame y ronronea como si fuera una gatita y no una tigresa.
Vasta con ver aquella escena para cuestionarse si un ser tan sanguinario puede tener también un lado sumamente tierno.
— ¿Quién extrañó a papá? —Su tono es tan dulce que solo causa estupor en el resto de pasajeros— ¿Cómo están mis nietos, Venus? —El animalillo no hace más que ronronear y buscar más de sus mimos.
Venus, otra palabra para el ave parlante en el hombro de Donato.
Enzo entra en escena y no deja de mirar a su amigo como si estuviera loco.
— Genial, ahora los cachorros serán tus nietos —se burla y Venus gruñe en respuesta— Calma chica, ya veo que tienes que el mismo carácter que tu dueño.
Flavio sube a la embarcación y evita acercase a su hijo pues que con esa fiera cerca solo un suicida lo haría.
La voz del capitán del barco inunda los altavoces y todos se preparan para zarpar hacia un viaje cargado emociones...
_______
Mio fratellino, penso che tu sia nei guai (Mi hermanito creo que estás en problemas)
Aclaración: No es un libro de ficción sino de romance, él q ciertos personajes hablen de maldiciones son solo sus creencias.
En multimedia el yate 🌝
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro