<<Elizabeth>>

— Creo que es la primera vez que beso a una chica y esta vomita a los dos segundos.

Pues sí, el beso iba bastante bien hasta que lo empuje y terminé vaciando el contenido de mi estómago en la arena.

Merezco el premio a la seductora del año.

Demon deja de sostener mi cabello y creo que ya he vuelto a ser yo.

— Me debes tus pensamientos —agrego, aunque otra arcada me roba el aire.

Dios, doy asco.

Definitivamente esas copas de vino mezcladas con dos cervezas, no fueron una buena combinación.

— Espera aquí, iré por una botella de agua.

Creo que he vomitando hasta el páncreas.

La brisa marina choca mi rostro y me hace sentir un poco un mejor.

Distraídamente desvío mi mirada a la gente que baila y de pronto unos ojos grises me atrapan... sin emociones, parecen dagas de hielos clavándose en mí.

El sujeto yace entre las personas que se mueven al ritmo de la música, sin embargo el permanece quieto, ni un mechón de su cabello rubio se mueve por la brisa.

Aterrador...

— Toma, te sentirás mejor luego de beber esto  —Demon me tiende una copa de algo y termino por apartar la mirada — Es una mezcla de limón y sal, buena para las náuseas.

Me bebo el contenido de un sorbo y volvemos al coche.

— Bien, son las dos de la mañana así que es hora de volver a ser Elizabeth Marchetti y Demon Leone —habla—. Respecto a lo ocurrido no vuelvas a hacerlo.

Me quedo estática por sus palabras.

— Pero tú correspondiste...

— Entiendo que las mayoría de las chicas quieren que su primer beso sea especial y pues las condiciones se dieron, la playa, la brisa marina, la euforia del momento... —enumera cada cosa en un tono tan frío que me hace sentir estúpida—. Hicieron que actuaras sin pensar, pero no puede volver a pasar, te vas a casar con Padre —sanja.

En pocas palabras lo hizo por pena...¿Qué soy, su obra caritativa?

Me limito a bajar la mirada a mis manos cuando su aroma me golpea muy de cerca.

— No confundas las cosas Joya Mía, eres como una hermana pequeña a la que cuidar, nunca podría verte como algo más.

La sisterzone...

✧✧✧

Alrededor de las tres de la mañana estaciona frente a la mansión y bajamos del auto.

Aún siento vergüenza por lo sucedido.

Correspondió al beso solo por pena...¡Por pena!

Pero él quién se cree para tratarme así.

¿Solo porque no estoy a la altura de las mujeres con las que se acuesta, soy su obra caritativa?

— Demon —pronuncio su nombre justo antes de pasar la puerta principal.

Se gira hacia a mí con aires de cansancio y no lo soporto más, estallo, pero no en llanto sino en ira.

Mi palma derecha golpea su mejilla izquierda y sin darle tiempo a reaccionar también la derecha.

Imbécil engreído...

— ¿Qué carajos...?

— Grábate cada palabra que voy a decir Demon Leone, ni tú ni nadie me hará sentir menos, no soy tu puta obra caritativa —doy un paso hacia él, quien me mira estupefacto— Y te juro por el imperio Leone que vas a desearme a tal punto de perder los estribos, crecí en el monstruo y puedo usar sus mismos trucos ¡Deja de subestimarme!

Su mirada no se despega de mí ni un segundo y apenas doy un paso toma mi muñeca pero me safo de su agarre casi torciendo la suya.

Que empiece el juego, Demonio.

Sisterzone mis calzones.

✧✧✧

Al llegar a la habitación me cambio de ropa y soy conciente de que actúe como una niña malcriada hace unos minutos.

No se puede ser más estúpida.

Vamos, me enoja que piense que tengo cinco años pero actúo como si así fuera.

Cosas que agregar a mi lista de errores: Pegarle a un tío porque me rechazó.

Disfracé mi vergüenza con ira.

Aunque nadie dijo que sería tan fácil conquistar a Demon Leone.

Dejo de lado en mis pensamientos y noto que una pieza de ropa sobresale de mi maleta: la lencería que me regaló Bianca hace dos días.

Según ella usar este tipo de ropa ayuda a sentirte sexy y segura... Después de la noche que he tenido, no estaría mal probar...

Tomo el conjunto negro y rojo con ligueros y encaje, me despido del pijama de Bob Esponja y me coloco la pieza de ropa.

Mi mirada se pierde en el espejo al notar como resaltan mis atributos y no tan atributos, de manera sensual y provocativa.

La chica del espejo luce tan diferente a mí y a la vez tan similar que me confunde.

Unos golpes en la puerta me sacan de la extraña apreciación de mi cuerpo así que tomo el albornoz de Bob Esponja y me lo coloco.

¿Quién está despierto a las tres de la mañana...?

Bueno conozco a alguien así...

— ¿Qué quieres? —cuestiono nada más abrir la puerta y toparme con esa mirada carmín.

— Dormir —pasa de mí y entra a la habitación con una almohada en su mano.

Pero... ¿Qué está pasando?

Miro muda como retira el edredón y se mete en la cama.

— ¿Eres sonámbulo? —cuestiono ya que dudo que un Demon consciente haga eso.

— Estoy despierto, pero no por mucho ahora ven y acuéstate, necesito que alguien acaricie mi cabello.

Lo miro como si le hubiera salido un cuerno de unicornio, pero él parece muy calmado.

Tal vez y después de todo si me vea como una "hermana pequeña"

Tomo lugar junto a él y mi mano va directo a su pelo.

Para que negarlo, me gusta como se sienten sus hebras oscuras entre mis dedos.

Poco a poco ambos caemos en los brazos de Morfeo y recuerdo la lencería que llevo puesta debajo del albornoz, pero me da pereza levantarme a cambiarme. Además es muy cómoda.

<<Demon >>

El reloj marca las seis de la mañana cuando abro los ojos. Me sorprende haber dormido más de dos horas seguidas, pero supongo que es un efecto colateral de la constante compañía de Elizabeth.

Miro a mi izquierda y veo su silueta, el cabello le cubre gran parte del rostro y sus labios yacen entre abiertos. Incluso dormida no deja de verse de una manera tan celestial.

Celestial ...

Elizabeth es un ángel caído, dañada por toda la escoria a su alrededor, sin embargo proyecta un haz de luz esperanzador entre tanta penumbra.

Sin duda toda una joya hermosa y letal...

Aún no olvido su expresión luego de matar a Francesco como si una gran parte de ella se alegrara de hacerlo y otra no.

Insiste en aferrarse a lo bueno de su alma, yo por el contrario lo dejé morir años atrás.

Salgo de la habitación y al ser tan temprano corro con la suerte de no encontrarme a nadie. Lo que menos necesito es gente pidiéndome explicaciones de por qué dormí en la habitación de mi futura madrastra, cuando ni siquiera yo sé el motivo que me trajo a su puerta a las tres de la mañana.

Entro a la habitación siguiente y luego de cepillar mis dientes y echarme un poco de agua en el rostro tomo unas zapatillas deportivas junto a los auriculares.

Bajo al primer piso de la mansión y noto que algunos empleados circulan por la casa preparando todo para el desayuno.

Afuera la brisa mañanera me recibe y corro por el bosque con Zitti E Buoni de Måneskin resonando en mis oídos, llegando al punto de sentir mis pulmones arder.

De camino a casa me cruzo con un rosal blanco al cual había ignorado anteriormente y vagos recuerdos de madre vienen a mi mente.

Dos días atrás luego de visitar al abuelo, pase la tarde en el cementerio bebiendo y aumentando mi sed de sangre. Dejé de ser consciente de lo que hacía hasta que me encontré escondido en un armario con Elizabeth Marchetti en plena madrugada.

Al menos no cometí ninguna estupidez.

Al regresar a la mansión, Flavio Leone me espera y sé que algo me va a pedir.

— ¿Ahora que sucedió? —cuestiono.

Esto de ser su sirviente me está cansando.

— A tu padre se le ha metido entre ceja y ceja atacar una de las propiedades de Angelo Lombardi —responde Giovanni Marchetti.

— ¿Que problemas hay con el lugarteniente del Norte de la isla?

— Está robando en la empresa —habla esta vez Padre y solo me pregunto si es gilipollas o se hace.

Marchetti nos está robando a la cara y él ni siquiera se percata.

Pero ir de soplón no es lo mío y menos con Padre.

En cuanto a Giovanni Marchetti vengo preparando su castigo desde hace semanas, solo me tomaré el tiempo necesario para ello.

Después de todo mi impulsividad está mejorando aunque, justo ahora tenga ganas de reventarle la cabeza de un puñetazo.

— ¿Qué quieres que haga?

— Saquea una de sus propiedades, haz que parezca un robo —ordena Padre.

Asiento y subo a mi habitación para cambiarme de ropa, de camino echo un vistazo a la Joya Marchetti y aún sigue dormida.

✧✧✧

Para las siete y media me encuentro conduciendo en una moto hacia norte de Palermo, con pasamontañas y el casco cubriendo mi rostro.

Padre insistió en que viniera solo y no soy tan imbécil como para no notar que algo trama.

El lugar escogido para el golpe es una de las joyerías de la zona.

Subo a uno de los edificios cercanos abandonados, donde tengo una buena visión del lugar y los hombres allí confirman mi teoría.

Padre, padre, di nuovo cercando di uccidermi.

Preparo mi IWI US y busco una buena posición para disparar.

Tres disparos después, yace solo Lombardi en la joyería mirando hacia todos lados mientras sus hombres llenan el lugar de sangre.

Me toma menos de sesenta segundos entrar por la puerta grande del local apuntándole directamente a la cabeza.

El imbécil se asustó tanto que ni siquiera intentó huir.

— ¡¿Cual mierda fue la orden de Flavio?!—cuestiono mientras noto su cuerpo temblar.

— Por favor joven, perdóname —suplica intentado dar lástima y buscar empatía en un ser que no siente ni una cosa ni la otra.

El local queda bastante apartado del centro ya que pocos tienen el dinero suficiente para pagar por alguna joya de aquí y es demasiado temprano para que alguien transite por esta zona.

— ¡No has respondido mi pregunta!

— ¡Pidió su cabeza de regalo de cumpleaños! —grita chillando de miedo.

Lo miro por un momento en lo que digiero la información...

Y una sonrisa se dibuja en mi rostro.

— Pues hazme un favor —dejo el cañón de mi arma directamente en su frente.

— Lo que usted quiera joven —agrega con lágrimas corriendo por su espesa barba.

— Guarda un lugar para Flavio en el infierno — disparo.

Sus ojos sin vida se me quedan viendo y solo me limito a hacer que esto parezca un asalto.

Rompo algunas vidrieras y me limito a tomar joyas al azar hasta que una en especial capta mi atención y la termino envolviendo con especial cuidado.

De camino a casa le dejo la bolsa llena de joyas a la primera persona que me cruzo y sigo mi camino.

Al verme Flavio se torna pálido.

— La joyería no estaba sola, así que tuve que mandar a algunos a visitar al diablo por mí —sonrío— Entre ellos Lombardi quien se suicidó nada más verme.

Marchetti lo mira y ambos me ven como si fuera una aparición.

Una sonrisa ladina amenaza con curvar mis labios mientras camino hacia las escaleras.

— Por cierto caballeros, el diablo aún no busca sustituto en el infierno.

Lo mejor de cazar es tener a la presa todo el tiempo alerta.

Subo a mi habitación y antes de cruzar la puerta, me permito hacer algo con el recuerdo que me quedé de la joyería.

___

Maratón 3/3

Wiiii pues hasta aquí espero y lo disfruten y muchas gracias x leerme 🥺🥺🥺🥺💙

*Padre, padre, di nuovo cercando di uccidermi. ( Padre, padre, de nuevo intentando matarme)

*IWI US  (Arma de francotirador)

Pequeño spoiler:

— Quien juega con fuego termina quemándose Elizabeth...—susurra y agradezco poder sostenerme al árbol porque mis piernas no dejan de temblar...

🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥Nos leemos wiii