Propuesta
Cuando llegó a la casa de Patricio era ya de madrugada por lo que fue directamente a dormir, no salió de su habitación en todo el día, pero a las seis de la tarde Patricio tocó a su puerta
Patricio:¿Todo bien?
Valeria:Si, ¿Por qué?
Patricio:Pues, me preocupaba que las cosas cambiaran por el beso de ayer
Valeria:Si, bueno, a veces pasan esas cosas, pero no importa
Patricio:¿Realmente no te importa?
Valeria:¿Debería?
Patricio:Me gustaría que hablaramos sobre eso, pero ahora necesito otra cosa de ti. Hay una manifestación bloqueando una de las carreteras, están a diez minutos de aquí, ya te preparé un equipo, quiero que vayas y los disperses
Valeria;¿Jerry y Javier vendrán conmigo?
Patricio:No, ésta vez no
Valeria:Está bien
Salió junto con los hombres destinados a acompañarla, cuando llegaron al lugar, el cielo comenzaba a ocurecerse a causa de las nubes que amenazaban con tormenta, se dispersaron entre la multitud, el plan era que cuando estuvieran en posición lanzaría cada uno un disparo al aire, sin embargo, ésto no llegó a realizarse ya que cuando se estaban separando apareció una lluvia de balas sobre ellos, tanto manifestantes como compañeros de Valeria comenzaron a caer, víctimas de las heridas.
Todos comenzaron a correr en todas direcciones para ocultarse pero no hubo tiempo, un disparo dió en el abdomen de Valeria, uno más en su hombro, otro en su pierna derecha, otro en su vientre y un último en su espalda, adolorida y sangrando logró alejarse, no tenía otra opción más que volver a pie, pero después de un momento se dió cuenta de que sangraba más de lo normal, sus heridas no estaban sanando, pero no se detuvo, la tormenta se desató complicándole aún más el avance.
Patricio:¿Aún nada?
—No señor—
Patricio:Tendrían que haber regresado hace rato, ¿Qué dicen en las noticias
—Nada de eso todavía—
Patricio:Sigan buscando
—¡Señor! Hubo un tiroteo, nadie quedó en pie
Patricio palideció
Patricio:Valeria estaba entre ellos
Sus ojos se llenaron de lágrimas
Patricio:Vayan a buscarla
—Pero la lluvia es muy fuerte—
Patricio:¡Rápido!
Todos se comenzaron a movilizar para salir pero solo unos minutos después se escuchó un golpe contra la puerta que daba a la calle, Patricio se apresuró a abrir y se encontró a Valeria escurriendo de agua y sangre, su rostro pálido y postura tambaleante lo pusieron en alerta, la tomó de un brazo y la jaló hacia adentro para que no se mojara más
Patricio:¡Llamen a Miranda!
Al ver a Valeria tan mal, la cordura de Patricio flaqueaba, no quería perderla, no lo soportaría.
La tomó en brazos y la llevó al área médica, la puso en una camilla y entonces entró Miranda, quien al ver tantas heridas perdió la esperanza y se le hizo cruel mantener viva la de Patricio
Miranda:Intentaré salvarla pero no creo que lo logre
Se acercó, analizó los lugares en los que estaban las balas, después empujó la camilla para llevarla al quirófano.
Patricio:¿Por qué no podrías salvarla?
Miranda:Una persona normal no sobreviviría a tantos disparos
Patricio:Ella no es una persona normal
Miranda:Tal vez si, éstas balas son las que usan tus hombres y los de tu padre, inhibieron su regeneración que proviene del virus en su sangre, de la cual perdió una gran cantidad, aunque saque las balas no sé si lo que queda será suficiente, siéntate y no veas, le quitaré la ropa
Patricio dejó de contener las lágrimas, Miranda era de su más absoluta confianza, se sentó en una silla, colocó los codos en sus rodillas y hundió la cara entre sus palmas.
Patricio:Por favor, sálvala, acabo de encontrarla, no puedo perderla tan pronto
Miranda:Qué cruel eres al decirle eso a la madre de tus dos primogénitas
Patricio:Leticia y Lucía no tienen nada que ver
Miranda:Lo sé, tú siempre esperaste por Valeria. Ahora sal.
Él obedeció y salió, media hora después salió Miranda
Miranda:¿Todo bien?
Patricio:Justo ahora que por fin mi felicidad comenzaba a hacer aparición, siempre he soñado con estar con ella, tener hijos, ser una familia
Miranda:Bueno...deberías comenzar a olvidarte de eso
Patricio:¿Qué?
Si sobrevive, no va a poder tener hijos
Patricio:Está bien, con tenerla a ella es suficiente, no necesito nada más que a ella
Miranda:Ve a descansar un rato, está inconsciente pero estable
Después de insistirle mucho, finalmente aceptó. Fue directamente a su habitación, aún estaba manchado de la sangre de Valeria, se bañó y cambió, la sola idea de que ella muriera le daba pánico.
Una hora más tarde Miranda tocó a su puerta
Patricio:Adelante
Miranda:¿Cómo estás?
Patricio:Asustado, ¿Qué es eso?
Señaló un pequeño aparato que tenía Miranda en la mano
Ella se lo mostró, en la pantalla había una línea con puntas hacia arriba
Miranda:Monitorea los latidos de Valeria
Patricio:¿De verdad está tan mal?
Miranda:Perdió mucha sangre, ya saqué las balas, solo queda esperar que la poca sangre que aún conserva sea suficiente para salvarla
El aparato en la mano de Miranda comenzó a emitir un ruido y en la pantalla no aparecía más que una línea recta, ella se levantó y salió corriendo.
Al llegar Miranda encontró a Valeria aún acostada pero se había quitado todos los sensores
Miranda:Felicidades, sobreviviste y te deshiciste de Patricio
Valeria:¿A qué te refieres?
Miranda:El pobre cree que estás muerta, en este momento debe estar a punto de pegarse un tiro
Miranda:No, no puede morir
Como pudo se levantó
Miranda:Camina con cuidado pero date prisa
Al ver a Miranda salir de esa forma Patricio sintió que la vida se le escapaba, observó el arma en su buró, con la mano temblorosa la tomó, “¿Qué caso tiene seguir sin ella?” pensaba, se puso de pie frente al espejo y se encontró con aquella horrible imagen que veía todos los días y solo había desaparecido con la llegada de Valeria, ese monstruo sádico y cruel manchado de sangre se burlaba de él, miró sus ojos y se encontró con esa mirada que tanto odiaba, la de un asesino hundido en la soledad, las lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas, levantó el arma y la puso en su sien, cerró los ojos listo para apretar el gatillo
Valeria:¿Y tú a qué juegas?
La voz de Valeria lo hizo voltear y la encontró parada en la puerta, no podía creer lo que veía
Patricio:Estás viva
Su voz era tan débil que casi no se escuchó, Valeria sonrió
Valeria:Apenas
Miranda llegó y se dirigió a Valeria
Miranda:No olvides que tienes que descansar, me sorprende que te puedas mantener en pie
Valeria:No hagas una estupidez ¿Si?
Patricio asintió enérgicamente mientras se limpiaba las lágrimas, Valeria se sintió enternecida al verlo hacer eso, parecía un niño al que le acababan de prometer comprarle el juguete por el que lloraba
Patricio:Miranda, llévala a la habitación que prepararon
Miranda:Primero la llevo a darle una última revisión
En cuanto salieron Patricio convocó a todos sus hombres a una reunión, con la intención de darles un único y corto anuncio
Patricio:Valeria va a estar a la cabeza en mis ausencias y si algo me pasa, ella será su única líder así que desde ahora respétenla como tal.
El anuncio los tomó a todos por sorpresa y aunque no estaban de acuerdo no tenían otra opción
Patricio se disponía a llevar a Valeria a su habitación, pero fue detenido por Eleazar
Eleazar:Señor, ya ví su habitación y no creo que deba...
Patricio:Ahora no tengo tiempo
Eleazar:Pero es que es...
Patricio:Hablamos después
Y se fue sin darle oportunidad de hablar, pasó por Valeria al área médica y la llevó a su habitación, cuando abrió la puerta las piernas de Valeria flaquearon ante la imagen con la que se encontró
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