Valeria:Creí que estaban muertos
Santiago:No te desharás de nosotros tan fácilmente

Valeria recordó aquél día en el que creyó haber perdido todo y su mirada, ahora un poco más dulce y cálida fue cubierta por una nube de dolor.

Valeria:Perdón
Oliver:No hay nada que perdonar, no te culpes, ahora todo está bien
Santiago:En cualquier caso tú deberías perdonarnos a nosotros por haberte dejado sola
Oliver:En fin, eso ya no importa, ven con nosotros
Valeria:¿A dónde?
Santiago:A la casa, ya no es necesario que vivas sola
Valeria: De acuerdo, pero, ¿Y mis cosas?, No voy a dejarlo todo y correr detrás de ustedes
Oliver:Mañana vendremos por ellas
Valeria:No, mañana iré con ustedes
Santiago:Entonces visítanos el día de hoy

Valeria lo pensó un momento y decidió aceptar. A la distancia, Genaro se regocijaba por el éxito de su plan, mientras ellos iban a su casa él avisó a su jefe que los tres objetivos estarían juntos.
Al llegar, Oliver y Santiago se dispusieron a poner a Valeria al tanto de todo.

Oliver:Y en cuatro días estábamos como nuevos
Valeria:¿Y nadie les dijo por qué sanan tan rápido?
Santiago:Nadie lo sabía
Valeria:¿Alguien más sobrevivió?

Desde atrás se escuchó una voz que venía llegando —Yo— dijo mientras se quitaba la chaqueta —Aunque admito que sí la vi cerca—Llegó y se paró a un lado de Valeria.

Era Jhonatan, aunque nunca había conversado con él, le alegró que estuviera vivo por lo que inmediatamente lo abrazó, aunque un poco desconcertado él hizo lo mismo y se sentaron los cuatro en la sala.

Valeria:¿Solo ustedes?

Jhonatan volteó hacia otro lado

Oliver:Si, aunque pudimos haber sido solo nosotros dos
Santiago:Cuando llegaron los paramédicos René y Delfino ya habían muerto, Jhonatan estaba grave por la pérdida de sangre pero nosotros ya estábamos comenzando a sanar, para cuando nosotros estuvimos completamente bien, él seguía necesitando transfusiones, con toda la negativa de los doctores conseguimos donarle sangre, eso ayudó más de la cuenta porque a los cuatro días ya estaba completamente bien.
Al terminar de decir eso sonó el timbre de la casa y momentos después apareció por la puerta un hombre de unos 30 años que se quedó  parado observando a Valeria, todos se pusieron de pie para saludar

Oliver:Buenas tardes detective, pase por favor

Caminó y se detuvo al lado de Valeria observándola atentamente

Valeria:Buen día
—Mi nombre es Adolfo Canul, un placer conocerla —
Valeria:Igualmente, yo soy Valeria De la Vega
Adolfo:¿Usted es...
Santiago:Nuestra hermana, si, la encontramos
Adolfo:¡Pero que buena noticia! Pues yo soy el detective que investiga el caso de su atentado, según tengo entendido usted tiene información valiosa ¿Puede contarme?

Valeria se sentó y todos hicieron lo mismo

Valeria:Claro que puedo, pero antes quiero que me ponga al tanto de lo que sucedió en mi ausencia
Adolfo:Bueno, el día del ataque una llamada anónima a emergencias nos informó sobre disparos, cuando llegamos aquí la puerta estaba abierta, revisamos el lugar y encontramos dos muertos y tres heridos en una habitación, los llevaron al hospital, los vecinos nos hablaron sobre usted y tratamos de localizarla pero no conseguimos mucho y creo que eso es todo.
Valeria:No, no es todo,¿Qué pasó con mi madre? Los que estaban aquí en la sala
Adolfo:Cuando llegamos aquí solo había sangre, ningún cuerpo, pero a los 5 días encontramos abandonados el cuerpo de su madre y el que creímos era del joven Jerry Saez
Valeria:¿Creen?
Adolfo:Si, por los golpes quedó irreconocible
Valeria:¿Cuáles golpes?