"Yo tengo el cerebro en la cabeza"
Levantó un poco la cabeza y comenzó a besarla de nuevo, ella se movió hasta quedar sobre él, notó que estaba cooperando y confirmó lo que le había dicho su madre “los hombres tienen el cerebro entre las piernas”, se estiró y liberó la mano izquierda de Santiago, éste la llevó directamente a la pierna derecha de Miranda, ella liberó la otra mano que fue directamente a su otra pierna, una vez libre, él hizo un movimiento para dejarla debajo suyo, comenzó a subir lentamente su blusa y ella levantó los brazos para hacérselo más fácil, Santiago aprovechó y le colocó en las muñecas las esposas que minutos antes lo aprisionaban a él, dejándola atada a la cama, rápidamente se levantó y comenzó a acomodar su ropa
Miranda:¿Qué haces?
Santiago:Aquí la pregunta es:¿Qué hacías tú?
Miranda:Bueno...emmmm...yo...
Santiago la observó y se inclinó hasta quedar cerca de su rostro
Santiago:Dato curioso sobre mi: Yo tengo el cerebro en la cabeza
Seguido de eso sonrió, le guiñó un ojo y se levantó
Santiago:Ahora, dame la llave
Miranda:¿Cuál llave?
Santiago:La de tu corazón
La cara de Miranda enrojeció en segundos, Santiago solo sonrió.
Santiago:Ya, enserio, dame la llave de la puerta
Miranda:¿Porqué no me quieres?
Santiago se sentó a un lado de Miranda, suspiró, colocó sus manos en el colchón un poco detrás de él y se recargó en ellas
Santiago:No eres...mi tipo
Miranda:¿Qué hay de malo en mi?
Santiago:Para mi...muchas cosas, pero para alguien más serás perfecta
Miranda:¿Qué cosas?
Santiago:Te falta humildad, eres demaciado altanera, obsesiva, eres incapaz de aceptar tus errores, y nos has acosado sin descanso a mi hermano y a mi, bueno, al fin que la llave no es indispensable.
Se levantó, se acercó a la puerta y lanzó una patada que la hizo abrirse al instante, después regresó y liberó a Miranda
Miranda:¿Por qué me sueltas?
Santiago:No te voy a dejar atada a una cama en esta casa, sería peligroso
La guió hasta la mesa en la que se encontraban anteriormente y se sentaron como si nada hubiera pasado, a los minutos salieron, Oliver, Santiago y su madre se dirigieron al aeropuerto mientras Genaro, Valeria y Jerry lo hicieron hacia su casa.
Al llegar, cada quien se dirigió a su habitación, después de un rato Jerry pensó en ir a la habitación de Valeria para explicarle porqué estaba ahí, pero apenas abrió la puerta vio a Genaro entrar en la habitación a la que él se dirigía por lo que decidió esperar a que saliera, pero sin saber porqué lo inundó un sentimiento de preocupación muy fuerte, aún así, decidió ignorarlo, 40 minutos después alguien llamó a su puerta , abrió y se encontró con Genaro que solo le preguntó si necesitaba algo, Jerry negó y él se fué a dormir, al verlo entrar a su habitación Jerry cerró su puerta y se dirigió a la de Valeria, tocó, pero al ver que nadie respondía abrió la puerta decidido a entrar.
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