Solos
Nunca es demaciado tarde para ser la persona que podrías haber sido.
Anónimo
Jerry despertó y lo primero que notó fue que su brazo estaba dormido ya que Valeria estaba sobre él pero no fue capaz de moverse para no despertarla, la observó un rato y cuando la sintió despertar cerró los ojos haciéndose el dormido, de repente sintió un beso en su mejilla y a ella levantándose.
Cuando Valeria despertó lo primero que percibió fue el perfume de Jerry, permaneció con los ojos cerrados disfrutando de ese aroma que tanto le gustaba, hasta que recordó que estaba sobre su brazo, pensó que seguramente se le habría dormido por lo que decidió levantarse, lo observó, tenía los ojos cerrados, le dió un beso en la mejilla y se levantó dirigiéndose al baño, al cerrar la puerta Jerry abrió los ojos y movió su brazo para que despertara, se sentó en la cama a esperar a que Valeria saliera del baño, cuando salió lo observó y le sonrió ampliamente, como no lo había hecho en años, Jerry le devolvió la sonrisa y habló.
Jerry: Buenos días,¿Cómo amaneciste?
Valeria: No tan mal, con dolor de cuello pero nada del otro mundo
Jerry: Tenemos una conversación pendiente
Valeria:¿Quieres hablar de eso ahora?
Jerry: No, primero voy a bañarme, como tú ya te bañaste te toca preparar el desayuno
Valeria: Huy no, eso sí que no, yo pongo agua a hervir y se me quema, lo bueno es que tenemos cocinera, así que báñate rápido o desayunaré sin ti.
Jerry se apresuró a ir a su habitación y bañarse, al terminar bajó al comedor y vió que Valeria no estaba, al principio creyó que de verdad había desayunado sin él pero después vió que había dos platos de comida, lo que le hizo pensar en dos opciones, o aún no había bajado o el plato era de alguien más, estaba por empezar a comer cuando vió a Genaro salir de la habitación de Valeria seguido de ella, al verla no halló ni un rastro de aquella que le había contado que se le quemaba el agua, más bien era la que odiaba al mundo y a la vida, Genaro no se detuvo ni siquiera a saludar, salió inmediatamente de la casa, Valeria se dirigió al comedor y se sentó a la mesa, del lado contrario a él y comenzó a comer en silencio, Jerry recordó esa sonrisa que le había regalado apenas unos minutos antes, lo que le dió valor para hablar.
Jerry:¿Estás bien?
Valeria guardó silencio un momento mientras veía su plato como si fuera lo más interesante del mundo, después volteó a verlo y le sonrió con dulzura
Valeria: Si, gracias
Parecía honesta por lo que Jerry siguió comiendo tranquilo.
Más tarde, mientras veían televisión decidió que tenía que hablar con ella.
Jerry:¿Podemos hablar ahora?
Valeria suspiró, apagó el televisor y se giró hacia él para darle toda su atención.
Espero que disfruten ésta historia tanto como yo disfruté escribirla.
Se les quiere y gracias por leer.
Con cariño
Alex
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