Los días en la nueva escuela fueron de total tranquilidad para Santiago, a pesar de que solo había formalizado una amistad con Laura Zaldívar, aquello no le preocupaba en lo más mínimo y disfrutaba bastante de la compañía de Laura

pero aquel día, durante la clase de Introducción a la Biología, la maestra decidió juntar a Santiago con Bruno Aramburu

-disculpe maestra- le dijo Santiago estando este enfrente del escritorio donde estaba sentada la maestra -pero podría cambiarme con Laura

-lo siento Martínez, pero creo que es necesario que te empieces a juntar con otras personas y así puedas relacionarte con otras personas

ya rendido y sin ánimo de defender lo imposible, se dirigió hacía el asiento vacío que estaba a un lado del asiento que lo ocupaba Bruno y este lo estaba esperando 

Bruno era de tez clara, los ojos de aquel joven eran de castaño claro mientras que su pelo rizado era de color café oscuro, tenía también unas cejas casi pobladas que no pudo evitar compararlas con las de Frida Kahlo a pesar de no ser unicejas, su cuerpo era delgado, pero se notaba un poco más tonificado que el de Santiago

-hola- le saludó tímidamente Santiago a Bruno

-hola- le respondió Bruno con los brazos cruzados -siéntate- le dijo mientras le señalaba con su cabeza el asiento desocupado y Santiago tomó asiento

la clase prosiguió en total silencio mientras que los estudiantes elaboraban en sus cuadernos un mapa sinóptico usando la información de su libro y mientras Santiago hacía aquel trabajo, Bruno hacía lo mismo o se limitaba a jugar con su bolígrafo

-te hiciste amigo muy rápido de Laura verdad- le cuestiono Bruno enseguida a Santiago

-si- le dijo Santiago sin siquiera mirar a Bruno -¿algún problema con eso?

-ninguno, pero permíteme darte un consejo- le decía Bruno -Laura puede llegar a ser una increíble maldita si se lo propone. Así que no te relaciones del todo con ella

Santiago decidió concentrarse en su trabajo y no hacerle caso al supuesto consejo que Bruno le había dicho y la clase continuó así hasta que llegó la hora del receso y Santiago se dirigió primero al baño para descargar la poca ira que había acumulado por culpa de Bruno hasta que se tranquilizó y salió de los sanitarios

pero mientras se dirigía al comedor, vio que en un salón estaban dos personas que él conocía muy bien y al parecer estaban hablando y reclamándose el uno al otro

-tienes miedo que se entere de la clase de persona que eres verdad- le cuestiono sarcásticamente Bruno a Laura

-no. Y eso se debe a que todo lo que me has dicho es producto de que desconozcas el cómo se dieron las cosas- le respondió Laura -pero no creas que permitiré que envenenes a Santiago con tus mentiras 

-tanto te preocupa- se burló Bruno de Laura -te recomiendo que mejor le vayas diciendo que eres una zorra antes de que accidentalmente le diga

-y porque no te preocupas de la tuya Bruno. O quieres que toda la escuela se entere de lo que sentías por Juan- le replicó Laura -por lo menos lo mio es producto de tus mentiras, pero lo tuyo fue tan real que dudo mucho que crean que es mentira cuando les diga "accidentalmente"

cuando Santiago escuchó los pasos apresurados de Bruno, se retiró y se oculto para ver únicamente a Bruno retirarse de allí y Laura fuera la última en irse

las horas pasaron y cuando la clase de Física llegó a su fin junto con las clases, Laura le propuso a Santiago que fueran a dar una vuelta por el pueblo y así aprovechaba para conocer mejor el pueblo

-en serio me gustaría, pero necesito resolver resolver unas cosas en casa- le dijo -¿podría ser mañana?

-si esta bien, no te preocupes- le dijo Laura y después, ambos se despidieron y esta salió junto con su padre, que era el maestro de Química y tendrían al día siguiente clase con él y después de asegurarse que Laura ya no estaba, vio que Bruno estaba acompañado por tres de sus seguramente amigos y decidió seguirlos discretamente

cuando Santiago vio que Bruno estaba ya solo y que seguramente se estaba dirigiendo a su casa, este primero, no dudó en gritar el nombre de Bruno para que este le hiciera caso

-¿qué quieres Martínez?- le preguntó Bruno al darse la vuelta y ver a Santiago

-solo un favor- le dijo Santiago cuando los dos estaban de frente -quiero que dejes en paz a Laura- le dijo y aquello le dio risa a Bruno

-enserio no me entendiste verdad- le dijo -Laura es una hipócrita que engaña a cualquiera con su típica imagen de ángel de dios así que no te quieras poner como el típico machito de telenovela barata que defiende a cualquier mujer

-no seré el machito que dices que soy- le decía Santiago mientras Bruno le daba la espalda y seguía su camino -porque por lo menos no oculto que soy gay- le dijo en voz alta a Bruno

aquello tomó por sorpresa a Bruno y este, después de escuchar las palabras de Santiago, se quedó quieto y finalmente se dio la vuelta para regresar con Santiago

-¿que dijiste maldito sudaca?- le preguntó Bruno bastante molesto

-te lo volveré a decir para que te quede bien claro- le respondió Santiago -no sigas fastidiando a Laura o le dire a toda la escuela

luego de haberle dicho eso, Santiago se dio la vuelta mientras se retiraba al mismo tiempo que sentía como la ira le hervía la sangre a Bruno