11
— Es... yo... tú ¿Cómo pueden estar dos mejores amigas en un altar?
La voz algo emocionada por parte de Jennie hizo que Lisa se levantara sin soltarle las manos y, mientras le colocaba el anillo respondió la pregunta a su amiga.
— ¿Cómo puedo permitir que Suzy y yo estemos en un altar sabiendo que nuestro amor moriría? Además... Soy la mujer indicada para ti, sé todo lo que tengo que saber, lo bueno y lo malo, tu risa y tu llanto, tus... — Y Lisa paró ahí
Jennie se lanzó hacia ella y chocó sus bocas, escuchando las risas y aplausos de sus amigas.
Semanas antes del viaje...
Lisa había notado que Suzy estaba demasiado nerviosa. Había estado de un lado a otro, estrujando sus dedos.
— Necesitamos hablar Lili. — Ella se giró y la tomó de la mano, sentándola en un sofá y ella en el otro; frente a ella — Dime la verdad.
— ¿Suzy? — Lisa elevó una ceja y se cruzó de brazos.
— No soy tonta. Sé cómo la miras, sé lo que sientes por ella.
— ¡¿Por quién?!
— ¡Por Jennie!
Lisa abrió sus ojos lo más humanamente posible al escuchar esas palabras.
— Es... es mentira, estás confundida.
— Por favor — Ella suspiró y pasó una mano por el pelo. — Prácticamente te la comes con los ojos. Hacías conmigo lo mismo cuando nos conocimos.
— No, Jennie solamente es una amiga — Lisa gruñó las palabras, tratando de convencerse a sí misma. — Suzy, estás diciendo tonterías.
— Yo tengo amigas y amigos y no me les quedo mirándoles el trasero. ¿Acaso te olvidas de ese día que Jennie salió de la piscina y te mordiste el labio obscenamete?
— ¿Quién dijo que fue obscenamete? — Lisa frunció el ceño y se levantó del sofá rápidamente. — ¡Estás diciendo lucuras!
— ¡No me grites! — Copió su tono y; cuando Lalisa se acercó para besarla; ella la empujó hacia atrás. — Olvídalo, no me toques y no pienses que estaré llorando y mal por ti y esto por qué no es así. Soy una mujer fuerte y otra mujer no va a detenerme.
— Pero el vestido...
— El vestido es hermoso y lo conservaré para el día en que pueda usarlo. Por lo pronto quiero que tú también seas feliz.
Unos segundos pasaron antes de que ambas se abrazaran con cariño.
— Haz sido la mujer perfecta conmigo Lalisa, no tengo nada malo que decir de ti. Me haz hecho muy feliz.
— También me haz hecho muy feliz Suzy, cuando descubrí todo esto... — Ella le colocó el dedo índice en su boca y sonrío suave.
— No más Lisa, no nos atemos a alguien... No siquiera por gusto. Haz encontrado a la mujer de tu vida y yo la encontraré en algún momento.
Suzy levantó su copa y sonrió cuando las vio besarse. Y estaba bien, cuando todo eso pasó Lisa y ella ya habían dejado las cosas claras.
Tal vez si hubo sexo de por medio, pero estaba bien... Nadie se ató a nada
— Raro pero lindo, ¿No?
Ella sonrió y observo a una castaña sonriente.
— Hong Kong ¿Ah? Apuesto lo que sea a qué hubieras dicho lo mismo de Rosé y su lengua
— ¡Oh no digas eso! — Suzy río junto a la castaña — Soy Suzy ex prometida de Lisa.
— Soy Nancy, ex compañera y prima de Lisa, creo que eres hermosa.
Ambas se miraron y sonrieron, tal vez Suzy no se diera cuenta en estos momentos, pero la mujer indicada necesitaba que todo esto sucediera para llegar a ella.
Mientras tanto Lisa abrió los ojos al ver que Jennie alejarse suavemente. Ambas chocaron suavemente sus copas y sonrieron.
La mejilla de Jennie estaba sonrojada.
— ¿Por qué no me lo dijiste? — Un leve ceñó fruncido se formó en el guapo rostro del diseñador. — ¿Por qué me hiciste creer que era la segunda?
— Porque si te lo decía no iba a ser sorpresa.
Jennie tomó un suspiro cuando la mano de Lisa abrazó su cintura.
— Vamos mi amor... — Lisa se lamió los labios observándola completamente — Se que estás estallada de energía... y piensas en tu familia.
— Ellos... — Jennie hizo una mueca.
— Descuida... — Lisa le tomó la mano y comenzó a guiarlo fiesta adentro. — Yo me encargaré de tu familia...
— ¿Lalisa?
— Te amo Jen, con errores... Familia y todo. Mañana viajamos
— ¿Qué? — Y Jennie se sentía mareada.
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