Extrañamente, al otro día, Jennie amaneció con un brazo por su cintura. Unos besos regados en su hombro lo hicieron sonreír.

— Buenos días. — Murmuró una voz ronca, acariciando suavemente su oído.

— Buenos días — Susurró Jennie, la sensación virginiana de hacer hecho... lastimosamente no... De haber tenido sexo y sentir esas extrañas sensaciones en su cuerpo se hizo presente.

— Llame a tu tienda, dije que no ibas a ir.

— ¡¿Por qué mier...?! Ay... — La diseñadora se quejó cuando sintió una gran y dolorosa punzada en su trasero; sus piernas temblaron un poco.

— Por eso. — Lisa se sentó, Jennie se había dado cuenta que se había bañado; el cabello negro de la sexy soltera estaba algo húmedo — Además hace frío.

— Lalisa, yo puedo. — Jennie frunció el ceño e intento levantarse de la cama, cayendo al suelo.

— ¿Aún puedes?

Las amigas se rieron al momento de darse cuenta de lo sucedido.

— Fue una noche bastante divertida Jennie, hoy tendrás que quedarte sentada o en otros casos acostada... Mañana a la mañana tendremos sexo mañanero.

Y escucharlo de la boca de su amiga la hizo caer en la realidad... Fue entonces cuando la realidad la golpeó y antes de que todo se saliera de control, las palabras salieron de su boca.

— He decidido claramente de empezar a salir con alguien.

— ¿Con quién? ¿Con la hermana de Rosé? — Lisa río y bajo de la cama para tomarla entre sus brazos y guiarla hacia la tina del baño.

— No, con la gemela de Hwasa.

— No veo mucho futuro en ustedes.

Jennie se dió cuenta que su amiga había preparado el agua para su baño. Estaba cálida, calentando el cuerpo en comienzo de invierno.

— Bueno... Te he visto en las revistas en tu tiempo de popularidad. Salías con mujeres del clubs y algunas veces más que ebria.

— Pero esa era yo. Tú eres tú y te mereces mejores cosas.

Jennie suspiró y miró hacia el agua antes de sentir las manos de su amiga acariciar su cuerpo, comenzando a bañarla.

— Comenzaré a salir con otra mujer — Esas palabras sentenciaron todo.

Unos treinta minutos después, ambas estaban desayunando.

— ¿Vas a ir a la conferencia de prensa? — Jennie bebió un poco de café.

— No. La mayoría de periodistas son mujeres y he dicho que el aviso será sobre mí preparando algo para la boda.

— ¿La boda? ¡Que mentira! — La diseñadora río bajo y negó con la cabeza.

— No es una mentira — Lisa elevó una ceja y mordió una tostada con jalea.

— ¿Ah no? ¿Entonces que sorpresa será?

— No te la puedo decir, lo sabrás en la fiesta de compromiso que se hará el lunes.

Jennie le dedico una mirada divertida y sonrió suavemente.

— Estoy ansiosa.

El celular de Lisa sonó, el nombre de Suzy apareció en la pantalla y Jennie tragó saliva cuando Lisa atendió la llamada.

— Hola... No, con Jennie vamos a aprovechar para aviviar la amistad que tenemos... Para nada cariño, mi corazón ya tiene a alguien... Solo yo lo sé — Lisa río y Jennie tomó otro trago de café.

La plática siguió suavemente antes de que cortará y la mirara.

— ¿Y ahora? — Jennie la miró

— Ahora miraremos unas películas y te sentaré en el sofá.

— Mis piernas ya no tiemblan tanto.

— No me quiero arriesgar — Jennie rió bajo y estiró sus manos.

— Entonces llévame Lili.

Curiosamente ambas sentían sus pechos cálidos, su burbuja las había envuelto y se sentían... Se sentían muy bien juntas.

Los brazos de Lisa la levantaron y la llevaron al sofá que estaba ubicado frente a su televisor.

— Jisoo y Rosé quieren hacer un trío.

— Entonces que busquen a alguien más.

— ¿Por qué no quieres verme con ningúna mujer?  — Jennie frunció el ceño y la miró.

Lisa tomó su rostro suavemente y sonrió.

— Por que ninguna mujer te merece.

— ¿Ni tú? — La voz de Jennie quiso traicionarla pero se recompuso inmediatamente.

— Especialmente yo — Susurró Lisa antes de besar su frente y separarse. — Lavarte las cosas sucias, ya regresaré. — Le tendió el control remoto. — Tú busca algo divertido para ver.

Y, aún involuntaria, Jennie se sintió caer un poco más por la codiciada Lalisa Manobal.