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Capítulo 7. Iniciación

Los chicos se encontraban dentro de la nave. Hopper los asistía utilizando la avanzada tecnología para ayudar a Greek y Ángel en recuperarse después de la intensa cantidad de poder que habían absorbido. Infinity, por su parte, también utilizó sus habilidades mágicas para lanzar un hechizo de curación sobre ambos.

Dark, Trueno y Element se sumían en una profunda reflexión para idear un plan que les permitiera limpiar sus nombres.

—¿Qué piensas amiga? ¿Te sientes igual de preocupada que nosotros? —preguntó Dark con cierta inquietud.

—Creo que la única opción es revelar nuestra verdad. Podría ser peligroso si los reptiles nos identifiquen —respondió Element con prudencia.

—¡Chicos! Esa idea es arriesgada. La única forma segura de limpiar sus nombres es a través de un testigo que hable bien de ustedes —advirtió Hopper, preocupado por su seguridad.

—Si necesitan un testigo, yo me ofrezco como voluntario para decir la verdad —afirmó Greek con gran confianza.

—Es muy riesgoso. Aunque tengas poderes, primero debes aprender a controlarlos —advirtió Dark.

—Tú no tuviste entrenamiento y lograste controlarlos gradualmente. Creo que puedo hacer lo mismo.

—No te compares conmigo, Greek. Cometí muchos errores y estuve a punto de perderte.

—Al final no ocurrió. Descubriste que tienes el poder de revivir, nunca me alejaré de ti, Dark. Porque eres mi ángel.

—Eres tan cursi y amoroso —comentó Dark sarcásticamente y con una sonrisa.

—Y así me quieres.

—Entiendo a Dark en cierto sentido, Greek. Porque ese poder liberado también lo tiene Neón. El problema con ese nuevo poder solo tiene una oportunidad para revivir a la misma persona —agregó Hopper.

—Bien, más a mi razón de que te estás arriesgando.

—Entiendo que no quieras perder a alguien importante, como el amor de tu vida. Greek tiene valentía y está dejando el miedo de lado. Deberías confiar en él —intervino Hopper, con seriedad.

—Es que yo... —Dijo Dark, hasta que en ese momento su hermano Ángel lo interrumpió.

—Yo pensaba que mi hermano no volvería a enamorarse después de que aquel inepto llamado Franco provocara su ansiedad —comentó Ángel con seriedad.

—Así que ahí radica el mal humor. Me preguntaba por qué te costaba expresar tus sentimientos por mí.

—¡Dark! No seas mala onda —dijo Element, burlonamente, mientras recibía un codazo de su hermano.

—Jaja, muy gracioso —respondió Dark con sarcasmo.

—Dejemos esto de lado. Tenemos que idear algo para frustrar los planes de los reptilianos y limpiar nuestros nombres —insistió Trueno.

—Estoy de acuerdo con Greek, sería buena idea qué sea el testigo y diga la verdad, además podemos contar con el apoyo de Hopper, que es un androide muy astuto —añadió Element, proponiendo una estrategia.

—Yo igual estoy de acuerdo con Greek, es una buena idea. Podría apoyarlo y quizás el señor que rescataste en el incidente del camión recuerde que alguien lo salvó de esos maleantes. Eso podría ayudar a mejorar tu imagen —comentó Hopper.

—No me separaré de ti. Se que tienes miedo, te prometo que estaré bien y que esto puede funcionar —aseguró Greek, mostrando su determinación.

—Está bien, entiendo tus intenciones y pensamientos. Ambos nos estamos arriesgando al peligro —reconoció Dark, preocupado.

—Es cierto, te diré algo: nunca había conocido a alguien como tú. Tenemos muchas cosas en común, no te lo había contado, pero también perdí a mi madre que fue mi ángel, mi hermana nos abandonó por su novio, y mi padre me echó de casa cuando descubrió mi orientación sexual —confesó Greek, dejando entrever la tristeza en su voz.

—Lo sabía. Vi todos tus pensamientos durante la fiesta de despedida de John. Sé que no debí hacerlo, pero necesitaba conocer tus pensamientos. Tenía miedo de que fueras como los demás.

—Los humanos suelen ser crueles por naturaleza o por todo lo que han aprendido desde sus inicios. Han sido erróneos y dominados por esos seres despreciables. La mente humana es poderosa, por eso las acciones y la mentalidad de Dark me preocupaban —Añadió Hopper.

—Ahora, con todo el amor que te tengo, haría lo que fuera por ti. Demostrando que solo buscamos el bien para el mundo. Solo deja de pensar en matar.

—Mmm... Lo haría para que no nos vean mal, pero esos tipos merecen su castigo.

—Lo sabemos, y sí, merecen castigo. Pero hay otras formas de lograrlo, cómo involucrar a las autoridades.

—Sabes que eso no funciona, por eso prefiero ser un antihéroe.

—Pero ya no mates, hazlo por mí, por nuestro amor. Puedes encontrar otras formas para que ellos entiendan —respondió Greek en voz baja y con sentimiento, abrazando a Dark.

—Ay... No te prometo nada, pero trataré de cambiar —afirmó Dark haciendo un puchero, mientras Greek lo abrazaba cariñosamente.

—Entonces. ¿Sé va a quedar la idea de Greek?

—Me gusta la idea, pero tal vez sea necesario hacer algo más, incluso presentarnos en las noticias y explicar el caso.

—Eso te queda bien a ti, amiga. Tienes buen estilo para expresarte.

—No tengo problema en hacerlo. Solo será cuestión de tiempo para que Hopper y Greek tengan el video.

—Así quedamos, chicos. Vayan a casa y descansen. Mientras tanto, Greek, prepárate. Yo le enviaré a Dark el recado para que tú puedas dar tu versión —dijo Hopper con seriedad.

—Estaré listo. Además, tengo a mi inspiración —respondió Greek, con un tono de afecto.

—¡Greek! Puedes dejar por un momento de ser tan cursi.

—De acuerdo, así que nos vemos, chicos, yo les daré la información. Por ahora, descansen.

Finalizada la explicación de Hopper, los chicos salen de la nave.

—Nos vemos mañana amigo. Ya que Tanner, Daytron y yo tenemos una reunión familiar. Además, mi hermano Tyler se fue de viaje de trabajo, así que seremos su sorpresa en el reencuentro —dijo Daytron.

—Que todo salga perfecto, amigos. Solo les pido de favor que lleven a mi hermano con mi abuela.

—¿Por qué? Puedo utilizar mis poderes —preguntó Ángel confundido.

—Y vas a destrozar tus tenis, además, son de gran calidad y finos, que mis abuelos te compraron. Mejor espera a que Hopper te haga unos que controlen tus poderes.

—Ay... Pues, está bien. Además, ¿Quién llevará a Greek a su casa? —dijo Ángel, molesto y haciendo un puchero.

—Ehm... Mira, Ángel, vámonos a mi casa y de ahí haré el portal cerca de tu casa para que nadie te vea ni sospeche.

—Gracias, Travis, por tu apoyo, a pesar de que dejen solos a estos tortolitos, pero no diré nada. Hasta luego, hermano. Espero verte de nuevo.

—Nos pondremos de acuerdo. Descansa por ahora.

—Nos vemos, hermano. Y no hagan ahora alguna otra tontería —añadió Ángel, con un toque de sarcasmo.

—Sí, hermano... —respondió Rick con sarcasmo.

Los chicos se despidieron y partieron a través del portal. El rubio desplegó sus majestuosas alas y lleva al castaño directo a su hogar. Una vez en el aire, Greek lo abrazó con cariño, después de un rato, le dijo con nerviosismo.

—Oye, Rick, ¿Y si me quedo en tu casa? Mañana no hay trabajo, y creo que podemos... no sé, salir juntos— expresó Greek tímidamente.

—Me lo dices ahora que vamos volando hacia tu casa —respondió Rick.

—Ay... porque eres así yo solo quiero... —dijo Greek mientras Rick lo interrumpe, al ver la expresión triste en el rostro del castaño, su tono cambió.

—Pero acepto la salida. ¿Quieres que vaya formal? —dijo Rick, mostrando ternura mientras miraba con amor a Greek y esbozaba una sonrisa.

—Ja... no es necesario ir formal para una cita, mi lindo justiciero —respondió Greek, lleno de alegría.

Esas palabras hicieron que la noche de Rick se llenara de felicidad. Ambos se abrazaron con dulzura.

Greek se sostuvo en la nuca del rubio mientras sus rostros se acercaban, uniendo sus labios en un beso apasionado. Flotaron juntos por los cielos bajo la hermosa luz de la luna, reflejando su amor en cada instante.

Al siguiente día, en un domingo por la mañana, llegó el esperado momento de la primera cita entre ambos chicos.

La tarde se acercaba y Rick se encontraba nervioso, sin saber qué ponerse. Su armario estaba repleto de ropa casual, como pants, pantalones y camisetas, le preocupaba que nada le combinara adecuadamente. Aunque predominaban los colores oscuros, finalmente optó por una combinación que le pareció apropiada: una playera de color negro puro, un pantalón de mezclilla también negro y su chaqueta negra, decorada con detalles en estilo gótico.

Para complementar su estilo, eligió colocarse dos anillos que realzan su estilo personal.

Mientras tanto, Greek ya había planeado su atuendo para impresionar al rubio. Tenía una habilidad innata para combinar diferentes estilos de accesorios y prendas de vestir.

Con confianza, seleccionó su conjunto perfecto y envió la ubicación del restaurante donde se reunirían.

El momento de la cita había llegado, y ambos se encontraban emocionados por lo que les depararía la velada. Los latidos de sus corazones resonaban con intensidad mientras se dirigían hacia ese encuentro especial que marcaría el inicio de su historia juntos.

Rick estaba listo, subió al auto y tomó su celular. De repente, notó algo extraño: la pantalla de su dispositivo parecía pixelarse y luego se oscureció, dejando espacio para un enigmático mensaje.

Te necesito, Rick. Estamos en grave peligro. Pronto te proporcionaré información sobre lo que se avecina para el mundo.

El rubio quedó en shock, sin poder creer de lo que le acababa de suceder a través de su celular. Sin embargo, poco después, la pantalla volvió a la normalidad. Sin saber quién era la persona que se había comunicado, consideró la posibilidad de que fuera un hacker que amenazaba a la gente y realizaba secuestros a través de internet.

Decidió mantener la calma y sólo compartió el mensaje con Hopper, el androide inteligente y astuto, para que investigara y encontrara a la persona detrás del extraño mensaje.

Mientras tanto, decidió seguir adelante con su cita, sin dejar que esta perturbadora interrupción arruinara el especial momento que tenía planeado.

Rickllegó al restaurante y dejó su auto en el estacionamiento. Al acercarse a laentrada, quedó completamente sorprendido al ver a Greek, quien lucíaabsolutamente deslumbrante.

El corazón de Rick dio un vuelco al verlo tan magnífico. Vestía un conjunto impecable que realzaba su encanto natural. Su cabello estaba perfectamente peinado, y cada detalle de su atuendo mostraba la atención.

Ambos se miraron profundamente a los ojos, y en ese instante, el tiempo pareció detenerse mientras se sumergían en el éxtasis de su amor mutuo, hasta que el rubio le dijo.

—Wow... Greek, te ves espectacular. La verdad, no tengo palabras para describirlo. Supongo que has sido un rompecorazones, ¿verdad? Tanto chicos como chicas te buscaban.

—Ja... eso no es gran cosa, en realidad. Siempre he tenido pasión por los diferentes estilos de vestimenta desde joven. Pero déjame decirte que tú también luces hermoso. El color negro te sienta de maravilla y el estilo gótico te queda perfecto. Aunque creo que podrías sombrear un poco tus ojos.

—Ah... Tienes razón, olvidé eso. Mira, tengo el delineador en mi auto. Solía usarlo cuando me transformaba en Dark, especialmente con la ayuda de la ilusión óptica para no ser reconocido. Estaba muy nervioso por todas las ganas de verte —dijo Rick con cierta inquietud.

—Aww... —dijo Greek con ternura mientras acariciaba la mejilla de Rick—. Eres adorable. Deja que te ayude con el sombreado y luego entramos, mi gótico lindo.

—Eres patéticamente amoroso y romántico. Aunque déjame ir por mi delineador —respondió Rick, dirigiéndose a su auto para buscarlo.

Tardando unos minutos, lo encontró y se lo entregó a Greek. Este, con destreza, le hizo el sombreado en sus ojos en tan solo cinco minutos.

Finalmente, entraron al restaurante y fueron atendidos amablemente por los meseros, quienes los llevaron a su mesa. Pasaron los minutos entre risas y una agradable conversación mientras esperaban sus platillos.

Sin embargo, Rick comenzó a lucir distraído y con una mirada perdida que no pasó desapercibida para su pareja, quien le dijo.

—¿Pasa algo? Te veo bastante distraído, chico gótico —preguntó preocupado.

—Perdón, Greek. No te preocupes por mis reacciones. Mis emociones me están jugando una mala pasada —confesó Rick, nervioso.

—Te refieres a tu ansiedad.

—Se podría decir así —dijo Rick angustiado.

—Entiendo. Si es ansiedad, puedo apoyarte, pero sé que ahora no es eso. Hay algo más, ¿verdad? Por favor, cuéntame qué es lo que te pone tan nervioso.

—Bueno te lo diré, pero será entre nosotros, lo que pasa es que un idiota me trato de preocupar y lo más seguro es que viene en las profundidades del internet.

—¿A qué te refieres? —pregunto Greek muy confundido.

El rubio decidió abrirse con el castaño y compartirle el incidente del mensaje en su celular y lo que estaba sucediendo en las profundidades del internet.

A través de la telepatía, le explicó todo con detalle. El rostro de Greek cambió drásticamente al comprender la situación.

—Ahora lo entiendo —dijo Greek, serio.

—Sí, es algo preocupante. Pero tratemos de no permitir que arruine nuestra cita.

—Estoy de acuerdo. Disfrutemos de nuestro momento juntos —respondió Greek con una sonrisa, decidido a hacer que aquella noche fuera inolvidable.

Terminando su animada conversación, justo en ese momento llegaron sus platillos y bebidas. Ambos se tomaron su tiempo para saborear la deliciosa comida y disfrutar de su momento especial juntos. Durante la cena, no podían evitar sonreír y sentirse completamente cómodos el uno con el otro.

De repente, en uno de los televisores del restaurante, apareció una noticia sobre Trueno, quien había salvado a muchas personas de un edificio en llamas.

Los reporteros no perdieron tiempo y se acercaron a entrevistarla. La chica ofreció disculpas por los daños causados durante la pelea y explicó.

—Chica justiciera, quisiéramos hablar con usted sobre la aquella pelea que hubo, dejando un gran desastre.

—Bien. En primer lugar, quiero hacer una disculpa a todas las personas que estuvieron y le dejamos grandes daños en algo muy preciado. Nosotros no sabíamos lo que estuvimos haciendo en ese momento, porque todo había sido un malentendido con una persona cercana que creíamos que estaba muerto, además de que habíamos hablado con sus familiares.

—Entonces todo viene de un malentendido.

—Exactamente —contestó Trueno con mucha firmeza.

—Está bien, aunque de ¡donde salieron ustedes? y más esa persona con el que peleaban.

—Bueno pues nosotros no somos seres de otro mundo, nosotros somos humanos que nos impactó aquel meteorito con esas radiaciones.

—Ustedes son los sobrevivientes de aquel impacto, pero ¿cómo lo hicieron? porque sabemos y tuvimos reportes de muertes de gente que recibió tal radiación.

—Eso es algo clasificado, pero sólo aquí estamos para ayu...da. rlos...

Sin embargo, en medio de la entrevista, hubo una extraña interferencia en la señal de televisión.

Rick y Greek se miraron, recordando lo ocurrido con el celular del rubio anteriormente, pero a través del poder de la telepatía le dice al castaño.

Eso mismo pasó con mi celular

Pronto, todas las pantallas se volvieron negras y un mensaje apareció en ellas, advirtiendo.

Ella dice la verdad, tengan cuidado con los reporteros son unos traidores dan información falsa, esos justicieros serán nuestros salvadores de evitar la invasión de los reptilianos

Terminando de dar el mensaje. Las señales y la transmisión regresaron a su normalidad y todavía seguía la entrevista hasta que le hicieron la última pregunta.

—¿Cuál es su propósito aquí en el mundo?

—Pues como contestó mi amigo que creímos que estaba muerto y ha de estar viendo esto, es cambiar a la humanidad y que se sepa la verdad.

Terminando la entrevista a Trueno que sale volando, en Rick se reflejó una sonrisa por el detalle de su amiga; volteando a Greek notó la felicidad del rubio donde continuaron disfrutando de su cita, pasaron las horas riendo y compartiendo confidencias, incluso haciendo alguna que otra travesura bajo el largo mantel de la mesa.

Al llegar la noche, los dos salieron del restaurante tomados de la mano y se dirigieron hacia el auto de Rick. De pronto, el cuarzo de Greek cambió de tono, se quedaron viendo donde indicaba que era el momento de utilizar sus poderes. Mostrándose un poco nervioso por usarlos, pero la expresión del rubio era buena diciéndole.

—Es tu momento Greek para utilizar tus poderes

— ¿Crees que es el momento? pero si se enteran o alguien descubra mi identidad

—Tranquilo además Hopper me dio esto para ti —contestó el rubio con mucha alegría y le entregó un artefacto especial que Hopper había preparado para él

Impresionado por el regalo, Greek lo activó y encontróun traje espectacular. Lleno de emoción, abrazó a Rick y este le dijo con unasonrisa.

—Ahora estás listo para utilizar tus poderes y proteger a esa gente. El traje te ayudará a controlar tus poderes.

—Pues el tiempo es oro.

Así, los dos héroes se prepararon para enfrentar juntos los desafíos que les esperaban, sin importar las adversidades que se interpusieran en su camino.

Rick pone en marcha el auto y con ayuda de tecnología avanzada de parte de Hopper en que les indica la ubicación del conflicto.

Mientras tanto, en un banco cercano, se desató un asalto protagonizado por dos jóvenes. Tras sonar la alarma, salieron y se dirigieron rápidamente a su auto para huir del lugar.

Llenos de euforia, celebraban el éxito del atraco y recordaban con malicia el miedo que habían causado entre las personas presentes.

En su escape afueras de la ciudad, tomaron una carretera desolada y sin señales de la policía, pensando que habían logrado burlar a las autoridades. Sin embargo, en medio de la carretera, algo increíblemente veloz se cruzó en su camino, provocando que perdieran el control del vehículo y chocaran con un árbol. Semi inconscientes, salieron del auto para identificar qué había sido lo que los había golpeado.

Sin encontrar rastro de ninguna persona ni animal, decidieron continuar por la carretera con las bolsas llenas de dinero, con la esperanza de encontrar algún otro auto que los llevará lejos de la escena.

Pero el tiempo pasaba y las posibilidades disminuían. Cada minuto perdido en la carretera desolada aumentaba su nerviosismo y desesperación.

Finalmente, a lo lejos, divisaron una sombra y un auto. Sin dudarlo, se acercaron para acorralar al conductor y robarle el vehículo. Separándose, uno de los jóvenes se escondió detrás de un árbol cercano, mientras el otro se acercaba al automóvil con nerviosismo, intentando parecer amistoso a pesar de la malicia que ocultaba tras su sonrisa le comienza a decir.

—¡Amigo! —exclamó con un dejo de nerviosismo y mostrando una sonrisa de maldad, hasta que vio que la sombra no hizo ningún movimiento— Necesitamos tu ayuda, estamos perdidos y tenemos cosas importantes para nuestro viaje. ¿Estás bien?

Sin obtener respuesta de la sombra que yacía en el interior del auto, el joven escondido comenzó a sentir un escalofrío recorrer su espalda.

Lentamente, volteó para encontrarse con una figura alta y misteriosa de ojos amarillos, lo que le hizo contener el aliento de puro miedo.

Mientras tanto, su compañero seguía sin obtener respuesta del conductor, pero cuando se acercó al automóvil, la sombra se esfumó con una velocidad sobrenatural, dejándolo confundido y atemorizado.

De repente, desde la distancia, el otro joven soltó ungrito desgarrador, lo que hizo que aquel que estaba frente al auto reaccionaraasustado, dejando caer la bolsa con el dinero. Y justo en ese instante, elterror alcanzó su punto culminante.

—Les encanta salirse con la suya, ¿no es así? —contestó Dark con seriedad mientras el ladrón volteaba y sacaba rápidamente su arma. Sin embargo, antes de que pudiera reaccionar, el justiciero lo lanzó con una gran onda de aire, aventándolo con fuerza hacia el bosque.

El justiciero se acercó al otro ladrón, que yacía en el suelo malherido por rasguños, mostrando preocupación por su estado.

—Pero ¿Qué le hicieron a mi amigo? —preguntó con angustia.

—Ayúdame, por favor, hay monstruos en este lugar —respondió el ladrón, entre dolorido y asustado.

—No diría que hay monstruos, más bien ustedes son los monstruos al hacer sufrir a personas inocentes —replicó Dark, molesto, mientras en ese momento, Greek aparecía transformado en hombre lobo.

—Maldita sea, es el justiciero, y al parecer trajo a su mascota —dijo el ladrón, intentando desafiarlos.

—¿¡Disculpa!? Él no es mi mascota, es mi chico y compañero. Tengo a un hombre lobo de mi lado —respondió Dark con determinación.

—Vaya, el planeta se está llenando de fenómenos. Mejor aléjense de nosotros, no saben con quién se están metiendo —amenazó el ladrón.

—Si repiten mucho eso, hasta aburre. ¿No tienen otra frase amenazadora? Además, si tu amigo salió tan lastimado, creo que la parte de recibir castigo les corresponde a ustedes —contestó Dark con sarcasmo.

—Ehm... miren, les daremos lo que sea si quieren la mitad de lo que nos llevamos, así es como la mayoría de las personas como ustedes de la justicia lo hacen —intentó negociar el ladrón, buscando una manera de salvarse.

—El chantaje no es lo nuestro, solo queremos justicia —respondió Dark, firme en sus convicciones.

—¡Justicia! Primero muerto que me encierren —El ladrón contestó nervioso, mientras ambos buscaban sus armas, pero Dark les mostró que las tenía en su poder.

—¿Buscaban esto?, chicos —dijo Dark mostrando las dos armas.

—Demonios, son unos malditos fenómenos —gruñó uno de los ladrones, sintiéndose atrapado.

—Mejor ríndanse y acepten su destino. Les perdono la vida por esta vez —advirtió Dark.

—Sí, para que los demás no te vean como el monstruo que realmente eres —agregó el otro ladrón, intentando provocarlo.

—La verdad es que ustedes merecen un castigo mayor. Solo busco justicia por cómo personas como ustedes lastimaron a mi familia —confesó Dark, recordando su pasado y dejando en claro sus motivos.

—¡A la mierda, par de fenómenos! —exclamó uno de los ladrones, desesperado.

—Ustedes lo pidieron. Greek, es todo tuyo —dijo Dark, muy seriamente.

Alejándose y dejando a su chico utilizando sus poderes, ayudado por el traje que llevaba, se transformó en un impresionante hombre lobo con garras de titanio. Los dos ladrones, atemorizados, intentaron huir, pero Dark, con su velocidad sobrenatural, se puso frente a ellos antes de que pudieran escapar, haciendo que se arrodillaran rendidos.

—Déjenos, por favor, haremos lo que quieran —suplicó uno de los ladrones.

—Su miedo es suficiente castigo, pero... —comenzó Dark en tocar la frente de ambos chicos, donde cayeron inconscientemente.

—¿Qué fue eso? —preguntó Greek, perplejo.

—Nada fuera de lo normal, simplemente quedaron inconscientes. Los dejé vivir, aunque merecían un castigo mayor, bueno dejemos a estos tipos cerca de los policías.

—Está bien, amor —respondió Greek cariñosamente, mientras Dark sonreía y bromeaba acerca de su cursilería.

—Eres patéticamente empalagoso con tanto amor, y eso me encanta de ti, así como me encanta estar contigo. Pero ahora dejemos a estos cabrones en manos de la policía —dijo Dark con ternura.

—De acuerdo, vamos a hacerlo —aceptó Greek con cariño, mirando a su compañero con ternura y yendo hacia la ciudad.

Un nuevo día amanecía, marcando el inicio de una semana laboral para Rick. Sin embargo, esta vez no era un problema para él, ya que había llegado a apreciar las horas de trabajo gracias a la compañía de una persona especial y su buen compañero en el trabajo.

Rick llegó puntual a su lugar de trabajo y se dirigió a su oficina. Al entrar, notó que Mario, su jefe, parecía estar preocupado, siendo reflejado claramente en sus expresiones. El rubio se acercó a él con rapidez.

—¡Mario! Disculpa, jefe, ¿está todo bien? Pareces estar muy mal —expresó Rick, con evidente preocupación en su tono.

—La verdad es que estamos enfrentando problemas en la empresa. Se trata de los documentos que te pedí que llevarás. Estamos en un aprieto, y si no logramos solucionarlo, podríamos caer en bancarrota —respondió Mario, su preocupación palpable en su voz.

—Déjamelo a mí, entregaré esos documentos y explicaré nuestra estrategia. Mostraré los resultados y el trabajo que hemos estado haciendo. Puedo hablar con seguridad sobre nuestras perspectivas —aseguró Rick, ofreciendo su ayuda de manera decidida.

—Es solo que después de lo ocurrido con los motociclistas, tengo cierto miedo sobre tu seguridad. Aunque sé que cuentas con tus poderes —comentó Mario, preocupado por la seguridad de Rick.

—No te preocupes por eso. Tengo un plan y puedo confiar en alguien más para que me apoye en esa área. Confía en mí, Mario. No te defraudaré —aseguró Rick, transmitiendo confianza en sus palabras.

—Yo sé que tú tienes grandes habilidades y que sabes trabajar al igual que tienes el ingenio para dar a conocer los beneficios.

—Sé que eres competente y tienes grandes habilidades, además de un ingenio notable. Bien, entonces. Entregaré los documentos esta noche, y mientras tanto, podrías encargarte de conseguir los boletos para viajar a Torreón. También necesitamos buscar a alguien que te acompañe.

—Eso ya está bajo control. No te preocupes por eso —aseguró Rick, con determinación.

—Bien, Rick. Así quedamos entonces. Mientras tanto, ocúpate de los inventarios mientras yo preparo todo lo necesario.

—Perfecto jefe —asintió Rick con determinación.

Terminada la conversación con su jefe, Rick se sumergió en la tarea de realizar los inventarios. Poco después, su compañero de trabajo llegó para llevar a cabo los cálculos de ventas y presentar los resultados.

El trabajo transcurrió sin problemas, y la fortuna sonrió a su dedicación. Satisfecho con los resultados, Rick se dirigió a su oficina, pero se le notaba algo agitado.

—¿Estás bien? Hay algo en ti que parece un poco usual. Curiosamente, parece que todos están de un humor extraño hoy. Pensé que era el único —comentó Rick, intentando entender la situación.

—Ah, sí. Estoy bien. Solo cometí varios errores hoy y no quería distraerte de tu propio trabajo —explicó Greek, intentando no preocuparlo.

—Bueno, en ese caso, guardaré el archivo y podemos terminar el trabajo en casa —decidió Rick, ofreciendo una solución.

—¿En serio? ¿Podemos hacer eso? Bueno sinceramente no me espere que lo dijeras así

—Y bueno más si es cuestión de trabajo, porque esto es de ambos.

—Por supuesto. Somos compañeros en esto, y podemos colaborar incluso fuera de la oficina. Pues no voy a negar que te has ganado el derecho de estar conmigo un día.

—Eso es cierto. Además, hoy vi a Mario bastante preocupado. Lo digo porque, ya que mis poderes tienen que ver con un lobo bueno sentí un olor que refleja el miedo.

—Sí, lo noté al llegar. La situación actual tiene su origen en aquel incidente en el desierto, por los documentos que según íbamos a entregar.

—Ah todo viene de ahí —contesto Greek, preocupado.

—Si, pero yo mañana voy para allá a entregarlos, le dije, a pesar de que no quería por lo sucedido, hasta que por fin lo convencí.

—¿Lo harás solo?

—¿Por qué lo preguntas? ¿Tienes celos de que vaya solo?

—¿Celos? Claro que no. Solo me preocupo por tu seguridad. No sabemos quién podría aparecer, ya sea algún reptiliano o incluso algún delincuente o motociclista que quiera hacerte daño —explicó Greek, visiblemente tímido. Rick alzó una ceja, sonriendo ante la reacción del castaño.

—Entiendo lo que dices. Pero no te preocupes, no iré en mi coche. Utilizaré mis poderes para no quedarme en la misma ruta que en aquella ocasión.

—Eso me tranquiliza un poco más.

—Por cierto, Hopper se comunicó conmigo. Quiere que vayas con él mañana después del trabajo para hacer el video.

—Así que todo está todo listo.

—Exactamente. Bueno, eso me tomó por sorpresa en un momento incómodo. Tuve que ocultarme de mis compañeros de trabajo sin que lo notaran.

—Buena estrategia, Rick —dijo Greek, con un tono coqueto y acercándose.

—¿Crees que fue efectiva? ¿O simplemente estás dándome la razón con tu coqueteo? —preguntó Rick, jugando con las palabras.

—Eso lo dejo a tu interpretación —respondió Greek, sugiriendo un desafío.

—Bien, entonces creo que tus instintos me están diciendo mucho —replicó Rick, con una sonrisa traviesa.

—Entonces, ¡Demuéstramelo!

En ese instante, Rick aceptó el desafío planteado por Greek. Se acercó gradualmente a él, sosteniendo con ternura su nuca. Guiados por un anhelo compartido, un beso se desató entre ellos, un encuentro de labios cargados de pasión que hizo que el tiempo se desvaneciera.

Minutos pasaron mientras se sumergían en aquel beso, cada instante profundizando su conexión, hasta que un inesperado visitante irrumpió en la escena.

—Chicos, en serio, discúlpenme. No era mi intención interrumpirlos. Solo vine a dejarle los documentos a Rick para mañana. Para la otra debo tocar la puerta —expresó Mario, entre sorprendido y avergonzado por la situación.

—Mario, más bien, discúlpanos por esto —respondió Rick, con un toque de humor—. El chico aquí presente me sedujo.

—¡Ay! ¡Qué mentiroso eres! Sabías perfectamente lo que estaba sucediendo —replicó Greek, riendo por la picardía del rubio.

—Chicos, no los juzgo. Y te lo dije a ti, Rick. Sabía acerca de la orientación de Greek. Además, hay lugares más adecuados para eso. Pero, bueno, den gracias a Dios que es la hora de salida. A pesar de todo, me alegra que ambos estén juntos y felices.

—La verdad, te lo agradezco, Mario —respondió Rick con una sonrisa traviesa—. Aunque, en realidad, nos estamos conociendo. No somos novios como tal.

—Lo que dice Rick es verdad —Greek asintió en acuerdo, expresando su seriedad.

—Aquí te dejo los documentos. Pero ¿irás con tu chico? Rick.

—Prefiero dejarlo aquí y que este seguro. Además, tiene un compromiso con un familiar suyo.

—Está bien. Te lo encargo mucho, Rick. Esto es crucial para nosotros.

—Y lo tengo muy en claro, Mario. También entiendo la responsabilidad que recae sobre mí. Usted despreocúpese.

—Ok los dejo chicos ya no les molesto, cuídense.

Mario abandonó la oficina de Rick. Después de su partida, tanto el rubio como el castaño no pudieron evitar reírse de la situación incómoda que habían compartido. Guardaron los documentos en un USB y prepararon sus cosas para abandonar la industria y regresar a casa.

Otro día amanecía, despertando en la casa de Rick. Ambos chicos se encontraban en la habitación, despertando después de haber pasado la mayor parte de la noche corrigiendo los errores en las cuentas de inventario de su compañero de trabajo.

Con esfuerzo, lograron corregir la situación, y ahora disfrutaban del descanso merecido.

La luz del sol entraba por la ventana, iluminando suavemente la habitación. Los rayos dorados resaltaban la piel del rubio, realzando su belleza. El castaño no pudo evitar contemplarlo con admiración.

Por su parte, Rick notó la mirada de Greek sobre él ysonrió, reconociendo el aprecio en esa mirada. El vínculo entre ellos seprofundiza con cada momento compartido.

—¿Qué sucede? ¿Hay algo que me estás ocultando?, o ¿es simplemente que tu mirada parece contener un mundo entero? —respondió Rick, intrigado por la intensidad de la mirada de Greek.

—La verdad, me fascina cómo la luz del sol se refleja en tu piel, iluminando la maravilla que es tu ser —contestó Greek con un toque romántico, sus palabras como suspiros de admiración.

Mientras tanto, el rubio soltó una risa nerviosa y se sonrojó ligeramente ante tal elogio.

—¿En serio piensas así? Debo admitir que nunca habíasido consciente de eso. Aprecio enormemente tus hermosos halagos —dijo Rick,sus ojos brillando con gratitud por las palabras de Greek.

—Solamente mis halagos... —respondió Greek de manera sarcástica, pero con un toque de sentimentalismo que hizo que Rick sonriera.

—Tienes razón en que debemos tomar las cosas con calma y darnos tiempo para conocernos mejor —admitió Rick, consciente de que su relación todavía estaba en una etapa temprana.

—Además, es cierto que estamos pasando mucho tiempo juntos últimamente.

—Lo sé, pero te aseguro que pronto llegará el momento para dar el siguiente paso. Mientras tanto, date prisa en cambiarte, tienes trabajo y también tienes que ayudar a Hopper. Y yo tengo que entregar y presentar los documentos.

—Me encantaría ir contigo, pero sé que debo cumplir mi compromiso de ayudar a Hopper y mostrar al mundo lo increíble que eres, demostrar que eres un verdadero ángel a pesar de las adversidades —expresó Greek con sinceridad.

—Gracias por tus palabras. Tú también eres un ser realmente angelical y un hombre maravilloso. Has sido mi salvador en más de una ocasión —afirmó Rick, mirando fijamente a los ojos de Greek.

—Quiero estar a tu lado siempre, nunca te fallaré y no permitiré que enfrentes nada solo — aseguró con determinación.

—Yo siento lo mismo. No quiero separarme de ti en ningún momento. Pero ahora, vamos a prepararnos para el trabajo —concluyó Rick, dando por finalizada la conversación mientras ambos se preparaban para el día que tenían por delante.

Una vez listos, salieron juntos y se dirigieron a la industria en el automóvil de Rick. El viaje tomó alrededor de dos horas, y al llegar, le entregó las llaves del auto a su chico, quien se mostró sorprendido por el gesto inesperado.

—¿Por qué me das tus llaves? —preguntó Greek, visiblemente sorprendido por el gesto.

—La verdad es que necesitas tener un medio de transporte mientras estés aquí. Yo voy a volar hacia atrás de la industria, así que no te preocupes. Si necesitas algo, no dudes en llamarme. Estaré pendiente de ti —explicó Rick, transmitiendo seguridad y preocupación por Greek.

—El problema es que no soy bueno manejando —confesó Greek, mostrando preocupación y cierta aprensión.

—Entiendo tu preocupación, pero recuerda que manejaste muy bien en la situación con los chicos del banco. Además, he conseguido un poco de tecnología de Hopper para mi auto. Tiene un sistema que te guiará hasta el escondite de la nave y también cuenta con piloto automático. Así que no te preocupes, eso debería aliviar tus temores —aseguró Rick, intentando tranquilizar a Greek.

—Parece que realmente lo has pensado todo.

—La prevención es clave— afirmó Rick, con una sonrisa tranquilizadora.

—Oye, antes de que te vayas, ¿puedo pedirte un favor? —preguntó Greek con un brillo travieso en sus ojos.

—Déjame adivinar... ¿un beso de despedida para tener paz en el trabajo? —bromeó Rick, sabiendo que Greek estaba utilizando sus habilidades telepáticas para adivinar sus pensamientos.

—Tienes razón, se me olvido de que tienes tu telepatía. Pero sí, es una solicitud bastante simple, ¿puedes concederla?

—Bueno, solo por la manera tan adorable en que lo pediste, tienes tu beso de despedida —respondió Rick, acercándose al castaño para darle un beso. Sin embargo, algo en la distancia veía a ambos chicos.

—Está bien, tengo que irme ahora. Cuídate mucho, Greek. Te deseo lo mejor en el trabajo y con Hopper. Te quiero, mi lobo feroz —dijo Rick, combinando ternura y un toque de sarcasmo. Luego, tomó su maleta y se alejó del lugar alzando el vuelo.

Greek observó cómo Rick se alejaba desde el cielo, sintiendo una mezcla de preocupación y amor por él. Tomó un respiro profundo y se dirigió a la industria, decidido a hacer un buen trabajo. Al entrar en la oficina, se encontró con Mario, quien irradiaba entusiasmo y ánimos.

Mientras tanto, el rubio volaba hacia su destino en Torreón. Aunque estaba preocupado por el castaño y su trabajo, mantenía la esperanza de que todo saldría bien.

El tiempo pasó rápidamente, y pronto llegó a la empresa a tiempo, donde tenía una importante presentación. Cambió su atuendo y se preparó para impresionar a los ejecutivos.

En la industria, el castaño se concentró en su trabajo, tomando notas y revisando los inventarios. Mario supervisaba de cerca, ofreciendo apoyo y dirección cuando era necesario.

A medida que avanzaba el día, la presentación de Rick resultaba exitosa y Greek también completaba su tarea con éxito, gracias en parte al apoyo de su jefe.

Al final del día, mientras el castaño se alistaba para ir a encontrarse con Hopper, Mario apareció en escena, interrumpiendo sus preparativos.

—Greek... ¿Desde cuándo aprendiste a conducir? —preguntó Mario con sarcasmo cuando vio a Greek en el auto.

—Ehm... Rick me enseñó hace poco —respondió con una mezcla de miedo y nerviosismo.

—Mmm, y este no es el auto de Rick. Si lo fuera, ¿cómo se fue él?

—Un amigo me prestó su auto para ir a un compromiso familiar. Rick se llevó el suyo —explicó Greek, aunque un tic nervioso apareció en su ceja, delatando su incertidumbre.

—Tus tics te delatan, solo espero que Rick esté bien y no se meta en problemas. Debes tener cuidado con las decisiones que tomas, especialmente ahora que están tan cercanos.

—¿A qué se refiere? Si usted le pidió que fuera por el asunto del papeleo.

—Creo que no me entiendes y más tú que ahora eres muy cercano hacia él.

—Usted... —respondió Greek, aunque fue interrumpido por una llamada entrante en su teléfono, para su sorpresa es el rubio.

—Hola, Rick. ¿Cómo va todo por allá?

—Hola, Greek. ¿Sigues en la industria? —preguntó Rick con emoción en su voz.

—Sí, estoy aquí con Mario... en tu auto —respondió Greek, siguiendo la indicación de Mario de pasarle la llamada.

—¿Mario está contigo? Bueno, pásamelo entonces —solicitó Rick, y Mario le indicó a Greek que pusiera el altavoz.

—¿Qué pasó? Cuéntame todos los detalles.

—Pues fue todo un éxito, Mario. La empresa estuvo de acuerdo con todo y el trato está cerrado. Les gustó mucho la presentación —informó Rick, mostrando satisfacción.

—Gracias. No sabes cuánto agradezco tu apoyo. Todo lo que John dijo de ti es cierto, eres un gran trabajador y el mejor chico. Felicidades a ambos, lo digo así por qué tu chico me ha demostrado ser un gran trabajador, claro teniendo mi apoyo.

—Ja, claro jefe. He estado enseñándole y corrigiendo sus errores —bromeó Rick, mientras el castaño se sonrojaba por la afirmación.

—Claro, bueno, continuamos cuando regreses. Quién sabe, estamos aquí manteniendo a tu chico ocupado y él tiene un compromiso que cumplir.

—¡Ay...! Es verdad, nos vemos mañana Mario.

Terminada la conversación de Mario con el rubio, este le devolvió el teléfono a Greek y se marchó.

—Bueno... ¿Sigues ahí, Rick? —preguntó Greek, volviendo a la llamada con Rick.

—Sí, Greek. Estoy en camino hacia allá. ¿Estás listo para ir con Hopper?

—Sí, ya estoy listo. En realidad, ya iba de camino, pero Mario me detuvo y comenzó a decir cosas que no entendía. Me hizo sospechar algunas cosas, pero ya te lo contaré después.

—Está bien, enseguida estaré allá. Y, además, los chicos estarán llegando hacia la nave. Nos volveremos a reunir.

—Eso suena bien. Ahí te veré, amor —respondió Greek, sintiendo un poco de nerviosismo por el inminente encuentro con Hopper.

—¿En serio, me dijiste amor? —preguntó Rick, revelando sorpresa y emoción por las palabras de Greek.

—Oh, se me escapó. Lo siento.

—Para nada, de hecho, me encantó escucharlo. Pero bueno, debo dejarte. Nos vemos en breve —concluyó con un tono afectuoso.

—Ok, ahí te veo.

Así, Greek colgó la llamada y pone en marcha el auto activando el piloto automático en el auto, mientras alguien en la distancia observaba su partida sin que él lo notara.

Después de dos horas de camino, llegó finalmente a la nave donde se encontraba Hopper esperándolo afuera. Estacionó el auto y salió, dirigiéndose hacia Hopper con cierta nerviosidad.

—¿Estás listo, chico?

—Más que listo, Hopper —respondió Greek en voz baja, revelando su ansiedad en sus palabras.

Con determinación, ambos entraron en la nave, listos para iniciar la grabación del video que podría cambiar su destino.

Mientras las horas avanzaban y el video se iba desarrollando, el rubio llegó al lugar justo en el momento en que un portal se abría, dejando salir a Travis, Tanner, Tyler, Daytron y Ángel. Donde los saludó con alegría.

—¿Desde cuándo planeamos todos llegar al mismo tiempo? —preguntó Rick en tono sarcástico, observando a sus amigos con una sonrisa.

—Fue pura coincidencia, en realidad estábamos esperando a tu hermano, pero parece que se tomó su tiempo —respondió Travis con una risa.

—Siempre tienes que ser tú, Tanner —replicó Rick en tono serio pero con diversión en su mirada.

—Perdona por eso, he tenido mucho que hacer en casa y la escuela —se disculpó Ángel, su tono reflejando su sinceridad.

—Me imagino, hasta con la novia.

—¿Cómo supiste?... Ah, sí ya me acordé.

Todos rieron ante la situación, y luego Rick se acercó a Tyler...

—Hola, amigo, ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos —saludó Rick con entusiasmo.

—Sí, y tengo que disculparme por no haberte dicho que mi hermana y mis hermanos estaban aquí contigo. Tuvimos miedo de lo que podría pasar, y al principio, pensamos que habías muerto —admitió Tyler, mostrando remordimiento.

—Recuerdo esa situación. Pero eso ya está en el pasado. Ahora estamos todos juntos y con un propósito claro: limpiar nuestro nombre.

—Lo has hecho a través de tus acciones, pero no te voy a regañar de nuevo, aunque te lo advertí —dijo Ángel en un tono serio, aunque había un atisbo de humor en sus ojos.

—Gracias por recordarme eso, papá. Siempre aprecio tus consejos —contestó Rick en tono sarcástico, haciendo muecas.

Mientras el grupo continuaba charlando, las puertas de la nave se abrieron y todos volvieron su atención al evento. Greek y Hopper salieron de la nave, anunciando.

—Todo está listo —añadió Greek, expresando sus nervios.

—Aunque tuvimos algunas complicaciones.

—Hopper, discúlpame, pero no pensé que ese hombre sabría algo de Rick. Además, soy alguien nervioso por naturaleza.

—Lo importante es que lo logramos. Ahora, lo que necesitamos es saber cuándo es el momento adecuado para lanzar el video —explicó Hopper, mostrando su planificación.

—Me parece una buena idea, Hopper —respondió Daytron—. Después de todo, alguien de la ONU nos pidió mostrar nuestra intención de hacer el bien en el mundo.

—¡Vaya! Eso sonó como un reto —agregó Rick, riendo levemente.

—Pero tengo una duda. ¿Dónde deberíamos estar? ¿En las instalaciones de la ONU? —preguntó Greek, mostrando su preocupación.

—No, Greek. Será en la Casa Blanca, en Estados Unidos. Lo supe recientemente por las noticias. Habrá mucha gente y es un lugar importante para dar el mensaje —explicó Ángel, con un tono sereno pero preocupado.

—No puedo ni imaginar lo que los espera —dijo Tyler, compartiendo la inquietud.

—No perdamos la confianza. Este video es una oportunidad más para demostrar que no somos una amenaza, sino que queremos hacer el bien —afirmó Daytron, transmitiendo confianza.

—Tiene razón. Daytron, démosle luz verde a la idea de que estaremos allí el sábado. Aunque, tengo un mal presentimiento.

—Tranquilo, Rick. Estaré contigo en ese momento, y sé que todo saldrá bien —aseguró Greek, compartiendo su confianza.

—A pesar de eso, chicos, estén preparados. Es posible que esos seres intenten afectarlos.

—Estaremos preparados. Tenemos fe en que pondremos fin al legado de esos seres y revelaremos toda la verdad —concluyó Rick con determinación.

La reunión continuó mientras todos compartieron suspensamientos y se prepararon para el desafío que les esperaba en la CasaBlanca.

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