Es lunes en la mañana donde Rick y Greek se encuentran ocupados preparándose para la crucial reunión. Sin perder tiempo, se dirigieron hacia la empresa. Mientras tanto, en otro rincón de la ciudad, Franco y sus amigos también se alistaban para llevar a cabo su plan destructivo. Estaban acompañados por cuatro reptilianos disfrazados de oficiales.

Los minutos pasaron y en el camino, Rick y Greek llegaron a la empresa. Mario y los colaboradores también llegaron puntuales. En los cielos, un pequeño dron enviado por Hopper vigilaba la situación para estar informado de cualquier evento.

Franco y sus amigos avanzaban hacia la industria, mientras que Samuel, utilizando sus poderes, desprendió su espíritu del cuerpo y se adentró en la industria. Observó que la junta estaba en curso, y Carlos expresó su preocupación...

—¿Crees que esto es buena idea, Franco?

—¿A qué le tienes miedo, Carlos?

—No le tengo miedo a nada, pero siento que estamos apresurándonos demasiado.

—Relájate. Tenemos el respaldo de ese ser oscuro y el reptil. Todo saldrá perfecto. Además, estamos acompañados por parte de su ejército. Olvida tus miedos y prepárate para la diversión cuando lleguemos —contestó Franco, teñido de burla. Mientras tanto, Samuel volvió a su cuerpo, dejando de usar sus poderes.

—Ellos están en medio de una junta con los colaboradores. Parece que suspenderán la producción por tres meses. El trabajo se trasladará a una industria en Querétaro, y durante ese tiempo se harán reparaciones y ajustes.

—Interesante sorpresa. Llegaremos justo después de que los colaboradores se hayan ido. Prepárense para lo que sea —añadió Franco con seguridad.

—Espero que todo salga bien —manifestó Carlos, mezclando ansiedad y esperanza.

Continuando su viaje hacia la industria, el grupo finalizó su conversación. En la parte de Rick y Mario, la junta se había llevado a cabo con éxito. Habían logrado proponer a los colaboradores una pausa en las operaciones durante tres meses. La producción se trasladará a otra industria que está en Querétaro, lo que permitiría las reparaciones necesarias y el inicio de las labores nuevamente.

Tras la junta, los participantes comenzaron a despedirse. Hopper observó cómo los autos de los colaboradores se alejaban, sintiendo alivio de que todo salió bien. Sin embargo, su tranquilidad fue interrumpida cuando una alerta lo informó de la aproximación de un vehículo no autorizado. Sin perder tiempo, envió una advertencia de alerta a Rick y Greek, quienes estaban en la oficina con Mario. La vibración de sus dispositivos los alertó, y al salir, presenciaron un auto estacionarse bruscamente. Los guardias de seguridad reaccionaron rápidamente, pero antes de que pudieran hacer algo, fueron brutalmente atacados.

Mario, Greek y Rick salieron de la oficina. Los trabajadores observaron con temor el caos en la entrada. Cuatro sombras se materializaron, y para la sorpresa del rubio, reconoció a uno de ellos. Franco, mirándolo con gran malicia, se adelantó y dijo...

—Rick, no parece que estés feliz de verme —respondió Franco, teñido de burla.

—Disculpa, ¿quién eres tú y qué haces aquí? —replicó uno de los trabajadores con evidente molestia.

—Tú no te entrometas, maldito. ¡Imbécil! Quiero hablar con uno de tus jefes.

—¿Y tú para qué lo quieres? —interrogó Greek, con voz irritada, mientras se colocaba delante de Rick.

—No me interesa que escoria como tú tenga algo que decir —se mofó Franco.

—Pues qué crees imbécil, que yo estoy aquí para defender a mi novio —respondió Greek, con seriedad y en tono alto. En ese instante, Rick activó una alerta en su intercomunicador.

—¡Rick! ¡Ja! ¡Qué sorpresa verte finalmente con un mariconcito como tú! Ahora veo que tu estilo de vestimenta era extraño.

—¿Qué deseas, Franco? ¿A qué se debe tu inesperada visita?

—¿Te gustó la "decoración" que hice?

—¿Hiciste todo esto tú? —preguntó Rick, perplejo.

—Bueno, con la ayuda de mis amigos, por supuesto. Y dime, ¿cómo marcha todo con tus colaboradores?

—¿Cómo sabes sobre los colaboradores? Si esto tiene algo que ver con el hecho de que no te ayudé, has cruzado una línea muy peligrosa esta vez.

—¡Claro! Además de la vez en que me besaste y me expusiste a las burlas de la escuela, avergonzaste a mi familia.

—En ese momento estabas borracho, y recuerda que fuiste tú quien tomó la iniciativa, no yo —respondió Rick con seriedad. Mientras tanto, Greek observaba con confusión el intercambio.

—Vaya, Rick, eres verdaderamente patético. Pero esto ya está llegando a su fin —declaró Franco, visiblemente enfurecido. Extendió su brazo y creó una poderosa onda que arrojó a Rick dentro de la oficina con gran fuerza.

El impacto dejó a Rick herido, y Greek, al ver la situación, se puso frente de los chicos. Un brillo naranja cubrió su pecho mientras ejecutaba su super aullido, expulsando a los cuatro intrusos fuera de la industria. Finalmente, se vio obligado a revelar su identidad al desplegar su aparato, poniendo su traje y transformarse finalmente en el hombre lobo.

Mientras tanto, el pecho de Rick también comenzó a brillar con la radiación característica. Con el poder de su medallero, se envolvió en su traje, mostrando su propia identidad secreta: en el justiciero Dark Hades.

Los cuatro agresores, heridos, no podían creer lo que acababa de ocurrir. Miraron con asombro al novio de su enemigo, quien poseía poderes. Luego, vieron como emergía de la entrada un hombre lobo, acercándose con determinación.

Los cuatro jóvenes reaccionaron, activando sus propios poderes. Un grito resonó...

—Detén esta locura, Franco. Esto no eres tú. Supera tu envidia de una vez por todas —replicó Dark con un tono molesto.

La sorpresa se apoderó de Franco al darse cuenta de que su enemigo era el justiciero. Sin embargo, en lugar de amilanarse, continuó burlándose...

—¡No...! Eres el justiciero Dark Hades, jajajaja... eres el famoso justiciero, vaya que gran momento para saber la verdad. Aunque sigo sin entender cómo un chico débil y sin perspicacia como tú podría convertirse en el supuesto salvador del mundo.

—Aunque te cueste creerlo, Franco, tuve la fortuna de serlo y he contribuido a cambiar el mundo.

—Jajaja, qué patéticos son. Y lo mejor de todo, como ustedes son parte de esos justicieros, los exterminaremos —contestó Franco, cargado de burla. Detrás de Greek y Rick, los cuatro oficiales se transformaron en los reptilianos—. ¿Qué dices, Rick? Somos ocho contra dos. Dime, ¿qué piensas hacer?

—No te confíes con la superioridad numérica, Franco. Nosotros estamos organizados —replicó Dark con seriedad.

En el instante en que Dark pronunció esas palabras, dos reptilianos fueron atacados por un cañón láser desde sus espaldas. Los otros reptilianos los reconocieron...

—¡MIGUEL! —gritaron los reptilianos, llenos de rabia, mientras van a atacarlo.

Franco y sus amigos se quedaron perplejos, sin comprender lo que estaba ocurriendo. Así que Franco se abalanzó directamente en atacar a Dark, dejando a los demás ocupados con el lobo. Aunque los demás estaban desconcertados, Greek no parecía sentir miedo. En un abrir y cerrar de ojos, Samuel fue atacado por Element con una potente ráfaga de rayos. Carlos y David se enfrentaron a Trueno e Infinity.

Greek se abalanzó sobre los dos reptiles atacados por Michael. Los reptilianos respondieron con rabia y se dirigieron hacia el lobo con ferocidad.

Comienza así una intensa batalla entre la pandilla de Franco y los reptilianos contra los justicieros. Los enfrentamientos eran brutales, con Franco y Dark desplegando toda su furia a través de sus golpes y poderes.

Como también en el duelo entre Samuel y Element; Samuel expulsó un torrente de fuego en un ataque de rabia; Element tomó una decisión difícil: lanzó su espada, que comenzó a absorber las llamas. Sin embargo, la espada alcanzó a Samuel, atravesándole el pecho...

—Mald...di...ción —susurró Samuel, mientras comenzaba a agonizar.

—Lo siento, chico, pero no me dejaste opción. Tu maldad llegó a su fin —replicó Element con seriedad. El filo de su espada se convirtió en fuego, lo que hizo que Samuel sufriera y su cuerpo se envolviera en llamas. Finalmente, su pulsera brilló intensamente en rojo y su cuerpo estalló.

Greek derrotó a los dos reptilianos sin dificultad. Franco había perdido el control y la concentración. Sin embargo, Dark esquivó hábilmente la onda de energía de su enemigo y, con gran velocidad, lo atacó por la espalda, devolviéndole la misma onda con igual poder y enviándolo al suelo.

Carlos tomó la pulsera de Samuel y, con rapidez, fue hacia Franco y lo agarró, mientras les decía a sus amigos.

—Tenemos que retirarnos, chicos.

—Malditos imbéciles, esto no quedará así —gritó Franco, furioso.

David se acercó a ellos junto con los dos reptilianos mal heridos. En ese instante, Carlos creó un portal. Los trabajadores, junto con Mario, se acercaron un poco. Los justicieros se interpusieron entre los amigos de Franco y sus ayudantes. Momentos después, Franco habló...

—Puede que hayas ganado esta vez, maldito maricón, pero esto no termina aquí —contestó Franco, lleno de enojo. Observó a los trabajadores y se interesó por una chica entre ellos. Al igual a través de un láser que lanzó desde su dedo, alcanzó a darle en el corazón de Mario.

Los justicieros, sorprendidos por la acción de Franco, se encontraban atónitos. Dark, lleno de rabia, se dirigió hacia él.

—Maldito, me las pagarás —gruñó Dark, furioso, mientras se abalanzaba hacia Franco con rapidez.

Sin embargo, Carlos jaló a Franco hacia el portal y los chicos escaparon. Dark, con angustia, no sabía qué hacer. Greek se acercó hacia Mario, pero el impacto había sido muy letal, ocasionándole una muerte instantánea. El rubio quería emplear su poder de resurrección, pero carecía de suficiente energía. Poco después, comenzó a llorar por no haber podido salvarlo.

Mientras tanto, en el espacio, Strock había presenciado toda la pelea. Se sintió frustrado por el fracaso de Franco y sus compañeros en la misión, y temía que el ser oscuro volviera a revelar.