Capítulo 10. Un encuentro inesperado
Los días transcurrieron y el mundo empezó a experimentar un inusual período de calma. Los esfuerzos de los justicieros habían logrado reducir la delincuencia y evitar la pérdida de vidas inocentes a causa de desastres. Aunque no todos eran partidarios de ellos y continuaban siendo blanco de insultos y críticas, la sociedad comenzaba a reconocer sus esfuerzos.
Un incidente particular destacó en la rutina de Dark y Greek: rescataron a unos niños de las garras de un hombre peligroso que intentaba atraerlos con dulces. A pesar del profundo disgusto que sentía el justiciero hacia el hombre, el rubio había aprendido a no dejarse llevar por la ira y la venganza. Sabía que tomar la justicia en sus propias manos no era la solución. Aun así, la decisión de qué hacer con el señor enfermizo recaían sobre ellos.
La multitud se congregaba, exigiendo linchar al delincuente, Dark sintió la tensión en el aire. En un momento de silencio, tomó al sujeto por el cabello. A través de la telepatía, se comunicó con Greek...
Dejemos a este hombre con la multitud. Los oficiales harán su trabajo si llegan a tiempo con las coordenadas que Hopper les proporcionó.
El delincuente fue brutalmente pisoteado por parte de Dark antes de que la multitud se precipitará sobre él. El hombre yacía en el suelo, con sus huesos rotos, la muchedumbre se abalanzó con furia. Dark y Greek tomaron vuelo para escapar de la escena.
Horas más tarde, en la casa de Rick. Ambos chicos compartían su agotamiento. El rubio había actuado siguiendo sus principios, Greek estaba visiblemente afectado por la situación. A través de sus poderes, Rick percibió que algo estaba mal, la tensión se hizo palpable. A lo que no pudo evitar abordar el tema...
—¿Qué te pasa, amor? Te notó muy distinto —preguntó Rick con preocupación.
—Verás, Rick, estoy preocupado. Siento que he fallado de alguna manera —confesó Greek, su voz cargada de tristeza.
—¿Tiene algo que ver con lo que pasó con el pedófilo? —inquirió Rick, con una pizca de molestia.
—Sí, en parte. Entiendo que se lo merezca, a pesar de que en los noticieros dijeron que llegaron a tiempo los oficiales antes de que la gente lo matará, pero no debiste dejar que la gente haga eso y menos tú, no vuelvas a cruzar esa línea.
—Lo sé, prometí que no actuaría impulsivamente. Pero gente así no merece el perdón y menos que estén con vida, al entrar en la mente de ese hombre y descubrir sus perversas intenciones, fue más difícil de lo que imaginé.
—Es normal sentir enojo y frustración ante la maldad. Pero tienes que ser el ejemplo de la sociedad y la venganza no es el camino, la justicia no es así, la humanidad está confundida y desorientada. Para eso estamos aquí nosotros en mostrar un camino diferente, llenó de justicia y esperanza.
—Yo creí que eso era lo correcto, por eso ya no hago la justicia con mi propia mano y ahora que te lo prometí, pero esa persona se lo merecía.
—Mira, sé que sientes un coraje justificado. Pero también tienes que entender que no siempre podemos tomar la justicia en nuestras manos y no nos daremos por vencidos y no les tenemos miedo, deja que las autoridades lo hagan, porque nosotros tenemos la verdadera amenaza allá en el espacio —Greek habló con gentileza.
—Si... los reptilianos, esos seres despreciables me tienen con la maldita desesperación y en qué estarán planeando.
—Me imagino tu desesperación, yo siento lo mismo.
—Solo hay que estar alertas en todo momento. Pero amor igual entiende que le hice por ese gran coraje.
—¿Qué tengo que hacer para que no sientas ese mal?
—¡Nada, amor! Sólo que tengo mucho miedo y no quiero bajar la guardia, siento que algo malo pasará y por culpa mía —Rick respondió con mucha preocupación, hasta que se levantó de la mesa.
Greek se siente triste y sin saber qué hacer por su chico, preocupado de que haga una barbaridad o que tenga un descontrol con sus poderes. Rick fue a su cuarto yendo directo a su closet, buscando algo importante quiere darle a su chico.
En el espacio, Strock se comunicaba con sus soldados, discutiendo las acciones de los jóvenes. Uno de ellos había llevado las cosas a extremos inesperados...
Inicio del Flashback "3 semanas antes..."
Dentro del apretado espacio del transporte público, una discusión comenzó a gestarse, transformándose rápidamente en un conflicto ardiente.
Las voces se alzaron, cargadas de frustración y exasperación. Los rostros de los pasajeros se llenaron de ansiedad, el caos y la tensión aumentaban como un fuego descontrolado.
En medio de este torbellino emocional, un chico joven en el rincón más alejado del vagón se convirtió en el epicentro de un misterio. Sus ojos, normalmente serenos, se tiñeron de un inquietante tono rojo intenso.
La extraña luminiscencia también comenzó a envolver su brazo en una luz carmesí. Un escalofrío recorrió la columna vertebral de los testigos atónitos.
La pelea entre dos individuos alcanzó niveles grotescos. Uno de ellos, cuyo rostro se contorsionaba por la furia, de repente empezó a toser sangre.
La otra parte, sujetándose la cabeza con una expresión de agónico sufrimiento, colapsó al suelo, sufriendo terribles dolores de cabeza. La intensidad de la situación llegó a un punto inimaginable. Y entonces, en un giro espeluznante de eventos, la presión acumulada explotó.
El cuerpo de uno de los contendientes estalló de manera abrupta y macabra. La explosión llenó el vagón con un vendaval de sangre y fragmentos.
Un horror en estado puro se apoderó de todos los presentes, muchos de los cuales quedaron salpicados con la sangre y los restos de lo que alguna vez había sido una persona.
Un terror sobrecogedor recorrió la escena, provocando que las personas que estaban cerca huyeran con prisa, gritando y tropezando en su afán por escapar de aquel horror incomprensible.
El pánico se apoderaba del vagón y las personas se precipitaban fuera, el chico de los ojos rojos y el brazo alumbrado con la misma tonalidad bajó del transporte público.
A paso tranquilo, se alejó de la escena sin ser notado. Una sonrisa siniestra curvó sus labios, una sonrisa que hablaba de secretos y un poder que trascendía la comprensión humana.
Fin del Flashback "Tiempo actual..."
Strock se encontró en una posición en la que no tenía más opción que encomendar a sus soldados que mantuvieran una estrecha vigilancia sobre los chicos para evitar que fueran descubiertos. Un inesperado destello en su comunicador lo sacó de su concentración.
Era una alerta que indicaba que alguien estaba tratando de comunicarse con él. La sorpresa fue mayor cuando la imagen holográfica que se materializó frente a él reveló que era Franco quien buscaba hablar.
—Supongo que no esperaba mi llamada, ni que entablamos conversación —comenzó Franco con una ironía palpable—. Después de lo que hizo mi compañero, suena un poco irónico, ¿no?
—¿También tú lo sabías? —respondió Strock, ciertamente intrigado.
—Digamos que él me lo compartió, pero, en fin, no estoy aquí por eso. Mi interés es en relación con esos justicieros que han estado causando revuelo.
—Bien. Entonces adelante, Franco —declaró Strock con una seriedad palpable.
—Hay una industria un tanto alejada de la ciudad, es bastante conocida a nivel mundial. Esa será la plataforma perfecta para llamar su atención y, por supuesto, para saciar mi sed de venganza.
—En otras palabras, te enfrentarás directamente a las personas que trabajan allí.
—En primer lugar, será una advertencia. La confrontación real vendrá después, y en ese momento estaré respaldado por mis compañeros. Estoy cansado de la humanidad y de cómo me han tratado. Este es mi punto de no retorno.
—Entiendo el peso de tu rabia y frustración, Franco. Ahora, el mundo verá que subestimarte fue su error.
—Te aseguro que tendrás todos los detalles de lo que suceda. Esto es todo por ahora.
La comunicación se cortó, dejando a Strock con una mezcla de inquietud y curiosidad por todo lo que vaya a pasar y que en realidad el plan salga a la perfección.
En otro rincón del mundo, un nuevo día se despertaba en el planeta Tierra.
Rick había llegado temprano al trabajo, escondiendo una sorpresa meticulosamente preparada en el escritorio de su chico antes de que comenzara la jornada laboral. Mientras él completaba los detalles.
Mario, fue el primero en llegar al lugar, entró en la oficina y notó la luz encendida. Sin sospechar, dejó escapar una sonrisa y unas palabras de ánimo a Rick, transmitiéndole su apoyo implícito.
Cada minuto que pasaba, los demás trabajadores comenzaron a llenar el espacio.
Rick se mantuvo oculto, esperando pacientemente la llegada de Greek. Cinco minutos después, el momento llegó y la figura del castaño apareció en la entrada de la industria.
Sin embargo, su llegada no fue el único evento inesperado. En la entrada, de manera sorprendente, se encontraba Kate, una mujer conocida por su hostilidad hacia el rubio desde el día en que él comenzó a trabajar allí.
Kate se acercó a Greek y empezó a hablar con él, sin duda, causando un revuelo en los acontecimientos que estaban a punto de desencadenarse.
—¡Hola! Chico lindo, ¿Cómo estás? —Kate preguntó de manera coqueta mientras se acercaba a Greek.
—Kate, vaya, no esperaba tu llegada. Me diste un buen susto —respondió Greek con sorpresa.
—Bueno, cuando te vi, corrí lo más rápido posible —dijo Kate con una sonrisa coqueta.
—Si corrieras, así como hablas, deberías considerar un trabajo como ninja en lugar de estar aquí en la empresa —bromeó Greek
—¿Qué te parece si un día salimos tú y yo? —preguntó Kate, ignorando la respuesta anterior de Greek.
—Creo que te quedarás con las ganas porque ya tengo novio.
—¿Novio? Vaya, ¿es en serio o solo una manera de evitarme? —preguntó Kate, un tanto desafiante.
—Si quisiera evitarte, no estaría hablando contigo. Además, siempre me he dado cuenta de la manera en que me espías —Greek respondió, manteniendo su seriedad.
—Bueno, chico lindo, quizás solo necesitas probar algo diferente, tal vez una mujer te haga cambiar de opinión.
—No estoy confundido en absoluto. Sé lo que quiero, y aunque te respeto como compañera, por favor, respeta mi relación —Greek declaró con determinación antes de alejarse de Kate y dirigirse a su oficina.
Kate se quedó molesta por cómo Greek la había ignorado y murmuró en voz baja para sí misma...
Algún día te tendré y dejarás de ser un marica
Dentro de su oficina, Greek se sorprendió al encontrar un lindo adorno en su escritorio. Pero su sorpresa no terminó ahí, ya que alguien le tapó los ojos desde atrás.
Sin embargo, gracias a su agudo sentido del olfato, el castaño sabía de inmediato de quién se trataba...
—¡Rick! Sé que eres tú, el olor de tu perfume no me engaña —dijo Greek de manera burlona mientras el rubio retiraba sus manos de los ojos de su chico.
—¿Cómo adivinaste? —preguntó Rick, algo sorprendido.
—Polo Blue Gold, tu perfume favorito. Tiene un aroma intenso y masculino con notas picantes y oceánicas. Lo supe desde la primera vez que te conocí, cuando me quedé en tu casa —explicó Greek con una sonrisa juguetona.
—Vaya, parece que me conoces mejor de lo que pensaba.
—Solo en lo que respecta a tu personalidad, gustos y forma de pensar. Aún me falta conocerte físicamente, pero sabes a lo que me refiero —agregó Greek con sarcasmo.
—Ah, sí... eso —respondió Rick con nerviosismo.
—Pero, además de eso, ¿A qué se debe con estos adornos? —preguntó Greek, intrigado.
—Son solo adornos, pero la verdad ya tenemos ocho meses de conocernos y cinco de ser novios. Estoy muy enamorado de ti Greek y pensé que podría ser un buen momento para darte esto —Rick sacó algo de su bolsillo y reveló un anillo de promesa.
—¡Oh, Rick! Eres tan dulce. Tengo la suerte de tener al mejor hombre y justiciero del mundo — Greek se conmovió profundamente y admiró el anillo—. Además, me encanta que tenga la imagen de un lobo, sabes cuánto me identifico con ellos.
—Lo hice pensando en ti. Espero que te guste.
—Me encanta, pero ¿Qué tal si fuera un anillo de compromiso en su lugar? —sugirió Greek, con cariño, hasta que ambos juntaron sus frentes como si se dieran un beso.
—Bueno... —Rick titubeó por un momento
Hasta que un celular sonó de repente, interrumpiendo el momento romántico....
—Tranquilo, ve y contesta, amor —dijo Greek mientras se separaba para permitir que Rick atendiera la llamada.
Rick se alejó de su chico y fue hacia su escritorio para responder su celular. La llamada provenía de un número desconocido de Estados Unidos, lo cual era extraño ya que la empresa no tenía tratos con el extranjero en ese momento.
Sin embargo, el rubio decidió contestar la llamada...
—¡Hello! —saludó Rick al contestar la llamada.
—Amigo, sé que eres tú. Disculpa que te llame desde otro número y en otro lugar. Sé que a lo mejor estés confundido, pero soy yo, Miguel —respondió Miguel de manera inquietante y nostálgica. Rick sintió que su mano comenzaba a temblar y las lágrimas brotaron de sus ojos.
—Miguel... Pensé que estabas muerto. Nunca tuve señales ni información tuya.
—Lo sé, por eso te llamé. Pero esta llamada no está registrada, la he hackeado. Necesitamos vernos. Te enviaré la ubicación por mensaje. Te espero aquí lo más pronto posible.
—Esta noche te veré e iré lo más rápido que pueda después de salir de la industria —respondió Rick con angustia.
—Solo te pido un favor, ven solo o con un solo acompañante si es necesario. Espero, no te asustes cuando me veas —advirtió Miguel con inquietud y miedo en su voz.
—¿A qué te refieres? —preguntó Rick, perplejo.
—Ya lo verás.
La llamada entre amigos concluyó y Rick quedó visiblemente afectado. Greek, que había escuchado toda la conversación, no dudó en abrazarlo, ofreciendo su apoyo...
—¡Amor! Cualquier cosa hay que estar prevenidos yo sé que puedo contar contigo.
—Lo tendrás, en cualquier cosa suceda, pero ahora tengo que informarle al grupo.
Las horas avanzaron con Greek y Rick cumpliendo con sus deberes laborales, entrelazando momentos de romance en su día. Al final de la jornada laboral, salieron apresuradamente de la industria y se dirigieron a la dirección que Miguel les había proporcionado al final de la llamada.
Tres horas después, llegaron a la ciudad mencionada en el mensaje. Se encontraron en una calle aislada y oscura, y llegaron a un gran departamento cuya puerta se abrió misteriosamente.
Intrigados y cautelosos, entraron, escuchando una voz que los guiaba al fondo del patio. Rick decidió responder...
—¡Miguel! ¿Dónde estás, amigo? —preguntó Rick, visiblemente inquieto.
—Rick, ven a esta esquina —respondió Miguel angustiado. Ambos chicos se acercaron rápidamente.
—Amigo, ¿Qué ha pasado? ¿Por qué está todo tan oscuro? —preguntó Rick con confusión, mientras observaba a su alrededor.
—Bueno, solo quiero pedirte que no te asustes ni llames a la policía por mí —respondió Miguel con voz tensa.
—¿Por qué debería? —preguntó Rick confundido. Entonces, Miguel salió de la oscuridad y la luz se encendió en esa esquina.
Rick quedó muy sorprendido. Miguel ya no era humano, se había convertido en un ciborg. Las lágrimas brotaron en los ojos del rubio al ver a su amigo tan cambiado. El joven rompió el hielo.
—Sé que esto es impactante, pero si prefieres irte, lo entiendo —dijo Miguel con tristeza, pero Rick se acerca con gran velocidad dándole un gran abrazo.
—¡Irme! Jamás. Me alegra verte, aunque estés diferente. Lo que importa es que sigues vivo, mi gran amigo —respondió Rick nostálgicamente. Miguel aceptó el abrazo de su amigo con cariño.
—Gracias, amigo, por estar aquí y apoyarme.
—Siempre estaré aquí para ti, pase lo que pase. Pero, cuéntame ¿Cómo está tu familia?
—Bueno, solo mi padre está conmigo —contestó Miguel con melancolía. En ese momento, la puerta del departamento se abrió y el padre de Miguel apareció.
—Hola, chicos. Sería mejor que entren y puedan hablar con calma —dijo el padre de Miguel.
—Vamos, amigo.
Mientras ambos chicos entraban al departamento de Miguel. El lugar no estaba lujosamente amueblado, pero era acogedor. Se sentaron a la mesa, los tres juntos, y comenzaron a hablar.
—¿Qué ocurrió después del partido, amigo? Sinceramente, perdí todo contacto contigo.
—La verdad es difícil de contar... el partido fue un éxito, todos estaban contentos a pesar de que Hert no apareció. Estaba con mi madre, algo decepcionado, y ella trataba de consolarme. Fue entonces cuando un camión chocó con nosotros. Mi madre murió en el acto y yo quedé deformado por el impacto.
—Escuché sobre el incidente, lo siento mucho por tu madre —expresó Rick con tristeza.
—No te preocupes, fueron las cartas que nos reparte la vida —respondió Miguel con una mezcla de amargura y aceptación.
—Pero ¿Cómo te convertiste en un cyborg? —contestó Rick, visiblemente confundido. Pero antes de que Miguel pudiera responder, Hert interrumpió.
—Permíteme explicarles, chicos. Esto es altamente confidencial, pero confío en ti, Rick.
—Está bien, señor. Lo escuchó.
—Después del incidente con las radiaciones y la caída de la gran roca, mi empresa de tecnología se vio afectada. Mi hijo y su tecnología fueron cruciales para superar las dificultades. Eventualmente, logramos acumular una gran cantidad de energía en la empresa. Pero todo cambió cuando perdimos a mi esposa y a mi hijo. No pude hacer nada por mi mujer y mi hijo, a pesar de que este último perdió gran parte de su cuerpo y su salud se deterioraba con el tiempo. Me enteré de que las radiaciones habían causado mutaciones en personas y animales, así que tomé una decisión drástica. Saqué a mi hijo del hospital, aún consciente, y fusioné la radiación de la roca con la tecnología que él había desarrollado. Esta fusión se integró en su cuerpo, convirtiéndolo en un ciborg, una mezcla de humano y máquina.
—Digamos que tu padre te salvó la vida —comentó Rick.
—Más bien me convirtió en un fenómeno. Solo después de la muerte de mi madre, pareció importarle lo que nos pasaba —respondió Miguel con evidente molestia.
—¡Hijo! Siempre me preocupé por ti y por tu madre, pero el trabajo me absorbía por completo. No imaginé que sería traicionado y delatado al gobierno.
—Eso explica el ataque a la casa de mi amigo —interrumpió Rick.
—Supongo que te enteraste de ello, amigo. Mi padre se comunicó con una vecina. Sin embargo, nos ocultamos enseguida, y les dijimos que no regresaremos.
—Lamento no haberte informado antes, pero estábamos siendo rastreados y vigilados en todas partes. Descubrimos que muchos políticos y personas de poder eran en realidad reptilianos — explicó Hert.
—Pero, papá, si habláramos con el justiciero, podríamos obtener ayuda y protección contra esos reptiles —intercedió Miguel ante su padre.
—Es cierto, aunque ha estado involucrado en la muerte de algunas personas —admitió el padre.
—Dark Hades, el justiciero del que hablas, no ha estado matando por gustó. Ha buscado justicia, aunque admito que no de la manera correcta. Pero ahora está en una cruzada para ayudar a la humanidad, exponer las mentiras y engaños de los reptiles y brindarles un camino hacia la libertad —explicó Rick con seriedad.
—¿Tú lo conoces?
—Sí. Y ahora creo que es hora de que ambos sepan la verdad —dijo Rick con determinación mientras se ponía de pie.
Sacó un objeto similar a una medalla de su bolsillo, lo colocó cerca de su hombro izquierdo. Comenzó a transformarse con su traje. Un cuarzo levitó desde su cuello hasta su posición.
—Sé que esto puede ser sorprendente, pero soy el justiciero Dark Hades —afirmó con determinación. Greek también se levantó y su pecho comenzó a brillar en un tono naranja mientras se transformaba en un hombre lobo.
—Yo también formo parte de los justicieros. Me llamo Greek Fulkerson —anunció con seriedad.
—Ustedes son los justicieros que estuvieron en la Casa Blanca —exclamó Miguel, visiblemente sorprendido.
—Así es. Imagino que esto te sorprende.
—¡Mi amigo! Es el salvador del planeta. Pero ¿Cómo obtuviste esos poderes? —preguntó Miguel con asombro.
—Fue un proceso similar al tuyo. La diferencia radica en que estaba dispuesto a sacrificarme por un niño y vecino a los que aprecio. Afortunadamente, tenía mi cuarzo en ese momento, y este se convirtió en una fuente de poder, controlando la radiación en mi cuerpo —explicó Dark.
—¡Mineral! Esos objetos acumulan la radiación, no es solo una simple roca.
—Efectivamente, estos minerales retienen la radiación —Dark asintió.
—Por lo tanto, eras el responsable de los mensajes transmitidos a través de las antenas de televisión, así como de la tecnología de Hopper para difundir los videos que exponen la presencia de los reptilianos en el gobierno y en la organización —comentó Greek con seriedad.
—¿Qué hiciste, hijo? —preguntó su padre con una mezcla de sorpresa y preocupación.
—Hice lo que creía correcto, papá. Quería ayudar a los justicieros y liberarnos de la opresión de los reptiles. No imaginé que uno de mis amigos era uno de ellos —respondió Miguel con valentía.
—Estás en un terreno peligroso, hijo ¿Cómo pudiste hacerlo?
—Tranquilo y los vamos a ayudar. Ahora que conocemos sus habilidades, ¿Te gustaría unirte a nuestro grupo? Juntos podemos salvar el mundo y deshacernos de esos reptiles —le ofreció Dark.
—Me encantaría, pero apenas estoy empezando a comprender mis poderes.
—Te entendemos, pero estando con nosotros te entrenaremos para controlar tus habilidades.
—¿Y qué pasa con mi padre? —preguntó Miguel, visiblemente preocupado.
—Tengo un lugar seguro donde pueden esconderse de los reptiles, al igual llévenme al lugar donde tiene la radiación, lo resguardáremos —ofreció Dark.
—Mañana puedo llevarte ahí de manera discreta —propuso el padre de Miguel.
—Eso está bien. Por favor, asegúrate de que no sea obvio —pidió Miguel a su padre.
—Te lo garantizo. Sé cómo traerlo, si pude para salvar a mi hijo que no pueda en llevártelo.
—Y tú, amigo, ¿te unes a nosotros? —preguntó Dark, mirando a Miguel.
—Está bien, me uno a ustedes. Por el bien de lahumanidad —respondió Miguel, mostrando una sonrisa. Ambos amigos chocaron susmanos como gesto de compromiso.
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