Soltó un pequeño quejido en el momento en que el castaño salió de él levantándose dispuesto a tirar el condón y buscar uno nuevo para posteriormente volver y comenzar a lamer los restos de semen que quedaron en el torso de Hyunjin.

—Primero dime qué ganaste y después seguimos. —decidió levantando con sus manos el rostro del mayor quien asintió sonriendo, y se posicionó a su lado.

—A ti y a tus gemidos —respondió—. He querido hacer esto desde mucho antes de dejarte verme en boxer. —confesó en un susurro ahora acariciando su mejilla derecha mientras la sonrisa de hoyuelos seguía en su cara, alegre. Hyunjin se veía tan lindo así; sus cabellos despeinados y sus pómulos sin perder el color rojo por el calor. Si el chico no fuese ateo, juraría que está con un ángel.

Ante el comentario el rubio se irguió sorprendido, apoyándose en sus manos y quedando ahora él viéndolo desde arriba.

—¿Dejarme...? ¿acaso fue intencional, Lee Minho? —interrogó con su ceño fruncido provocando que el otro volviera a asentir como respuesta—, ¿por qué? —soltó más asombrado que antes. 

—Porque quería que te fijaras en mí —contestó encogiéndose de hombros sin quitar su semblante alegre y juguetón ante las reacciones ajenas—, aunque en ese momento sólo había logrado que te volvieras gay y creer que ya no tenía opción contigo porque sólo te acostabas con otros tipos... hasta, bueno, esta noche —cuenta despreocupado sosteniendo el mentón del rubio. Hyunjin se deja caer en un suspiro dramático.

—Carajo, Minho, ¿por qué no sólo me lo pediste? ¿acaso no viste que todos los hombres con los que dormía tenían alguna característica tuya? —ríe observándolo, el ceño del mayor comienza a fruncirse, pensando.

—¿En serio? —interroga incrédulo a lo que el contrario asiente—, bueno, no es como si analicé mucho a las personas de las que estaba celoso, Hyunie—comenta acercándose a su boca para volver a besarlo—. Pero ya quedó atrás, ahora te tengo sólo para mí y no pienso soltarte nunca —dice seguro, agarrando la cintura del rubio y atrayéndolo a su cuerpo mientras reitera a probar sus labios.

—¿Sólo para ti? —susurra alzando una ceja, una sonrisita socarrona aparece en sus hinchados belfos—, te recuerdo que seguimos siendo amigos. —habla cantarín sacándole una carcajada a su acompañante.

—Y yo te recuerdo que acabamos de pasar el punto sin retorno, no podríamos ser sólo amigos luego de esto, Hyunie —informa regresando a subirse sobre él—. Así que elige, ¿o dejar todo acá? ¿o ser algo más que amigos y joder la amistad? —el de hebras doradas deja salir un quejido en el momento en que el castaño inicia un suave vaivén en su pene, masturbándolo y torturándolo a la vez— Queda en ti, porque yo elijo seguir haciéndote mío —sopla en su oído previamente a morder su lóbulo.

—Bien, mierda... mierda, espera —lo detiene con su respiración acelerándose y su calentura aumentando— ¿Te refieres a... ser novios? —interroga sosteniendo las mejillas del azabache, palpando con su pulgar su labio inferior y el piercing en este. Minho asiente con un "mhm" para después chupar la punta del dedo mientras lo ve con excitación. Joder que este hombre no paraba—. Bien, sí, sí quiero —acepta rápidamente sonriendo y el otro lo imita dejando un pequeño beso en su dígito—. Vaya forma de pedirlo —agrega irónico ocasionando una risa en el de hebras oscuras y... Dios, qué imagen más sensual deja ver Minho riendo, con su torso desnudo y sus cabellos desprolijos.

¿Qué? ¿hasta despeinado y hecho un desastre podía seguir viéndose sexy? Hyunjinno lo podía creer, esto tenía que ser ilegal.

—Lo siento, no pude aguantarme. Vi la oportunidad y la aproveché —confiesa, contento ante la respuesta del contrario, le había salido mejor de lo que esperaba—, para la propuesta de casamiento prometo ser más romántico —jura repartiendo pequeños besos por su rostro haciendo que el de abajo suelte una dulce y tierna risita.

—¡Ya, Minho! ¡Recién somos novios y tú ya pensando en casarte! —chilla golpeando su hombro—. Mejor piensa en mí montándote porque eso es lo que haré en este instante —insinúa cambiando abruptamente su semblante debido a su característica capacidad de ser dual en tan poco tiempo, girando y quedando sobre Minho quien muerde con fuerza su labio con sólo imaginarlo—. Pero en esta ronda domino yo. —sonríe cínico provocando dos medialunas en sus ojitos e inclinando levemente su cabeza hacia un lado.

Desciende repartiendo besos húmedos y marcas rojas en la piel pálida de su, ahora, novio, para después sentarse sobre sus muslos. Sujeta con su mano derecha la semi erección del mismo comenzando a masturbarlo suave como lo había hecho el otro antes, tentándolo. Minho soltaba roncos gruñidos a causa de eso.

Luego de esparcir el presemen del de abajo por toda su longitud, la dejó para acercarse y juntar ambas comenzando a frotarlas, ocasionando que los dos se deshicieran en gemidos y suspiros agitados.

—Mierda... ven aquí —atrajo el cuerpo del rubio hacia él para comenzar una guerra de quién dominaba el fogoso beso. Sus lenguas deseosas de explorar la boca contraria, se cruzaban y chocaban entre sí, los dientes mordiendo y maltratando los labios contrarios para dar a conocer quién sería el que finalizaba con estos más lastimados.

La mano de Hyunjin aceleró sus movimientos y la otra subió por el costado del contrario para llegar y jugar con malicia en el pezón erecto de este, obteniendo así que el chico jadeara con fuerza cortando el beso, descendiendo a lamer y morder su cuello mientras sujetaba su cabello para que no se alejara.

El menor estaba en una nube de placer hasta que decidió terminar con el vaivén, listo para cumplir lo que había dicho con anterioridad. Es así que, separándose de la caliente anatomía del castaño, agarró el lubricante echándose una generosa cantidad entre sus falanges para pasarlo por la erección contraria.

—Esto no lo vamos a necesitar —anunció después, moviendo la bolsita del preservativo frente a la nariz del tipo y tirándolo hacia un costado.

—Pero, Hyunjin-... —empezó inseguro a lo que el susodicho se adelantó.

—¿Lo has hecho con precaución siempre? —el mayor asintió recordando las anteriores veces y sí, definitivamente se había cuidado y en su último chequeo todo estaba bien—. Bien, estoy seguro que yo también. Además, me hice el chequeo hace unos días porque me iba confesar ante ti y quería hacerlo contigo sin protección —informa alegre asombrando en demasía al contrario quien alza ambas cejas. Mierda, él sí que estaba preparado—. Así que estamos limpios, Minho —concluye con una amplia sonrisa—. Quiero sentirte dentro mío sin un plástico que interrumpa, ¿puede ser? —murmura en su oído derecho, perverso, ocasionando que el azabache flaqueara.

Minho volvió a asentir con un movimiento de cabeza y una sonrisa ladina. En un momento así, sólo puede estar de acuerdo con todo lo que le pida.

—Tenías todo planeado, ¿uh? —le da un golpe en su trasero con algo de fuerza causando un pequeño jadeo en el otro, sus ojos gatunos centelleando con lascivia—. Está bien, lo haremos sin condón —acepta para que el menor se yerga apoyando sus manos en su pecho, la intensa mirada está puesta en Minho mientras muerde su labio inferior con lujuria.

—Siempre he querido hacer esto —confesó refiriéndose a saltar en el miembro de alguien, desconcertándolo y alineando el pene de este en su entrada. La acción llevó a que ambos suspiraran en la ola de placer que los envolvía por poder sentirse sin algo en medio. El de piercing lo ayudó sujetando sus caderas y terminando de enterrarse por completo.

—¿N-no... no lo h-has hecho antes? —cuestionó con voz áspera y entrecortada mientras el rubio volvía su vista a él con orbes empañados para negar con su cabeza— ¿Esta e-es tu primera vez... m-montando a...? —no puede terminar de preguntar ya que Hyunjin empezó a dar pequeños saltos—. Mmgh m-mierda... acabamos d-de follar pero... sigues recibiéndome tan estrecho —gime pasando una de sus manos por el costado del abdomen plano del chico llegando a la hombría de este, dándole atención y provocando que echara su cabeza hacia atrás, extasiado.

—Sí, ésta... ahh~ joder, esto se s-siente como saborear l-la puta gloria, Minho~ —incrementa la velocidad de sus saltos para que el susodicho entre más profundo y golpee su próstata con ahínco. Y aunque no puede hacer más que soltar gemidos y gritos, intenta responder—, esta es m-mi primera vez... montando a a-alguien... agh —un grito sobrecargado de doloroso placer se escapa de sus hinchados belfos a causa de la nalgada que recibió.

—Para ser la primera... l-lo haces muy... bien —se mofa con una sonrisita de lado que dura segundos antes de desfigurarse por las tan conocidas cosquillas que se acumulan en su vientre al otro bajar con más vigor y vehemencia, anunciando la llegada de su nuevo orgasmo.

—Ahh~... voy a venirme, Min—avisa entre gimoteos momentos antes de soltar su semen, manchando un poco su torso y cayendo en la mano y abdomen del castaño, quien se corre dentro suyo llenando sus paredes internas con su esperma.

Hyunjin cae rendido y cansado sobre su pecho sin importarle ensuciarse más. Sus respiraciones aceleradas nuevamente es lo único que se escucha en esa habitación luego de esa erótica escena.

—¿Ya estás agotado, precioso? —murmura, burlón, respirando más calmado mientras acaricia sus rubios cabellos con dulzura. Propiciándole mimos a su reciente y pequeño novio.

—No, sólo dame un respiro... tengo sed —contesta de igual forma, irguiéndose y sacando el miembro del contrario de su interior causando que gruñeran bajo procediendo a acostarse a su lado.

—Iré a traer agua y algo para limpiarte, ¿bien? —anuncia levantándose previamente a darle un casto beso en sus labios e irse con el asentimiento del menor que cubría su rostro con uno de sus brazos.

Santa mierda, ¿él realmente estaba follando y se había convertido en la pareja de un adonis o esto sólo era un sueño? Ríe vagamente; ¿Cómo se iba a siquiera imaginar que su amigo estaba igual de deseoso por estar con él como Hyunjin lo estaba por Minho?

Minho regresa a la habitación con una toalla húmeda y una botellita de agua entre sus manos para proceder a darle el agua al chico en la cama mientras le limpia su torso. El rubio aprovecha mirar su anatomía cubierta sólo con un nuevo bóxer, que se había colocado antes de salir, como ese tortuoso día. Mas ahora lo puede hacer sin disimulo en el espejo de cuerpo completo que queda en la pared detrás del castaño notando así, las rayas rosas que atraviesan la ancha y trabajada espalda del mayor. Hyunjin se ahoga al reparar en lo que había hecho, llamando la atención del contrario.

—¿Yo... te hice eso? —interroga aumentando su sonrojo y deja la botella a un lado mientras le señala en el espejo a un confundido Minho, el mismo que al instante nota lo que los ojos del menor observan con vergüenza y timidez.

—Oh, puta madre, esto dolerá mañana —reniega tocando las marcas de rasguños para luego girarse hacia su pareja—. Tú, maldito, me las pagarás —avisa juguetón lanzándose hacia él para comenzar a hacerle cosquillas, ocasionando que suelte carcajadas intentando liberarse.

—¡No, M-Minho! ¡detente, tú dejaste marcadas mis caderas también! ¡ya! —recrimina chillando y retorciéndose en la cama—, ¡mi trasero también dolerá mañana! ¡Minho! —continúa gritando tratando de detener las acciones del contrario mientras ambos se ríen y el susodicho agrega una ronda de besos por su rostro, feliz.

Los amigos no son comida pero... ¿quién dijo que ellos no podían mandar al carajo la amistad, ser algo más que amigos y así poder comerse tranquilos?

Y este es el final, no he tenido mucho tiempo la verdad, pero aja.

Vi que varias personas pensaban que este el capitulo anterior era el final, pero no así que acá esta el final. 

Denme sus opiniones, ¿les gusto? que otros shipps les gustaría ver, tengo muchos proyectos, pero aparte del hyunho ¿quisieran que aparezca otra pareja como protagonistas?