7
Pensé que era una broma.
—No creo que sea necesario profesor, estoy perfectamente, ¿Verdad chicos?
Ellos asintieron. El profesor me vio extrañado.
—Creo que no hay que perder tiempo. Vamos.
Y, en contra de nuestra voluntad, tuvimos que ir los cinco hacia donde nos guiaban.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro