En la dinastía Jin Oriental (东晋, 317-420) vivía en un pueblo de Zhejiang una familia acomodada, conocida entre sus vecinos como los terratenientes Lan . Los  Lan tenían una hija llamada  Lan jingyi , diestro, pero cuyo gran anhelo era estudiar como lo hacían los  hombres de la época. En la China antigua a las mujeres no les estaba permitido estudiar fuera de la casa paterna. A los quince años, decidió intentar cumplir sus sueños y se disfrazó con atuendos masculinos para poder ir a la escuela.

-La madre de esta no esta convencida de la locura que cometerá su hija , pero al fin y al cabo la apoyara arriesgándose a las consecuencias si es que llegase a ser descubierta .......

Vestida de hombre, Lan jingyi  fue a ver a su padre y ni siquiera este fue capaz de reconocer su verdadera identidad por lo que, satisfecha, le hizo saber cuál era su intención. Ante la insistencia de la joven, su padre no pudo negarse y acabó cediendo. Con mucha ilusión, Lan jingyi emprendió su viaje hacia la escuela. En el camino, el calor asfixiante la obligó a parar en un pabellón para descansar a la sombra. Allí coincidió con Jiang cheng , un apuesto hombre que pretendía ser profesor . Ambos conversaron  y descubrieron que tenían algunas cosas  en común. Inmediatamente los dos  entablaron una estrecha amistad ,a pesar de notarse de carácter  fuerte e imponente Jiang cheng decidió jurar lealtad, se hermanaron bajo el pabellón y prometieron ayudarse mutuamente para siempre.

Durante tres años en la escuela. Jiang cheng  cuidaba de Lan jingyi como si fuese su hermano pequeño y esta, para que su amigo no descubriera su verdadera identidad, estuvo años sin quitarse la ropa. A lo largo del tiempo, Jiang cheng  demostró que, además de poseer un intelecto prodigioso, era honorable , con lo cual se ganó la admiración de Lan jingyi , que acabó enamorándose de él.

Transcurrido un tiempo, la familia de Lan jingyi le hizo llegar una trágica noticia: debía volver a su hogar, pues su padre había enfermado. Antes de partir, la joven entregó a su profesora un hermoso abanico de jade y le pidió que, llegado el momento, se lo cediera a Jiang cheng  y le contara su intención de casarse con él. Jiang cheng , entristecido, acompañó a Lan mei en su partida a lo largo de 18 kilómetros. Durante todo el camino, la muchacha trató constantemente de hacer ver a Hombre  su verdadera identidad lanzando todo tipo de indirectas que el mayor  no supo interpretar. Cuando finalmente alcanzaron el puente que separaría sus caminos, Lan jingyi, desesperada por la actitud de su enamorado, fingió tener una hermana gemela idéntica a ella y le ofreció su mano a Jiang cheng  que, atraído por casarse con una muchacha tan bella como su amigo, prometió visitarla el séptimo día del séptimo mes.

Cuando Lan jingyi llegó a su casa, descubrió que su padre se había recuperado. Este la había comprometido con un noble llamado Wen Wencai y lan jingyi , apenada, no pudo sino acatar sus órdenes. Por su parte,jiang cheng  se concentró tanto en sus estudios que olvidó su promesa. No fue hasta cierto tiempo después, cuando recibió el abanico de lan jingyi , que descubrió la realidad. Alterado, salió de la escuela y se dirigió al pueblo de los Zhejiang. Una vez allí, no encontró al chico con el que había vivido numerosas aventuras en el pasado, sino a una preciosa muchacha ataviada con un delicado vestido de terciopelo rojo y mangas turquesas, que sujetaba con sutil delicadeza un precioso abanico. La mirada de la hermosa joven escondía una profunda tristeza que le oprimía el corazón y que la llevó de repente a romper a llorar desconsoladamente mientras se lamentaba: "¿Por qué has tardado tanto? ¡Mi padre ya le ha entregado mi mano a la familia Wen !"Jiang cheng  recibió la noticia como un puñal en el corazón, se maldijo a sí mismo por su error y, acto seguido, ambos se fundieron en un cálido abrazo. Al igual que años atrás se habían jurado amistad, en esta ocasión, entre sollozos, juraron que nadie sería capaz de destruir el amor que se profesaban, permanecerían juntos para la eternidad. Sin embargo, sus lamentos acabaron llamando la atención del padre de Lan jingyi  que se acercó encolerizado, los separó violentamente y expulsó a Jiang cheng  de su hogar.

El Hombre se sumió en una profunda depresión. Tras varias semanas sin dormir, una enfermedad le arrebató la vida. El día de su boda,Lan jingyi no pudo resistirse a las órdenes de su padre y subió al palanquín nupcial que la llevaría hasta su nuevo hogar. Cuando estaban en la mitad del camino, se originó un violento vendaval que obligó a la comitiva a detenerse. La sirvienta de la joven, le avisó entonces de que justo delante tenían una tumba en cuyo epitafio parecía estar escrito el nombre de Jiang cheng . Temiéndose lo peor, Lan jingyi  aprovechó la confusión de quienes la acompañaban y forcejeó para bajar del palanquín y acercarse a la tumba.Cuando pudo leer el epitafio del sepulcro, notó cómo las escasas ganas de vivir que le quedaban se le escapaban con las lágrimas que empezaban a empañarle la mirada y se dejó caer sobre el suelo, rendida, susurrando el nombre de aquel al que había jurado amor eterno. De repente, comenzó a tronar y el cielo descargó un enorme torrente de agua que hizo que todos los asistentes corrieran a refugiarse mientras miraban atónitos y desde la distancia cómo sobre la tumba se abría un agujero y cómo la novia se precipitaba hacia su interior. Cuando esta hubo desaparecido, la lluvia amainó, el cielo se despejó y los rayos del sol proyectaron un bonito arco iris sobre el campo mojado. De repente, dos mariposas gigantes emergieron de la tumba y comenzaron a alzarse hacia el cielo. Alegres, revoloteaban la una alrededor de la otra. En sus interiores moraban las almas de Jiang cheng  y Lan jingyi , los amantes mariposa que se perdieron volando por el horizonte, donde nunca más volvieron a separarse.