Capítulo 19
Mercedes se siente extremadamente incómoda, al igual que los otros presentes, mientras el Patriarca continúa llorando.
–¿Qué hacemos? –le pregunta al morocho en voz baja.
–No sé, es un problema de ellos y uno... muy grandes –contesta este. Mercedes hace una mueca pero de inmediato nota que él estaba mirando muy fijamente los pechos de la Matriarca. A pesar que su cabello la cubre en gran parte, ella deja babeando a cualquiera.
–No la mires así, puede enojarse y aplastarte –murmura Mercedes mientras le cubre los ojos–. Vamos a dejarlos solos, así resuelven sus cosas hablando.
–Lo dice quien golpeó a ambos dioses –cuestiona él haciendo fruncir el ceño a la castaña.
–¿Y qué? Tú sólo te quedas temblando cuando algo malo pasa –contraataca.
–También tienes esos ataques de ira.
–¡No son ataques, hablo más fuerte para que me escuches!
–¡Estoy frente a ti, no a un kilómetro!
–¿Ustedes también? No peleen humanitos –dice la Matriarca con la voz temblorosa. Pero ellos la ignoran para seguir discutiendo–. ¿Qué ha-hago?
–Tu carácter causa más problemas que soluciones –habla el muchacho mientras mantiene los brazos cruzados.
–Si no te gusta piérdete. No soportas nada y no puedo cree que seas el sustento de toda tu familia siendo tan llorón –Mercedes escupe esas palabras, un segundo después cubre su boca al ver la expresión de él–. Me pasé... no quise-
El joven no responde nada, en lugar de eso retrocede unos pasos y le da la espalda mientras comienza a caminar, se aleja en silencio, dejando a Mercedes con un gran nudo en la garganta. La Matriarca, completamente desesperada recurre a quien es bueno arreglando cosas, osea, el Patriarca.
–Tú los uniste y están a punto de separarse. Haz algo –le suplica, aunque él sólo permanece arrodillado frente a ella, ignorando todo lo que ocurre a su alrededor. Sin embargo es todo lo contrario, era imposible que no escuchara la discusión de la pareja. Pero tampoco sabe qué hacer y piensa que tal vez se equivocó con ellos.
Mientras está perdido en sus pensamientos y libera la tristeza que ha guardado durante siglos, comienza a sentir como unos delicados brazos de envuelven en su cuello y lo atraen hacia un abrazo. Uno cálido y reconfortante, capaz de calmar incluso a la tormenta que se formaba sobre el valle. Él corresponde dicho abrazo y suelta un profundo suspiro, todo su cuerpo se relaja así como sus lágrimas se detienen.
–Siempre imaginé este momento –murmura mientras se separa lentamente para mirar a la Matriarca a los ojos. Ella suelta una risa corta antes de volverlo a abrazar, está vez con más fuerza mientras él deja muchos besos en su rostro. Es la primera vez que suprime sus poderes, por ello su tamaño pasó a ser el de una humana normal, cosa que sorprendió al Patriarca, aunque ya había generado varias hipótesis sobre lo que pasaría si ella al fin decidiera cambiar.
–Ya no llores –le pide al limpiar su rostro con las manos, entonces sonríe al ser capaz de tocarlo sin miedo a aplastarlo con su tamaño–. Todo... Es diferente –murmura cuando mira a su alrededor, los árboles son muy altos, incluso es más pequeña que el Patriarca.
–Me gusta –dice él antes de darle un nuevo abrazo y, además, la hace girar–. Hay muchas cosas que mostrarte gracias a tu nueva perspectiva, ¿me acompañarías?
–Siempre. Pero primero debemos ocuparnos de esos dos –responde ella señalando a los humanos.
El Patriarca bufa, sin embargo accede a hacerlo al ver el pequeño puchero de su pareja. Mercedes, por su lado, camina rápidamente lejos del lugar. En un momento se detiene para pensar, ¿dónde iría ahora?, está muy lejos de su familia, y ni siquiera tiene casa.
–Algodón... –murmuró al escuchar un balado. Entonces sonríe para sí misma porque tal vez ya se volvió loca.
–Lo hallé –dijo él mientras sostiene a la oveja en sus brazos, además sus padres también lo acompañan.
–Lo siento –responde con lágrimas y corre hacia el castaño, así lo abraza y también acaricia a sus animales mientras ambos dioses miran escondidos detrás de unos árboles.
–Y así de simple –comenta el Patriarca.
–Simples pero complejos –dice la Matriarca.
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