•CS•
Cada cierto tiempo, más específicamente cada mes, los alfas pasaban veinticuatro horas de celo una vez que se presentaban.
Eso no era la excepción para los trillizos Min, quienes contaban con un intervalo de un día donde inmediatamente terminaba el celo de uno, comenzaba el siguiente.
Él primero en esta ocasión había Sido Suga y JiMin sabe bien lo que eso significaba.
Desde que eran pareja, los tres se ayudaban a su manera, aunque hace menos de unos meses que habían empezado a tratarse en sus celos ya que era algo bastante íntimo.
Para el Omega el trabajo era un poco más complicado, por varias razones, pero las más destacables eran el hecho de que al ir uno detrás de otro, sus novios lo agotaban mucho en esos tres días, y la otra cosa es que se hacían muy posesivos, por lo que luego de pasar ese día ayudando a Suga, estaría lleno de su olor y bueno, eso Aveces ocasionaba que el siguiente ya sea YoonGi o Agust, se muestre un poco violento al principio, eso, antes de lograr cubrir a Park de su aroma propio.
En esas ocasiones debía usar bastante protección, puesto que aún no se habían planteado el tener hijos y en el celo de sus alfas las probabilidades de quedar en cinta eran demasiado altas, casi era imposible no hacerlo si no se cuidaba.
A diferencia del suyo, dónde la probabilidad era muy baja y tardaba tres días en poder salir de este.
El olor a canela se hacía fuerte en la habitación, para aquellos casos también tenían cuartos extras. Suga en ese momento estaba encerrado en el propio mientras sus hermanos se encargaban de dejar todo preparado a JiMin pues ellos tendrían que salir para no ocasionar discusiones.
-Recuerda tomar las pastillas y comer cada cierto tiempo, no dejes que Suga sea demasiado brusco, recuerda que puedes controlar esto.
Habló algo preocupado YoonGi, mientras Agust dejaba para su Omega algo de comida ya hecha.
-Estaré bien, no es la primera vez que alguno de ustedes pasa esta etapa, además, mañana le tocará a otro
Señala de lo más obvio tratando de calmar a los mayores, es decir, sabe que ellos no eran bruscos porque querían, es simplemente que sus sentidos se cegaban y por eso se comportan como animales.
Pero está bien, lo aceptaba, además siempre ganaba muchos mimos y cuidados una vez que los celos terminaban, era agotador, pero no imposible.
-Ya vayan a trabajar, les avisaré si necesito algo. -Se acercó para dejar un beso sobre los labios de cada uno y les sonrió- Suerte.
Ambos alfas miraron a su Omega y se acercaron para abrazarlo, amaban lo comprensivo que era, no cualquier Omega estaría dispuesto a pasar celos con alfas distintos, menos si estos eran relativamente violentos al oler a otro sobre la piel de su pareja, pero JiMin sabía cómo calmarlos y manejarlos. Además, era una disculpa adelantada, porque si Suga ya había entrado en celo, ellos seguían.
Cuando la casa estuvo ya relativamente sola, Park suspiró y llevó consigo una pequeña mochila que lo ayudaría en ese día, con agua y algunos calmantes además de las pastillas y condones. No podía dejar pasar nada.
-Su.
Llamó a su pareja cuando estuvo dentro de la habitación donde pasaba sus celos. El alfa permanecía acostado en la cama con su mirada fija en el cuerpo del menor.
Un escalofrío recorrió su cuerpo por completo en cuanto los ojos oscuros del mayor estuvieron firmemente sobre su ser, Suga era el más juguetón, pero eso cambia un día de cada mes.
Se armó de valor para acercarse tanto como pudiera, sintiendo más y más aquel fuerte olor a canela nublarle un poco la mente.
—JiMin
Se sentía atraído, era un magnetismo que no podía explicar, solo sabe que fue retirando de a poco sus prendas de ropa para que estas no terminen rotas, odiaria eso.
El Omega no respondió, solo se posicionó sobre el cuerpo inerte de su novio menor. De inmediato pudo sentir la respiración ajena volverse algo pesada, por lo general, Suga y YoonGi no querían tocarlo al principio, porque bueno, saben que JiMin terminaba adolorido y Aveces con más marcas de lo que debería en el cuerpo.
Así que al menor le tocaba la tarea de motivarlos un poco, porque a él le dolía más ver a sus novios sufrir ese día completo.
-Su, por favor. -Pide cuidadosamente acariciando el rostro ajeno- Déjame ayudarte. No vas a aguantar tú sólo.
No esperó una respuesta, eso se convertiría en una discusión sin sentido, así que tomó la iniciativa acercando su rostro al ajeno hasta que unió sus labios tomando el control, era extraño hacerlo, pero Aveces sucedía. Claro, no por mucho tiempo, porque tan rápido como el besos se tornó más apasionado y demandante, el alfa puso el cuerpo del más bajo contra la cama quedando ahora encima, solo fue cuestión de recuperar el aire antes de volver a besar esos esponjosos labios.
Recibió un suspiro como recompensa y bueno, quizás el alfa ame la moda, pero en ese momento comenzó a quitar su ropa como todo un salvaje, su camisa de pijama había quedado sin algunos botones y el pantalón tirado en algún lugar.
No tuvo que preocuparse por el boxer, fue el mismo Omega quien se deshizo de él aunque el proceso fue algo molesto.
Todo el lugar comenzó a inundarse del aroma a melocotón además del picor de la canela.
-Mi Omega. -Habia enterrado su rostro en el cuello ajeno, entre su hombro, justo donde descansaba la marca temporal que la había hecho junto a sus hermanos. -JiMin.
No pudo evitar gemir al sentir que ese alfa se estaba frotando se manera descarada contra su cuerpo, además el hecho de que esté besando sobre la marca que le había hecho solamente hacia que de sienta más sofocado.
Sus piernas se abrieron endedandose en la cintura pálida que tenía en frente, sus brazos igualmente buscaron el cuello ajeno para hacer que de acerque más. Podía escuchar con claridad los gruñidos posesivos en su oído y eso solo causó que líquido corriera entre sus piernas. Solía prepararse muy bien para sus novios aún sin estar en celo, claro, era algo que necesitaba sobre todo.
-Mnh! -Claro, estaba tan sumergido en el momento que no notó las intenciones del mayor hasta que sintió dos dedos adentrarse en él hasta lo profundo - Suga!
Para el alfa, era una melodía sin comparación, para el Omega, era la manera de hacerle entender que necesitaba más, porque sentir dos huesudos y fuertes dedos en su interior no era suficiente. Aunque cuando comenzó a moverlos JiMin solo pudo lloriquear moviéndose al mismo ritmo de los dígitos.
Su espalda estaba curvada tratando de dar con algún montículo de nervios que lo haga ver estrellas, pero su cabeza estaba perdida en el olor fuerte de la canela y los besos con mordidas que eran dejados en su cuello y hombro. Comenzaba a pensar que cada uno de sus novios tenia un fetiche extraño con marcar una parte exacta de su cuerpo.
Pero no venía al caso, no cuando sintió el tercer dedo. Entre los tres intrusos se encargaron de expandir y dilatar al sofocado Omega ¡Diosa! Y pensar que a penas estaban empezando.
-Su... Lo necesito. -Estaba tentado a pedirle que use condón, pero realmente odiaba la sensación del látex en su interior, así que mejor usaría la pastilla al terminar, era mejor y menos molesto- Vamos, solo hazlo.
Se separó un poco del toque ajeno, sus manos tomaron su piernas para sostenerlas unidas a su pecho, se estaba quedando totalmente expuesto ante su mayor, pero le encantaba la mirada que le dirigía el alfa, simplemente lo hacía querer quedarse ahí por unos días más.
Su novio no lo hizo esperar, las manos fuertes del pálido tomaron sus caderas y lo hicieron levantar un poco más su parte baja, esperaba con ansias poder sentirlo por fin.
-Su... Oh Diosa... -Echó atrás su cabeza tomando aire cuando lo sintió entrar, malditos alfas y sus penes súper dotados... Los amaba tanto- Sí...
Estando dentro, el alfa no hizo esperar a su Omega. Los movimientos comenzaron leves, no demasiado marcados, pero en pocos segundos el pálido no pudo soportar ser tan gentil.
Subió a sus hombros las piernas del menor y lo sostuvo por las caderas para entrar fuerte y profundo haciendo que JiMin grite y trate de sostenerse de algo.
Lo primero a su alcance fueron los hombros pálidos.
Se desconocía al estar teniendo relaciones, siempre terminaba siendo un total ruidoso.
-Suga, Suga, su-Ah! -Todo en él se contrajo cuando sintió que su próstata fue abusada en una embestida, y el mayor se sintió en la gloria con aquel cálido apretón que había recibido. Así que fue un poco más brusco, sus labios buscaron los ajenos y dirigió cada empuje solamente hacia esa zona. -Mnh!
Sentía las uñas de Park clavarse en su piel, lo rasguñaba con desesperación, pero él igual estaba despertado y aquello solamente lo motivaba a seguir.
-Mi Omega, solo mío. -Demandó separándose, pudo sentir sus colmillos hacerse más largos y en su cabeza solo Estaba la orden de marcarlo, necesitaba poseerlo por completo- JiMin...
El aludido salió de su transe de placer cuando escuchó su nombre, sabía lo que quería el mayor, pero no podía dejarlo. Tener un lazo en ese momento con solo uno de sus alfas no era algo que quisiera, los necesitaba a los tres.
-Alfa... Aún no... Solo espera un poco más.
Honestamente no entendía ni cómo estaba hablando, su cuerpo estaba tenso a punto de terminar y sus piernas temblaban con anticipación.
Soltó unas lágrimas gritando al sentir embestidas más duras pero torpes. El nudo en la base de Suga estaba creciendo y parecía estar desesperado con hacerlo entrar hasta quedarse ahí.
Cosa que no tardó en suceder.
Una última y fuerte estocada con un alfa algo molesto fue dejaba contra el cuerpo cansado de JiMin. Este solo gimió fuerte al momento de terminar, justo cuando sintió su interior expndirse y ser llenado de la cálida esencia de su mayor.
Aunque se había asustado cuando vio la cabeza del alfa a su lado, por un momento creyó que lo había mordido, pero el miedo se esfumó al notar que este había tomado entre sus dientes una sábana que ahora contaba con una mordida.
-Su...
Sus reparaciones iban calmandose, la pose era algo incómoda por el nudo entre ellos pero podía aguantar lo que sea necesario.
Se sentía culpable al prohibirle a su pareja que lo muerda, sabe que por eso estuvo algo enojado y dolido al final. Pero no podía permitirlo. Si él lo marcaba primero no podría ayudar a sus otros dos novios en sus celos puesto que solo tendría el olor de uno, además no sabe cómo reaccione su cuerpo a eso.
-Gracias.
Puso escuchar la ronca voz de su pareja y eso lo relajó un poco. Sus brazos acariciaron con cariño el cabello ajeno, entrelazando ahí sus dedos y dejando pequeños besos en el rostro pálido.
-No me has lastimado, deja de pensar tanto. -Le regaña sabiendo que inmediatamente conseguía algo de consciencia siempre se culpaba un poco por lo brusco que pudo haber Sido- Solo abrázame, quiero dormir un poco antes de la próxima ronda.
Y claro que obedeció a JiMin, lo abrazó hasta que el nudo bajó, ambos se acomodaron uno al lado del otro para descansar.
El día no iba ni siquiera por la mitad y necesitaban energía suficiente para saciar el hambre voraz de un alfa en celo.
Pensando eso, Suga besó aquellas mejillas algo sonrojadas y se permitió dormir junto a su hermoso rayito de luz aunque sea una hora.
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