Para JiMin era complicado pasar un día completo con cierto chico de cabello plateado que por mucho, era el más gruñón de los tres hermanos.

Pero cuando esos escazos días llegaban, el Omega disfrutaba como nunca.

Habían muchas razones, y no es que denigre el tiempo de calidad con sus otros dos amores, sino que como su novio de en medio era rapero, difícilmente tenía demasiado tiempo libre como para pasar aunque sea una tarde con él.

Pero ese día estaba totalmente libre, así que el lindo Omega decidió igualmente tomarse un descanso para estar con él mientras YoonGi y Suga seguían en sus trabajos.

-Debiste ir a la academia, ambos sabemos que amas bailar ahí -La voz ronca de un adormirlado Agust lo hizo salir de sus pensamientos- ¿Porqué te quedaste?

Con una hermosa sonrisa y ojos de luna, JiMin se acomodó entre los brazos del mayor dejando un suave beso sobre la nariz de este.

Si, Agust era gruñón, pero no con él, aveces discutían, pero están cosas leves por razones sin sentido, en su mayoría, muy tontas.

-Quiero quedarme contigo. Es raro tenerte todo el día aquí ¿Puedes culparme por eso? No, no puedes -Habla risueño sintiendo que lo abrazaban con un poco más de fuerza- Además, le avisé a Hobi que faltaría el día de hoy.

El pálido solo se limita a negar con una sonrisa. ¿Porqué JiMin era tan endemoniadamente lindo?

Pero no solo eso, también era caliente como el infierno, y no sabe si es que siempre andaba así toda las mañanas o si en serio le gustaba provocar el lado más bajo de él, pero justo en ese momento, podía sentir con sus largos dedos que aquel Omega no llevaba más que una camisa holgada y claro, su ropa interior.

De los tres, Agust era quien más se le insinuaba a su pareja. A cambio, JiMin usaba ropa más corta o reveladora porque le encantaba sentirse como lo más bonito del mundo a los ojos de aquel alfa.

Aunque, solía ser a quién menos se le insinuaba, ya que YoonGi era bastante respetuoso, Suga se avergonzaba o solamente le seguía el juego, pero con Agust no se podía ir muy lejos o seguro terminaría postrado en una cama antes de darse cuenta de lo que realmente había pasado.

Solo en los celos podía tener a los tres bastante salvajes en ese sentido. Pero cuando sus novios estaban en ese ciclo no los acompañaba a todos juntos, sino uno por uno.

Un alfa en celo es extremadamente celoso y posesivo, los trillizos lo eran mucho más, y aunque compartan a su Omega, cuando el tiempo de celo llegaba tenían que estar con JiMin de manera individual.

Distinto a cuando era el turno del Omega, quien al estar unido a los tres necesita de ellos al mismo tiempo para sentirse satisfecho.

Era algo que aveces le avergonzaba admitir por supuesto.

-¿Qué está pasando por tu linda cabeza de mochi en este momento? -la voz burlona de Agust lo hizo despertar nuevamente de su ensoñación- Estás rojo y ni hablar de que haz dejado libre tu dulce olor.

En el momento exacto en el que vio la sonrisa ladeada del alfa, supo que tenía que calmarse.

-Solo recordaba que mi celo está cerca. Es todo.

No era del todo mentira así que podía escaparse del interrogatorio solo por esa vez. Y supo que no seguían aquella conversación puesto que Agust le creyó y solamente se dedicó a acariciarle la espalda con cuidado.

-Bueno, Suga me dijo que la última vez que estuviste con el fueron a jugar ¿Porqué no hacemos algo también?

JiMin en seguida se animó y aplaudió estando muy emocionado, no mentía cuando decía que añoraba cada momento que pasaba al lado de su novio de cabello plateado así que pensaba rápidamente qué cosas podrían hacer juntos ese día.

-Me gustaría dar un paseo contigo, pero no me gusta que tus fans siempre nos interrumpan así que... ¿Qué te parece si vemos una película juntos? Me gustaría eso, además, hace frío.

El mayor asiente de acuerdo con ello, le daba algo de pena no poder sacar a JiMin, ya lo habían intentado pero siempre terminaban rodeados de muchas cámaras, algo parecido pasaba con Suga, pero eso era más leve y solo Aveces.

Aunque su Omega le había dicho que no había mucho problema, en su interior sabe que si, pero estaba planeando llevarlo un día a unas vacaciones algo lejos, para que nadie los moleste y poefan explorar todo.

-Me parece una excelente idea, tú busca las mantas y la película, yo haré las palomitas y el chocolate.

Con cuidado tomó el mentón ajeno y dejó un beso suave sobre los labios de JiMin, sí, quizás de los tres era el más descarado y calenturiento, pero eso es porque pasaba menos tiempo con él que los otros, además, nunca haría nada que no quiera su pareja, por lo que siempre intentaba ser decente aunque suela coquetarle mucho.

Una vez que todo estuvo listo, se sentado en el sofá, Agust acomodado con el mentón en la cabeza de su Omega y JiMin entre sus piernas dándole la espalda.

Ambos cubiertos por una manta mientras bebían de su chocolate caliente y comieran palomitas al ver una película de comedia.

Eran esos momentos los que podían estar tranquilos sin nadie que los moleste y que Agust dejaba de ser aquel rapero de lengua filosa solamente para ser el amante empedernido que amaba con locura a su hermoso chico.

Podría ser grosero, volátil, ofensivo y Aveces desagradable, pero nunca lo sería con su Mochi, en vez se eso, se encargaba de rodearlo de su fresco aroma a menta. Cosa que en secreto JiMin agradecía y se lo hizo notar cuando su cuerpo se pegó más al ajeno.

Le regaló una hermosa sonrisa de medias lunas mirando hacia arriba y recibiendo a cambio una peculiar de encías afuera de la que Agust se avergonzaba pero que al Omega le encantaban y lo mataba de ternura.

-Pasemos más tiempo así, Auggie.

Murmura JiMin volteandose un poco para poder al menos ver a su novio, este le regaló una mirada comprensiva, sabe que debe hacerlo.

-Tomaré unas vacaciones, Mochi. También quiero estar más aquí.

Con eso dicho, sintió el dulzón aroma a duraznos de su Omega y se dieron otro suave beso antes de continuar acurrucados viendo su película hasta que los otros hermanos lleguen para hacerles compañía.

Por esa y más razones se emocionaba tanto en pasar tiempo con su alfa gruñón, su lindo Agust.