• | Happy Hotel (4ta. Parte) | •

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— Entonces, ¿Es un trato? —.

Alastor le extendió la mano a la princesa y varios destellos verdes inundaron el lugar.

— ¡No! — Negó rápidamente la rubia. — ¡Sin apretones! ¡Sin tratos! ¡Y-Yo....! Cómo princesa del Infierno y heredera al trono y-yo.... Hmm.... ¡T-Te doy la orden de ayudar con este hotel--....! Tanto como tú desees.... —.

Charlie hizo una pequeña pausa. Estaba muy nerviosa. Jamás había tratado con un Overlord y menos con uno muy peligroso.

— ¿Es justo? —.

— Hmm.... ¡Es justo! — .

— Menos mal. — Suspiró aliviada. 

Por otro lado, Alastor empezó a observar al resto de los inquilinos del hotel. No obstante, su mirada se detuvo al ver a Vaggie y a Michael quienes lo veían con mala cara.

Ante esto el ciervo se les acercó.

— ¡Sonrían queriditos! Dicen que no estás completo sin una sonrisa. —.

La albina y el castaño solo lo ignoraron mientras que Alastor daba unos cuantos pasos más por el living.

— ¿Y dónde está el personal del hotel? —.

— Ehh.... Bien.... S-sobre eso.... —.

La princesa volteó a ver a su novia dando a entender que solo contaba con su ayuda.

— ¡Ohh jojojo! Vas a necesitar más que eso. —.

El ciervo camino hacia donde se encontraba Angel.

— ¿Qué puedes hacer mi afeminado amigo? —.

— ¡Puedo chuparla!~  —.

— ¡JA! No. —.

— Tú te lo pierdes. — Comentó con desinterés el aracnido.

Luego el pelirrojo camino hacia Michael.

— ¿Y tú qué puedes hacer? —.

—  En realidad yo solo vine como huésped junto con mi hermana, pero si les sirve puedo hacerle de técnico en el hotel, aunque sería solo por medio tiempo ya que tengo otro trabajo. — Respondió con clara desconfianza en su voz.

— Está bien, pero no es suficiente. Así que queda algo por hacer, supongo que cuenta como favor encender el asunto. — Sin perder el tiempo, Alastor chasqueo los dedos.

De la chimenea salió una pequeña demonio cucaracha.

— Está lindura es Niffty. — Comentó el Overlord mientras sacaba a la demonio y la sacudía para poder quitarle la ceniza.

— Hola, soy Niffty. Es un placer. ¡Hace tanto que no conozco nuevos amigos! — La pequeña demonio los vio detenidamente. — ¿Todas son mujeres? ¡¿No hay un hombre aquí?! —.

En respuesta Mike carraspeó un poco para ser notado por la pequeña fémina.

— ¡Lo siento! Qué grosera fuí. — Se disculpó la pelirosa. — ¡Eres muy lindo, por cierto!~ —.

— E-Ehh, ¿Gracias? — Dijo algo incómodo al sentir como Niffty se trepaba en su pecho para analizar sus facciones con detenimiento.

Luego de un rato, la pequeña demonio dejó en paz a Michael al notar todas las cosas regadas en cada rincón del hotel.

— ¡Oh demonios! Que lugar tan sucio, si que necesita un toque femenino y eso que la mayoría de aquí son mujeres.... Si ofender. ¡Por Dios! ¡Pero que sucio! — Rápidamente, pelirosa empezó a limpiar el hotel, matando los bichos y roedores que se encontraba con una aguja.

En cuánto a los demás, se voltearon a ver otra dirección del living al sentir la  presencia de alguien más.

— ¡JA! ¡Miren y lloren chicos, porque--! ¿Ah?  ¡Pero....! ¡¿Que carajo es esto?! —.

Era un demonio con apariencia de gato negro y alas rojas.

— ¡TÚ! — El gato señaló a Alastor.

— Ah~ Husk. Mi buen amigo. Que gusto que llegaste. —.

— ¡No intentes engañarme hijo de puta--! — Exclamó Husk.

— ¡Hey! No digas palabrotas frente a la niña. — Le regañó Vaggie.

— Mike, ¿Qué es puta? —  Cuestionó la única infante del lugar.

— Es una palabra que solo usan los adultos y que es muy ofensiva para las mujeres, así que no la vayas a andar diciendo. ¿Entendido? —.

La niña solo asintió mientras que Husk ignoro aquel regaño y siguió hablando con Alastor.

— ¡-- estaba a punto de ganar la maldita jugada! —.

— También es bueno verte. —.

El felino le puso cara de poker. — ¿Que demonios quieres ahora conmigo?....—.

— Mi amigo, estoy haciendo un trabajo de caridad, así que me di la libertad de poner tus servicios ¡A mí voluntad! Supongo que está bien. —.

— ¡¿Me estás jodiendo?! —.

— ¿Hm..? No. No lo creo. —.

Husk lo empujo molesto. — ¡¿Acaso creíste que estaría bien molestarme solo para sacarme de la maldita nada?! ¡¿ACASO CREES QUE SOY UNA MALDITA CLASE DE PAYASO?! —.

— Masomenos.... —.

— No haré ningún "trabajo de caridad". —.

— Bueno, yo creí que serías la cara perfecta para estar en el anaquel puesto como un bartender. Con tu encantadora sonrisa y tu acogedora energía, ¡Este trabajo fue hecho para ti! —.

El felino seguía sin estar muy convencido con la idea, cosa que el ciervo se dió cuenta.

— No te preocupes mi amigo, puedo hacerlo más acogedor.... Si lo deseas. — Termino por invocar una botella de alcohol.

— ¿Que? ¡¿Pensaste que podrías comprarme con un guiño y alcohol barato?!.... ¡Pues acertaste! — Terminó de decir Husk mientras fue a tomar la botella e irse a sentar para atender la barra.

— ¡Hey, hey hey....! ¡Sin bar! ¡Sin alcohol! ¡Se supone que este es un lugar para evitarlo! — Les recriminó Vaggie.

De la nada Angel se aventó hacia ella y la calló de golpe. — ¡Cállate! ¡¡CALLA-TE!! Vamos a conservar esto. — Señaló el bar.

De forma sensual, el aracnido se acercó a la barra — Hola~ — Saludó de forma coqueta.

— Ve a qué te cojan. — Respondió Husk de forma seca.

— Solo si quieres mirarme~ —.

Rápidamente la princesa fue a interrumpir su conversación. Se encontraba muy emocionada de contar con más personas que la ayudarán a cumplir, de alguna forma, su sueño.

— ¡Oh por Dios! Bienvenido al Happy Hotel. ¡Vas amar trabajar aquí! —.

— Perdi la habilidad de amar hace años. — Respondió el felino con desinterés.

Alastor se acercó a Charlie y a Vaggie. — Entonces, ¿Que opinan? —.

— ¡Esto es increííííble! —.

— Está, bien. — Respondió rendida la joven albina.

— ¡Jajaja! ¡Esto será muy entretenido! — abrazo a ambas chicas.

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Alastor: 🎶— ....-- dentro del Hazbin Hooo--! — 🎶.

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Alastor se vio interrumpido por un fuerte ataque proveniente del exterior.

— Bien, bien, bien.... Miren a quien me acabo de encontrar, con loss raritoss. ¡Noss volvemosss a ver Alasstor! —.

— ¿Te conozco? —.

— Ohh.... ¡Claro que sí! Soy Sr. Pentiousss y essta vezzz tengo el elemento de la ¡Ssopressa! ¡JAJAJA SSOY TAN MALO! —.

Sr. Pentious le apunto con su dirigible a Alastor con la intención de aniquilarlo.

El ciervo, divertido, solo chasqueo sus dedos y un portal lleno de tentáculos negros se abrió debajo del suelo los cuales empezaron a destruir el dirigible.

Todos veían en shock al Demonio Radio quien tenía una cara sádica a excepción de Elizabeth, quien lo veía con admiración y como un ejemplo a seguir.

Luego de un rato Alastor termino por explotar el dirigible con Sr. Pentious adentro, este último tardaría mucho en regenerarse pero eso ya no importaba.

— Bueno, tengo hambre. ¿Quién quiere Jambalaya? —.

— ¿Jambalaya....? — Murmuró Michael. — ¡Espera--! — El castaño se acercó a Alastor. —¿Acaso eras originario de Luisiana? —.

— Así es mi estimado. ¿Tienes algún problema con eso? —.

— ¡No es eso! — El muchacho negó rápidamente con la cabeza. — Es solo que.... Mi madre también era originaria de Luisiana y, cuando era niño, solía prepararme Jambalaya ya que era mi platillo favorito.... —.

Elizabeth vio confundida a su hermano mayor Pero no dijo nada. Ella no sabía que su madre era de Luisiana, pensaba que al igual que su padre era de Reino Unido, después de todo nunca la llegó a conocer en persona.

— ¡Pues estás de suerte! — Alastor atrajó a Michael con su brazo y empezaron a caminar de vuelta al hotel junto con los demás. — Mi madre me enseñó una receta de Jambalaya, de hecho, ¡Casi la mata! Oh jojojo ¡Está receta pudo salir del Infierno! ¡Jojojo! ¡Estoy de racha!.... —.

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— ¡Si señor! empezaremos a hacer muchos cambios aquí.... ¡El juego empieza!.... —.

Rápidamente Alastor cambio el letrero de "Happy Hotel" a "Hazbin Hotel" en lo que se adentraban de nuevo al hotel.

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— Ahora.... Sigan sintonizados.... —

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Continuará...