Nuestra protagonista, ya de camino de salida de aquel pueblo, siendo acompañada por aquel grupo de adolescentes los cuales eran sus amigos, tal era su emoción que era inevitable para ella dar pequeños saltitos mientras caminaba.

Al momento de llegar a aquel arco de piedra en cual adornaba e indicaba el inicio del pueblo, una voz temblorosa interrumpió el caminar del resto de los integrantes del grupo- ¿En verdad están seguros de que es una buena idea pasar lejos de nuestro hogar nosotros solos?- lo menciono aquella chica que se podría decir que parecía una princesa de cuento de hadas, pues con un solo vistaso a su apariencia dejaba en claro que era hermosa, solo era cuestión de ver su cabello ondulado color rojizo y sus admirables ojos de una tonalidad verde zafiro.

- O vamos Clara, no seas miedosa, no es como que nuestras peores pesadillas se encuentren aya afuera - menciono con notorio sarcasmo aquel joven de risos cafés y ojos del mismo color, soltó un suspiro pesado al darse cuenta de lo que acababa de mencionar no soluciono nada- Mira, si Liz que es muy reservada y ni siquiera a salido de su casa para algo que no se extremadamente necesario, que tu no puedas ser alguien mas valiente- menciono para concluir aquella idea que intentaba expresarle a su amiga.

Liz se sintió un poco ofendida, pues no fue de su agrado el echo de que la comparara con su amiga la cual le tenia miedo asta a su propia sombra, por lo cual con la intención de broma le dio un ligero golpe a su amigo, para posteriormente mencionar - Oye, no soy reservada, solamente no me agrada el salir de mi casa en ocasiones innecesarias- al concluir de hablar  realizo un pequeño y tierno puchero, el cual generaría una pequeña risita de parte aquel joven.

Clara los miro con ternura, para con su tímida voz y casi susurrando comento- Se ven tan tiernos juntos, incluso a la vista de las demás personas apresen ser pareja- al momento de terminar de decir aquellas palabras observo la mirada de sus dos amigos.

A pesar de que la mirad de Liz era de asombre mientras un ligero sonrojo apareció en sus mejillas, mientras que al chico le parecía indiferente pero en realidad conseguía mostrar una pequeña sonrisa.

-Bueno eso suena bastante bien, ¿no lo crees Liz?- hablo con lo que parecía ser sarcástico, pero en los adentros de aquel chico aquellas palabras eran realmente expresadas con el sentimiento que a plena vista sabia que era amor.

Continuara...