Storgé
Amor que crece a lo largo del tiempo, y se basa en las relaciones familiares y de amistad, por ello se caracteriza por se un amor leal e, incluso, protector.
゚・*:.。*:゚・♡
Era 19 de junio, el cumpleaños de Dazai Osamu. Actualmente festejaba el número 23, éste era celebrado con sus compañeros- y amigos-, en la Agencia Armada de Detectives.
Dazai no era el tipo de personas que disfrutan de festejar una año más de vida, todo lo contrario. Le gustaban las fiestas, sí, pero no cuando se centraba en su cumpleaños.
A pesar de ello, se dejaba festejar de vez en cuando, porque como dije anteriormente, le gustaban las fiestas.
Realmente no estaban todas las personas que diría "oh, lo invitaré a mí cumpleaños" no estaban todos sus seres queridos, pero es en la agencia, y no puede invitar a cualquier persona.
El cumpleaños duró aproximadamente cuatro horas. Luego de la finalización de éste, tomó rumbo a su hogar, pasando por un parque.
Era época de otoño, todas las hojas estaban en el suelo. Los colores que tenía el paisaje pasaban por una amplia gama cálida, y apesar de eso, el clima era frío.
Se detuvo un momento allí, en un banca precisa, en la cual solía sentarse con amigos del pasado.
No muy a lo lejos, vió una silueta conocida, vestía de negro total, lo único contrastante era su piel, la cual era totalmente pálida. En la entrada contraria vió otra persona, ésta era totalmente opuesta, vestía de blanco, y lo único contrastante, eran sus pantalones negros.
Ambas personas parecían ir en una misma dirección, él.
-Akutagawa-kun, ¿Qué te trae por aquí?- pregunta en un tono curioso, pues su contrario venía tranquilo con una caja en manos.
-Hoy es el cumpleaños de Dazai-san, y yo quise traerle un presente...- comentó algo avergonzado por la situación, mientras extendía sus brazos ofreciendo al más alto tomar la caja, y ver que había dentro.
-¡Dazai-san!- gritaba un chico mitad tigre a la distancia, tratando de llamar la atención del susodicho, captando no solo la deseada, sino una ajena -¿Akutagawa?- era extraño, no se esperaba encontrarse a su archi-rival en una situación tan pacífica, y menos hoy.
-¡Atsushi-kun! Qué placer ver a mis dos subordinados juntos sin pelear- comentó divertido ante tal situación.
- ex subordinado...- corrigió en un tono casi inaudible, realmente no quería ser escuchado por su mayor.
-ah... He venido a traerle un regalo por su cumpleaños, no pude dárselo en la agencia, porque lo había olvidado en casa- confesó rascándose la nuca.
-¡Ah...! Dazai-san...- insistió un poco Ryuunosuke, no quería ser olvidado, y opacado nuevamente por Atsushi, incluso hasta en un simple regalo.
- Así que así son las cosas, mis dos sub- mi compañero Atsushi, y ex subordinado Akutagawa dándome ambos un regalo? Jaja, que curiosas cosas están pasando hoy.
-¡Oh...! ¡Abra el mío primero, Dazai-san!- se apresuró a pedir Atsushi, antes de ver cómo abría la caja contraria. ¿Sería esto otra mini pelea entre Akutagawa y Atsushi? Puede ser.
-¡No! ¡Abra el mío por favor!
-¡Así que...! Voy a abrirlos al mismo tiempo, sería injusto de otra forma.
Ambos regalos tenían envoltorios de regalo. El de Ryuunosuke era negro con puntos blancos, y el de Atsushi, Blanco con rayas negras.
A medida que abría el envoltorio, se percataron de una similitud curiosa en las cajas.
Al abrirlas, pudo ver dos pares de zapatos.
Eran exactamente iguales. Zapatos vintage de cuero color marrón oscuro, con cordones. Eran su estilo totalmente.
Estaba algo sorprendido y enternecido de que ambos chicos hubiesen tenido la misma idea, probablemente ni siquiera él sabría que regalársela a sí mismo tan bien como ellos dos.
Akutagawa y Nakajima estaban tan, o incluso más sorprendidos que él. Se esperaban ver el regalo contrario y autodeclararse ganador, pero no fue así, después de todo, eran el mismo regalo.
Dazai, sin tener el poder de decir una palabra, se paró de su asiento, y pasó ambos brazos por los hombros de los dos chicos, los estaba abrazando.
Nakajima por costumbre delvió el abrazo. Akutagawa se quedó inmóvil, no era muy hábil con el contacto afectivo, quizás Higuchi o incluso Gin, ¿Pero un hombre? Que no solo era un hombre, sino que era Dazai, su Dazai-san.
-Muchas gracias- dijo finalmente separándose de ellos- es muy lindo de su parte darme algo. Creo que ni yo mismo abría elegido algo tan bien- confesó pasando la mirada de Atsushi, a Akutagawa.
-entonces... ¿Le gustó...?- se animó finalmente a preguntar un azabache tímido, ausente de aquella ferocidad que lo caracterizaba.
-Claro que lo hizo, Ryuunosuke.
-pero... ¿Qué va a hacer con dos pares de zapatos iguales?- era una buena pregunta, la cual había ido de parte del albino mitad felino.
-Ya veré eso luego. Mientras tanto, ¿Por qué no los invito a cenar? Se está haciendo tarde, y tengo hambre- una sonrisa se asomó por su rostro, mientras pasaba sus brazos por los hombros ajenos, esta vez empezando a caminar con, obviamente, las cajas en manos.
-¡Sí!- fue la respuesta que ambos chicos dijeron al unísono.
¿Se nota mucho que Akutagawa es mi consentido?
¡Aku tímido es mi razón número 1 se vida!
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