[No importa el género]

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Mientras tanto, en otra dimensión alternativa, una joven de despeinados cabellos violetas abrazaba de sorpresa por la espada a su mejor amiga, aunque ahora era su novia de mentira. Del susto, a la peliturquesa se le rizó tanto el pelo que su coletero rayado saltó al suelo, dejando todo su cabello hecho una nube de azúcar. La risita de la más pequeña le arrancó un sonrojo bastante notable en sus morenas mejillas. Con una sonrisa, Brunilda se le ofreció para volver a recoger su peinado gracias a un cepillo que traía en un bolsillo. Siempre lo llevaba consigo para estas ocasiones con la más alta. Le agradeció con su sonrojo aún en su rostro, y tomadas de la mano se dirigieron hacia sus aulas. Como era su costumbre, Brit acompañó a su conejita hasta su clase, despidiéndose con un pequeño beso en su mejilla pálida sonrosada.

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Día 14: Cambio de género ✅