El domingo por la mañana, las chicas se despertaron para desayunar juntas como ya era costumbre. No saben en qué momento lo empezaron a hacer, pero les alegraba las mañanas y esperaban fuese así hasta el día de sus graduaciones.

ㅡ¿Entonces ya conocieron a Hyunsuk? ㅡpregunta Jisu. Ryujin asiente con un gesto de leve disgusto mientras mete comida a su boca.

ㅡLo vimos al final, solo saludo a Yuna e intercambiaron números y correos electrónicos. ㅡdice Chaeryeong algo triste. Yuna parecía querer hablar más con él, pero eso fue todo.

ㅡ¿Y cómo es? ㅡYeji realmente tenía curiosidad.

ㅡHonestamente, uno más del montón, pero cuando sube al escenario es algo carismático. ㅡdice Ryujin.

ㅡNo es uno más del montón, él es genial, de verdad. ㅡreplica la menor de todas.

ㅡLo que digas. ㅡRyujin la ignora.

ㅡPero, había otro chico. Él realmente me agrado, al inicio del evento la saludo y al final se acercó a ella para preguntarle si la había pasado bien y si queríamos que nos trajera a casa ya que él traía auto, al final no lo hizo porque Yuna se negó... Además, pude notar como cuido de Yuna todo el concierto. ㅡhabla Chaeryeong. ㅡ¿Cuál era su nombre? ¿Yunyeong?

ㅡYounghoon. ㅡcorrige Yuna. ㅡSí, es muy amable, pero no fui ahí por él.

Realmente no quería que la relacionaran con él, y no porque le cayera mal o algo así, simplemente sentía que la gente se podía hacer una idea extraña de ambos y ella solo tiene sus ojos puestos en Hyunsuk. Rumores extraños podrían arruinar su oportunidad con quien de verdad le gusta.

Era lunes por fin y Jisu iba saliendo de la escuela cuando un auto se detuvo frente suyo por sorpresa. Cuando observó bien el vehículo sonrío mientras la ventana del chófer era bajada.

ㅡBuenas tardes, señorita. Hoy es un lindo día para ir a algún lugar bonito como usted, además, creo que los exámenes terminaron. ¿Me haría compañía? Dicen que la compañía es buena en días como estos. ㅡdice Soobin con una sonrisa.

Jisu le sigue el juego. ㅡLamento informarle que ya tengo planes con alguien más. ¿Sabe? Una mujer tan popular como yo siempre está ocupada.

Ambos se miran unos segundos y después comienzan a reír.

ㅡHola. ㅡdice él haciendo señas para que suba al auto.

ㅡHola. ㅡJisu sonrie y sube al auto. ㅡ¿Cuál es el plan de hoy?

ㅡ¿Te parece el parque de diversiones y luego ir a comer? ㅡpropone él.

ㅡMe parece bien. ㅡJisu acepta.

ㅡ¿Qué tal tu fin de semana? Me dijiste que Yeji y tú tendrían una pijama.

ㅡEstuvo bien. Me alegra estar con ella, es como una hermana. Supongo que tener la misma edad ayuda mucho a qué nos llevemos bien. ㅡresponde sonriente.

ㅡQuisiera conocerlas, parecen ser importantes en tu vida y, debido a que tú familia verdadera no está muy cerca, podría conocer a la pequeña familia que estás formando aquí con ellas. ㅡmenciona Soobin.

Jisu analiza las palabras. Podía ser verdad, las aprecia mucho a todas, desde que llegó a aquella casa se sintió cómoda con ellas. Tal vez si eran una especie de familia.

ㅡCreo que es una buena idea. ㅡmurmura. ㅡ¿Qué hay de tí?

Soobin suspira mientras detiene el auto frente al semáforo en rojo.

ㅡMi padre decidió que los fines de semana serán para aprender acerca de la compañía. Dice que al ser este mi último año en la universidad, debo aprender ya sobre la empresa. ㅡinforma. ㅡPero está bien, me alegra escucharlo hablar de lo que ha logrado. Espero ser al menos la mitad de exitoso de lo que es él en el futuro, además de buen padre. Él no tuvo la necesidad de olvidarse de su familia para hacer crecer su compañía, y yo tampoco haré eso.

ㅡTu padre suena como un buen padre y buen hombre. Tú también lo harás bien. ㅡasegura Jisu.

Soobin sonríe y le da un beso en la mejilla antes de que el semáforo cambie a verde u puedan seguir avanzando.

ㅡTonto. ㅡmurmura Jisu, tocando su mejilla.

Jisu nunca se había sentido tan emocionada por un chico como lo hacía con Soobin, pero no quería hacerse muchas esperanzas. El matrimonio de sus padres le demostró que no importa lo mucho que ames a la otra persona y tengan una relación sana no sabes cuándo llegará el momento en que la vida o la muerte los separen

Ryujin y Chaeryeong amaban los días como esos en los que sus horarios coincidían y podían volver juntas a casa.

Apenas pusieron un pie dentro, Ryujin no pudo evitar lanzarse sobre Chaeryeong para besarla.

Entre pisadas torpes y besos desesperados, encontraron el camino a su habitación.

Se tiraron sobre la cama y comenzaron con las caricias. Ryujin sostuvo el cuello y cintura de Chaeryeong con sus manos mientras bajaba sus besos al cuello de esta.

ㅡR-Ryujin, la puerta está abierta. ㅡdice la menor entre suspiros.

ㅡYuna tiene clases hasta tarde y Jisu salió con Soobin. ㅡmurmuro sin dejar de besarla.

ㅡ¿Qué hay de Yeji unnie?

Y justo en ese momento, el sonido de la puerta de la casa abriéndose las hizo dar un brinco y separarse.

ㅡYa llegué. ㅡexclamó Yeji, cambiando sus zapatos.

Ryujin y Chaeryeong acomodaron sus ropas y salieron de su habitación, no sin antes, Chaeryeong golpear la cabeza de su novia como regaño.

ㅡBienvenida. ㅡdice Chaeryeong.

Yeji les sonríe y las observa: Agitadas, nerviosas, ropa desaliñada y labios rojos.

ㅡYo... ¿Yo interrumpí algo? ㅡpregunta.

ㅡ¿Eh? ㅡexclaman las dos al unísono.

Yeji tenía muchas sospechas sobre ellas dos. Todo el tiempo juntas, fotos de las dos regadas por toda la casa, la forma en la que a veces a una no le gusta que ella o las demás abracen a la otra, etc. Podrían muy bien ser mejores amigas algo posesivas, lo cual era algo raro, pero en ese momento, ya no creía que fuese así.

ㅡEs que... ㅡ¿podía preguntarlo? Si ellas no lo habían dicho era por algo, ¿no? Pero, los tiempos cambiaban y, por lo menos ella, no tenía ese tipo de prejuicios. ㅡ¿Ustedes están saliendo?

Se congelaron y después comenzaron a balbucear cosas que no se entendían en lo absoluto.

ㅡCreo que di en el clavo. ㅡdice.

La pareja se miró entre ellas avergonzadas.

ㅡNo les digas a Jisu y Yuna. ㅡpide Chaeryeong. Yeji cierra su boca con un candado imaginario.

ㅡ¿A tí no te molesta verdad? ㅡcuestiona Ryujin.

ㅡNo tiene por qué. ㅡdice.

Sus amigas sonríen y la abrazan con agradecimiento. Era la segunda vez que le decían a alguien sobre lo suyo, las amigas de la universidad de Chaeryeong no lo sabían, solo los amigos de Ryujin. Se sentían más ligeras ahora.

Yeji de verdad no tenía problemas con eso. De hecho, no sabía si su forma de pensar era mala o extraña, pero ella prefería estar en una habitación a solas con una mujer lesbiana antes que con cualquier hombre.

ㅡMe siento más tranquila ahora. ㅡconfieza Chaeryeong sacando pequeñas lágrimas.

ㅡNo llores. ㅡRyujin la abraza con fuerza y después mira a Yeji. ㅡGracias por no juzgarnos.

ㅡNo tengo el derecho a hacerlo.

La pareja le sonríe con gratitud.

ㅡAhora, si me permiten, me tengo que ir. ㅡavisa la mayor.

ㅡPero acabas de llegar. ㅡhabla Chaeryeong.

ㅡOh, si, pero solo vine a dejar mis cosas. Adiós. ㅡdice después de dejar su mochila en el estante donde todas la dejaban.

Ryujin pudo notar el nerviosismo en la voz de Yeji, pero no quiso decir nada. ¿Acaso sus palabras eran mentira y le daba miedo quedarse a solas con ellas?

ㅡ¿Todo bien? ㅡle pregunta Ryeong, a lo que solo asiente.